Thousand Hands (camren)

By aibishq

87.7K 4.4K 849

"Del odio al amor hay un solo paso". ¿Y si tal vez nunca hubo odio? Dos chicas universitarias, con una rival... More

Sinopsis
take 1
take 2
take 4
take 5
take 6
take 7
take 8
take 9
take 10
take 11
take 12
take 13
take 14
take 15
take 16
take 17
take 18
take 19
take 20
take 21
dos buenas noticias y una mala
NOTICIA

take 3

4.2K 259 28
By aibishq

Camila despertó ese día sola en su gran casa, como siempre. Sus padres nunca estaban, pero ella estaba tan acostumbrada y concentrada en ella misma que en realidad no le afectaba. Así que lo primero que hizo fue tomar un baño y esperar a que Dinah y Mani pasaran por ella para irse a la universidad. Mientras esperaba, se coló un rato en su cocina para hacerse un desayuno rápido, pues su estómago le estaba pidiendo a gritos algo de comer.

DJ:

Mila, afuera.

Camila suspiró. No le había dado tiempo para el desayuno. Entonces, cogió su dinero para comprar allá y salió se su casa.

—Hola, chicas. —Saludo sentándose adelante y poniéndose el cinturon de seguridad.

—Hey, Mila. —Normani saludó sonriente.

Chancho. —Saludo Dinah y Camila se rió.

—Cheechee. —Bromeó de vuelta y Normani se rió.

Sin embargo, algo andaba mal. Camila lo presentía, pues, su amiga andaba muy silenciosa.

~~~

¡Lauren, te estuve buscando por todas partes! —Lucy exclamó sosteniéndose de sus rodillas para respirar un poco. Lauren sonrió y se acercó a ella acariciando su espalda.

—Lo siento, sabes que normalmente me quedo a fuera, Lu. ¿Por que corrías? —Lauren la empujó un poco para que se sentase a su lado.

Lucy sacó su inhalador y comenzó a calar de el. Lauren acarició su espalda con paciencia.
—¿Estás bien? —Le preguntó y Lucy asintió suavemente.

—Si, Laur. No te preocupes. —Besó su mejilla—Estaba escapando de los amigos de tu amigo el mariscal de campo. —Ella dijo y se recostó de la mayor quien rodeó su cintura.

¿Qué te han hecho? —Preguntó con enojo.

Me habían estado empujando y querían sacarme el dinero, pero les perdí de vista. —Lauren apretó sus puños. No podía golpear mujeres, pero hombres si.

—¿Quienes exactamente han sido? —Lucy suspiró.

—Austin, Nela, Wesley, Keaton y Luis. —Lauren gruñó e intentó pararse, pero Lucy puso todo su peso—¡No, Laur! Está bien, ya pasó. —Lauren negó.

—¡No, eso no está bien, Lucy, sabes que no es así! ¿¡Quién va a detenerlos, entonces!? —La menor bajó la mirada.

—No quiero que te lastimen, Lauren. —La de ojos verdes suspiró resignada y se limitó conversar con su amiga.

El tiempo se consumió en conversaciones y risas, tratando de dejar el hecho de que antes estaban intimidando a su amiga. Lauren la acompañó a su siguiente clase y se despidió con un beso en su mejilla para luego dirigirse a los vestidores, pues le tocaba su práctica de softball. Casi llegando, sintió como fue empujada a los casilleros.

—¿Estás disfrutandote mis sobras, Jauregui? —Escuchó la suave voz en su oído.

—¡No te quite a tu jodido novio, ya alejate de mi! —Lauren dijo ya cansada de los acosos. Camila hizo un gesto enojado y tiró de la cabeza de la chica alta más cerca de la suya.

—A parte de perra, mentirosa. Muy malo, Lauren. —Cuándo la chica estuvo a punto de levantarle la mano Lauren la tomó con fuerzas. Camila la miró con horror y Lauren tragó saliva. No quería lastimarla, pero no quería que siguiera acosándole. La tumbó al suelo en seco, Camila gimió de dolor. Luego tan sólo se dirigió rápidamente a los vestidores.

—No quería lastimarte, joder. —Lauren susurró con sus ojos cristalinos.

Se puso su uniforme y su gorra y salió a jugar.

Lauren estaba muy tensa, normalmente ella no es una chica que pierda la paciencia, Lauren sabe como resolver las cosas correctamente, pero esa vez, estaba saliéndose todo de control. Estaba tan molesta con todo, que en cuanto bateó le dio tan fuerte, que rompió el bate. La gente se había quedado impresionada.

Y es que Lauren sentía que nada estaba saliendo bien. Que irónico que Camila la estuviese acusando de quitarle al novio cuándo era lesbiana y ella era la chica que le gustaba. Sin saber por qué, debido a que Camila era una perra.

Buen trabajo, Jauregui. —Su entranadora la felicitó y Lauren se esforzó para darle una sonrisa.

—Gracias, Señora Collins. —Agradeció y se fue a las duchas.

Dónde debajo del agua pegó su frente contra la pared y dejó salir sus lágrimas.

Ella recordaba perfectamente cómo le había gustado Camila. Mientras el agua caía por su piel, se dejó llevar por los recuerdos.

—Hey, perdón por interrumpir. Soy Camila Cabello y soy nueva aquí. ¿Sabes dónde está la biblioteca? —una chica de tez morena con una sonrisa dulce y tímida, más un tierno lazito en su cabello interrumpió su desayuno.

—H-huh, hola. Soy Lauren Jauregui. —Se presentó con una sonrisa, la chica la miró divertida por su nerviosismo—Y Si, d-deja que te guíe. —La muchacha sonrió asintiendo.

—Está bien, Lauren Ojitos Jauregui. —Camila dijo divertida y Lauren se sonrojó de los pies a la cabeza.

—Y-yo, y-yo, y-yo... Vamos. —Camila se rió fuerte y Lauren sonrió, su risa era bella.

Camila fue diciéndole algunos chistes a Lauren de camino a la biblioteca y la mayor no podía evitar reírse de todo lo que decía.

—Bueno, aquí es. —Lauren le mostró y Camila sonrió.

