Me levanté de madrugada, no se que horas eran, pero todo seguía igual de oscuro. Miré a mi amiga dormir, el único momento que estábamos en paz era ahí, cuando dormíamos... Pero ya le tenía miedo a cerrar los ojos, porque cada vez que lo hacía la imágen de aquel sujeto sobre mí se me venía a la memoria, y así comenzaban mis pesadillas.
Me dirigí al baño con unas tremendas ganas de vomitar, y así lo hice; expulse todo lo que llevaba en mi estómago. Las lágrimas caían por mis mejillas producto del esfuerzo al vomitar, pero dentro mío sabía que las lágrimas no eran solo por eso. Estaba rota.
Tire la cadena del baño y apoye la frente en mis antebrazos, escondiendo mi cara en ellos, seguía llorando y las náuseas no se iban. Recordar lo que pasó me hacía tener asco, tenía asco de mi misma.
Me sentía tan mal, tan dañada y humillada. Nadie merecía pasar por ésto, ni nuestro peor enemigo merece sufrir así. Sólo me quedaba llorar y fingir que con eso me iba a liberar del dolor que me causó, pero la verdad era que nada haría que que me sanara.
-¿Ara? -una voz somnolienta habló por detrás de la puerta.
Pase las manos por mi rostro de forma bruca mientras secaba las lágrimas.
-¿Si? -aclaré mi voz y puse una mano en mi frente para calmar las ganas de vomitar. Pero fue en vano.
La bilis subió por mi garganta otra vez.
Pascal abrió la puerta del baño y apenas me vió agarró mi cabello para despejar mi rostro.
-Dios, cariño -puso una mano sobre mi frente, tal como lo hacía mi mamá cada vez que vomitaba- ¿Qué te sucedió?.
-¿Qué pasa...-Clari entró al baño y se arrodillo a un lado de mi- amiga... Mierda -sacó un rollo de papel y limpió mis labios cuando dejé de expulsar todo lo que tenía.
-¿Qué te hicieron Bella?
-Pascal se arrodilló a un lado de mi y me deje caer en el regazo de mi mejor amiga.
Estando con ella las lágrimas eran libres de bajar por mis mejillas como si de una cascada se tratara.
Jamás fui de esas personas con miedo a llorar frente a otras, jamás escondí mis miedos o sentimientos, porque no me avergonzaba mostrarme tal cual soy, no me molestaba que vieran que también soy humana y que tengo derecho a sentir. Algunas personas se esconden y jamas muestran lo que sienten, fingen ser fuertes pero en realidad son las que están más rotas.
-Me hicieron acostarme con un hombre -dije entre lágrimas y lamentos- y me duele.
-No... -Clarissa me miro pero yo simplemente cerré mis ojos- no Ara -sus lágrimas no tardaron en mojar mi hombro- por la mierda...
Y las tres lloramos. Y agradecía no estar sola en esos momentos.
Me arroparon lo mejor que pudieron, como si fueran las hermanas mayores que cuidan de la más pequeña y por sus pesadillas.
-Intenta dormir, ¿Vale? -Clari besó mi frente y a los segundos caí dormida.
Volví a soñar con él. Al principio se mostraba amable, así que pensé que podría pedirle que me dejara ir, pero las apariencias te engañan y hacen que te des de bruces con lo que en verdad son. Y volví a despertarme más tarde, así pasé el resto de la noche.
-¡Arriba señoritas! -me desperté de golpe y algo atolondrada, mi cabeza dolía como si me la estuvieran martillando.
Christina entró con una sonrisa mientras mos despertaba de manera brusca, y cuando nos vió a todas de pié se fue sin decir más.
-¿Cómo sigues? -Clarissa se acercó a mi cama y se sentó frente a mi.
La abrace sin decir nada, no quería hablar; simplemente quería un abrazo de mi mejor amiga, de esos abrazos que te hacen volver a juntar las piezas que creías perdidas.
