𝐒𝐨𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐮𝐲𝐚 (...

By Luna-tica93

118K 3.1K 376

«Todos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido». Mario Benedetti. More

💌 Preámbulo 💌
💌 Sinopsis 💌
💌 Dedicatorias 💌
💌 Versos 💌
Capítulo 1. ¡Claro que fue mi culpa!
Capítulo 2. Diferentes conceptos.
Capítulo 3. Maldito alcohol.
Capítulo 4. Eso es mentira.
Capítulo 5. Sangre unida.
Capítulo 6. Cartas con el poder de hacer llorar.
Capítulo 7. Una vieja amiga regresa.
Capítulo 8. Conmoción.
Capítulo 9. Te amo más que nada.
Capítulo 10. Mientras estés conmigo.
Capítulo 11. Perdida inevitable.
Capítulo 12. La traeré de regreso.
Capítulo 13. Una canción de la infancia.
Capítulo 14. Esperare hasta que ella elija.
Capítulo 15. Aunque me duela.
Capítulo 16. Funeral sin flores.
Capítulo 17. Deseaba estar contigo.
Capítulo 19. Nueva y primera carta.
Capítulo 20. Un beso a escondidas.
Capítulo 21. Quien te hizo olvidar.
Epílogo. Puede que me arrepienta.
Agradecimientos.
Soundtrack de Solamente tuya.
Los premios Wattys.
¡Sigo sin poder creerlo!
¡Importante!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!
¡PRÓXIMAMENTE!

Capítulo 18. Lo que se hace por amor.

688 45 1
By Luna-tica93


PVO Mateo.

Con los primeros rayos del sol, que entran por las cortinas, me despierto y lo primero que hago es ver a una Kendra totalmente hermosa.

Su cabello está un poco revuelto y esparcido por toda la almohada. Sus mejillas tienen un ligero rubor que la hacer ver como toda una princesa. Sus papados se agitan un poco y esto....es lo más hermoso que he visto en mi vida, además de ver todos los días a mi niña.

La contemplo dormir por mucho tiempo, no sé cuánto ha trascurrido y no me interesa saberlo. Muchas veces soñé con despertar a su lado, de esta forma y aunque compartimos la cama solo como amigos, me conformo con eso.

Por ahora, me conformo con lo poco que me dio. Cuando me haya encontrado a mí mismo, peleare con ella con todas mis fuerzas.

Juro que luchará tanto por ella, por nuestro amor y nuestra familia. Luchara para que vuelva a ser mía. No le dejaré el camino tan fácil a Caleb.

Ambos amamos a la misma chica y a su hija. Ambos lucharemos con fuerzas por tenerla para siempre.... Y luchare con uñas y dientes, para recuperarlas para siempre.

El tono de mi celular es lo que me interrumpe de mi tarea de observar con detalle el rostro de Kendra, con un suspiro de reclamo, lo tomo del buró que está a lado mío. Solo ver identificador de llamadas, hace que la sangre se me hiele.

Esto no es nada bueno.

Con mucho cuidado y tratando de no despertar a la dulce Kendra, me quito la mano que esta sobre mi pecho y salgo de la cama.

―¿Qué demonios quieres, Lina? ―le pregunto en voz baja pero en tono molesto.

Ella se ríe del otro lado de la línea y siento un escalofrió recorriendo mi columna vertebral.

―Tranquilo muchacho, te hablo en son de paz―comenta entre risas―. Mira, sé que no me vas a creer pero...―la escucho soltar un suspiro cargado de cansancio―. Sé quién visito a Kendra en el hospital y quien provoco que ella olvidará todo.

Escuchar esas palabras me deja algo petrificado y la respiración me falta. Debo escuchar cosas que no son, ella dijo...no puede ser cierto.

¿Cómo es posible que Lina sepa quién es el responsable de lo sucedido con Kendra?

―¿Dónde quieres que nos veamos para hablar? ―le pregunto sin dudarlo.

Si Lina tiene alguna respuesta, no me importa lo que tenga que darle con tal de conocer la respuesta.

―En mi casa, dentro de veinte minutos―dicho eso me cuelga.

Me volteo lentamente para mirar a mi amiga, al amor de mi vida, dormida tan tranquila y desprendiendo ese manto de tranquilidad que siempre la rodea. Lentamente me acerco a la cama y le doy un beso en la frente con mucha ternura.

