Mi alarma suena por toda mi habitación lo que indica que es otro día más para invertir mi tiempo completo en esa empresa, si no fuera por la emoción que tengo al ser consiente de que podré verlo todo el día, ya estuviera haciendo planes para no hacer nada por el resto de mi vida.
Despierto tallando mis ojos, estiro mi cuerpo sintiendo esa satisfacción de acomodar mis huesos después de las formas tan extrañas en las que suelo dormir. Bostezo unas cuántas veces mientras pestañeo mis ojos y me levantaba de mi cama para así dirigirme a la ducha.
Al terminar, me coloco mi ropa interior y después tomo una de las toallas para envolverla alrededor de mi cuerpo y otra para secar mi cabello, una vez hecho esto, salgo del baño. Al salir me encuentro con Luke recostado sobre mi cama con la vista perdida sobre su teléfono, cuando salgo del baño levanta la vista ligeramente hacia mí.
—¡AAAHH! —exclamo del susto, llevo mis manos a mi cara lo que provoca que mi toalla se caiga al suelo y mi ropa interior quede al descubierto.
—¡AHHH! —Exclama Luke de igual manera llevando sus ojos por un recorrido hacia todo mi cuerpo.
—¡Luke largo de mi habitación! ¿Qué mierda haces aquí?—pregunto molesta.
—Te explicaría pero estás en ropa interior frente a mí lo cuál me distrae porque me parece jodidamente sexy —Dice formando esa sonrisa pícara en sus labios, se levanta de manera que queda sentando sobre mi cama.
—Cierra la boca —Digo levantando la toalla para envolverla de nuevo —Agradece que tenía ropa interior de lo contrario hubiera tenido que golpearte por no avisar que estarías aquí.
—De hecho considero que es una lástima que hayas traído ropa interior, hubiera sido más interesante de otra forma —Se ríe.
—De hecho considero que te golpearé de igual manera —lo fulmino —Debiste tocar, la puerta no está ahí de adorno.
—Ya lo he visto todo —Me tenso — ¿Lo recuerdas? De niña solías correr en calzones por todos las lados —se encoge.
—¿Ah sí? Bueno, por si aún no te has dado cuenta, mi cuerpo ha crecido y no es el mismo de antes.
—Lo sé, es mucho mejor ahora —dice burlón solo para molestarme. Sabe que me incómoda y yo también lo sé al sentir mi cara ardiendo.
—Cierra la boca, Johnson, no es divertido.
—Siempre he tenido el don para sonrojarte en cuestión de segundos, me alegro que eso no haya cambiado —sonríe apuntando mi rostro.
Me hice sonreír, maldición, odio cuándo me hace eso, parezco idiota sonriendo sólo para él.
—¿Y bien? ¿Qué haces aquí? —Le pregunto cruzándome de brazos —Además ¿Cómo entraste? Matt no está y aseguré la puerta.
Él mete la mano a su bolsillo y saca su llavero.
—Aún tengo llaves, como sea, pensé que quizás podríamos desayunar algo juntos y después ir al trabajo, claro si te gusta la idea —Me encoge en hombros.
Le sonrío.
—Claro, me encantaría —Siento mi corazón latir mil veces por segundo —Conozco un nuevo lugar aquí cerca, sirven deliciosos pancakes.
—Bien, entonces te esperaré afuera.
—De acuerdo —Asiento.
—Aunque podría quedarme aquí y ver cómo te vistes —Dice guiñándome un ojo y mostrando esa encantadora sonrisa, tiene unos dientes tan perfectos.
—Buen intento, Johnson—Me acerco a la cama, tomo una almohada y le doy un ligero golpe a Luke, despeinándolo.
—¡Estaba bromeado!—Se queja y sale disparado del cuarto.
***
Él teléfono de mi oficina suena lo que hace que me despierte de mi pequeña siesta, agradezco que nadie haya entrado, de lo contrario estaría en problemas.
