"Si alguna vez has perdido a alguien muy importante para ti, entonces ya sabes cómo se siente; Y si no lo has hecho, no puedes imaginarlo."
Matt
Estaba pasando una de las peores mañanas de mi vida, tenía resaca, un horrible dolor en las costillas, el labio escasamente partido, un sabor a sangre aún presente en mi boca y una rota relación con mi mejor amigo.
Apenas pude abrir los ojos por el dolor en mi cuerpo y lo punzante que sentía mi cabeza, la noche anterior había sido un desastre pero los únicos responsables éramos yo y las botellas de Havana Club que bebí.
Recordaba escasamente lo qué pasó en "Captain Red", la pelea no la olvidaba pero me costaba concentrarme en todo lo que habíamos discutido.
Dom. Su nombre apareció en mi mente, recuerdo su rostro cargado de ira y decepción, los chicos me habían metido en un taxi cuando él se marchó y no supe nada más del mundo hasta abrir los ojos hace unos instantes.
El inglés estaba sentado en su cama, hablaba por teléfono y no se notaba tranquilo.
-...Ajá, ya pregunté pero dijeron que no...estoy completamente seguro de eso...creo que pese a mi preocupación sí sé identificar lo que es "Sí" y lo que es "No"...bueno, si tienes noticias nos avisas...suerte, gracias y adiós
-Todo bien?-le pregunté, se veía bastante preocupado
-Eso a ti no te importa-me miró con desdén
-Dom...
-Sabes qué? A mí tampoco me interesa lo que hagas, parecías no interesado en cierto asunto y mientras menos gente me estorbe es mejor-sin que pudiera contestar se marchó, azotando la puerta en el camino
Soy un idiota! Un completo y absoluto idiota!
Sí, estaba destrozado pero no me portaba como mis padres me enseñaron y seguir así no me llevaría a ningún lado.
Me levanté de la cama, dispuesto a que este fuera un día productivo, tomé algunas medicinas para disminuir la resaca y me apliqué ungüento para dolores musculares.
...
Recargué mi frente contra la pared de la ducha, el agua resbalaba por mi cuerpo y mojaba las placas de Jason Anderson, las sujeté entre mis dedos antes de llorar.
Lloraba por la ausencia de Lila y por el recuerdo de los últimos momentos con ella; extrañaba su cuerpo junto al mío, su exquisito olor natural, su risa, sus bromas, sus palabras, su respiración al dormir, el palpitar de su corazón sincronizado con el mío, los lunares que tenía, el hoyuelo en su mejilla, la calidez de su mano cuando tomaba la mía, el ligero estremecimiento cuando le pasaba el cabello tras las orejas, su mirada viendo más allá de mis ojos, sus tiernas actitudes infantiles, su forma de bailar cuando pensaba que no la veía, sus manos sobre mi cabello, sus besos al despertar y antes de acostarnos. Sencillamente lloraba por no tener a mi otra mitad.
Me era inevitable recordarla pues el agua resbalaba por las marcas de nuestro pasional amor. Marcas. Recuerdo que le dije a Lila que nos recordaban el pasado, y en este caso, me hacían volver a nuestras días en el apartamento o los días donde expresábamos más nuestro cariño.
Y por eso mismo no toleraba dormir en el temporal hogar que tuvimos, la mera existencia de éste bastaba para agrandar la herida de mi corazón. Pero la extrañaba y la prueba de eso era lo que Dom ayer dijo, que aún usaba las placas de su padre porque mi subconsciente lo asociaba como la única parte que aún tenía de ella y que me recordaba a los gratos momentos a su lado.
Ayer bebí la irresponsable cantidad de licor que pude porque quería olvidar el dolor que sentía en mi pecho, no funcionaba y por eso bebí más hasta no sentir conciencia de mis actos.
Terminé de bañarme, me sentía menos mal (físicamente), una vez que estaba vestido (con las placas de Jason Anderson por fuera de mi camisa, mostrándolas con orgullo), traté de llamar a mis amigos pero ninguno me respondió el teléfono, no los culpaba, no había sido la persona más cortés con ellos.
Caminaba por las arboledas, miraba lo verde que era el pasto, pateaba las hojas que caían de los árboles por el paso del otoño y observaba como mis zapatos iban dejando marcas a causa de la lluvia del día anterior. Unas pisadas en mi dirección hicieron que alzara la vista.
-Matthew! Que bueno que te encuentro-alguien tomó mi hombro, me giré para decirle algo no muy amable pero me sobresalté al ver quien era
Scott estaba jadeando por el esfuerzo de encontrarme, supongo, se veía cansado y aprovechó mi tiempo de reacción para tomar aire.
-Scott, no esperaba verte
-Oye, has visto a Lila? No me contesta el teléfono y necesito saber si se irá conmigo
-Irse? A dónde?
-No te lo dijo?-se notaba muy extrañado
-Decirme qué?-alcé mi ceja derecha
Qué está pasando?
Mi corazón comenzó a acelerar su ritmo de palpitaciones.
-El cumpleaños de su padre es en estos días y la familia hará una ceremonia especial, habíamos sugerido irnos juntos a Miami pero ya no supe si compró los vuelos o no
-No me lo dijo-me crucé de brazos
-Quizá creyó que sería un momento privado, entonces no la has visto?
-Creí que estaría contigo-comenté con duda en mi voz
-No, se quedaría conmigo antes de iniciar su semestre, creo que estaría quedándose en Miami después del cumpleaños de su padre
-Entonces no has podido hablar con ella?
-No, si la ves, pídele que me llame, por favor, no me ha contestado desde hace unos días y debo saber si la espero en Miami o no. Hazlo lo más pronto posible, por favor
Asentí y se marchó, no entendía qué pasaba. O mejor dicho, mi cabeza no quería asimilarlo, Lila no estaba con Scott y él era lo más cerca que tenía de su familia, los chicos no exageraban cuando me dijeron que ella no aparecía.
Otra idea se prendió en mi cabeza, maldije por no encontrar mi teléfono pero volví a la habitación para escribir un correo a otra persona que quizá podría darme una idea de dónde se escondía.
...
Corté la videoconferencia corta y fría que tuve con el heredero Irons, dijo que no había hablado con Lila desde que se lo pedí (u ordené, mejor dicho), tampoco la había visto en Alabama y dijo que no tenía contacto con ella. Había pánico en sus ojos así que confié en su palabra.
Comenzaba a perder la tranquilidad, quería saber dónde estaría Lila porque seguramente estaba más que destrozada.
Quise ir a la biblioteca, me sentía conectado a ella estando en ese lugar y quizá con todo el silencio y los libros podría pensar más claro. La profesora Martin me interceptó en el camino.
-Sr. Daddario, podemos hablar?
-No quiero hacerlo porque estoy algo ocupado ahora, pero apuesto a que usted no, qué ocurre?
-Le importa si buscamos donde sentarnos?
Caminamos hasta el café al aire libre cerca de una de las facultades, ordenó un té y me pidió un café para la resaca.
-Creo que ya está enterado de la desaparición de la señorita Anderson
Asentí con vergüenza, Dom y Alberto me lo dijeron, pero no presté atención porque censuraba mi dolor.
-Pues debo decirle que la hemos buscado desesperadamente y no obtenemos resultado alguno
-Qué?
-Ya buscamos en Nueva York y no parece estar aquí, Sr. Daddario, Lila no está...se fue-no sabía que tanto le importaba Lila a la profesora Martin hasta que pronunció la oración con tanto dolor
Esas palabras retumbaron en mi cabeza como ecos, "Se fue" "No está" "No la encontramos", comenzó a dolerme el pecho, me senté en el piso, la profesora Martin estaba hablándome pero no la escuché, no podía pensar claramente.
-Señor Daddario, se encuentra bien?-se levantó preocupada pero me limité a mirarla
-No saben nada de ella?
-No, lo lamento, su hermana llamó y dijo que ya la buscaron en el aeropuerto, estaciones de trenes y autobuses, pero fue el joven Sherwood quien me pidió que se lo dijera
La cabeza dejó de dolerme pero ahora un dolor peor me invadía. Sentía que me partían por la mitad, que me sacaban el corazón y lo hacían pedazos.
Yo alejé a Lila, yo le dije cosas horribles que no sentía y que fueron producto de mi impulsividad. La chica de la que me había enamorado no estaba y me destrozaba porque la quería tanto, su felicidad se había hecho tan importante como la mía así que sentía un dolor incomparable por oír esas palabras.
Realmente sucedía, Lila estaba desparecida y la noticia finalmente me había caído como debía, golpeé el piso, arranqué un poco del pasto y volví a soltarme a llorar como un niño indefenso.
No! No pasaba realmente!, No era cierto que se había ido sin dejar rastro. Esto tenía que ser una pesadilla, quizá esto era el sueño que Lila siempre tuvo y jamás compartió, inútilmente pellizqué mi pierna para salir de esta horrible situación...pero no funcionaba, esto era mi cruel realidad.
-Señor Daddario, quiere que llame a su hermana o a sus padres para que hable con ellos?-la profesora Martin estaba agachada a mi altura, puso una mano en mi hombro
-No, está bien, debo irme
Me incorporé rápidamente y no perdí un segundo en correr a otro de los lugares que Lila frecuentaba (aún tenía ganas de llorar, pero ya habría tiempo para eso después), si iba a aquellos sitios, quizá yo pudiera notar algo que los chicos no y daríamos con su escondite.
Encontré a Harry en la residencia de Lila, tecleaba algo en su teléfono y no percibió mi presencia hasta que le hablé con fuerza.
-Dónde está?
Me miró serio, sin decir nada.
-Dónde está?!-repetí molesto
-No lo sé
-Cómo carajos no sabes dónde está?! Si le pudo confiar el secreto a alguien definitivamente fue a ti, serías su cómplice perfecto porque Dom y Alberto le dirían a las chicas
-No tengo idea de dónde está! Si lo supiera te lo diría, sé que ella puede ponerse en riesgo así que no eres el único preocupado con su paradero-me contestó con enojo, no lo culpaba, quería ayudarlos pero no me portaba como si esas fueran mis intenciones
-Harry, yo...-estaba por disculparme pero me interrumpió
-Y hasta donde recuerdo, los chicos dijeron que tú no sentías interés por la situación, no nos estorbes si no vas aportar nada!-pasó junto a mí chocando el hombro
Retomé mi camino a la residencia, quise entrar a su habitación pero Kath no estaba (y si estuviera, probablemente tampoco me dejaría entrar), la prefecta de piso me dijo que si nadie se encontraba en la habitación no podía tener acceso a ella, le expliqué la situación y se limitó a decirme que presentara el reporte ante las autoridades.
Me detuve de nuevo ante su puerta, mi corazón volvía a doler, fue como si los fantasmas de todos nuestros recuerdos pasaran frente a mis ojos, agravando mi sufrimiento. No pude resistir un segundo más y me marché rumbo a mi habitación.
Buscaba desesperadamente mi teléfono para llamar a mi hermana mayor, la profesora Martin había mencionado que fue ella quien dijo que Lila no aparecía en Nueva York, pero mi ebriedad había echo que arrojara mi teléfono lejos de mi vista y todo por la foto que tenía como protector, aquella de mi "primera cita" con Lila en Central Park.
No lo encontré así que tampoco podía llamar a Erick para llevarme, usé mis habilidades de neoyorquino para conseguir un taxi y llegar al departamento de Alexandra.
-Hola Matt, estás bien?-contestó Zac cuando abrió la puerta y me miró con atención
-Hola, está mi hermana?
-No, dijo que iría a la torre para ver asuntos de negocios, pero puedes buscarla en SoHo dentro de unas dos horas, estaremos ahí para ver a los organizadores de bodas
-Se fue hace mucho?
-Creo que aún la alcanzas en el garage, necesitas que te ayude en algo?
-No, gracias-di una palmada en su hombro y salí corriendo rumbo a los elevadores que llevaban a la parte baja de los edificios
Un BMW blanco iniciaba su marcha, era el coche de mi hermana así que agité mis brazos para que pudiera notarme, detuvo el coche y bajó el vidrio.
-Matthew? Qué haces aquí?
-Necesitamos hablar
-Tengo junta con socios-respondió sin mucho ánimo
-Esto es importante-dije con algo de desesperación en la voz y ojos (aunque quizá no notó eso por los lentes de sol)
Soltó un bufido (sospecho que Dom le dijo lo mierda que me porté ayer), quitó los seguros del auto y subí. Comenzó a manejar rumbo al edificio de nuestro padre.
-Tenemos las pruebas suficientes para creer que Lila está desaparecida-solté sin anestesia
-Lo sé, tu amigo Dom me llamó para que lo ayudara con los recursos de la familia
-Papá lo sabe?!-me preocupé, esto podría ser devastador para él
Desde que somos pequeños, mis hermanas y yo tenemos un trato de darle a nuestros padres los menores problemas posibles, siempre tratamos de arreglarlos nosotros y los dejamos a ellos como último recurso. Todo esto lo hacemos por lo ocupadas que son sus vidas y siendo cocientes de que podemos restarles problemas.
-Claro que no! Papá está en un viaje de negocios, sabes lo importante que es eso y lo mucho que se concentra-Habló molesta
-Alex, tienes que ayudarme a encontrarla, fui más que un idiota al ser duro con ella, dejé que me manipularan y cometí uno de los errores más grandes de mi vida-mis ojos se comenzaron a cristalizar, sabía que con mi hermana podía ser más libre al expresar mis sentimientos
Mi voz también se rompió un poco, eso provocó que Alex girara en mi dirección durante el rojo del semáforo, me miró con preocupación y detenimiento, me levantó los lentes de sol y uso un tono de voz maternal.
-Matty, qué te pasó en el rostro?
-Te dije que fui un idiota, tuve que enfrentarme a las consecuencias
Orilló el auto donde pudo, se quitó el cinturón de seguridad y me tomó el rostro. Miró con detenimiento los moretones que había en éste, eran pequeños y se irían con rapidez, aún así preocuparon a mi hermana.
-Vaya, en definitiva tu amigo Dom no exageraba con lo mucho que le importa Lila
-A mí también me importa, es la chica más increíble que he conocido, siento algo más intenso que cariño por ella, yo...
Pese a la situación que enfrentábamos, el fanatismo de mi hermana hacia el Anddario no podía ocultarse.
-Tú la a...
-No lo digas ahora, sé que sí pero quiero que esas palabras salgan al aire cuando ella esté entre nosotros de nuevo-la interrumpí, quería saborear esas palabras pero con Lila en mis brazos
-Cómo los ayudo? Ya pedí que la buscaran en el aeropuerto, en algunas estaciones de autobuses y trenes, tienes alguna otra idea de dónde buscar?
-Déjame pensar, trataré de usar mis contactos para pensar en algo
-Cuando tengas más información házmelo saber, ok?-me abrazó para mostrarme su apoyo
-Alex...la extraño muchísimo, no puedo dormir sabiendo que yo la alejé, quiero que regrese a mi vida para darle el toque que sólo ella sabe agregar, quiero seguir apoyándola, necesito a mi otra mitad, a mi mejor amiga y al amor de mi vida-solté unas lágrimas, me permití desahogarme
Mi hermana mayor me consolaba cuando de pequeño me sentía mal, ahora también lo hacía, me abrazó mientras escuchaba mi sentir.
-Aparecerá, te prometo que la encontraremos, hablarán y arreglarán todos sus malentendidos
-No sé si vaya a perdonarme
-Suena mal pero, si se fue es porque te quiere
-Qué?-la miré con incredulidad, me separé de ella
-El amor tiene extrañas y diferentes formas de expresarse, tu felicidad es importante para Lila así que ella quiso que lo fueras, por eso se marchó, porque se lo pediste
Ahora me sentía peor conmigo mismo.
-Pero ahora sabes cómo ofrecerle perdón, dile que fuiste impulsivo y que ella es de lo mejor que te ha pasado, hazle recordar el amor que siente por ti
Relajé mi respiración, el llanto había servido para que pudiera ver y pensar con claridad, pero no me llevaría a ningún lado, así que le pedí a mi hermana que me llevara con mis amigos para poder disculparme y apoyarlos en la búsqueda del amor de mi vida.