La contemplo otros minutos, con mucho dolor en el alma le doy la espalda, beso la frente de mi bebé y salgo por la ventana.

•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:••:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•☆.•:*'¨'*:•

Sabía que Lina no me la pondría tan fácil.

Ella tenía toda la información que yo quería y solo había una condición para que ella me dijera el nombre de esa persona que provoco un colapso nervioso en Kendra.

Aun no me termino de creer las condiciones que me puso Lina para contarme la verdad. Son tantas las cosas que quiere y no se las puedo dar. Pero, si no hago lo que ella me pide, jamás sabremos que le dijeron a Kendra y por qué.

¡Diablos! ¿Por qué existe gente tan cruel y se empeña en hacer de tu vida un infierno?

De verdad esta chica quería acabar con mi felicidad y hacerme vivir una gran oscuridad por el resto de mi vida. No le importo cuantas contraofertas le hice, ella no cambio de parecer.

Era eso o nada.

Llevaba más de dos horas tratando de pensar una manera de salirme con la mía pero ninguna de mis estúpidas ideas me daba una buena opción.

No me quedaba de otra, tenía que aceptar sus condiciones.

―Es tu decisión, Mateo―me recuerda Lina y aprieto con fuerza mis dientes.

Alzo la mirada y ella me sonríe malévolamente. La odio cuando me acorrala y no me da otras opciones para conseguir lo que deseo.

―De acuerdo, lo haré―acepto de mala gana―. Ahora dime, ¿quién demonios es el responsable de todo esto?

La sonrisa se desvanece de su rostro y me mira con lastima, yo frunzo el cejo y la miro desconcertada. Ella muy pocos veces tiene esa mirada para alguien que no sea ella misma.

―Sé que será difícil para ti saber la verdad―comenta mirando el suelo y sentándose a mi lado―. Bueno, será duro para todos pero es la verdad.

»Yo, siempre supe quien deseaba que tú y Kendra no volvieran a estar juntos―juega nerviosamente con sus manos―. Y es la persona que menos te esperas...

―Con un demonio, Lina―le grito lleno de frustración―. Dime quien hizo todo y deja de darle vueltas a asunto.

Lina suelta el nombre del culpable o mejor dicho, de la culpable y mis oídos comienzan a zumbar como locos.

Ella no pudo ser, es lo primero que me dice mi cabeza con fuerza y no para de repetirlo una y otra y otra vez.

La culpable de todo siempre estuvo frente a mis ojos, fingiendo que se preocupada por lo que le sucedía Kendra, fingiendo que a ella la quería demasiado y siempre nos mintió a todos. Actuó hipócritamente.

Ella nos mintió.

☆☆☆☆

PVO Caleb.

Debo decir que me siento como un viejito al que le crujen todos sus huesos al intentar pararse, pues los golpes que me dio Mateo ayer en la tarde me duelen como no tienen idea.

Tenía mucho tiempo de no pelear con alguien y la adrenalina que sentí al hacerlo me asusto, por un momento temí perder el control y permitir que el chico de antes volviera a tomar el control sobre mí y eso...fue lo más terrorífico que pude haber experimentado.

No puedo permitir que ese lado salvaje vuelva a salir a la superficie, lo jure y debo cumplir mi promesa.

Tengo tanto miedo de bajar las defensas por más de tres segundos y el chico rebelde de antes regrese. Tengo miedo de perderme de nuevo a mí mismo y así perder a la chica que amo.

Por Kendra soy el chico de ahora, por ella deje todos los vicios y la mala vida. No quiero perder el camino de luz que Kendra puso ante mí al confiar tanto en mi persona.

Ella siempre confió en mí cuando nadie más lo hacía. Kendra enfrento a mis padres en una ocasión porque me comenzaron a insultar. Ella enfrento al tirano de mi padre y le dijo que si no me comenzaba tratar como a su hijo, ella se encargaría de que sus socios se enterraran lo mal padre que era.

La chica que amo con locura, hizo demasiadas cosas por mí, aun antes de que nos enamoráramos.

Muchos creerán que el amor que le tengo es por gratitud, pero no es así. La amo por lo que es, por cómo me siento al estar a su lado.

―Quiero jugar a las escondidas―dice Kendra con una sonrisa en el rostro―. Hace años, o eso creo, que no juego a las escondidas.

