Gustavo.
Exactamente a los cinco de la tarde con cuarenta y dos minutos, revivimos una llamaba urgente del médico que está a cargo de Kendra. No puedo negar que después de colgar, mi madre se puso a llorar, teníamos mucho miedo de que nos dieran una mala noticia.
Yo no estaba listo para perder a mi hermana menor, nadie de la familia está listo para decirle adiós, ella no puede morir. Una persona tan hermosa de mente y corazón no puede despedirse de este mundo.
De todas las personas que vivimos en este planeta, ella es una que no puede irse como si nada, tiene una vida que vivir. Muchas personas la necesitamos y cinco en especial la necesitamos. Aunque la primera sea un idiota y prefiera creer en las estupideces de sus amigos, creo que saben de quien hablo, Mateo.
Quiero a mi cuñado, es una buena persona, aunque en el pasado se dejó manipular demasiado por Carlos. Antes de que lo dejara entrar más en su vida, él era tan unido a mi hermana, compartían las culpas de sus travesuras, nos molestaban a Dana y a mí. Antes ellos eran la pareja perfecta.
Muchas veces mis padres y los señores Robles, se la pasaban hablando de lo maravilloso que sería que Kendra y Mateo se casaran, que sus hijos serían hermosos y una perfecta combinación de las cualidades y defectos humanos. Esos pequeños niños que mis padres y los de Mateo soñaron, se quedaron en eso, en sueños.
Llevamos más de tres horas en el hospital y nadie nos dice nada, solo el medico nos dijo que nos necesitaba aquí, por si era necesario que mis padres firmaran un documento para realizarle a Kendra una operación de último momento.
Mis padres eran un manojo de nervios y ni se diga de Dana, ella ha estado sentaba a mi lado todo el tiempo sin decir una palabra y derramando miles de lágrimas. Y mi tío Jacob, está parado junto a mis padres, tratando de consolarlos.
A él, sus colegas no lo dejaron pasar a la habitación de Kendra, por conflicto de interés o algo así. Toda la familia está nerviosa, y a juzgar por la hora, no tardaban mucho en llegar todos los demás miembros de la familia. Todos querían estar aquí, ya fuera para recibir una buena noticia, como una mala.
―¿Dónde está? ¿Qué le paso? ―escucho que grita alguien en el pasillo y debo admitir que reconozco esa voz, Mateo y por el leve arrastre de su voz, puedo deducir que viene ebrio.
Dana me abraza con fuerza, ella le tiene algo de miedito a su hermano cuando está en ese estado y nunca me ha querido decir porque. No es un miedo voraz lo que siente, es como un miedo protector, ya que en ese estado a echo demasiadas tonterías. Ejemplos, dormir con mi hermana como cinco veces y de las cuales estoy seguro solo recuerda una o dos, pelearse conmigo a golpes, insultar a sus padres...Ufff, si digo todos los ejemplos, me quedo afónico.
―Tranquilízate, Mateo―dice Beatriz entre sollozos―. Todos estamos preocupados por mi niña, nadie aquí quiere que ella muera.
No puedo evitar sorprenderme por la mirada fulminante que él, le lanza a mi madre. Todo en él está distinto en estos momentos, es como si el Mateo de hace un par de meses hubiera regresado. Todo frio, sin lugar en sus pensamientos que fuera de si mismo.
―Yo quiero que esa zorra se muera―grita a todo pulmón y todos nos les quedamos viendo con los ojos abiertos como platos―. Toda maldita mujer fácil debería dejar de existir y arruinarme la vida.
Sin que nadie lo presintiera, mi madre camina hasta Mateo y le suelta una bofetada que resuena en las paredes.
―No te atrevas a hablar mal de mi hija. Si alguien le arruino la vida a Kendra ese fuiste tú―dice con enfado, él se soba la mejilla―. Tú le arruinaste la vida de muchas maneras...
―Beatriz, no sigas por ese camino―le advierte mi madre con nerviosismo, mirándonos a Dana y a mí. Luego mira a mi padre y a los demás presentes.
―No, Carmen. Es hora de que sepa la verdad―comenta ella con nuevas lágrimas en los ojos. Mi madre se acerca a ella y la abraza―, ella se fue por ti Mateo.
"Se fue porque descubrió que tú la dejaría sola si te contaba un secreto―Mateo la mira con atención y sonríe maliciosamente, como si no le importara saber la verdad ahora―. Kendra se fue porque estaba embarazada de ti.
