Tres

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—¿Hablaste con Benja?  —Le pregunté a Clarissa apenas llegó a la casa. Por su rostro podía notar que no le fue muy bién.— dime que no terminaron.

Ella negó con su cabeza y se sentó en el sillón a un lado mío.

—Cuando le dije que teníamos una oferta de viajar a Brasil para una agencia de modelajes se enojó mucho, dijo que era muy arriesgado estando las dos solas en un país que no conocemos. Que cómo dejarías a Camilo habiendo otras opciones... Él y yo teníamos planes... y con lo del asalto a la peluquería te juro que todos mi planes cambiaron, tengo que ayudar a mi mamá, tengo que volver a levantarla —Soltó un suspiro pesado e hizo una mueca, estaba por llorar y odiaba verla así.

—Pero nada a acabado, Clari —Me corrí hasta ella y la abracé fuerte— tus planes seguirán y el lo entenderá, el te esperará.

—Se que le duele mi decisión —Nos separamos y esta bajó su mirada confundida— pero le tengo que hacer, lo tenemos que hacer.

—Ahora hay que decirles a nuestras madres —Hice una mueca— no sé si podré alejarme de Camilo —Y como si supiera que hablaban de él, éste llegó gateando a nosotras con una sonrisa.

Mi hermoso bebé. Ésto también lo hacia por él, necesitaba sacarlo de éste ambiente, y necesitaba ayudar a mi madre a salir de aquí también y tener una mejor vida de la que ya tenemos.

Fuimos a la peluquería para ayudar a sacar lo que habían destrozado y lo que ya no servía, había mucho vidrio en el suelo ya que quebraron los grandes espejos que estaban pegados a la pared... Estaba echo un desastre a decir verdad, y muy pocas cosas quedaron intactas. Al menos el dinero del día estaba a salvo en la casa, pero eso no cubriría todos los daños que aquí habían.

—Tenemos que hablar con ustedes—Hablé mientras mi mamá y Amalia se acercaban más a nosotras— y necesitamos que por favor nos entiendan y nos apoyen.

—¿Qué está pasando Arabella?  —Cuando mi madre me llamaba por mi nombre completo era porque estaba enojada o estaba preocupada.

—La mujer que la otra vez se cortó el pelo contigo, cuando nos llamó para hablar, nos ofreció viajar con ella y un grupo de chicas hasta Brasil para trabajar como modelos —Miré a mi tía y luego a mi mamá— se que es una decisión arriesgada y difícil, porque en mí caso está Camilo de por medio, pero el dinero que recibiremos en ésto ayudará para resolver lo de nuestra casa y ayudarte a tí tía.

—Se que piensan que es arriesgado —Ésta vez habló Clarissa. Me encontraba muy nerviosa— pero con Ara no nos quedaremos de brazos cruzados sin hacer nada, es nuestra mejor opción.

—Están locas —Mi madre negó con su cabeza— claro que no hija.

—Es otro país, otra cultura y no conocen a ésa mujer como para llegar y confiar en ella. ¿Acaso no saben de todos los casos que hay de tráfico de personas?, que parten así mismo y no me arriesgaré a que lea pase éso, fin del tema chicas —Tía Amalia siguió levantando los pedazos de vidrios junto con mi madre.

—Ya firmamos el contrato mamá —Miré a Clari con cara de "De qué estás hablando"— es todo legal, ya nos encargamos de ver eso con Christina, nos mostró fotos y videos con las modelos que están allá en Brasil. Mamá te prometo que ésto es más que seguro —Clari tomó las manos de su mamá e hizo que la mirara— te prometo... Les prometemos, que si vemos algo que no nos guste, volveremos en el primero vuelo a Chile.

—Mamá es una gran ayuda, te enviaré dinero cada mes  o cada semana y es una buena suma de dinero —Miré a Clari y luego a mi tía— confíen nosotras, todo saldrá bién.

No tenían buena cara, y sabía lo que ellas pensaban, pero era una de esas oportunidades que se dan una sola vez y yo la tomaría.

Si decía que no tenía miedo, sería una vil mentira, porque es obvio que sí, pero haría de todo por ayudar y si eso  implicaba tener que viajar e ir a un lugar que no conozco y con personas de las cuales no se sus intenciones, lo haría.

Luego de estar casi una hora cinvenciendolas y pedir que confiaran en nosotras, con recelo aceptaron pero de muy mala gana. Nos hicieron prometer que si algo pasaba nos devolveríamos de inmediato y no volveríamos a confiar si nos ofrecían algo así de nuevo.

Los días pasaron y decimos con Clarissa llamar a Christina, ya estábamos seguras e íbamos aceptar su oferta. Quedamos de verla en el restaurante de su hotel para almorzar juntas. Nos encontrábamos muy nerviosas por todo ésto, y sólo esperábamos que no fuera una mala decisión.

—¡Aquí están! —Christina vino hacia nosotras y nos dio un abrazo para después besar nuestras mejillas. Al parecer estaba muy contenta de que estemos aquí.

Nos hizo sentarnos en una mesa algo apartada del resto y nos tomaron nuestra orden. En el menú habían cosas con nombres raros y que no conocíamos, así que decidimos pedir una simple lasaña.

—Estoy muy contenta de que estén aquí chicas. Tomaron la mejor decisión se los aseguro —Nos mostró una deslumbrante sonrisa— las conocerán tantas personas y se harán de un gran nombre en todas las pasarelas.

—¿Debemos firmar algo?  —Claro habló mientras el mesero dejaba nuestros platos.

—Si, aquí tengo sus contratos —La mujer nos pasó una carpeta a cada una y en ésta habían varios papeles— si quieren llevarlos a casa para leerlos tranquilamente, no hay problema.

—¿Y cuando viajariamos? —Le dije mientras leía algunas de las palabras del papel.

—Si firmas hoy, para el fin de semana o a más tardar el próximo lunes estaríamos viajando, pero si se toman más tiempo ya estarían viajando dentro de dos semanas y viajarían solas —Hace una mueca mientras bebé de su copa de vino— las demás chicas ya están listas y cuando viajemos tengo que arreglar algunas cosas allá en Brasil y me tardaría al menos una semana en volver, o un poco más.

No podíamos esperar más de dos semanas, yo no esperaría éso.

—¿Firmarás? —Le susurré a Clarissa mientras Christina contestaba una llamada y se disculpaba con nosotras para luego levantarse y caminar fuera.

—Me enseñaron a no firmar nada sin antes leer... ¿Pero esperar dos semana o más? —Me mira mordiendo su labio nerviosa— en dos semanas ya estaríamos allá y nos estarían enseñando todo lo que necesitamos, nos pagarían dentro de poco si hacemos las cosas bien.

—Si —Susurré leyendo algunas partes del contrato y no había nada raro en él— firmaré —Hablé decidida.

—Lo haremos juntas —Miré a Clarissa y ésta me sonrió— siempre juntas, ¿Lo recuerdas? —Me extendió su meñique y yo enrolle el mío en el suyo.

Firmamos y ya estaba todo echo.

—Lo siento chicas, llamada de Brasil —La mujer nos sonrió y dejó su celular en la mesa— ¿Y que decidieron?.

—Ya firmamos —Le Sonreí y algo brilló en sus ojos.

—Serán la mejores modelos —Sonrió la mujer—Sólo confíen en mí y déjenlo en mis manos. —me miro fijamente y luego a Clarissa.

Esperaba que lo que decía fuera cierto.


***
Hola guapas! 👑

Veo que les gusta la historia, ya que estamos por llegar a las 1.000 visitas 💖🌟

Gracias por eso!


Las amo con todo mi cucharón de melón 🍈💖

Dollhouse (Terminada - SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora