Impossible ღ [נusтιи вιeвeя&т...

By ItsGoBieber

1M 25.4K 2.8K

More

Impossible ღ [נusтιи вιeвeя&тu]
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53

Capitulo 47

17.5K 386 69
By ItsGoBieber

“No me dejes, por favor.”

Desperté por el sonido de mi móvil a mi lado. Suspiré y solté un gruñido por mi boca mientras me daba la vuelta en la cama. Pasé mi mano por mi rostro restregándolo con fuerza y emití un quejido. “¿Porque?” Me quejé como si fuera la cosa mas injusta del mundo despertarme.

Créeme. Para mi en esos momentos, lo era.

Para cuando cogí el teléfono ya habían colgado, eso hizo que emitiera un gruñido mas alto y de exasperación. Abrí mis ojos acomodándome a la luz que daba y luego suspiré para sentarme sobre la cama poco después. Pasé de nuevo, mis manos con frustración sobre mi rostro y salté de la cama para meterme en la ducha.

Salí veinte minutos después y envolví una toalla alrededor de mi cuerpo para sentarme sobre la cama. Miré el reloj de mi iPhone y este marcaba las once de la mañana. Vaya, era algo tarde. El desayuno estaba sobre una bandeja en un carrito a un lado de la habitación. Supuse que el servicio de habitaciones lo había dejado ahí mientras tomaba una ducha.

Me acerqué y me senté sobre el sofá sirviéndome un zumo de naranja fresco y cogiendo un croissant. Tampoco tenía mucho hambre teniendo en cuenta que acababa de despertar.

Me di crema por todo mi cuerpo y luego me vestí, poniéndome unos shorts cortos negros algo rotos por los bordes y una blusa de color morado. Me encantaba. Mi pelo estaba casi seco y las ondas se esparcían por mi espalda cuando aparté todo mi cabello hacia atrás. Me puse unas botas moteras algo arrugadas, como las que tenía Miley y me terminé de arreglar frente al espejo. Hoy iríamos al zoo y tenía ilusión. Solo una vez en mi vida había ido.

Fui a comer con Allison y Dan fuera. Me lo pasé genial con ellos. Eran tan divertidos y graciosos y te hacían olvidarte de todo. Kenny hacía bromas con su voz y yo casi me atraganto con la comida y el agua que tragaba.

Llegamos al hotel después de pasar un rato fuera y nos encontramos con todos abajo en el hall. Estaban esperando para marcharnos al zoo. “Hey.” Saludé a Jason, que estaba hablando con Justin y los chicos. Me acerqué a ellos sonriente.

“Hey, ¿como fue la comida?” Preguntó con curiosidad Jason.

“Genial, ¿y la vuestra?” Les miré a los tres.

“Muy bien.” Sonrieron contentos.

“Me alegro. ¿Cuando nos vamos a ir?” Lamí mis labios.

“Ahora, supongo.” Justin se encogió de hombros. Yo asentí con mi cabeza mirándole a la vez que hacía una mueca intentando esbozar una sonrisa.

“Nos vamos al zoo!” Alfredo dijo haciendo que riéramos todos a la vez.

“A veces creo que estoy con un grupo de adolescentes de vacaciones.” Jason se llevó sus manos a la cabeza y Justin soltó una carcajada.

“¿No te hace ilusión?” Le pregunté sonriendo de oreja a oreja.

“Realmente... no.” Sacudió su cabeza y sonreí.

“Oh, ¿en serio no te gustan los animales?” Le pregunté con incredulidad.

Es decir, ¿a quien no le gustan los animales?

“Me gustan, pero no me hace mucha ilusión verlos en un zoo.” Se encogió de hombros. Yo asentí.

“Oh, ya veo.”

“Chicos, vamos!” Allison nos llamó a todos para salir del hotel y montarnos en numerosos coches. Iríamos la mayoría del equipo, hasta los bailarines. Me encantaban esas tardes de grupo. Me lo pasaba genialmente bien.

Me monté en el coche grande con Jason, Justin, Alfredo, Ryan y los amigos de Justin. Allison iba a mi lado y íbamos hablando animadamente. Todos estaban sumergidos en sus conversaciones. 