Todo es silencio por un momento, nadie dice nada, ninguna respiración se oye. Es como estar en un cementerio.
Eso debe de ser mentira, Kendra no pudo haber estado embarazada de Mateo. Estaba bien que ellos durmieron juntos pero ella me dijo que siempre se protegieron, que aunque él estaba ebrio, no se olvidaba de eso.
Pero...mamá dijo "estaba", eso quiere decir que lo tuvo o que lo perdió. ¡Dios, qué sucede?
Mateo sigue mirando a mi madre, luego cambia la mirada a la suya y cuando esta asiente, él se deja caer de rodillas en el suelo.
**************SECRETAMENTE TUYA*************
Mateo.
"Kendra se fue porque estaba esperando un hijo tuyo. Kendra se fue porque estaba esperando un hijo. Kendra se fue porque estaba esperando un hijo tuyo". Esa frase no deja de reproducirse una y otra vez en mi cabeza.
Miro a Beatriz que me mira con tristeza, después vuelvo la vista para ver a mi madre y ella me diga que escuche mal... pero no, ella asiente con la cabeza y son eso sé, que es verdad.
Mi mejor amiga, la chica que en este momento odio porque durmió con mi casi hermano, estuvo embarazada de mí. Todo esto debe ser una mentira, ella... ella no...
Me dejo caer de rodillas en el suelo y lágrimas de frustración, enojo, felicidad, desesperación, salen de mis ojos como si fueran una fuente.
―¿Por qué no me lo dijo? ―pregunto mirando el suelo―¿Por qué no me dijo que estaba esperando un bebé? ¿Lo tuvo? ¿Lo aborto? ¿Qué hizo con mi hijo?
Alzo la mirada y mi madre es quien me responde:
―Ella intento decírtelo una vez y tus respuestas le dieron a conocer que tu jamás aceptarías acerté cargo del bebé, así que decidió irse porque no soportaba la idea de que tú no estuvieras con ella.
Fuerzo mi mente para que me diga que día Kendra intento decirme del embarazo, no tardó mucho en descubrir la respuesta.
[FlashBack]
Kendra fue a mi casa un par de días antes de que decidiera irse a Monterrey a cuidar a su tía Megan, quien estaba embarazada y necesitaba ayuda con sus hijos y los deberes de la casa. Antes de que ella hiciera su buena acción del año y prefiriera ayudar a su tía, que quedarse a mi lado.
―¿Así que hoy saldrás con Lina, de nuevo? ―me pregunto algo molesta, mejor dicho, me pregunto llena de celos.
Me encantaba ponerla celosa, desde hace unos meses antes, muchas veces me había planeado decirle que la quería y que deseaba que fuera mi novia. Pero ver como se ponía al verme con otras chicas era tan tierno.
Sus mejillas se enrojecían de enfado, sus ojos se ponían llorosos y me ignoraba cuando pasaba junto a ella con alguna de mis chicas.
―Sí, le llevare al nuevo hotel que hay en el centro de la ciudad―respondí con una sonrisa de satisfacción al ver como se enojaba.
Ella camino hasta detenerse a unos pasos de mí y contuve la respiración, su cuerpo siempre oía a mandarina, y sus labios eran suaves como el algodón. Retrocedí un paso, sabía que si la tenía así de cerca terminaría por besarla y aun no estaba preparado mentalmente para que ella y yo fuéramos más que amigos.
―¿Te puedo preguntar algo? ―dijo nerviosa y se comenzó a moverse por toda mi habitación. Asiento con la cabeza y ella suspira―. Nunca te ha preocupado embarazar a alguna de las chicas con las que duermes.
"Digo, me has dicho que te cuidas y todo eso pero... qué si rompiera un...―ella se ruborizo, era divertido ver su rostro cuando se hablada de sexo o preservativos―condón.
Lo pienso por unos minutos, hago memoria de todas las chicas con las que estuve y no, con ninguna paso algo tan grave.
―No, siempre uso CONDÓN―lo grite para que ella se ruborizara más y funciono, todo su rostro se volvió rojo intenso.
Ella dejo de caminar por un momento y me miro a los ojos, desde hace unos dos meses, su mirada es diferente, tiene un brillo especial. Todos en la escuela dicen que Kendra, deslumbra a miles de kilómetros, que tiene un cambio bueno pero que nadie sabe descifrar.