•••
Pasé un paño humedo por una de las tantas mesas del lugar para poder sacar la cenizas y la marca de los vasos. Clarissa me ayudaba y ordenaba algunas mesas que estaban algo dispersas. A lo lejos estaba Tony mirándonos, y cuando se encontró con mis ojos me hizo una señal para que fuera hablar con el, así que de mala gana fuí y me pare frente a él.
-Ayer me dijeron que fuiste muy... -hizo un ademán con la manos como si buscara la palabra correcta- escándalosa, ¿mhm?... -puso una mano sobre mi hombro y me llevó hasta un lado algo mas apartado de las chicas- no me gusta que se quejen de mis chicas, siempre les damos el mejor servicio y una queja nos baja de nivel, ¿me entiendes? -miré hacia otro lado.
-Tony -la voz de Chantal interrumpió al mal nacido de mi lado- deja que yo hablaré con ella -miro a Tony y luego a mí con una sonrisa- Vamos Arabella... Ah y Tony -se volteó nuevamente y lo miró con el ceño levemente fruncido- luego hablaremos tu y yo.
Se dió la vuelta y yo la seguí.
Entramos a una gran oficina en la segunda planta, era bastante linda y tenía una hermosa vista a la ciudad, cosa que disfrutaría si no estuviese encerrada aquí. Me acerqué al ventanal y puse una mano sobre el cristal, podía ver a las personas caminar por las calles, sonrientes y sacando fotos para luego mostrarselas a sus amigos, eran ajenos a todo lo que pasaba aquí dentro. Sólo quería volver a ser libre, sólo necesitaba sentir lo que era estar fuera.
-Lindas vistas, ¿Verdad? -giré mi cabeza por encima de mi hombro y la mire en silencio, baje la mirada y asentí volviendo mis ojos a la gran ventanal. Con la ilusión de volver a salir- sé lo que pasó ayer.
Eso me hizo tragar saliva automáticamente y me puse tensa. Por mi cabeza pasó la idea de qye me encerrarla en ése maldito cuarto y no sabría hasta cuando me tendrían ahí.
-Lo siento Arabella -no sabía si había escuchado bién, ¿pero me dijo que lo sentía?- Tony tiende hacer de las suyas mientras no estoy, y sabe perfectamente que las chicas nuevas no hacen esos trabajos. Aun no han llegado las chicas con mas experiencia y vió la oportunidad de ganar dinero así que la aprovechó -suspire y me aleje del vidrio y de ella- mandaré a Tony fuera un par de semanas así que nobte preocupes por el, recibirá un castigo por eso.
¿Que clase de castigo?, ¿mandarlo a otro cabaret para seguir haciendo de las suyas con otras chicas?. Merecía más que éso.
-Gracias -dije de mala gana con la voz estaba seca.
-No volverá a pasar -me miró con una sonrisa y pasó por mi lado para sentarse detras de su escritorio.
Odiaba que quisiera ser tan amable y que se mostrara tan comprensiva, no era mas que una careta para tener nuestra confianza, cuando por dentro era el miso demonio.
Me fuí de ahí y me encontré con Tony, lo mire por unos segundos y seguí mi camino hasta llegar a donde estaba el resto de las chicas.
-¿Que ha pasado? -Clari y Pascal se acercaron rápidamente hacia mi y solté un suspiro.
-Me ha pedido disculpas por lo que me hizo hacer Tony -bajé mi voz para que el resto no escuchara- dijo que lo mandaría fuera por unas semanas -agarré el paño que ocupaba antes y comencé a limpiar una mesa- se intenta hacer la comprensiva y maternal, pero no es mas que una perra falsa.
-Todas lo sabemos, pero si queremos ganar su confianza tenemos que hacer que le creemos -asentí mirando a Pascal- es la forma ms rápida de salir de aquí
•••
Justin
Debra dejó un par de bolsas sobre mi cama y yo suspire sabiendo que había en ellas.