—Señorita Parks —Dice, reconozco la voz de la asistente de mi padre al contestar la llamada —Su padre quiere saber si ya tiene listo el portafolio que recibió esta mañana, son necesarios para la auditoría.
—Así es Liza, enseguida se los llevo.
—Está bien —Es lo único que dice para después terminar la llamada.
Tomo los papeles que se encuentran sobre mi escritorio, acomodo el vestido que tengo puesto y salgo de mi oficina directo a la de mi padre a quién debo entregar estos papeles.
Camino pasando por la oficina de Luke pero mi atención se centra en ella cuando lo escucho hablando con alguien. Acerco mi oído a la puerta asegurándome que nadie vea la estupidez que estoy por hacer.
Me acerco y escucho claramente la voz de Meghan ¿Qué mierda hace aquí? ¿No se supone que ellos terminaron?
—¡Ya es suficiente Luke, estoy harta de que me dejes hablando sola como siempre, acaso no puedes tener un poco de consideración conmigo! —Meghan exclama, se le nota muy molesta —Me mentiste, dijiste que ya no podías seguir con esto por que necesitabas espacio y ahora sé que me dejaste para poder estar metido aquí con esa maldita gata a un lado tuyo.
—Meghan vete a casa, estoy trabajando y lo que menos quiero ahora es discutir — Escucho la voz de Luke, calmada y pacífica —La verdad estoy demasiado ocupado y no planeo escucharte más.
—No me vas a ver la cara de idiota Luke.
—Nadie te está viendo la cara, independientemente de la razón que sea, no quiero estar contigo ¿Por qué no lo entiendes?
—Por qué eres mío, no soporto la idea de que esa gata utilice la excusa de trabajar aquí para estar cerca de ti así que de una vez te aviso Luke, que estaré tan cerca de ti que sentirás mi respiración tras la oreja, no dejaré que esa maldita zorra se te acerque ni un centímetro más —Wow, esa chica si que tiene problemas, admiro la paciencia de Luke para lidiar con alguien así.
—Meghan basta, no sé por qué crees que tienes un jodido derecho de venir aquí y reclamarme esto, terminamos, entiéndelo, no quiero saber nada de ti —afirma lo que me hace reír en mis adentros — Estoy demasiado ocupado en estos momentos para pensar en algo más que no sea...
—¿En qué? O más bien ¿En quién? ¿Crees que soy estúpida Luke, crees que no me doy cuenta qué sólo te la pasas pensando en ella?
—Ella no tiene nada que ver en esto, ni en el porqué te dejé ¿De acuerdo? Es que ¿Acaso no puedes comprender que no quiero salir contigo? ¡Solo déjame trabajar y vete!
—Es que estoy harta de que todo el tiempo me cambies por ella, ya supérala, estabas muy bien conmigo y de pronto todo cambió, no quiero ver, ni siquiera pensar que esa maldita zorra se te acerca, no quiero que pienses en ella, que la quieras, que la desees, la quiero fuera de tu vida.
—Eso no lo puedes decidir tú, si la quiero o si la deseo, no es asunto tuyo Meghan, nunca ha sido asunto tuyo, joder.
—¿Vas a defenderla?.
—¿Sabes? No tengo tiempo para esto, tengo mucho trabajo que hacer —afirma —Vete, por favor.
—Eres un maldito cobarde.
—¿Qué quieres que te diga? Estoy cansado que de siempre tengas un pretexto para comenzar una discusión —responde Luke con su voz un poco alterada.
—No voy a permitir que sigas haciéndome a un lado.
—Qué hayamos pasado tiempo juntos no significa que seamos algo, no lo somos Meghan y jamás lo fuimos, recuérdalo, así que no intentes hacerte pasar por una novia celosa porque no lo eres, no somos nada y te recuerdo que desde que nos conocimos te dejé muy en claro que mis sentimientos le corresponden a otra persona, tengo cosas que hacer así que te agradecería si te retiraras.
Me separé un poco de la puerta pensativa.
Luke abre la puerta haciendo que me sobre salte y tire los papeles al suelo.
Mieeerda.
—¿Qué haces? —Pregunta Luke curioso cerrando la puerta detrás de él al ver que se trata de mí.
—Sólo pasaba por aquí, voy con mi padre ¿Estás bien? Todo eso no fue muy agradable —pregunto nerviosa recogiendo los papeles.
—¿Escuchaste eso? —Pregunta preocupado, asiento al instante.
—Creo que todo el edificio los ha escuchado, debo irme antes de que ella sepa que estoy aquí y te metas en más problemas por mi culpa —Le digo para después dar un paso, él me toma del brazo.
—Ella no se significa nada, nunca ha significado nada para mí.
—Lo sé, Luke —Le doy una leve sonrisa.
—Oye, ¿Crees que podrías escaparte conmigo en la noche? —Pregunta, me siento algo culpable que de Meghan lo haga pasar malos ratos por mi culpa, si ella no me odiara tanto el no tuviera que soportar esto.
—Hoy no puedo Luke, quizás después —Le digo y él asiente así que me voy de ahí dejándolo sólo.
Toco la puerta de la oficina de mi padre escuchando de su parte un simple "pase". Entro cerrando la puerta detrás de mí.
—Buenas tardes, papá —Saludo acercándome al escritorio dejando los papeles en el. Le doy la vuelta al escritorio para después acercarme a él y besar su mejilla.
—Hola, hija —Saluda de igual forma que yo plantando un beso en mi mejilla.
—Bueno papá, ahí está lo que solicitaste —afirmo sonriendo, él se coloca sus lentes y lee los papeles —¿Está todo bien?.
—Está perfecto, haces un gran trabajo —sonríe satisfecho.
—Gracias, papá todo te lo debo a ti —sonrío tierna —Ya me tengo que ir, todavía tengo mucho trabajo que hacer.
—Espera —Me detengo al escuchar las palabras de mi padre a mis espaldas, giro nuevamente hacia él, mi padre se quita sus lentes dejandome ver con mejor vista su azules ojos idénticos a los mios.
—¿Sí? —Pregunto.
—Siéntate —Ordena, así que lo hago —Has estado algo rara últimamente, te noto algo nerviosa, más de lo usual.
—¿De verdad? Yo me siento bastante normal, estoy algo estresada pero estoy bien.
—La cuestión es que he notado que no todo el tiempo estás nerviosa, sólo sucede cuando estás con él —Me tenso —Quería hablarte de esto porque de verdad espero que no sea lo que estoy imaginando, por que tengo entendido que Luke y esa chica están saliendo, no quisiera verte involucrada en este tipo de cosas.
Luke aseguró que ya terminó con ella pero no puedo evitar incomodarme cuando papá lo menciona.
—Sé lo que piensas pero no es así.
—No quiero que pienses que estoy invadiendo tú vida personal pero eres mi única hija y mi deber de padre es protegerte, no quisiera ver que resultes lastimada por involucrarte de más con Luke.
—No es eso papá, dijiste que sin distracciones y eso es lo que estoy haciendo —Le digo.
—Eso espero, yo sé que Luke está muy enamorado de esa chica y odiaría verte sufriendo y más por él —Dice, asiento—¿Puedo preguntarte algo hija?
—Claro papá.
—¿Tú lo quieres mucho verdad? Me doy cuenta que lo quieres mucho más de lo que deberías, mucho más que cómo un sólo amigo —Él ladea su cabeza un poco, interrogándome, las palabras se atacan en mi garganta.
—Papá...
—¿Lo amas no es así?
Si tan sólo supieras que mi corazón, mi alma, todo en mí ama a Luke de maneras en las qué una persona jamás podría, ni sería capaz de explicar aunque su vida dependiera de ello.