La mañana había llegado y yo no me puse de pie ni siquiera cuando sentí ganas de hacer pipí. Tenia ganas de estar acostado todo el día, pero tampoco era divertido porque estaba solo.
Ruedo en la cama y aplasto mi rostro contra la suave almohada, hago un puchero con mis labios y cierro mis ojos al sentir la puerta de mi habitación abriéndose.
Pasos suaves se escuchan, algo se cae y luego una pequeña maldición. Mi corazón me traiciona cuando comienza a latir con emoción... Jordyn está en casa de nuevo.
—¿Justin?.—susurra. La siento moverse en la cama junto a mi.—Te amo amor, aquí estoy... Volví y tengo buenas noticias.
Su mano me mueve con suavidad el hombro tratando de despertarme. Gimo y finjo estirar mis músculos. Lentamente me giro hacia ella y le miro con un solo ojo.
Su sonrisa es brillante y sus ojos también, parece drogada. Frunzo el ceño de inmediato ante ese pensamiento tan horrible.
—Buenos días dormilón.—canturrea y se inclina para rozar sus labios con los míos.
Bueno, al menos me está besando, creí que estaría asfixiándome con la almohada o algo parecido. Tarareo y vuelvo a unir nuestros labios comenzando una caliente sesión de besuqueos, esos que se nos dan tan bien.
Siento mi erección matutina levantada en mis pantalones de pijama pero no me molesto en ocultarla, giro a Jordyn en la cama y me pongo sobre ella. Gime ante el contacto de mis dientes con su cuello, oh Dios, lo haré, le haré una puta marca.
Chupo con fuerza la piel sensible de su cuello y ella jadea en mi oído. Sus caderas se mueven hacia arriba buscándome para darle algo... Ese algo que tanto le gusta y que yo encantado se lo daría. Sus manos recorren su propio camino por mi espalda.
—Oh mierda, mierda, eres tan caliente.—gime sus caderas giran contra mi dura erección. Gemimos juntos.—Por favor...
Ahí está. Ella suplicando por mi polla, ella quiere que la marque.
—¿Que ocurre bebé? ¿que quieres?.—la molesto, bajo mis caderas contra las suyas de nuevo. Mis manos van hasta sus pechos y los toqueteo a través de la tela de su camiseta, sus pezones saltan contra la tela.—Sin sujetador ¿estuviste planeando esto?.
Un jadeo de admiración sale de mi garganta porque ella es tan caliente y ni siquiera lo intenta. Sus labios pinchan contra la piel de mi hombro cuando masajeo con fuerza sus senos, es que me encantan y no lo voy a ocultar.
—Nunca planeo un buen polvo.—replica y gira sus caderas, montándome.—Oh Dios, ha pasado un tiempo...—su voz se pierde mientras me besa con fuerza, puedo sentir nuestros dientes chocandose y rechinando entre sí.
Polvo, un buen polvo. De repente se detiene, me aleja o más bien, se aleja de mi y me observa de cerca. Yo le miro con ambas cejas levantadas tratando de entender el problema, lo estábamos haciendo bien y puedo decir que ella está excitada, sin embargo sus ojos parecen tener el reconocimiento de algo y pronto sé que eso no es buena señal.
—Tengo algo que decirte.—respira finalmente.—Y me distraje, lo siento... No podemos hacerlo, no aún.
—Hey, tranquila bebé yo te entiendo.—susurro dulcemente, ella me sonríe agradecida.—¿Que es eso que tienes que decirme?.
Sus ojos se pierden por mi rostro y luego el camino hacia mi torso, pongo duro mis músculos para su deleite y ella me pega en el estómago en broma.
—Se ha acabado.—murmura despacio.
—¿Que cosa?.
—Harry y yo.—dice y una sonrisa se extiende en sus labios.—Me llamaron esta mañana los de Modest y dijeron que puedo tomar mis cosas e irme, soy libre Justin.
Mi emoción no tarda en salir a la luz y la estoy abrazando contra mi pecho con fuerza, mi corazón late con desenfreno y creo que quiero llorar un poco, vale, llorar mucho porque finalmente... Finalmente estaremos juntos como una pareja otra vez.
El reconocimiento de que casi follamos me golpea y me siento caliente otra vez, pero recuerdo las palabras de Sussane, debo hacer cosas lindas para ella y follar en la mañana después de una noche agitada y densa no es la mejor de las cosas. Decido que puedo tener ayuda de mis manos o una ducha, no voy a presionar esto de nuevo y esperaré a que ella se sienta lista.