Todos la miramos con sorpresa y su madre asiente enérgicamente, su padre y su hermano aceptan un poco aburridos.

―De acuerdo―digo mirándola con alegría―. ¿Quién contara primero?

Ahora, todos me voltean a ver y mi sonrisa cae.

―Tú―grita ella emocionada―. Tienes que contar hasta cincuenta y después buscarnos por toda la casa.

A quien encuentres primero es quien contara la próxima vez, siempre y cuando alguno de los demás no los salve.

―Ok, comienza el juego―digo, todos se paran rápidamente de los sillones y Yo me cubro los ojos con las manos―. Uno, dos, tres...

Por dentro me lleno de felicidad, hacía mucho tiempo que no jugaba a esto y ahora, lo hacía a petición de Kendra.

La risita de Mélin al ser cargaba por alguien resuena en toda la sala y sonrió ampliamente. Recuerdo cuando ella estuvo en Monterrey y quería jugar a algo, siempre jugábamos a las atrapadas pero ella terminaba rindiéndose porque no soportaba correr con el peso de su barriguita.

Cuando eso sucedía, su tía nos daba cientos de juegos de mesa, desde monopoli hasta adivina quién. Podíamos pasar más de cinco hora jugando, pues nos divertíamos, ya que le cambiábamos las reglas a todos los juegos e inventábamos nuevas.

Son tantos los momentos felices que comencé a vivir cuando ella llego, incluso me enseño a perdonar a la idiota de mi ex novia y cuñada, pero sobre todo, me enseño que mi pequeño sobrino no tenía la culpa de nada que ella hizo.

Termino de contar y me concentro en la búsqueda de todos los miembros de la familia Guzmán. Comienzo en la sala, pues siento que se pueden esconder detrás de los sillones y no encuentro a nadie.

Repito el mismo proceso en la cocina, en la pequeña biblioteca, en el patio trasero y el delantero.

Un poco frustrado porque no los encuentro y porque son buenos escondiéndose, me dirijo al segundo piso y lo primero en revisar en el estudio que tiene el señor Guzmán.

No encuentro nada y justo cuando estoy por salir, la risa de Kendra la delata y la descubro escondida en un pequeño hueco entre la pared y un librero.

Cierro la puerta de un portazo, para hacerla creer que eh salido de la estancia y unos segundos después, ella sale de su escondite.

Al verme sus ojos se abren de sorpresa y yo camino los pasos que nos separan para quedar de frente.

―Te encontré, preciosa―le digo rodeando su cintura con mis brazos y dándome un beso en la punta de la nariz―. Ahora, es hora de que me ayudes a encontrar a los demás.

Ella se ríe tal alegremente que mi corazón de hincha de felicidad, me fascina escucharla reír de esa manera.

―Mejor me siento y espero a que tu solito los encuentres―me dice entre risas y tratando de escapar de mis brazos.

―¡No, no, no! ―niego con la cabeza y una sonrisa de decepción dibuja sus lindos labios―. Te conozco tan bien, que sé que si te dejo de vigilar te volverás a esconder.

Kendra niega con la cabeza rápidamente y me ríe.

―Ok, tienes razón―admite y me da un ligero beso en los labios―. No es justo que me encontraras primero a mí―se queja y le sonrió ampliamente.

―La vida no es muy justa, cariño―le recuerdo y me vuelve a besar―. Y tú, tampoco lo eres. No creas que con lindos besos lograrás que te dé oportunidad de que te vuelvas a esconder.

Frunce las cejas a tal punto que casi se pueden tocar entre ellas. Suelto una carcajada por su reacción y ella se une a mis risas.

―Sabes que te quiero, ¿verdad? ―dice de repente y la miro preocupado.

―Sí, lo sé―respondo sin dejar de mirarla―¿Por qué lo preguntas?

Ella se encoje de hombros y algo dentro de mí me dice que algo malo está a punto de decirme.

―Es que yo....―sus mejillas se sonrojan completamente y frunzo mi cejo―. Es que yo...

―¿Qué sucede, preciosa? Sabes que me puedes decir todo lo que pasa por tu cabeza y jamás te juzgare―le recuerdo con tranquilidad y privando a todo mi rostro de expresar emociones.

―Yo...―sin decir más me besa con pasión y le correspondo el beso.