-No te retraso para la junta?-pregunté abrochándome de nuevo el cinturón de seguridad
-Soy la hija del dueño de la empresa, pueden esperarme -imitó mi gesto, guiñó un ojo y volvió a poner el auto en marcha-, además, llevo mucho tiempo esperando a que una chica increíble se apropie de tu corazón y no permitiré que alguien tan especial como Lila peligre
Nos dirigíamos rumbo a la universidad pero a lo lejos noté una melena negra, Alex detuvo el auto lo más cerca que pudo, nos despedimos y bajé.
-Em! Necesitaba verte-la alcancé luego de un rato
-Qué ocupas?-me miró seria y con los brazos cruzados
-Quiero ayudar a buscar a Lila
-Tarde, muy tarde-me miró como si no fuera importante
-Qué?!
-Tardaste mucho, no te das cuenta?
-Sí, sé que fui un idiota pero quiero arreglarlo, por favor, quiero ayudarlos a encontrarla-le tomé las manos y suprimí mis ganas de llorar
-Ok, sígueme
Ambos comenzamos a caminar en dirección al apartamento de Alberto, entramos, todos estaban parados en la sala, Shelby y Dom hablaban por teléfono mientras que los demás miraban mapas y anotaban en libretas.
-Alguien se nos une-anunció al llegar, acto seguido cerró la puerta y dejó las bolsas de comida, las cuales se rehusó a que le ayudara cargar, en la mesa
-Creí que traerías comida no a un idiota-respondió Dom, aún se notaba molesto y un hematoma brillaba bajo a barbilla
-Dom...
-Qué haces aquí?-se cruzó de brazos, los demás no comentaban nada
-Tardé un poco en notar mi error, no debí tomar la actitud que tuve, estaba aterrado así que fui por la vía rápida evadiendo el problema. No justifico mi indiferencia pero merecen saber el porqué de mi comportamiento, debo reconocer que estoy agradecido de que aquello no representó un obstáculo para que tomaran cartas en el asunto, pero después de los merecidos golpes que recibí ayer pude ver con claridad lo mal que estaba actuando, permítanme apoyarlos, Lila es tan importante para mí como para ustedes
Todos permanecieron callados, analizando mis palabras y agradeciendo mi sinceridad, pero de todas las reacciones la de Dom era la que más me importaba en estos momentos. Siempre me había apoyado, era como el hermano que nunca tuve y no merecería que lo abandonara en algo importante para él.
-Aceptamos tus disculpas, pero sólo te permitiré apoyarnos con una condición-contestó el rubio
-La que sea
-Te daré un último golpe en la cara, el más fuerte que puedas recibir y no tienes derecho a quejarte, quedó claro?-Dom se subió las mangas de su camiseta
-Amor, esto es demasiado-Kath lo tomo del brazo pero éste se apartó
-Dominic no es necesario-añadió Harry
-Acepto!-contesté antes de que alguien más pudiera añadir otra cosa
Dom se acercó a mí, cerré los ojos para esperar el impacto de su puño, pero no recibí nada, sino que su mano me tocó el hombro.
-Si estabas dispuesto a que te golpeara sólo por obtener mi perdón, no hay duda en que elegí bien a mi mejor amigo y al novio de aquella que es como una hermana menor
Me quedé sin palabras, extrañé a mi hermano este corto pero doloroso tiempo.
-Ven aquí, perdedor-me abrazó y yo a él
Sentí como parte del dolor con el cargaba se aligeraba, permanecimos así un poco más y luego nos separamos para regresar a nuestra realidad.
-Chicos, de verdad estoy arrepentido por haberme portado como un completo idiota, yo...
-Una de las cosas que Lila más nos ha recordado es que debemos dejar el pasado y centrarnos en el presente y el futuro, tenemos que seguir con la búsqueda-Me cortó Em
-Ten, quizá extrañabas esto-El rubio lanzó un objeto de color negro, cuando lo atrapé noté que se trataba de mi celular, tenía la pantalla estrellada pero aún conservaba mi foto con Lila como protector de pantalla
Le sonreí, él regresó dicho gesto, nos acercamos a la mesa donde cada uno tomó un poco de comida china y miramos las notas que contenían sus cuadernos.
-Qué sitios ya descartaron de su lista?
Kath leyó en voz alta los lugares que ya habían visitado.