Aparte de que no estamos juntos con la etiqueta, sé que ella aun tiene marcas sanando lentamente en su mente y alma de aquello que ocurrió en nuestras vacaciones de año nuevo. Eso solo hace que la abrace más cerca y sienta la impotencia de no haberla defendido como se supone que un novio defiende a su novia.
—Oh Dios.—susurro con la voz cargada de emoción.—Oh Dios bebé, estaremos juntos sin restricciones... ¿por qué...? ¿por qué decidieron que fue suficiente?.
Ella me besa con suavidad en la boca y luego en la mejilla, su sonrisa se pega contra mi piel allí y puedo sonreír a la vez. Imitando su gesto tan dulce, beso su mejilla y sonrío en medio de un beso en los labios.
—Les gustó lo que hicimos ayer, me refiero, a las fotos y demás. Me captaron en casa de Harry ayer en la tarde y en la noche cuando salí a recibir una pizza.—me cuenta con cuidado como si midiera mi reacción. Le sonrío para tranquilizarla y suspira.—Harry y yo estábamos desesperados porque tanto Louis como tú estaban intensos y no sabíamos como repararlo, así que se me ocurrió la idea de subir una pequeña serie de fotos y les agradó a los jefes.
»Entonces cuando desperté esta mañana por culpa de mi celular, fue como recibir la mejor noticia del mundo ¡no podía parar de chillar! Y Harry me echó de su casa, pero eso es lo de menos, me mandó un mensaje disculpándose.—se ríe alegremente y por un momento puedo ver a mi Jordyn allí, a esa chica suave pero dura en ciertos momentos. Aquella que perdí cuando la metí en lugares equivocados.—Estoy tan feliz, no puedo-no puedo dejar de sonreír... Quería que lo supieras cuanto antes y bueno ¿que piensas?.
Parpadeo tratando de no ser una niñita y ponerme a llorar porque simplemente la felicidad desborda mi alma y mi corazón, quiero llorar, quiero cantar, quiero llevarla por el mundo, quiero hacerla mía, quiero que volvamos a ser novios, quiero hacer planes de boda, quiero todo con ella. Todo.
—Amor.—respiro, ella me mira y tiene esa sonrisa que hace a su nariz arrugarse ligeramente.—Amor, no puedo creerlo, yo solo... Ayer estábamos tan mal y yo estaba mal en realidad, lamento no ser paciente.—relamo mis labios y ahueco su rostro en mis manos.—Lamento tanto toda la inmadurez que adopté pero juro que intenté muy duro ignorar el hecho de que estabas con Harry, pero no pude... Y esa chica estaba allí, dijo que debería darte celos y me pareció justo.
—No hay problema.—dice, su sonrisa no vacila en ningún momento.—No me molesta, yo entiendo completamente tu punto de vista... Estaba algo sensible ayer pero ya pasó, siempre y cuando no vuelvas a verla en una cita, por supuesto o de otro modo volaran cabezas y aparatos reproductores masculinos.—me guiña un ojo y suelta una risa que me parece el mejor sonido del mundo.—Está Scooter encabezando la lista de los primeros, por cierto.
—Te ayudaría.—admito.—Estoy tan feliz ¿quieres salir a celebrar? Digo, ¿puedes?.
—Podemos.—asiente y sonríe todavía más. Hasta ahora me fijo en sus pecas, sus mejillas están rojas y su cara lavada es perfecta.—Aunque quiero que sepas algo, Harry y yo romperemos públicamente en una semana contando desde hoy.
—No me importa.—murmuro, mi sonrisa crece a la par de ella.—Comenzaré a conquistarte de nuevo Jordyn.
—Espero poder conquistarte de nuevo también.—suspira complacida cuando beso su punto sensible bajo la oreja.
(...)
Había decidido comenzar con mi plan de conquista pronto. Así que compruebo que ella siga dormida para levantarme, se queja y su mano sale disparada hacia el lugar que deje vacío a su lado, le pongo mi almohada que debe funcionar por un rato. Me había dicho hace poco tiempo que odiaba dormir sola y que siempre notaba cuando yo no estaba allí. Dijo que tenía frío todo el tiempo.
