Me desperté al escuchar unos pasos dentro de mi habitación, abrí los ojos y encontré una silueta delante mía, al no saber qué o quien era grité y comencé a tirarle cosas.
- ¡Ey! ¡Ey! Tranquila, ¡Soy yo, Jackson!
Al escuchar aquello paré en seco.
- ¿Jackson? ¿Qué haces otra vez aquí?.
- He venido a traerte sopa, ya es la hora de comer y pensé que te sentaría bien.
Encendí la lampara que tenía en mi mesita al lado de la cama y lo vi con un tazón en las manos.
- Ah... Gracias - Musité.
- No hay de qué - Respondió de nuevo con su sonrisa. - ¿Te encuentras mejor? - Se acercó a mi cama y se sentó al lado de mis pies cubiertos por la sábana.
- Quitando que casi me matas de un infarto, sí.
- Lo siento - Respondió riendo. - No quería despertarte así - Me entregó el tazón de sopa y lo cogí. Acto seguido metí una cucharada de esta en mi boca, estaba deliciosa. - ¿Te gusta?
- Sí, está deliciosa, pero ya te he dicho que no quiero que hagas esto, puedo hacerlo yo sola.
- Y yo te he dicho que quiero hacerlo, quiero que nos llevemos bien y que veas que no soy como piensas.
Guardé silencio y continué comiendo la sopa, no quería responder a eso.
- ¿Desde cuando estás con mi hermana? - Pregunté yo está vez.
- Desde hace dos semanas.
- ¿Dos semanas? - Pregunté abriendo los ojos - Eso es un récord.
Jackson rió ante mi comentario.
- Yo espero durar más la verdad, quiero mucho a tu hermana.
Volví a guardar silencio y tan solo asentí. Me extrañaba tener esta conversación con un chico que está con mi hermana. Nunca habían durado más de dos días, a lo mejor si que lo decía en serio y él era diferente, pero me era difícil creerle.
Noté como Jackson empezó a mirar mis fotos hasta que vio las fotos de mis padres en la mesita, la cogió y la observó.
- ¿Son tus padres? - Preguntó posando su vista en mí.
Asentí mirando el tazón, no quería encontrarme con su mirada y que se diera cuenta de que este es un tema del cual no quiero hablar.
- Se les ve muy felices.
Sonreí levemente y volví a mi estado serio.
- ¿Cuanto hace que murieron? - Preguntó delicadamente.
- Dos años - Respondí sintiendo como un nudo se formaba en mi garganta, intentaba no llorar, lo intentaba con todas mis fuerzas pero recordarles solo hacia más que empeorar así que cogí el marco de sus manos y lo dejé en la mesita. - No quiero hablar de esto, por favor - Dije mirándolo a la vez que una lágrima caía por mi mejilla la cual me la quité con fuerza y seguí comiendo la sopa.
- Lo siento, no pretendía hacerte daño - Respondió bastante preocupado.
- Está bien, no pasa nada - Dije después de soltar un suspiro. Terminé mis últimas cucharadas de sopa e hice el amago de levantarme pero Jackson me detuvo cogiéndome del brazo - ¿Qué haces?
- Lo llevaré yo, no hace falta que te levantes.
- Quiero y puedo hacerlo yo, necesito moverme, voy a parecer un hongo si me quedo todo el día en la cama - Respondí seria pero con cierta gracia.
- Está bien, lo entiendo - Contestó riendo levemente.
Me levanté y Jackson se levantó detrás mía, fuimos a la cocina y dejé el tazón en el fregadero, salí y me senté en el sofá. Jackson hizo lo mismo, cogí mi móvil y revisé los mensajes, tenía mensajes del grupo de los chicos, mensajes de Jb a parte y de Mark.
Una llamada entrante apareció en mi móvil, Jb me estaba llamando.
El corazón se me aceleró y me sonrojé, ¿Por qué te pones así ___? Es uno de tus mejores amigos, ¿Qué te pasa en la cabeza?
Suspiré y contesté.
Llamada telefónica.
- Hola - Saludé nerviosa.
Gracias nervios por hacerme sentir estúpida.
- Hola pequeña, ¿como estás?
- Mejor la verdad, ¿Y tú?
- Bien, es que estaba preocupado porque ayer estabas bastante mal y quería asegurarme de que estabas mejor.
- Si, esta mañana me he despertado con dolor de cabeza pero me encuentro mejor - Dije sonriendo como una tonta. Miré a Jackson el cual se estaba riendo bajito, le eché una mirada fulminante y presté de nuevo atención a la llamada.