La atraigo más hacía a mí. Ella lleva sus brazos a mi cuello y sus dedos se entierran en mi cabello con fuerza.

El beso se va profundizando con rapidez y aunque me falta la respiración, no quiero alejarme de ella. Me encanta cuando nuestras bocas se unen y la pólvora que hay dentro de nosotros se prende y crea la explosión más grande de emociones.

Sin saber cómo diablos paso, nos encontramos acostados en el suelo, yo sobre ella y besando sus labios. Ella recorre mi abdomen con sus manos y cada vez que me toca siento una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.

Con mi mano derecha comienzo a acariciar la pierna derecha de Kendra y lentamente voy subiendo un lado de su vestido, en ningún momento rompemos el beso y eso hace este momento más especial.

La primera vez que ella y yo compartimos la cama fue igual de hermoso. Nos dejamos llevar por las caricias y los dictámenes de nuestros corazones esa vez, justo como ahora.

Sus manos desabrochan los botones de mi camisa con lentitud, mientras yo acaricio ahora sus dos piernas y su vestido esta subido hasta la altura de sus caderas.

―¿Qué...qué estamos haciendo? ―le pregunto separando un poco nuestros labios―Esto no es correcto, Kendra―digo con pesar.

La amo tanto, de la misma manera en la que deseo pasar un vez más entre sus brazos y sentirla mía...Pero, ella no recuerda muchas cosas de nosotros y si después se arrepiente.

Yo no quiero que ella piense, que me aproveche de su enfermedad.

Yo la amo con locura y por esa locura, estoy dispuesto a esperar todo el tiempo que sea necesario.

―Lo que se hace por amor, Caleb―contesta mirándome a los ojos, con ese brillo tan especial. Con ese brillo que tenía el primer día que fue mi mujer―. Porque quiero que me hagas el amor, porque te amo.

Sus ojos se ven tan hermosos y me hablan con la verdad.

Sin más, la vuelvo a besar con desesperación y al mismo tiempo, transmitiéndole con cada beso y cada caricia el amor que le tengo.

Kendra termina de quitarme la camisa, lleva sus manos al cinturón de mi pantalón y lo desabrocha. Sin apartar la mirada de sus hermosos ojos, me voy quitando lentamente el pantalón.

Cuando estos están fuera de mí y dejándome en boxers, tomo el vestido de Kendra y lo saco levanto lentamente...

―Y aquí es cuando Mélin y yo tenemos que dejar este sitio―grita la señora Guzmán, saliendo del pequeño armario que tiene el estudio y sorprendiéndonos a Kendra y a mí.

Rápidamente pongo de pie y me escondo en el mismo rincón en donde estaba Kendra minutos antes. Kendra se levanta lentamente, todo sonrojada y se acomoda el vestido.

Beatriz sale como alma que lleva el diablo, con Mélin en brazos y la pequeña no deja de reír.

Al estar solos, Kendra y yo nos miramos por unos segundos. Después, sin poder evitarlo, nos echamos a reír con locura.

―Creo que acabo de perder puntos con tu madre―le digo a Kendra entre risas y saliendo del rincón―. No fue muy lindo que nos viera entrando en acción.

Ella se ríe más y corre a abrazarme.

―Jamás perderás puntos con mi mamá―contesta y recarga su cabeza en mi pecho―. Ellos son felices viéndome feliz y tú, eres mi felicidad.

La estrecho aún más en mis brazos, recargo mi barbilla en su cabeza y respiro ese aroma a mandarinas que desprende su piel.

―Será tu felicidad, todo el tiempo que lo desees.

Recordando que solo estoy en ropa interior, me separo un poco de ella y recojo mis prendas.

―Será mejor que bajemos o tu madre pensara que estamos haciendo cosas malas.

Ella asiente, me espera mientras me visto y salimos del estudio, tomados de la mano.

Continue Reading

You'll Also Like

920K 55.8K 44
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
599K 52K 55
"El día que empecé a extrañarla, ella dejó de quererme" Jeon Jungkook es un padre soltero, en busca de su propio bienestar, no parece estar preocupa...
59.9K 1.9K 58
➡𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘵𝘶𝘮𝘣𝘭𝘳 (𝙘𝙧𝙚𝙙𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙙𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙖𝙥) ➡𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘳𝘦�...
98.3K 8.2K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...