Entramos al zoo todos juntos, pero en grupos. Unos iban por delante y otros por detrás. Ryan y Za con Maejoralli iban comentando cada cosa que veían. En cambio, yo iba al lado de Alfredo y Justin viendo a todos los animales que había por allí. “Yo! Man! Me encanta!” Za gritó haciendo que riéramos divertidos y sacudí mi cabeza.

Me acerqué un poco mas para observar los elefantes. Estaba sonriendo como una auténtica idiota. Ni siquiera podía quitar la sonrisa de la cara. “Awww, son tan monos.” Dije mirándolos. Alfredo se acercó a mi lado. Justin estaba detrás.

“Si, pero seguro que si te pisa no dices lo mismo.” Alfredo comentó haciendo que me volteara. Negué con mi cabeza. Acerqué mi iPhone y les hice una foto con la cámara.

“Aguafiestas.” Justin rió por mi comentario y mi ceño fruncido.

Caminamos con nuestros refrescos en nuestra mano mientras bebíamos. Hacía muchisima calor. Me abanicaba de vez en cuando con mi mano y suspiraba con cansancio. El calor me agotaba totalmente.

Caminé reduciendo el paso al llegar a un lugar donde había leones y luego volví mi mirada para ver a algunos tigres. Eran mis animales favoritos. “Oh dios, me encantan.” Susurré acercándome mas para hacerles una foto.

“Wow, son preciosos.” Justin comentó a mi lado y le miré sonriente mientras me empanaba en sus rasgos.

Tu si que eres precioso.

Lamí mis labios y tragué saliva con dificultad. Se volteó poco después y me sonrió mirándome a través de sus gafas. “¿Te gustan?” Preguntó haciendo que bajara de las nubes. Asentí sonriendo tímidamente.

“Me encantan. Es mi animal favorito.”

“¿Los tigres?” Preguntó con curiosidad mientras volvía mi mirada hacia ellos. Asentí con mi cabeza.

“A mi también me encantan.” El sonrió mientras sentía su mirada sobre mi. Ajusté mis Ray Ban sobre mis ojos y seguí caminando quedándome atrasada con Alfredo y Justin mientras comentábamos anécdotas sobre aquellos animales.

“Hey chicos!” Jason nos llamó desde algo mas adelante y nosotros avanzamos hacia el cuando hizo un gesto con su mano para que fuéramos. “Venid!” Nos llamó.

Entramos hacia un lugar. Había algo de gente. Estaban los chicos mirando a un cachorro de tigre blanco. Me quedé sorprendida y abrí mi boca.

Si, así era cuando veía algo que me sorprendía.

“Oh Dios mío.” Jason sonrió.

“Sabía que os gustaría.” Cuando me volteé Justin ya estaba pidiendo permiso para cogerlo y hacerse una foto con él. Sonreí negando con mi cabeza sin poder evitarlo.

Este chico...

“¿Puedo cogerlo, por favor?” Una mujer asintió y él se acercó a él mientras lo cogía en brazo y lo acariciaba suavemente. Hizo una mueca con su rostro haciéndome reír. Se hizo una foto con unas chicas que había allí y luego un par otra él solo. “¿Quieres cogerlo?” Me miró poco después y me sorprendí. “Oh, vamos, no hace daño y no pesa tanto.”

“Pero...” Miré a una ayudante del zoo y ella me sonrió asintiendo con su cabeza.

“Puedes cogerlo.” Lamí mis labios con nerviosismo y asentí acercándome a Justin y a aquella ayudante que estaba al lado de Justin. Estaba sorprendida y maravillada, aunque tenía algo de miedo.

Mordí mi labio y Justin dejó sobre mis brazos al tigre. Pesaba algo pero se podía soportar por un rato. Lo acaricié sonriente y lo miré atentamente bajo la mirada de todos. “Aww, es tan lindo.” Lo miré de nuevo pasando mi mano por su espalda cubierta de pelo blanco. Lo arrimé hacia mi pecho para que no se cayera. “¿Puedo quedármelo?” Dije bromeando. Jason arqueó su ceja y yo sonreí intentando contener las ganas de reír. “Solo bromeaba.” La ayudante se rió alegremente a mi lado. Me hice unas cuantas fotos y luego lo deje en los brazos de aquella mujer.