-Revisamos, en todos los posibles lugares de los barrios que conoce, donde podría estar y nada-añadió Alberto
Entonces recordé que ellos no saben sobre la existencia del apartamento que compartía con Lila, quizá ella estuviera aún ahí empacando sus cosas o algo. Era el rayo de esperanza que todos queríamos ver, pero también era mi secreto mejor guardado, aquel que sólo podía ser confiado a la mujer correcta y que deseaba que siguiera en secreto por nosotros.
-Matt, estás bien?-preguntó Dom
-Yo...yo...debo irme
Tuve la fortuna de encontrar un taxi, me llevó hasta el edifico del apartamento, ignoré al portero y presioné el botón que llevaba a nuestro piso.
Llegué corriendo a la puerta del apartamento, rogándole a todos los seres supremos que existen para que Lila estuviera ahí. Los nervios hicieron que tardara más en abrir la puerta pues mis manos temblaban, finalmente lo logré y no me sorprendí al ver que faltaban cosas...sus cosas.
Los pocos dibujos de su padre ya no estaban; sus libros habían sido removidos del librero al igual que la máquina de escribir, ya no estaba; entré al baño principal, su cepillo de dientes, shampoo, artículos de belleza y su toalla no estaban; en la cocina no estaba su taza de café junto a la mía; sólo quedaba entrar a la recámara, no quería hacerlo pero tenía una pequeña esperanza de encontrarla, el entrar me partió el corazón, las viejas sábanas (las que tenía la cama antes de las que Lila escogió) estaban puestas, al revisar el armario la mitad estaba desocupada y había algo junto a mi estantería de relojes.
Una dorada pulsera, que en un tiempo significó nuestra promesa de amor, descansaba junto a uno de mis Rolex. La sujeté como si fuera a quemarme, la miré y me fue inevitable soltarme a llorar de nuevo.
Las palabras de Alexandra resonaban en mi cabeza. Me dolía tanto creer que tenía razón, confirmar que cuando estamos profundamente enamorados de alguien, y amamos tanto a esa persona, sí podemos hacer locuras con el fin de conseguir su felicidad.
Alcé la cabeza cuando algo hizo click en mi cabeza. Si todo lo de Lila ya no estaba era porque ella había venido a recogerlo, tomé la pulsera, le di un beso antes de guardarla en mi bolsillo.
Me acerqué al portero y le pregunté si había visto a alguien subir al apartamento. Respondió afirmativamente y algo en mí sintió una miga de esperanza.
-La señorita que describe estuvo aquí hace unos días, ella y una señora rubia llevaron varias cajas a un camioncito, aunque fue después la segunda quien se encargó de llevar el resto
Estaba por preguntar quién era la otra mujer, pero recordé que Charlotte también sabía de la ubicación de este apartamento (ya que lo venía a limpiar antes de que me mudara), traté de comunicarme con ella pero a mi memoria vino que se había ido de vacaciones.
-Y a dónde iba ese vehículo?
-Me parece recordar que a alguna dirección en Lower East Side
Agradecí al caballero por los datos de ayuda, subí de nuevo al apartamento, tomé mis llaves, busqué en el armario una chaqueta, y cuando finalmente la hallé, suprimí el dolor de mi pecho al ver que aquella que le presté a Lila antes de irme a Miami estaba colgada, me la puse y quise que se adhiriera como una segunda piel al notar un poco del olor de mi princesa.
Si hacíamos locuras por amor, mi locura sería encontrarla y aventurarme igual que un caballero medieval, con motocicleta en vez de caballo, sin miedo en mi corazón pese a los miles de escenarios que pudieran aparecer, así podría verla una vez más y aclarar la situación que nos separó.
Una chispa recorrió mis venas al encender la moto, el único lugar al que tenía sentido dirigirse en Lower East Side era la casa de Scott. Al llegar no lo encontré, pero me dijo que si necesitaba algo de ésta podía usar las llaves de repuesto que tenía escondidas.
Pregunté al portero del edifico si alguien con la descripción física de Lila había entrado al edificio, contestó que no había visto subir a nadie así pero que creía recordar ver alguien parecido ir a las bodegas del sótano.