Algo tímido por ese pensamiento me visto con una camiseta y compruebo mi entrepierna, parece que todo está tranquilo allí abajo. Abro la puerta y me apresuro por el pasillo, tropezando contra el bolso de Jordyn, ese maldito bolso que contiene la ropa que utiliza cuando va con Harry, me permito patearlo lejos de mi porque finalmente ha terminado toda esa mierda.
Sussane está en la cocina como es habitual, revuelve algo en una olla tranquilamente mientras escucha alguna pieza de piano desde su estéreo privado.
—Hasta que te levantas.—saluda, su voz suena pícara. Compruebo la hora en el microondas 11:36 am.
—Lo siento, no tenía prendida la alarma.—admito.—De todos modos estaba mas cómodo allá.
—Lo sé.—responde tranquilamente.—Tuve una charla muy temprano con Jordyn, ella se disculpó y yo la acepté. He notado algo diferente en ella, espero que sean cosas buenas.
—Son las cosas más buenas que puedas imaginarte Sussy, nosotros comenzaremos a mostrarnos porque nos amábamos de nuevo.—le cuento soñador. Me subo a una butaca y apoyo mi barbilla en mis manos.—Fue un acuerdo mutuo, estoy tan feliz que creo que podría ser considerado la chica en esta relación.
Mis suspiros se escapan lentamente y pillo una sonrisita en el rostro de Sussane, ella es una mujer que ha estado conmigo por mucho tiempo, es una mujer especial porque en ningún momento aceptó traicionarme. Siempre me ha cuidado, como se supone que mi madre debería hacerlo. No me quejo, amo a mi mamá con locura pero hay veces en que me siento muy solo y la necesito, sin embargo, sé que ella está formando su propia vida, vida que yo le arrebate cuando gané la carrera de espermatozoides.
Sacudo mi cabeza de esos pensamientos, no puedo ponerme melancólico ahora mismo.
—He venido por algo de ayuda.—digo finalmente.—Verás, no sé que es lo que puedo darle como regalo. No quiero que sea demasiado intenso pero tampoco que sea una mierda y no le guste.—me rasco la cabeza como un tonto mientras miro a Sussane apagar su cocina y girarse hacia mi.
—Tengo una idea.—murmura y pronto comienza a darme detalles.
—... Bien, entonces ¿irás tú? Ella despertará tarde porque... Bueno, porque sí.—casi me ruborizo, casi. No pienso decir en voz alta que casi le hago el amor a Jordyn de pura emoción, vale, por pura calentura e iba a ser un polvo rápido si no nos deteníamos.
—Si, iré yo y le diré a Jamie que tenga el coche de ella listo.—murmura Sussy mientras toma su chaqueta y su bolso.—Tenemos al menos una hora, trata de no hacer demasiado ruido para evitar cualquier cosa... Así que te mandaré mensaje cuando todo esté listo.
—Claro, Sussy.—asiento sonriente.—Gracias por esto una vez más.
—No hay de que hijo, siempre apoyo al amor y todavía más si es amor joven como el de ustedes. Merece la pena y yo quiero ser testigo de buenas reacciones.—su honestidad me golpea y solo puedo sonreírle aún más.
(...)
Mi móvil suena y es mi señal para salir de la casa, con emoción me dirijo hacia la puerta entre saltos tontos. No puedo esperar para ver que es lo que hay, bueno, sé que es lo que hay afuera pero me gustaría ver el resultado.
Cuando veo al chico parado con un enorme oso de peluche, me calmo, es la idea perfecta y ella adora los peluches. La última y única vez que le regalé un oso ella lo amó hasta el último día, recuerdo que lo dejó en mi casa y luego se marchó... Y ya saben el resto.
Así que yo tiré ese peluche lejos de mi vista por siempre.
Pero este sería como el oso del inicio, un nuevo comienzo con un mediano oso blanco sobre su audi blanco. Ese coche había sido alquilado pero al final se lo compré, ella cree que lo compré con su tarjeta pero le mentí, no dejaría que gastara su dinero jamás. No mientras yo pueda ofrecerle el mundo entero.
—Hola, la señora Sussane me dejó estas indicaciones pero me gustaría confirmarlas.—el chico me extiende una hoja garabateada de indicaciones. Las mismas que me había dado a mi.
—Sip, todo está perfecto. Gracias amigo.—sonrío agradecido y tomo la tabla que él me extiende. La leo un momento antes de poner mi firma y sacar dinero de mi billetera.
—Gracias Bieber, ten un buen día y suerte con la chica.—murmura simpático mientras se voltea y camina hacia su camión de entregas.