-¿Estás preparado? -la chica frente sacó un traje de la bolsa y lo tendió en la cama.
-No -suspire- estoy listo para hacer esto -la mire decidido y tomé el traje negro.
-Suerte -me miró por ultima vez y se marchó de la habitación.
La noche ya se acercaba asique me cambié de ropa. Traía un traje negro ajustado a mi figura y unos zapatos de vestir mas muy relucientes, arreglé mi corbata y puse el reloj en mi muñeca. Fui a la habitación donde los chicos se preparaban también, la hora de ir se acercaba y me encontraba bastante emocionado por comenzar con todo ésto.
Bajamos del auto de la manera más elegante que pude y miré a ni alrededor. Hombres bajando de elegantes autos y de ultimo modelo, bastante adinerados queriendo aprovecharse de mujeres inocentes.
-Bienvenido señor -uno de los chicos de la entrada me dio la bienvenida y nos dejó pasar.
Asentí con mi cabeza tratando de verme desinteresado y seguí adelante.
-Estamos dentro -le hablé a mis compañeros y estos me miraron.
-Ahora hay que parecer pervertidos -dijo William y avanzamos hasta entrar a la parte central sel cabaret.
Varias chicas se paseaban con bandejas y en poca ropa, otra atendían la barra de tragos y el resto estaba en los distintos escenarios del lugar bailando en algunos tubos.
Me acerqué a la barra mientras los chicos eran dirigidos a una mesa, el lugar era bastante grande y de mi posición podía ver un largo pasillo con varias puertas. Habían guardias en todas las esquinas y habitaciones, cámaras distribuidas por el techo y una debajo de mi.
-¿Desea algo para tomar? -la voz de una chica interrumpió cualquier tipo de plan.
-Un wisky -la miré a los ojos y la reconoci inmediatamente. Era Clarissa la novia de Benjamín.
La chica asintió y se giró para servirme el vaso. Comencé a mirar su cuerpo y pude ver marcas rojas y algunos moretones en sus muñecas y brazos -¿Qué mierda le hacían a estas chicas?- era muy malo el trato que les daban aquí, se podía ver a kilómetros.
-Aquí tiene -la chica me dió una sonrisa que pretendía ser coqueta pero no pudo salir mas forzada.
-Gracias -suspire sintiéndome enfermo de pronto.
Me fui a la mesa con los chicos y me senté en la silla bastante tenso por estar aquí.
-¿Como vamos? -Mark palmeo mi espalda.
-Reconocí a Clarissa, la novia de Benjamín -lo mire y le apunté discretamente hacía el bar.
-¿La rubia? -yo asentí y bebi de mi wisky- ésto es una mierda.
-Iré a recorrer el lugar -miramos a William.
-Sé discreto.
-Claro -se levantó de la mesa y fué a recorrer el gran lugar.
-Saldré a fumar -suspire queriendo salir de ahí.
Caminé por una de las salas hasta llegar a un jardín bastante grande y lleno de flores y arbustos, encendí un cigarrillo y luego exhale el humo viendo como una nube gris se formana frente a mi. Me sentía enfermo viendo a aquellas chicas ser obligadas a ser amables con estos imbéciles adinerados, era un impotencia demasiado grande por no poder sacarlas ahora mismo de este lugar.
Ésto estaba lleno de rejas y guardias por todos lados, previniendo que alguna de las chicas se escapara.
Volví a entrar y me dirigí a la mesa donde estaba antes, pero al final doblar la esquina de uno de los ambientes choqué con una de las chicas haciendo que esta tirara una copa llena de liquido rosado.
-Mierda, no -dejó la bandeja a un lado y trato de ayudarme- perdóneme, enserio lo siento señor, fui sin intención -la chica hablaba muy rápido e intentaba secar mi traje con un paño- dios me van a matar... Lo siento, de verdad lo sien...