—Bueno, gracias ojitos. —Lauren se sonrojó a cuenta nueva—Me agradas. —Se rió Camila y poniéndose de puntas, acarició sus labios en su mejilla, dejando completamente boba a la ojiverde.

Desde esa vez, Lauren había quedado muerta por la pequeña. Ellas habían sido amigas por un buen tiempo, hasta que la niña menor había conocido a Shawn y Austin. Entonces, había cambiado de la nada. Dejó a Lauren de lado y por alguna razón, comenzó a odiarla.

Lauren escuchaba demasiada bulla en la cafetería pero aún así, se arriesgó a entrar y observó algo que creyó que nunca pasaría.

—¿¡Por qué no quieres ir con nosotros, DJ!? Hacemos esto cada fin de semana. —Camila se quejaba.

—¡No quiero gastar dinero en tonterías! —La polinesia respondió algo agitada.

—¡Siempre hacemos eso! —Respondió Camila volteando los ojos.

—¡MI FAMILIA ESTA EN QUIEBRA! —Confesó la rubia con sus ojos cristalizados. Todos quedaron en shock al rededor.

—¿Qué? ¿En quiebra? ¿Estas loca? —Austin dijo con desprecio—Si eso es realmente así, entonces tú no deberías estar aquí. —La cafetería se quedó en silencio. Lágrimas salieron por los ojos de Dinah—Dile que se vaya, Camila. —Lauren veía todo desde la distancia y sus ojos se abrieron negando suavemente.

—Mila... —Dinah pidió. Camila la miró con ojos cristalinos por unos segundos, pero luego, su mirada se volvió totalmente fría.

—Vete de aquí. —Le dijo y apartó la mirada—Vete ahora. —Mandó y Dinah la miró en shock sin poder creerlo por unos segundos pero luego corrió fuera de la cafetería.

Lauren, sintió su corazón caer. ¿como pudo hacerle Camila eso a su mejor amiga?

Todos seguían en silencio, hasta que los que habían armado el espectáculo volvieron a lo suyo cómo si nada hubiese pasado, todos volvieron a la normalidad. Camila se puso a conversar con sus amigos y Normani no volvió a hablar por el resto del desayuno.

Lauren, corrió detrás de Dinah.

La había buscado por todas partes, pero no la encontraba, hasta que entró al baño y al escuchar unos sollozos, supo que estaba ahí.
—¿D-dinah? —Preguntó algo temerosa.

—¡Déjame sola! —Ella pidió con voz quebrada y Lauren sintió como estaba rota.

—Soy Lauren. —Dijo y se acercó al cubículo.

—¿Jauregui? Si vienes aquí a burlarte o a vengarte de mi ya tendrás tiempo para eso. —Lauren frunció el ceño negando y se arrodillo al lado del cubículo.

No. ¿Cómo crees? Yo jamás me burlaría de ti. —Dijo la pelinegra con voz suave.

—Entonces, ¿Que quieres? —Pidió entre sollozos.

—Ayudarte. —Dinah frunció el ceño.

—¿Ayudarme? ¿Tú a mi? ¿Por qué querrías eso? —Lauren sonrió suavemente.

—Porque nadie merece pasar por lo que tú pasaste. —Ella hizo silencio—Si ellos, sólo te echaron por estar pasando por una crisis económica, entonces, ellos nunca fueron tus amigos. Deberían haberte apoyado y siento mucho lo que pasó... —Lauren dijo suavemente.

—No deberías tenerme lastima, Jauregui. No lo necesito. —Lauren negó.

¿Lástima? No siento ni una pizca de lástima por ti. Incluso, sabiendo de tu situación económica justo ahora, podría llevarte a un café y decirte que pagarás por mi. —Lauren bromeó y Dinah rió suavemente, impresionada. ¿Cómo llegó ella a estar riendo con Lauren Jauregui? Ella sabía que no se merecía que aquella chica estuviese brindandole su apoyo—Escucha, no te conozco de nada. Pero sé, que tú nunca le hubieses hecho a Camila lo que ella te hizo a ti. Eso no vale la pena, ¿Okey? Puedo mostrartelo si sales de ahí, ahora mismo. Eres hermosa, ¿Está bien? Y tu situación económica no define ni quién eres, ni como eres. Siempre me has parecido preciosa incluso cuándo me golpeabas y ahora sin dinero sigo creyendo que lo eres. —Dinah se volvió a reír—Entonces... ¿puedes salir de ahí? —La ojiverde escucho unos pequeños sonidos y observó cuándo la rubia camino a gatas cerca de ella y la tumbó al suelo en una abrazo, llorando en su cuello. Lauren sonrió y acarició su cabello. —No pasa nada. Esta bien. —Dijo con una sonrisa. La menor la miró a los ojos un segundo y le sonrió, no lo podía creer. Lauren Jauregui, tenía que ser un ángel cómo para estar aquí con ella después de todo lo que le había hecho—¿Que te parece si nos vamos de aquí y vamos a un Starbucks a tomarnos un buen café y a olvidarnos de los tontos de tus amigos? Tranquila, yo pagaré. No lo decía en serio. —Dinah se rió suavemente y limpió sus lágrimas con su puño. Miró a los hermosos ojos verdes por un segundo y su corazón se apretó. La culpa invadiendo cada parte de su ser, el nudo en su garganta creció, pero trato de ignorarlo y le sonrió a la mayor abrazándola con fuerzas.