—.... Necesito que vayas a peinarte un poco.—dice Sussane arrugando la nariz.—Pareces un vago.
—Oye.—me quejo y peino mi pelo con las manos.—¿Me veo mejor?.
Ella niega con la cabeza y busca en un cajón alguna cosa. Pronto vuelve con un peine en sus manos y lo pasa por mi cabello como si fuera un niño pequeño alistándose para su primer día de preescolar.
—Perfecto.—silva Sussy y suavemente me acaricia la mejilla viéndose genuinamente feliz.—Me hace sentir orgullosa que estés tomando esta decisión, estás por fin buscando tu felicidad por ti mismo y eso define un gran camino de madurez.
—Todavía me falta mucho.—admito suavemente.—Gracias de nuevo Sussy, por ser como mi madre durante estos tiempos duros.
—Aw, no me hagas llorar chico. Vete de aquí ya, yo iré a despertarle.—me dice y se voltea para salir hacia las escaleras.
Nerviosamente asiento y salgo entre pequeños saltos de nuevo, esto es un poco emocionante -muy- emocionante en realidad. Vuelvo a sentirme como un adolescente pasando por su primer enamoramiento, aquellos nervios por el rechazo o simplemente el conocimiento de los sentimientos compartidos... Yo sé que mis sentimientos son correspondidos y aún así estoy meandome en los pantalones.
Miro el coche listo, todo está en perfectas condiciones. Solamente falta que Jordyn baje y lo vea... Espero que le guste, sé que va a gustarle... Tiene que gustarle.
Me recuesto contra el coche y espero pacientemente, bueno ¿a quien engaño? Lo que menos tengo es paciencia. Pero no tiene opción de escapar, vivimos en la misma casa y su curiosidad la traerá hasta aquí.
Minutos después Jordyn aparece por la puerta, parada con una mano sobre su rostro protegiéndose del sol que está un poco fuerte, considerando que son como las tres de la tarde. Y sí, ella acaba de despertar y no me molesta, se lo merece porque admitió no haber dormido casi nada y luego de nuestra sesión de besos calientes... Todo se le ha mezclado y merecía el descanso.
Su boca cae abierta y mi corazón comienza esa carrera tan loca dentro de mi pecho. La veo bajar de a poco los escalones, sus pies están descalzos mientras se acerca hasta su coche -y a mi- me permito adorar su reacción cuando mira con atención lo que se encuentra sobre su coche, por cierto, he mandado lavar ese coche porque estaba muy sucio y parece recién comprado.
—¿Q-qué...?.—niega con la cabeza y lo intenta de nuevo.—¿Por qué?.
Me encojo de hombros y ladeo una sonrisa, me extiendo por el oso pero ella me pega en el brazo.
—¡Ni se te ocurra! Le tomaré una foto.—me gruñe y pronto está tomando una foto. Sus ojos se cristalizan por alguna razón y yo sonrío tímidamente.
Siento sus brazos rodearme con fuerza, y sus labios atacando los mios con insistencia. Casi puedo ponerme a llorar porque esto significa que le ha gustado y que ha entendido el mensaje oculto tras el regalo.
—Dios, te amo tanto.—gimotea contra mi boca.—No te merezco.
—No. Yo soy quien no te merece pero soy lo suficientemente egoísta como para retenerte con adorables osos de peluche.—sonrío de lado y le beso la frente.—Este es nuestro nuevo comienzo Jordyn, quiero que lo metas en tu cabeza ¿okay?.
Asiente con su cabeza varias veces mientras me besa torpemente, sus ojos apretados y ligeras lágrimas saliendo de ellos. Sus brazos se presionan en mi cuello y me inclino mas contra ella, me encanta besarla y más aun con el sentimiento de tranquilidad que me deja el hecho de que estamos en la misma página finalmente.
Capítulo sorpresa💫
Foto del regalo de Justin aqui↓
Lo terminé y no me resistí a subirlo, espero que les guste y si no entienden algo haganme saber por favor🙆🙆🙆
Gracias por los 8k y algo de leídas y los votos, me siento feliz de que les esté gustando la secuela de Mark My Words.
Noticiaaaass 🎀🎀🎀🎀
Estoy luchando muy duro para que tengamos un tráiler, al parecer nadie quiere hacerlo para mi porque o no trabajan con fanfics o simplemente no les gusta Justin y me hace sentir triste. Fui rechazada dos veces y espero que en esta tercera consiga algo o sino voy a llorar😭