-Tranquila, está bién -tomé el paño de su mano y lo dejé en la mesa de al lado- es un simple traje, tranquila.
La chica levantó su mirada y sus ojos oscuros chocaron directamente con los míos, e inmediatamente pude ver que era la misma chica que llevaba días dando vueltas en mi mente. Arabella.
-¿Cómo te llamas? -si quería información, primero debía tener au confianza.
-Arabella.
-Soy Justin -sabía que no debía dar mi verdadero nombre, pero no me impoto dárselo a ella.
-¿Puedo hacer algo... -la chica miro por encima de mi hombro y su actitud cambio drásticamente- para que me perdones por eso? -su falsa sonrisa coqueta se notó y pude ver a un tipo mirando en nuestra dirección.
-Tranquila cariño, puedes retirarte -le seguí el juego y me camine a la mesa en donde estaban los chicos.
Pero ví como Arabella se perdió entre uno de los pasillos y la seguí sigilosamente, me fijé en que los guardias no me vieran y caminé detrás de ella. Se detuvo frente a una puerta y cuando la abrió tape su boca y me metí con ella al baño. La chica comenzó a gritar y patalear y me ví obligado a usar mas fuerza de la necesaria en tenerla casi inmovilizada.
-Tranquila, tranquila -me puse frente a ella y sus ojos demostraban cual asustada estaba- soy agente, Arabella -le mostré la placa de policía que llevaba en mi bolsillo pero esta seguía como loca- conozco a Benjamín, tu amigo. Estamos en contacto con él y ya sabe que tú y Clarissa están aquí. Vamos a sacarlas de aquí pero necesito que te calmes y me escuches.
Ella frunció su ceño mientras el agarre su sus manos en las mías se aflojaba y se comenzaba a quedar quieta.
-Te sacaré la mano de la boca si prometes no gritar -le hablé de cerca y em voz baja para que nadie nos escuchara. Ella simplemente asintió virando los ojos.
Le destape la boca lentamente para ver si se arrepentía y comenzaba a gritar, afortunadamente cumplió su palabra y se quedó quieta y callada.
-¿Cómo conoces a Benjamín? -habló rápidamente y se alejode mi corriéndose a un lado- ¿Él sabe que estamos aquí?... Mierda -vi como se volteó y paso las manos por su largo cabello negro, estas tiritaban- mi madre debe saber entonces, ella debe estar muy mal y esta con Camilo, ¡dios!.
Se sentó en la taza del baño y escondió su cabeza en sus brazos.
-Cuando viajamos a Chile, con mi compañero fuimos a un bar, y lo escuchamos hablando sobre unas amigas que viajaron a Dubái y aún no tenían noticias de ellas. Conversamos con él y no costó mucho saber que hablaba del mismo viaje que estábamos investigando. Gracias a él averiguamos en qué aeropuerto bajaron y donde fueron, con su teléfono.
Arabella me observó detalladamente sin decir nada.
-Las sacaremos de aquí -asentí mirando sus ojos- para eso vinimos y no nos iremos hasta verlas sanas y salvas con sus familias.
Sus brazos rodearon mi figura y su cabeza quedó en mi pecho, no sabía como reaccionar ante el repentino abrazo de ésta chica.
-Sácanos de aquí por favor -murmuró- sácanos de aquí.
Con un suspiro asentí firmemente y me vi en la obligación de rodearla con mis brazos y contenerla aunque sea por unos pocos segundos. El miedo que transmitía era insoportable, y con mi equipo haríamos lo que fuera necesario para sacarlas de aquí.
***
Espero que disfruten el capítulo ♡
Chicas pasen por ni nueva historia "Hey babe!" viene recién comenzando y está muy buena 😉💕
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+8 comentarios
Voten chicas no cuesta nada 👆 para quien escribe es muy importante ver la opinión de sus lectores.
Las quiero 😘