Seis

1.7K 116 10
                                    

Nos encerraron en un gran cuarto, habían al rededor de diez camas y algunas repisas para poner la ropa. El lugar era frío y no tenía ventanas, sólo las luces que colgaban del techo nos daban luz. Mi amiga se aferró a mi mano, la suya estaba húmeda de tanto limpiar sus lágrimas y la mi no paraba de tiritar.

Los hombres tiraron nuestras maletas y luego se fueron dejándonos completamente solas. Los llantos no se hicieron esperar de parte nadie, algunas buscaban la forma de escapar de éste lugar, pero todo era inútil. No había forma de salir de aquí, si apenas lo intentabamos, si damos un solo paso en falso, no durarían en matarnos.

La puerta se abrió de golpe, Tony entró a la habitación y nos quedó mirando. Su sonrisa diabólica heló mi sangre e hizo que mi miedo aumentara.

Ésto no nos podía estar pasando, ésto debía ser una maldita y horrible pesadilla.

—Bienvenidas al infierno chicas.

Sólo podía pensar en una cosa, y no era en salir de aquí o en estar bién. En lo único que podía pensar era mi bebé, en Camilo, ¿Qué estaría haciendo ahora?,  ¿Estará jugando o tomando su siesta?, ¿Estará riendo o llorando?, mi corazón dolía, mi pecho estaba apretado y mi visión estaba totalmente borrosa producto de mis lágrimas contenidas.

Tony se marchó de la habitación y corrí a pararme detrás de la puerta, pude sentir como era cerrada con llave desde afuera y luego como sus pasos se alejaban. Miré a las chicas, a cada una; cuál estaba peor.

—Está con llave —Limpie mis lágrimas una vez más.

—¿Qué haremos?, ¿Cómo saldremos de aquí?  —Gabriela habló con la voz entre cortada, pasaba las manos por su rostro haciendo que su maquillaje se corriera por todo lados.

—¿Por qué no intentas salir por la puerta, eh? O por la ventana —Lucía la miró con una sonrisa irónica. Lo único que hacia falta era que el grupo se separara.

—¡Al menos algo estoy pensando! No cómo tú que estás parada ahí como estúpida mirando todo como si fuera lo mejor del mundo! —Gabriela era una chica mediana de estatura, pero Lucía era mucho mas alta que ella.

—¡A mí no me vuelvas a gritar perra!...

—¡Ya paren! —Pascal se metió entre medio de las dos y las hizo alejarse— no necesitamos ésto, tenemos que estar juntas si queremos salir de aquí antes de que nos vendan.

—Pascal tiene razón —Me acerqué a ellas— lograremos salir de aquí, pero tenemos que estar juntas, apoyándonos —Miré a Gabriela y luego a Lucía— todas tenemos miedo... Todas tenemos una razón por la cual volver a casa, pero discutiendo no lograremos nada.

Las chicas me miraron, pero no dijeron nada, sólo bajaron su cabeza y se alejaron.

—Ahora lo mejor será descansar, tratar de ordenar ésto y... Luego pensaremos en algo —Mordí mi labio mirando al rededor sin saber mas qué decir.

Las chicas tomaron sus maletas entre llantos y sollozos. Clari se acercó a mí y me abrazó por unos segundos.

—Estaremos bién, ¿Si?  —Limpió las lágrimas que habían vuelto a rodar por mis mejillas y me volvió a abrazar.

Al menos estábamos juntas en ésto, y juntas saldríamos también.

Justin

Viajamos desde Canadá a Chile con todo el equipo que estaba a a cargo de éste caso. Éramos los mejores trabajando en éste tipo de cosas, pero con el paso de los días se nos ha vuelto más complicado.

—¿Hay algún reporte de personas desaparecidas? —Llegué a la oficina y me senté en mi nuevo escritorio, donde un montón de papeles esperaban por mí.

Dollhouse (Terminada - SIN EDITAR)Where stories live. Discover now