- Me alegro - Respondió, seguramente esbozando una sonrisa. - Bueno, también te he llamado porque quería preguntarte algo. - Noté que comenzaba a ponerse nervioso. - ¿Te acuerdas de algo de ayer?
En este momento parecía un tomate, ¿Se refería a lo del beso?, pues claro que era eso, ¿eres idiota o qué?, ¿qué contesto?, ¿es mejor olvidarlo? o ¿es mejor recordarlo?, me gusta pero no quiero estropear nuestra amistad.
Si, es mejor olvidarlo.
- Mmm, no mucho ,¿A qué te refieres?
- Ah nada, tranquila - Respondió en un tono más apagado. - Solo que estuvimos en el río.
- Ah, vale - Respondí soltando una risita nerviosa.
- Bueno, tengo que irme, más tarde te hablaré para ver como vas.
- De acuerdo - Musité.
- Adiós pequeña - Se despidió volviendo a sonreír.
- Adiós Jaebummie - Respondí de igual manera.
Fin de llamada.
Me quedé con el móvil en la mano obdervándolo roja como un tomate.
-¿Estás bien? Vas a explotar - Preguntó Jackson entre risas.
Mi mente volvió a su sitio y dejé el móvil en la mesa para luego mirar a Jackson fulminantemente.
- No voy a explotar idiota, estoy bien.
- Pareces un tomate, cualquiera diría que te ha llamado el chico que te gusta - Dijo con una sonrisa burlona.
- Pues no, no me gusta nadie - Respondí haciendo un poco de burla.
- No seas mentirosa, si estás así es por que te gusta.
- ¡Te he dicho que no! - Respondí molesta lanzándole un cojín a su rostro.
- ¡auch! - Se quejó frotándose una mejilla.
- Te lo mereces.
- ¿Que llevan tus cojines? ¿Cemento?
Reí sin poder evitarlo, es cierto que mis cojines estaban duros.
- Llevan los cuerpos de todos los novios de mi hermana - Respondí mirándole maliciosamente.
- Estás loca - Dijo con su rostro horrorizado - Espero que tu novio no sepa esa faceta de tí.
- ¡Que no es mi novio! - Dije pegandole en el hombro. - Es mi mejor amigo.
- ¡Vale, vale!, pero deja de maltratarme - Dijo frotándose el hombro y haciendo un puchero.
- Pues deja de decir estupideces.
- No son estupideces, ¿por qué no podría ser tu novio? - Preguntó esta vez hablando hablando en serio.
- Porque yo no quiero un novio, son todos inútiles.
- Ahg, que manía con eso, no somos todos iguales, ¿cómo te lo explico?
- No me tienes que explicar nada, con todo lo que he vivido tengo suficiente.
- Por que te han tocado los imbéciles de verdad, pero hay chicos que merecen la pena, que no solo buscan algo con lo que divertirse.
- Esos no existen - Murmuré.
- Por que no das oportunidades, ¿hace cuanto que no tienes novio? - Preguntó alzando una ceja.
Iba a responder pero me callé al no recordarlo, ¿Tanto hace?
- Hace... ¿un año? no sé, no me acuerdo - Respondí elevando mis hombros.
- ¿Y cuántos chicos han intentado estar contigo?
- Muchos, pero he pasado de ellos.
- ¿Y te trataban todos igual?, ¿Te dejaron tirada la primera vez que dijiste que no querías nada con ellos? o ¿Siguieron insistiendo en estar contigo?
- Algunos insistieron, pero otros no.
- Ah, ahí tienes la prueba de que todos no somos iguales, ¿te piensas que si todos quisieramos solo hacerlo y ya está seguiriamos insistiendo por estar con esa persona sabiendo que hay mas chicas por ahí?
- No - Musité.
- Pues ya está, piensa en eso - Dijo esta vez con una pequeña sonrisa.
Me quedé pensando en lo que me dijo, en realidad tenía razón, ¿por qué mierdas tiene que tener razón?, ¿por qué intenta ayudarme?, ¿qué le pasa a este chico?, ¿tendré que cambiar mi forma de ser con él?, ¿tendré que abrir más mi mente?
Dios, me ha hecho un lío en la cabeza, ¿qué hago?
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Fin del cuarto capítulo.
Espero que os haya gustado mucho ♥︎.
Me está haciendo mucha ilusión escribir este fic y espero que vosotras la estéis disfrutando. 🥰
Besitos ♥︎