En lo que va del día he logrado terminar un montón de cosas que no son ni la mitad de todo lo que aún me queda por hacer, mi espalda y mis dedos me duelen por estar tecleando todo el día.
Mi teléfono vibra a un lado de la computadora, lo tomo y veo un mensaje de Luke que me hace sonreír "No puedo dejar de pensar en ti". Estoy a punto de responder cuando la asistente llama a mi puerta.
—Buenas días Camila, ¿Puedo pasar? —Dice asomando su cabeza por la puerta, asiento de enseguida.
—Claro adelante, ¿Qué sucede? — pregunto curiosa.
—Lamento interrumpirla pero el señor Liam Johnson ha solicitado su presencia cuanto antes —¿El padre de Luke? ¿Qué querrá?.
—Enseguida voy, gracias —Afirmo, ella asiente al instante y después sale de la oficina. Me recargo sobre la silla y estiro mi cuerpo un poco.
Me pregunto que estará haciendo Luke, tampoco puedo dejar de pensar en él ni un sólo segundo del día. ¿Debería responder su texto? Demonios, estoy tan loca por él.
Salgo de la oficina y me dirijo hasta la del padre de Luke, su asistente le avisa que he llegado y ella me da la orden para pasar.
—Hola Camila, buenos días —El señor Liam levanta su rostro y me sonríe al verme, tiene un gran parecido con Luke, los mismos ojos, la misma forma de sus labios —Me da gusto verte.
—Buenos días—saludo —La señorita asistente me ha avisado que quería verme.
—Así es, tengo un regalo para ti, ya hablé con tu padre de esto y no estuvo de acuerdo ya que piensa qué hay mucho trabajo aún así pero logré convencerlo.
—¿De que se trata? —Pregunto curiosa.
—Toma asiento, por favor —Ordena, hago lo que me pide y escucho con atención— Pensé en hablar con Luke sobre esto pero él sólo aceptaría esto si tú estabas involucrada.
Frunzo el ceño.
—Escucha Camila, el siguiente lunes es mi aniversario de bodas, había comprado unos boletos para llevar a mi familia en un viaje a Cancún, en México para este fin de semana, lamentablemente hubo un ligero cambio de planes y no nos es posible ir de viaje en estos momentos, ya hablé con mi esposa sobre esto y está de acuerdo es darte estos boletos para ti y Luke, incluso puedes invitar a algunos amigos —Afirma extendiéndome una folder, lo tomo y lo abro viendo en el los boletos.
—Se lo agradezco mucho pero no puedo aceptarlo, esto es un detalle para su esposa, no es correcto que yo los tome —Me niego cerrando el folder.
—No te preocupes Camila, ella fue quién lo sugirió, además, no queremos desperdiciar esos boletos, tienen una estancia de sábado y domingo, y está todo pagado.
—Pero...
—No te preocupes de verdad, ya habrá otra oportunidad para llevar a mi esposa, por lo tanto, tómalos y diviértete —Me sonríe. Dios.
—¿Qué pasará con el trabajo?
—No hay problema por eso, tenemos todo bajo control. Además, tómalo como un adelanto de tu regalo de cumpleaños que será en unos meses —Responde.
—Dios, no sé qué decir...
—Me conformó con un "Gracias" —Afirma sonriendo.
—Dios, muchas gracias, de verdad —Digo tomando el folder con los boletos.
—Estaba bromeando pero de nada, sabes que eres parte de mi familia, así que anda, estoy seguro que se divertirán más que nosotros.
Le sonrío una última vez para después salir de su oficina, me dirijo tan rápido cómo puedo hasta dónde está Luke. Tocó su puerta ligeramente hasta que él me permite entrar, al levantar su rostro y verme, esa dulce sonrisa se adueña de sus labios.
—Buenos días —Me sonríe, me acerco a él, Luke hace su silla hacia atrás y me hace una seña para que me siente en sus piernas así que lo hago. Deposito un beso en sus labios —¿Recibiste mi mensaje?
—Si, lo hice —Vuelvo a besarlo una y otra vez, espero que nadie entre o estaremos en problemas —Debo decirte algo.
—¿Tiene que ver con eso que traes en la mano?—Pregunta curioso, asiento de inmediato.
—Así es, míralo por ti mismo y dime que opinas —Le sonrío y le extiendo el folder, él lo toma y lo abre. Comienza a leer y luego me mira.
—¿Boletos? ¿Para México? —Pregunta confuso —¿Vas a ir a México?
—Vamos a ir.
—¿Qué? ¿De dónde sacaste esto? —pregunta confundido.
—Alguien me los ofreció —muerdo mi labio de emoción. Él rápidamente frunce el ceño.
—¿A cambio de que? —me mira con curiosidad alzando una ceja.
—De convencerte que vayas conmigo, ¿Si? No habrá problema con el trabajo, nuestros padres tienen todo arreglado y tu padre dijo que es un adelanto del regalo de mi cumpleaños.
—¿Mi padre? —Pregunta —¿Qué tiene que ver él con todo esto?
—Si sigues haciendo preguntas jamás vamos a terminar, sólo acepta ir conmigo ¿De acuerdo? Tú y yo, un fin de semana y la playa ¿Qué puede salir mal? —Pregunto haciendo una mueca suplicante, él lo piensa y finalmente asiente.
—Bien, acepto —Dice, hago un sonido de emoción y me apresuro a besarlo, cuando me separo, me levanto de sus piernas —Bien, le avisaré a los chicos.
—¿Qué? Creí que sólo seríamos tú y yo —Dice Luke.
—Si... Sigue creyendo eso —Le guiño un ojo, le sonrío y después salgo de su oficina.
***
Es un sábado bastante acelerado, los chicos han llegado al departamento lo cuáles se encargan de subir las maletas a los autos, estamos en el estacionamiento de mi departamento esperando a Matt y a Daniella.
Me recargo sobre mi auto soltando un suspiro, Luke está frente a mí hablando por teléfono mientras sube las últimas cosas a su auto.
—Si no llegas en 5 minutos, nos iremos sin ti, no nos perderemos el avión sólo por que te has detenido por un hot dog —Dice Luke molesto, le dice algunas cosas más a Matt y luego cuelga la llamada, suelta un suspiro y camina hacia mí.
—Tranquilízate o te saldrá un grano en el trasero y no es algo bonito —Digo cruzándome de brazos, él llega hasta mí y deposita un beso en mi frente.
—Entiendo que querías aprovechar todos los boletos pero hubiera preferido que invitaras al lechero que al hermano de Maddy, ese tal Alex no me agrada nada —Dice tomándome de la cintura mientras mira a Alex junto a Maddy —Y menos sabiendo que se irá contigo en tu auto. Porqué no dejas que Matt conduzca tu auto y tú vienes conmigo en mi auto.
—Sabes que nadie maneja mi auto, además ese es el plan, tú irás en tu auto y llevarás a Kathy, a Matt y a Dani y yo llevaré a Maddy y a Alex y la mayoría de las maletas ¿De acuerdo? Sólo será un momento en lo que llegamos al aeropuerto.
—Aún estamos a tiempo de hacer un cambio de planes —Dice, tomo su rostro con ambas manos y hago que me mire.
—Hacer que te pongas celoso es uno de los mejores placeres de la vida —Digo burlona, él me mira con desaprobación.
—¿Realmente disfrutas esto verdad? —Pregunta, asiento de inmediato, lo tomo de las mejillas y le planto un beso, volteo cortamente hacia Alex y veo que nos observa.
En ese momento el auto de Matt entra y se estaciona.
—¡Ya era hora! —Exclama Kathy molesta —¡Comenzaba a envejecer!
—No hace falta, ya luces como de 45 años —Dice Dani al bajar del auto, suben sus cosas al auto de Luke, Matt ha decido no llevar su auto pues no ve la necesidad de llevar los 3 autos —Muevan sus traseros.
—Maneja con cuidado —Dice Luke dándome un corto beso, asiento y él se separa para subir a su auto. Todos tomamos nuestros lugares, enciendo el auto y conduzco al aeropuerto con Luke detrás de mí.
Después de varios minutos finalmente llegamos al aeropuerto, estacionamos los autos y bajamos las maletas, entramos al aeropuerto, pasamos por seguridad y una hora después ya estábamos tomando nuestros asientos para esperar subir al avión.
—Espero al menos tener una aventura con algún mexicano, nada mejor que un poco de diversión para rejuvenecer el cuerpo —Comenta Kathy colocando sus lentes de sol, Matt la mira con desaprobación.
—No tienes escrúpulos, mujer —Dice Matt lo que me hace reír.
—Oh vamos, no me digas que sólo vas a tomar un baño en la playa, piensa en grande Matthew —Responde Kathy.
—Tomar un baño es lo que normalmente hace una persona cuando va a la playa, sólo tú piensas en ir a la playa a ligarte cualquier chico qué veas —Responde Matt.
—Te hace falta verle el sentido a la vida querido amigo —Dice Kathy haciendo reír a Luke.
—Pasajeros con destino a Cancún, Quintana Roo, México favor de pasar por la puerta 3, gracias—Después de escuchar el altavoz tomamos nuestras cosas y caminamos hasta la puerta que indicaron.
Fue un viaje de algunas horas, me asomo por la pequeña ventana mientras observo el océano, es hermoso, todo es tan diferente, muchas áreas verdes. En cuanto llegamos al aeropuerto, tuvimos que rentar autos para poder llegar al hotel.
Tardamos un par de horas, incluso tuvimos dificultad pero lo logramos, Luke se dirige al lobby para pedir las llaves de las habitaciones.
Cuando vuelve nos mira.
—Tendremos que dividirnos en parejas —Dice observando las llaves en sus manos — Papá rentó cuatro habitaciones por lo que tendremos que usar 3 en pareja y uno de nosotros tendrá una habitación solo.
—Pido una habitación para mí sola —Kathy se apresura a levantar la mano, Luke asiente y le da una llave.
Quedan 3 habitaciones restantes, Luke le da una llave a Daniela y a Matt.
—Una llave para Alex y Maddy ¿Cierto? —Pregunta Luke mirando a ambos.
—Quizás yo debería quedarme con Camila, sería extraño que me quede con mi hermana ¿No? —Dice Alex al instante, maldición Alex, cierra la boca. A Luke le molesta y lo sé.
—Si, quizás lo es pero no tienes otra opción —Responde Luke.
—Si la hay, he sugerido que podría quedarme con ella —Dice Alex.
—Ni siquiera lo sueñes —Dice, me acerco a Luke y lo tomo del brazo, me alegro que Luke no acceda, no quiera quedarme con Alex, ni siquiera lo conozco del todo.
—Basta, sólo dame la llave Luke —Dice Maddy saliendo a salvar el momento, Luke le da llave y ella se da vuelta, Alex se nos queda mirando por un momento y después se va junto a su hermana. Los demás los seguimos hasta que llegamos a la habitación que nos ha tocado.
—Ese tipo acaba de arruinarme el día —Dice Luke al momento de adentrarse a la habitación cargando a las maletas.
—Está vez estaré contigo, hasta yo me sentí incómoda de que sugiriera quedarse conmigo —Digo, entrando detrás de él —Ya no deberíamos pensar en eso, sólo mira esto.
Ambos observamos el lugar, es hermoso y hecho a la medida con una increíble vista al mar.
—Tú y yo, un fin de semana y la playa ¿Qué puede salir mal? —Pregunta susurrando en mi oído, exacto, ¿Qué puede salir mal?
... Quizás no debí preguntar eso, pues no recuerdo nada después de pasar todo el día en la playa. Sólo recuerdo que venimos a un bar, hace unas 6 horas y ahora no recuerdo ni mi nombre.
Entro al elevador riendo a carcajadas junto a Luke, me recargo en la pared intentando recuperar aire. Luke se agacha un poco para poner sus manos en sus rodillas, al igual que yo no puede dejar de reír.
—No puedo evitar recordar la cara de Matt, ¿La viste? —Pregunta Luke entre risas, el alcohol y el ataque de risa que ambos estamos sufriendo ahora no nos deja pensar con claridad.
—Matt es un imbécil, le avisé que el piso estaba mojado y aún así lo hizo y terminó de culo aplastando a esa pobre chica —Digo apartando el cabello de mi cara, he bebido tanto que no estoy segura de dónde estoy.
—Pobre de la chica, Matt la dejó sin aire —Dice Luke haciéndome reír aún más, él se recarga en el elevador frente a mí, su cabello está algo sudado y despeinado, luce tan jodidamente caliente.
—Basta, basta, ya no puedo más —Llevo mis manos a mi estomago —Ven aquí, bésame.
Me acerco hasta él y lo beso, lo tomo por sorpresa pero aún así me responde, mi lengua explora su boca logrando que Luke haga un pequeño gemido, lleva sus manos hasta mi espalda baja y después a mi trasero. Su boca sabe a vodka y un poco a fresa, sus manos se sienten tan bien en mi cuerpo.
—Espera, espera —Luke se separa un poco —No nos estamos moviendo.
—Ni siquiera has presionado el botón —Respondo burlona, volteo hasta él y juro qué hay dos Luke ahora mismo, él sonríe y presiona el botón para llegar hasta nuestro piso, después me vuelve a besar.
Unos segundos después, las puertas se abren, me separo de sus exquisitos labios y salgo yo primero, camino hasta el final del pasillo con Luke detrás de mí con algo de dificultad.
—Dame la llave —Me giro hacia él en cuanto llego a la puerta, Luke junta sus cejas con rapidez.
—Te la di justo antes de pagar la cuenta del bar ¿Recuerdas? —Dice Luke, no recuerdo ni lo que hice hace 10 minutos. Comienzo a buscar en mis bolsillos y es entonces cuando me doy cuenta que no traigo mi bolso conmigo.
—Joder, mi bolso no está, mierda, mierda, mierda. —Llevo mis manos a mi cara —Dejé mi bolso en el bar, con la jodida llave, nuestro dinero y nuestros teléfonos.
Luke rueda sus ojos y niega lentamente.
—Maldición Camila, ¿Qué haremos ahora? No planeo dormir en medio del pasillo —Se cruza de brazos.
—Tranquilo, los chicos aún siguen en el bar, quizás ellos tengan mi bolso, cuándo lleguen aquí abriremos la puerta.
—Tienes razón, espera ¿Y si alguien más robó tu bolso? Es mejor que llames a Matt y le preguntes por tu bolso —Dice muy seguro mientras se encoge en hombros.
—¡Oh si claro, déjame llamar a Matt con mi teléfono invisible! —Exclamo molesta —¿Acaso no escuchaste que no tengo mi teléfono?
—Quizás guardaste la llave en algún lugar —afirma, joder, estoy muy borracha —Revisa en tu sostén, las chicas guardan muchas cosas ahí.
Hago lo que dice, busco en mis pechos la jodida llave de la habitación pero no obtengo resultado.
—Creo que hoy dormiremos afuera —Le sonrío ampliamente, él entre cierra sus ojos. Me recargo en la puerta y me deslizo poco a poco hasta sentarme sobre el piso —Si alguno de los chicos no tiene mi bolso, estaremos muertos.
—Podemos pedir una copia en el lobby —Dice sentándose a mi lado.
—Nos cobrarán por eso y no tenemos dinero ¿Recuerdas? —Giro mi cabeza hacia él y me recargo en su hombro, tomo su mano y la entrelazo con la mía —Te dije que no sería una gran idea salir a beber.
—No te vi quejándote cuando bebías un trago tras otro —Responde, me río un poco —Oye, si te confieso lo jodidamente hermosa que te veías hoy ¿Sería raro?
—No si yo también confieso lo guapo que eres y lo que caliente que luces con el cabello un poco largo —Cierro los ojos y respiro tranquilamente.
—Debo admitir que me agrada cuándo estás borracha, es la única manera en la que atreves a decirme lo que en verdad estás pensando —Dice burlón.
—No es verdad.
—De otra manera, jamás me dirías que me veo muy "Caliente" —Responde —Pero está bien, aceptaré tu cumplido.
—Yo siempre te digo lo que pienso.
—Por supuesto que no, tengo que acorralarte entre mis brazos o besarte como si mi vida dependiera de ello para poder hacerte entrar en tu zona de confort y me confieses lo que en verdad sientes —Afirma —Me ha costado trabajo quitarte esa timidez tuya.
—Qué gracioso eres ¿Pero sabes algo? Tienes razón, jamás me atrevería a decirte en la cara lo que siento, porque mi corazón sería incapaz de soportar cuando te mire a esos lindos ojos que tienes y te confiese cuán enamorada estoy de ti —Digo lentamente, suspiro y cierro mis ojos.
—Yo también estoy tan enamorado de ti, Camila, de tantas maneras que jamás podrías ni imaginar —Escucho decirlo, su respiración es tranquila, me recargo un poco más en su hombro y él recarga su cabeza sobre la mía.
—¿Por qué me lo dices aquí y ahora? —Pregunto. Mis ojos están matándome.
—Porqué sé que mañana no lo recordarás... Y quizás, tampoco yo.
Cierro mis ojos y caigo en un profundo sueño.