―Pero si... hubieras dormido con una chica en una de tus borracheras en las que de plano no recuerdas nada, hubieras tenido...sexo con ella, el condón se rompiera y después ella llegara unos meses después a decirte que está esperando un hijo tuyo.
"¿Qué le dirías? ¿Cómo reaccionarias?
Al principio no sabía cómo debía reaccionar, ella tendía a realizarte preguntas incomodas y no descansaba hasta sacarte la verdad.
―¿La verdad? ―le pregunte algo incómodo, ella asintió y se sentó en la silla frente a mi escritorio―. Mmmm, pues creo que le diría que se busque a quien cargarle la culpa. Porque fue su culpa tener relaciones conmigo cuando vio que estaba ebrio, todas saben que en ese estado, no me hago responsable de mis acciones.
Su boca se abrió ligeramente como si no pudiera creer mis palabras, sus ojos se llenaron de lágrimas un poco y ella se secó los ojos antes de que estas rodaran por sus mejillas.
―¿Simplemente le dirías eso? No te has puesto a pensar que en alguna ocasión, tú fueras el que la busco a ella, mientras estabas en ese estado, que le suplicaste con lágrimas que estuviera conmigo.
Me reí escandalosamente, que absurdas ideas pasaban por su cabeza.
―¡Vamos, Kendra! Me conoces muy bien y yo, jamás me humillaría por alguna mujer y menos, para conseguir una noche de placer.
La expresión en su rostro logro formarme un nudo en la garganta. Ella es sensible a cualquier cosa que ella no desee oír, su forma de ver el mundo es inocente, cree que todo mundo aceptara las consecuencias de sus actos, pero quién en esta jodida actualidad, se hacer cargo de sus consecuencias.
Si la novia de alguien queda embarazada y él no quiere al bebé, simplemente le habla bonito y la convence de abortar; o si la chica quiere tener al bebé, el chico la deja. Muchas cosas suceden en la actualidad, quizá si vez a una pareja de adolescente o jóvenes de diecinueve con un bebé, dices, se hizo responsable pero en ocasiones no sabemos lo que se esconde detrás de ese "se hizo responsable".
Una muestra de eso, esta mi amigo Agustín, quien embarazo a su novia y la única razón por la cual esta con ella es porque el padre de la chica lo tiene amenazado.
―¿Cómo puedes decir eso? ―grita poniéndose de pie―. Que pasaría, si tú le hubieras dicho que no querías una noche de pasión sin sentido, sino que querías hacerle el amor.
Nuevamente me reí, sí que sabe alegrarme el día.
―Eres un idiota, Mateo―por sus mejillas resbalaban las lágrimas y salió corriendo de mi habitación.
"Mujeres, de seguro está en sus días", recuerdo que esa frase paso por mi cabeza.
[Fin de FlashBack]
Otro recuerdo que bloquee cuando Kendra se fue. Ella intento decirme que estaba esperando un hijo mío. Yo simplemente, ese día le dije cosas que la hirieron.
―¿Qué hizo con el bebé?
Mi madre y Beatriz se miran unos segundos, luego miran a sus respectivos maridos, quienes asienten.
―Ella tuvo al bebé, fue niña―mi corazón se llena de felicidad al saber que Kendra no se deshizo de ella como yo sugerí inconscientemente con mis estúpidas respuestas―. Se llama Mélin Annette Robles Guzmán.
¿Lleva mi apellido? Además de que Kendra le puso el nombre que yo dije que le pondría a mi hija, cuando tenía ocho años. El nombre de Mélin, lo elegí después de ver Sakura Card Captor, ya que me pareció un nombre muy lindo y Annette, era el nombre que Kendra le quería poner a su primer hija.
Escuchar esos dos nombre juntos, nuestro apellidos juntos, era tan perfecto. Pero ya no podía decir que nuestra vida era perfecta. Ella me había mentido por meses, primero lo de sus revolcadas con Carlos, ahora, ella me oculto a mi hija.
¿Qué otras cosas me oculto? Ella de verdad no es la persona que yo pensaba que era, es tan mentirosa como todo el mundo. Y sus mentiras no fueron piadosas, sus mentiras fueron destructivas.
―¿Dónde está mi hija?
―Ella está justo aquí, Mateo―responde una voz tranquila, que transmite paz.
Me giro y veo a Megan, quien viene empujando un carrito bastante largo, en el cual vienen dos bebés―una niña y un niño―, jugando con sus sonajas.