Una vez que bajé, busqué aquella que perteneciera al joven doctor. Las cosas que Lila hubiera podido guardar ahí me darían una idea de si iba a quedarse en casa de Scott o se había ido y qué tan lejos.
Mis estúpidas manos volvieron a ralentizar la apertura del candado, lo abrí, y con la mala suerte que estoy teniendo, me dolió el corazón al ver que todas sus cosas (absolutamente todo lo que había en nuestro apartamento) estaban guardadas.
No me tranquilicé, a dónde iría sin todas sus cosas?
Llamé a Dom para pedirle que buscara la motocicleta de Lila con el número de placas, dijo que lo haría y agradecí que no me preguntara dónde estaba. Si no encontrábamos su motocicleta, era más que seguro que...se había ido.
No he parado de llorar en todo el maldito día y este depósito lleno de sus cosas sólo me hizo soltar más lágrimas. La motivación se comenzaba a esfumar, pero yo estaba decidido a aferrarme a ella, puse mi mano en el bolsillo de mi pantalón donde había guardado la pulsera de cisne; necesitaba algo más que me alentara a seguir buscando, logré dar con la caja donde se guardaban nuestras fotos, busqué mi favorita y me aferré a ella como si fuera lo más sagrado en la tierra.
Había fallado este día, pero si algo el año se había esmerado en recordarme era que no debía rendirme ante la adversidad, mañana podía seguir buscando porque me sentiría mejor...o eso deseaba creer.
Así que rendido, cansado y sumergido en la tristeza, opté por regresar a la universidad y dormir en la cama de mi habitación una vez más, no quería entrar al departamento porque me ganaba el sentimiento y las ganas de llorar. La extrañaba muchísimo.
Tomé mi nuevo teléfono (de regreso había pasado a una tienda a comprar otro, por suerte tenía un respaldo del estrellado y todo se traspasó al nuevo), escribí el mensaje que esperaba que me contestaran con la misma rapidez de siempre...o que simplemente contestaran.
Matt: Lila, mi amor, no sé dónde estás, pero espero que desees leer esto.
No pensé las cosas, los celos me ganaron pero no quería decirte nada de lo que te dije, fui impulsivo y un completo idiota. Te quiero demasiado, por favor regresa para que hablemos...nada es igual sin ti...
Había pasado un par de noches llorando, pero ésta me abrumaba porque seguía odiándome por hacerle esto a Lila y no paraba de mirar nuestra foto en Central Park, aquella que tengo como protector de pantalla en mi celular y que extraje de la caja.
Presioné enviar pero no recibí respuesta esa noche...ni la siguiente...
Qué carajo hiciste, Daddario?!
"Amor de mi vida me heriste, me has destrozado el corazón y ahora me dejas. Amor de mi vida ¿no lo puedes ver? tráelo de vuelta, tráelo de vuelta, no me lo quites, porque no sabes lo que significa para mí.
"Love of my life"-Queen
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Dedicado a la lindura de lectora y siempre leal niallgforevaah 💕. Gracias por siempre votar en mis capítulos de forma puntual y por demostrar lo mucho que te gusta mi trabajo, muchísimas e infinitas gracias 💙😘. (Gif de Matty precioso mandando un beso dedicado para ti)
⚜️
Hola! Sí, los capítulos medio tristes siguen apareciendo, pero al menos vamos progresando ya que Matt entendió lo mal que reaccionó y ahora irá en búsqueda de su querida Lila 😱. Creen que el equipo logrará funcionar sin uno de sus elementos?
Mil disculpas por la tardanza pero andaba en finales de semestre y muchos proyectos me ahogaban 💔😣, pero al fin estoy de vuelta y las quiero mucho 😘
Quiero hacer una dinámica con ustedes 🙊, estoy pensando armar una playlist para la historia así que les agradecería muchísimo si pudieran recomendarme alguna canción que les haga pensar en "Loser of the year" (la historia :v) cuando la escuchan ☺️. Es experimental así que vería el resultado y ya decidiría si ponerlo o no 😁
Si pueden, escuchen la canción anexada y lean la letra. Es preciosa y súper adecuada. 🤗
Pd: Alguien fue atenta con las palabras que usó Daddario? 🤔