Le agradecimos amablemente y nos marchamos de allí, saliendo de aquella “caseta”. El sol me volvió a dar en mis ojos y puse de nuevo mis gafas sobre mi rostro. “Creo que me acabo de enamorar.” Comenté y Alfredo empezó a reír a carcajadas a mi lado.

Caminamos por allí, terminando de ver los animales. Estaba algo cansada, pero no me importaba me lo había pasado tan genial que valía la pena andar tanto. Llegamos a un acuario, grandísimo. Me detuve en la entrada. La mayoría habían entrado. Tragué saliva con dificultad. Suspiré y entré adentro.

“¿Estas bien?” Justin comentó a mi lado con algo de preocupación en su rostro.

Yo le miré a los ojos y ni siquiera supe como contestarle. “Simplemente... me da algo de miedo esto.” Tragué saliva.

“¿Porque?” Seguimos caminando por allí. Pero íbamos algo retrasados. Veía a Alfredo, Ryan y los demás chicos por delante, a bastantes metros de nosotros.

Tragué saliva al entrar justo en el pasillo, o mas bien, túnel, lleno de agua. Encima tenías a animales. Suspiré intentando contener los nervios. Oh dios mío, nadie sabía lo mal que lo estaba pasando.

“Tengo fobia a los tiburones. Me dan mucho miedo.” Confesé. El sonrió intentando aliviar la tensión.

“Oh, pero están detrás del cristal y no te pueden hacer nada.” El me intentó convencer. Pasé mi mano por mi cabello.

“Me da igual. Simplemente no puedo.” Suspiré mirando al túnel que acabábamos de entrar.

“Esta bien... ¿confías en mi?” Me preguntó acercándose a mi. Sentí miradas sobre nosotros.

“Chicos! ¿Vais a venir o no?” Alfredo levantó su voz.

“Adelantaos! Os alcanzaremos.” Alfredo asintió con su cabeza mientras Justin le contestaba y se perdió por el final del túnel largo.

Lamí mis labios y asentí con mi cabeza. “Si, confío en ti.”

Sus ojos no dejaban ni un solo segundo los míos. “Bien, entonces vamos.” Pasó su brazo por mis hombros acercándose a mi cuerpo y me sentí protegida. Suspiré y tragué saliva mientras empezábamos a andar. Pasé mi mano por mi cabello y lo alisé con mi dedo nerviosa.

Justin miraba a un lado mientras nos acercábamos al cristal un poco y luego miramos encima de nosotros. Estaba impresionada cada vez que veía a los animales nadando por encima de las personas. Sonreí sin poder evitarlo. “¿Te gusta?” Preguntó en voz baja.

Le miré y asentí tímidamente. “Si, es... genial.” Apenas me salían las palabras. El sonrió de nuevo haciendo que le mirara a sus labios. Volví mi rostro.

“Ves, te lo dije.” Había algo de gente allí dentro, pero la mayoría no nos reconoció. Eso era bueno. Me hacía sentir por primera vez en mucho tiempo, tranquila y sin agobios. Me sentía normal de nuevo. Y se sentía bien estando al lado de Justin.

Su aroma me envolvía cada vez que me acercaba un poco más a él. “Oh, no mires.”

Le fruncí mi ceño mientras le miraba a sus ojos. El miraba a mi lado. Se me había olvidado completamente todo. “¿Porqu--?” Me quedé sin habla al ver a un tiburón justo en frente de mi.

Tapé mi boca ahogando un chillido. Rápidamente me volteé y escondí mi cara en su pecho. El acarició mi espalda con sus manos. “Te lo dije.” Dijo con diversión en sus palabras mientras soltaba una pequeña risita.

“Oh, mier*da, no puedo cerrar los ojos porque lo veo.” Mi respiración era tan acelerada que me iba a dar un infarto o algo así. Tragué saliva y contuve mi respiración intentando tranquilizarme. Me aferré a él con tanta fuerza que ni si quiera me di cuenta.

Si has tenido alguna vez fobia a algo, me comprenderás y sabrás de lo que hablo.

“Entonces no los cierres. Mira al suelo o mírame a mi.” Sería mejor la segunda opción, pero no lo era del todo, porque me olvidaría de donde estaba y me pasaría lo mismo una y otra vez. “Oh Dios, ______, no me aprietes tanto.” Aflojé mi agarre rápidamente.

