Nueve

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Me levanté de madrugada, no se que horas eran, pero todo seguía igual de oscuro. Miré a mi amiga dormir, el único momento que estábamos en paz era ahí, cuando dormíamos... Pero ya le tenía miedo a cerrar los ojos, porque cada vez que lo hacía la imágen de aquel sujeto sobre mí se me venía a la memoria, y así comenzaban mis pesadillas.

Me dirigí al baño con unas tremendas ganas de vomitar, y así lo hice; expulse todo lo que llevaba en mi estómago. Las lágrimas caían por mis mejillas producto del esfuerzo al vomitar, pero dentro mío sabía que las lágrimas no eran solo por eso. Estaba rota.

Tire la cadena del baño y apoye la frente en mis antebrazos, escondiendo mi cara en ellos, seguía llorando y las náuseas no se iban. Recordar lo que pasó me hacía tener asco, tenía asco de mi misma.

Me sentía tan mal, tan dañada y humillada. Nadie merecía pasar por ésto, ni nuestro peor enemigo merece sufrir así. Sólo me quedaba llorar y fingir que con eso me iba a liberar del dolor que me causó, pero la verdad era que nada haría que que me sanara.

-¿Ara? -una voz somnolienta habló por detrás de la puerta.

Pase las manos por mi rostro de forma bruca mientras secaba las lágrimas.

-¿Si? -aclaré mi voz y puse una mano en mi frente para calmar las ganas de vomitar. Pero fue en vano.

La bilis subió por mi garganta otra vez.

Pascal abrió la puerta del baño y apenas me vió agarró mi cabello para despejar mi rostro.

-Dios, cariño -puso una mano sobre mi frente, tal como lo hacía mi mamá cada vez que vomitaba- ¿Qué te sucedió?.

-¿Qué pasa...-Clari entró al baño y se arrodillo a un lado de mi- amiga... Mierda -sacó un rollo de papel y limpió mis labios cuando dejé de expulsar todo lo que tenía.

-¿Qué te hicieron Bella?
-Pascal se arrodilló a un lado de mi y me deje caer en el regazo de mi mejor amiga.

Estando con ella las lágrimas eran libres de bajar por mis mejillas como si de una cascada se tratara.

Jamás fui de esas personas con miedo a llorar frente a otras, jamás escondí mis miedos o sentimientos, porque no me avergonzaba mostrarme tal cual soy, no me molestaba que vieran que también soy humana y que tengo derecho a sentir. Algunas personas se esconden y jamas muestran lo que sienten, fingen ser fuertes pero en realidad son las que están más rotas.

-Me hicieron acostarme con un hombre -dije entre lágrimas y lamentos- y me duele.

-No... -Clarissa me miro pero yo simplemente cerré mis ojos- no Ara -sus lágrimas no tardaron en mojar mi hombro- por la mierda...

Y las tres lloramos. Y agradecía no estar sola en esos momentos.

Me arroparon lo mejor que pudieron, como si fueran las hermanas mayores que cuidan de la más pequeña y por sus pesadillas.

-Intenta dormir, ¿Vale? -Clari besó mi frente y a los segundos caí dormida.

Volví a soñar con él. Al principio se mostraba amable, así que pensé que podría pedirle que me dejara ir, pero las apariencias te engañan y hacen que te des de bruces con lo que en verdad son. Y volví a despertarme más tarde, así pasé el resto de la noche.

-¡Arriba señoritas! -me desperté de golpe y algo atolondrada, mi cabeza dolía como si me la estuvieran martillando.

Christina entró con una sonrisa mientras mos despertaba de manera brusca, y cuando nos vió a todas de pié se fue sin decir más.

Dollhouse (Terminada - SIN EDITAR)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