—Gracias, Lauren. —Susurró dejando salir más lágrimas.

—Ya, no llores. Vámonos de aquí. —Lauren dijo sonriente y se levantó ayudando a la menor a ponerse de pie, llevándosela fuera—¿Tienes auto? —Lauren preguntó al llegar fuera del colegio. Dinah bajó la mirada apenada.

N-no tengo desde hace meses. Mi padre tuvo que venderlo para levantarse un poco. —Lauren frunció el ceño y tomó su barbilla para que levantase la mirada.

—No te... Jodidamente averguences. El dinero que tengas no describe quien eres realmente. —Dinah le sonrió. ¿Por qué era tan dulce con ella cuando ella le había hecho tanta mierda? Quería echarse a llorar otra vez. Asintió suavemente y Lauren sonrió—Vamos en mi auto. —Dijo dirigiéndose a un Porsche.

La compañía de Lauren era muy diferente a la de sus amigos. Era muchísimo mejor, Lauren hablaba de todo, era muy atenta con ella, muy dulce y bastante inteligente, tenía una forma de pensar que le hizo a Dinah ver la vida de otra forma. Mientras más tiempo pasaba con esa ojiverde en la cafetería, más culpable se sentía. Lauren la veía a los ojos sin ninguna pista de resentimiento. Le sonreía de forma hermosa y actuaba de una manera encantadora. Dinah sólo quería echarse a sus brazos a llorar y perdirle perdón una y otra vez, hasta que se secara por dentro. Estaba tratando de aguantar las lágrimas, entonces, tragaba saliva constantemente tratando de empujar hacia abajo el nudo en su garganta. El tiempo, se fue bastante rápido, ya que, sin darse cuenta la habían estado pasando tan pero tan bien conversando entre las dos, que habían pasado las horas de clases y era hora de volver a casa.

Lauren hablaba de la vida, de libros, de música, de comida. De todo. Era esa tipo de personas con quien valía la pena estar. Y Dinah no pudo evitar compararla con sus amigos. Quienes hablaban de la marca de ropa que llevaban o de si habían salido a gastar dinero. Negó suavemente, al darse cuenta de todo, al haber abierto los ojos. Y escuchando a Lauren, se quedó pérdida en esos ojos que tanto había lastimado. Quiso llorar con todas sus fuerzas. Necesitaba llegar a su casa.

—Bueno, Dinah Jane. Me la he estado pasando de maravilla contigo, pero ya es tarde y debería volver a casa. —ella asintió suavemente sin dejar de mirar sus ojos con una triste sonrisa a causa de la culpa—Me encanta tu sonrisa, pero fuera mejor si tus ojos sonrieran con ella. —Lauren dijo con una sonrisa, Dinah rió suavemente negando—Ven, vámonos. —Se dirigió con la mayor a la salida.

Ya afuera, se miraron unos segundos, Dinah con una tímida sonrisa.

—Venga, dame un abrazo. —Dinah no pudo resistirse a eso y la abrazo con fuerzas.

—Gracias, Lauren... Gracias, joder. —Lloró un poco en su hombro y la mayor acarició su cintura.

—Nunca dejes que nadie te haga sentir inferior. —Lauren susurró. Y se separaron con una sonrisa. Dinah asintió despidiéndose con la mano y esa sonrisa tímida tomando el camino opuesto—¿A dónde crees que vas? —Lauren la miró divertida. Y ella volteó.

Y-yo... Huh. A casa. —Lauren se rió.

—¿Crees que te dejaré ir a pie? —Dinah sonrió un poco apenada.

—Oh, no. Lauren, ya has hecho mucho, por mi n-no merezco que... —Lauren interrumpió.

—Vamos, lleva tu culo al coche y dame tu dirección Dinah Jane. —La menor sonrió y no pudo evitar abrazarla una vez más y subir al coche junto a ella.

Dinah sabía que las cosas cambiarían desde ese día.

Continue Reading

You'll Also Like

188K 10.6K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
338K 16.8K 51
𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶! | 𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴 ılı.ıllı
374K 24.5K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
588K 79.1K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!