“Oh Dios, lo siento Justin.” Dije apenada con arrepentimiento en mi voz, pero todavía sin levantar mi cabeza de su pecho aterrada por lo que acababa de ver ante mis ojos.

Justin, ¿porque me haces olvidarme de todo a mi alrededor?

Sonrió acariciando mi espalda suavemente para calmarme. “Tranquila.” Dijo justo cuando levanté mi cabeza de su pecho. Seguimos caminando un poco. “Ya no hay casi.” Murmuró en mi oreja al llegar a la mitad del túnel.

Asentí con mi cabeza. Ni siquiera me di cuenta pero había pasado mi brazo por su espalda para abrazarme a él. Me sentía tan bien en ese momento--después del susto que me había llevado-- a su lado. Lamí mis labios y seguí mirando el agua con los peces. “¿Has visto esa raya?” El comentó.

Yo asentí con mi cabeza. “Wow, es genial.” La vi en el cristal, a mi lado. “Me encantaría poder nadar.” Dije mirándole a los ojos. El sonrió.

“Y a mi... pero donde no haya tiburones.” Yo reí levemente por su comentario.

“¿Porque?” Pregunté con curiosidad poco después.

“Si te digo la verdad, a mi tampoco me gustan, me dan algo de... miedo.” Se encogió de hombros mientras miraba atentamente a su alrededor y yo le miraba a su rostro. Se notaba la línea de su mandíbula y bajo mi mano izquierda sentía los músculos de su espalda. Estaba tan fuerte. Lo acaricié con suavidad suspirando.

“Vaya, veo que no soy la única.” El pasó su gran mano por mi hombro derecho y le dio un suave apretón bajando sus dedos por mi parte superior del brazo, luego lo subió y puso su mano encima de mi hombros. Sonrió al mirarme y seguimos caminando a paso lento por aquel túnel. A veces comentábamos algo y empezábamos a hablar mientras disfrutábamos de la compañía el uno del otro.

“No mires ahora.” Esta vez ni siquiera me dio tiempo a reaccionar, su mano paso por mi mejilla para acariciarla suavemente y puso mi cabeza en su pecho para que no tuviera la tentación de mirar. Mi corazón empezó a latir tan deprisa que sentía que se iba a salir de su sitio. El siguió mirando a mi lado al cristal, disfrutando de las vistas.

“¿Ya puedo?” Le pregunté mientras el asentía. Suspiré profundamente.

Smith, ¿Para que demonios preguntas? Podrías haber tenido una excusa para haberte quedado en su pecho mas tiempo.

Me di una bofetada interiormente. A veces era demasiado imbé*cil.

“Gracias.” Sonreí mirándole embobada mientras me aferraba a su cuerpo a la vez que caminábamos por allí, íbamos a llegar al final del túnel rápidamente, y eso no me gustaba.

“¿Porque?” Preguntó curioso mirándome a los ojos expectante.

“Por ayudarme.” A atravesar este túnel... mejor dicho, el túnel de mier*da que puede llegar a resultar a veces la vida. Pero solo con su ayuda, había podido llegar hasta el final, gracias a sus palabras de aliento y a su proximidad. Me hacía sentir como si todo fuera bien.

“No importa.” Sonrió.

Si alguna vez, en mi vida, me hubieran dicho que no querría irme de un túnel con tiburones rodeándome. Me hubiera reído en la cara de la persona que me lo hubiera dicho. Pero en realidad... no me quería ir de allí, porque sabía que estaba con él y eso me hacía sentir bien.

Llámame loca, pero me daba la sensación de que éramos una pareja más, como las que había a nuestro alrededor abrazadas. Ojalá, fuera así.

“¿Estas bien?” Dijo mientras llegábamos casi al final del túnel. Yo suspiré y me asentí con mi cabeza, todavía aferrada a él.

“Si.” Sonreí mirándole de nuevo a sus ojos. Nunca me cansaría de mirarle a sus hermosos ojos mieles. Simplemente cuando me miraban me sentía mejor. Todo de él me hacía sentir mejor, desde su música, pasando por su voz, abrazos, mirada... TODO.

Bajó sus labios y dejó un beso sobre mi frente, haciendo que mi cuerpo se volviera completamente gelatina. Acaricié mi espalda con mis dedos y antes de marcharnos del túnel se detuvo. “Dile adiós a tus amigos.” Bromeó. Y yo le miré con incredulidad.

“¿En serio Justin?” Ni siquiera me volví para mirar al acuario.

El rió a carcajadas a mi lado. “Solo bromeo ______.” Dijo con diversión, todavía riendo a mi lado y me dio un abrazo de lado, atrayéndome con su brazo derecho hacia su cuerpo y apretándome fuertemente. “No te enfades.” Susurró suavemente.

“Lo se, pero no eres gracioso. Y no me enfado.” Dije con tono algo serio, pero en realidad no me podía enfadar con Justin.

¿Como puedes enfadarte con una persona como él? Era impossible. Con solo mirarle a los ojos o escuchar su sonrisa, te se olvidaba la razón por la que estabas enfadada con él.

“Sabes que lo soy. No te mientas a ti misma, es malo.” Bromeó de nuevo haciendo que le mirara a sus ojos y no pude más por la mueca que hizo, solté una risa leve dándome por vencida, a la vez que intentaba contenerme.

“Lo que sea.” El rió de nuevo y mientras salíamos de aquel túnel dio un beso en mi sien. Pasamos rápidamente a otra sala, en la que hacía algo de frío. Empezamos a observar los pingüinos y yo me acerqué mas para verlos. Ni siquiera nos habíamos apartado el uno del otro.

“Hmmm... me recuerdan a cierta persona...” Dejo caer su frase en el aire y le miré a los ojos dándole con mi mano en su pecho mientras el hacía una mueca quejándose por el golpe. El rió.

¿Me estaba diciendo que le recordaban a mi porque cierta persona me dejo casi sin poder andar por el dolor?

“Si, Smith. Te lo esta diciendo por eso.” La voz de atrás de mi cabeza respondió.

Gracias por la aclaración jodida voz de detrás de mi cabeza. Recuérdame que te pregunte donde esta el jodido botón de off para apagarte y que desaparezcas de una vez de ahí atrás.

“¿Te estas burlando de mi Bieber?” Le miré desafiante arqueando una de mis cejas. Sonrió de nuevo. Bajando de mi nube.

“Para nada.” Negué con su cabeza. “Son lindos. Lo decía por eso.” Se encogió de hombros y yo me sonrojé. Tragué saliva. “Bueno... realmente lo decía por las dos cosas.” Rió con diversión. Le pegué en su hombro.

“De nuevo, no eres gracioso.” Bufé frunciendo mi ceño. El hizo una mueca ladeando su cabeza hacia un lado mientras me miraba. “¿Te has tragado un payaso hoy o que?” Le dije mientras el reía de nuevo.

Sacudió su cabeza intentando contenerse. “Eres muy graciosa.” Dijo mirándome a los ojos mientras caminábamos para meternos en otra sala y seguir viendo los animales. Arqueé mi ceja esta vez con diversión en mi mirada. “¿Que? ¿También me vas a pegar por decir que eres graciosa?” Lamió sus labios intentando ocultar una sonrisa.

“No, porque quiero ver los animales.” Le dije divertida y el sonrió por mi mueca. “Vamos.” Empecé a caminar con él a mi lado. No quitaba su mirada de mi y eso me hacía poner algo nerviosa. Sin ni siquiera decir nada, se detuvo deteniéndome con él y miró a los lados rápidamente. Le miré extrañada.

“Justin, ¿Que miras?” Le pregunté. El no contestó. “Me estas preoc--” Me interrumpió plantando sus labios sobre los míos entrecortándome con rapidez. Me dejo sin aliento y me sorprendió. Sus manos estaban sobre mis mejillas para acercarme hacia su boca sin problemas. Solté un gemido entre en beso y abrió su boca de nuevo para besarme.

Segundos después se apartó dejando un beso en mis labios antes de mirarme a los ojos. Me quedé aturdida por su reacción. Lamí mis labios y contuve mi respiración al igual que él. “Vamos.” Sonrió volteándome con suavidad y poniendo de nuevo su brazo alrededor de mi hombro guiándonos hacia una sala. Había un cartel en la entrada que ponía ‘Osos polares’.

Suerte que casi no había gente donde estábamos y no nos habían visto.

“¿Donde estabais vosotros dos?” Jason se acercó a nosotros al entrar en aquella sala.

“Solo te diré una cosa... tiburones.” Le dije mientras Allison se acercaba a nosotros y nos miraba con curiosidad, Alfredo sonrió por mi comentario.

“Vaya, casi lo olvido... ¿conseguiste pasar con ella por allí?” Jason se dirigió hacia Justin. El me miró a mi y luego a Jason.

“Costó, pero al final pudo.” Se encogió de hombros.

“Me dejasteis sola.” Me quejé. “Si no llega a ser por Justin, creo que me hubiera quedado allí hasta que hubiera cerrado el Zoo.” Allison negó con su cabeza sin poder evitar su sonrisa.

“Vamos.” Alfredo. “Os encantarán los osos polares.” Comentó mientras asentíamos y lo seguíamos para verlos. Empecé a hacer fotos y los chicos nos miraron con curiosidad. Za le hizo una mueca a Justin sonriente y Ryan hizo lo mismo.

Me encantaban los osos polares.

--

13 de Julio

Cleveland.

Caminé por el pasillo del backstage y me dirigí hacia el escenario donde estaba la mayoría de personas esperando a que el concierto empezara. Me dáron suerte y simplemente cogí el micrófono y salí al escenario como en todos los conciertos de la gira. Algo no estaba bien dentro de mi. Era como si presintiera algo malo y no me gustaba para nada.

Nada mas salir del escenario me dirigí sin decirle nada a nadie a mi backstage para coger mi iPhone y llamar a Matt, para comprobar si estaba realmente bien. “Matt.”

“______!” Sonó contento al escucharme, hice una mueca intentando esbozar una sonrisa, pero ni siquiera me salió.

“Hey, ¿como estas?” Pregunté desde mi lado del teléfono. Mi voz no era muy animada que digamos, y sabía que el lo iba a notar.

“Algo dolorido, pero los doctores dijeron que era normal.” Suspiré pasando mi mano por mi cabello para retirarlo de mi rostro porque caía sobre el.

“¿Todo bien?” Pregunté todavía preocupada.

“Si, todo bien. ¿Por que?” En su voz había curiosidad.

“Por nada.” Intenté sonreír para quitarle importancia al asunto.

“______, ¿estas bien?” Estaba preocupado por su tono de voz. Suspiré sentándome sobre el sofá mientras sentía los gritos de las fans en el escenario.

“Si, solo que... quería asegurarme.” Lamí mis labios.

“No me convences.” Mordí mi labio inferior. Era duro de roer.

“Matt, estoy bien.” Solté una leve risa para tranquilizarle, pero salió mas falsa de lo que esperaba. Algo dentro de mi se estremeció.

“Esta bien. Hablamos mañana, buenas noches _____.” Se despidió.

“Buenas noches Matt.” Colgué la llamada y dejé mi iPhone sobre mis manos mientras miraba a un punto fijo en el suelo. Un sonido en la puerta abierta del backstage me sobresaltó haciendo que mi cabeza se girara hacia allí.

“¿Donde te metes? No te encontraba.” Jason se cruzó de brazos mientras yo cogía una botella de agua de la mesa en frente de mi para beber un sorbo.

Me encogí de hombros. “Estaba cansada.”

“Saliste disparada del escenario.”

Suspiré con cansancio. “Quería hablar con Matt, se lo prometí.” Le quité importancia a todo ello y me levanté finalmente del sofá. El asintió con su cabeza todavía con sus brazos cruzados sobre su pecho. Salí del backstage y el me siguió detrás.

“Algo va mal, lo se.” El me detuvo en seco con sus palabras.

“¿Que estas diciendo?” Me volteé para mirarle a los ojos. Estaba sorprendida.

“Estas rara _____, no soy tonto.” Mordí mi labio y miré al suelo sin saber que decir. “No juegues al despiste conmigo porque se perfectamente que te pasa algo.” Suspiré, quedándome sin apenas palabras para decir.

“Tengo un mal presentimiento Jason.” Le miré a los ojos con miedo. Era como si algo fuera a pasar.

“¿Por que?” Me miró a los ojos con incredulidad, su voz era mas baja esta vez.

“No lo se.” Me llevé mi mano a mi cabeza. “Simplemente, ese sentimiento esta ahí y no se va desde esta mañana.” Negué con mi cabeza sin saber como explicar lo que me pasaba.

“No pienses mas en ello, seguramente no es nada.” Me intentó alegrar con una de sus sonrisas, yo hice una mueca y asentí, sabiendo perfectamente que era algo... malo. No siempre sentía presentimientos y luego todo iba bien.

Mier*da, no tenía que haberle dicho a Justin que había alguien en aquel hotel y tenía miedo. Si no le hubiera dicho nada, Matt estaría perfectamente bien y no hubiera pasado nada malo. Pero como no, tenía que joder todo... como siempre.

“Vamos, Justin saldrá en unos minutos.” Pasó su mano por mi espalda y me guió avanzando por el pasillo. Yo simplemente asentí con mi cabeza y me dirigí con él donde estaban los demás para disfrutar de un concierto más.

Fue increíble como siempre. Justin era así, no se podía decir nada más.

Luego nos fuimos a cenar todos juntos, entre risas. Estaba sentada justo al lado de Allison y en frente de Justin. Nos sonreíamos de vez en cuando y nos lanzábamos miradas que me dejaban sin apenas respiración.

“¿Todo bien?” Allison me preguntó al oído en un susurro con diversión. Yo asentí sonriente. “Se nota.” Hice una mueca y sin poder evitarlo empecé a reír contenta.

“Oh cállate.” Le regañé con mis palabras.

“Oh vamos, no digas eso... sabes que te vas a sonrojar en cualquier momento.” Siguió jugando mientras yo intentaba contener mi risa mordiendo mi labio. Cogí el agua y bebí un sorbo para intentar tranquilizarme. Ella rió divertida.

“Allison.” Le miré intentando mantener una mirada dura y ella sonrió haciéndome sonreír de nuevo. Mis mejillas dolían de tanta risa, así que decidí ignorarla y miré al frente encontrándome con la mirada de Justin de nuevo.

“¿Que es tan gracioso?” La voz de Justin nos interrumpió, haciendo que mordiera mi labio.

Por favor no te pongas roja ahora, por favor no, no, no.

Tragué saliva y negué con mi cabeza encogiéndome de hombros. “Nada.” Sentí un roce del brazo de Allison con el mío, la miré. Había sido sin querer.

Jason nos miró con su ceño fruncido, como siempre, sin saber que estaba pasando, al igual que el resto de la mesa. El resto de la cena fue amena.

Estaba aburrida y no sabía que hacer así que le pregunté a Justin si me podía ir con Fredo, su amigo y él, al estudio donde trabajarían. Me vendría bien salir del hotel por un rato y olvidarme de las cosas.

Llegamos al estudio y Justin empezó a trabajar en mas música. Alfredo y yo hablábamos sobre los proyectos que teníamos planeados y la nueva música que estaba escribiendo en los viajes en el bus. “Le va a gustar a la gente.”

“¿Tu crees?” Le pregunté con curiosidad. El asintió con su cabeza.

“No lo creo, lo se.” Sonreí agradeciéndole con mi mirada.

“Tengo mucho escrito, pero todavía tengo que retocarlo.” Lamí mis labios sintiendo una conversación con Justin y su amigo en el fondo. Estaban hablando de tonos, subir algo mas la música o bajarla.

“______, se perfectamente como eres. Miras, retocas, repasas y relees las cosas miles de veces.” Reí con complicidad.

“Lo se.” Me encogí de hombros. “Pero que puedo decir, soy así.”

“Y eso me gusta.” Apuntó con su dedo.

Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi short y lo saqué rápidamente, atrayendo la mirada de Justin y su amigo. Pero rápidamente siguieron hablando.

“¿Si?” Pregunté sin mirar el identificador de llamadas.

“______.” La voz de Jason al otro lado de la línea me hizo estremecer. Su voz era seria. Algo no iba bien.

“Jason, te dije que llegaría algo tarde.” Lamí mis labios.

“¿Cuanto os queda?” Preguntó suspirando. Vale, eso me estaba poniendo ya de los nervios.

“No lo se,” Me encogí de hombros y dirigí mi mirada hacia los ojos de Justin. “¿Llegaremos tarde?” Pregunté.

“No, solo falta retocar esto y todo listo.” Yo asentí con mi cabeza haciendo una mueca.

“¿Lo has oído?”

“Si.”

“Jason.” Hice una pausa. “¿Por que has llamado?” Insistí, todavía de pie.

Suspiró con profundidad. