La joven llegó al lugar y por suerte ya no estaba haciendo un caos, simplemente estaba sentado en la esquina más fría y oscura del salón principal, abrazaba sus piernas y sus manos temblaban.
- Saquen a todos de aquí, déjenos solos. - ordenó la joven. Su hermano asintió.
- Desalojen el área, de vuelta a sus habitaciones. - Cameron comenzó a decirles a los pacientes. Poco a poco todos salieron del salón. Sólo quedaba el trabajador Aaron.
- Aaron, por favor, déjanos completamente solos. - le ordenó ___.
- Bien señorita, estaré a fuera por si necesita ayuda. - informó el trabajador y salió de allí. Todo estaba en completo silencio, el ambiente templado. Pero aquella esquina sí era fría.
La joven poco a poco comenzó a acercarse a su paciente, se inclinó y se sentó al frente de él.
- Shawn. - lo llamó, pero él no le contestó. - Shawn, ¿qué te ocurre? - le preguntó la joven.
- Vienen por mí. - susurró en un hilo de voz Shawn.
- ¿Quienes vienen por ti? - le preguntó ___.
- Ellos... - susurró Shawn.
- ¿Quienes? - volvió a preguntar la joven. Entonces Shawn comenzó a agitarse y posteriormente comenzó a gritar, mientras tiraba de su cabello aún sentado en aquella fría esquina. Entonces la joven Dallas, tomó las manos de Shawn entre las suyas, evitando que se hiciera daño. - Tranquilo Shawn. Aquí estoy. - murmuró la joven. Shawn inmediatamente se sintió en paz, completamente en tranquilidad, se inclinó y acostó su cabeza en las piernas de su joven psiquiatra.
- Acaríciame... - susurró Shawn tiernamente, mientras cerraba los ojos.
___ sintió como su corazón latía con rapidez y un rubor, poco común en ella, se instalaba en sus mejillas. Suspiró y comenzó a acariciar el cabello de Shawn, lentamente.
Él tenía los ojos cerrados, pero no estaba dormido. Sentía cada una de las caricias de su psiquiatra en su cabeza y eso le encantaba. Hacía que su piel se erizara de una manera encantadora.
Poco a poco Shawn comenzó a abrir los ojos y se encontró con los hermosos, oscuros y profundos ojos de ___. Sus miradas se conectaron, hablando por ellas solas.
___ sin darse cuenta, comenzó a acariciar el rostro de Shawn, con delicadeza y ternura.
- Gracias. - susurró Shawn, mirando sus ojos directamente. Ella no pudo evitar sonreír y prosiguió con sus caricias en el rostro y cabeza.
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Y así pasó una tranquila semana más. ___ aún no le daba terapia a Shawn, pero podía estar tranquilo si le daban sus medicamentos correctos.
El señor Manuel armó todo un escándalo al saber que su hijo tenía ese enfermedad mental, esa que tanto odiaba él. Esa semana no hubo oportunidad de que Shawn pudiera tener visita de su padre y de Rebecca, dado que aún no se podía controlar del todo bien su psicosis y a veces le daban ataques de pánico, pero se relajaba inmediatamente que ___ estaba junto a él, para calmarlo y acariciarlo tiernamente, como a él le gustaba.
Él se había hecho adicto a las caricias de ella.
También había un poco de dificultad en su manera de convivir, dado por la misma enfermedad que padecía, pero según él; No había nada que ___ no pudiese solucionar.
- Shawn, mañana iniciarán tu terapias. - le dijo la joven, mientras le daba sus pastillas y él se las tomaba. Asintió lentamente y se dirigió a la esquina fría y oscura de aquel salón, la esquina que tanto le gustaba. Porque ahí fue donde comenzó a sentirse tan tranquilo cuando ella estaba cerca de él. Además le encantaba recordar sus caricias delicadas y tiernas.
Ya entré a clases😭😭😭💔
-The Fucking Waffle 💀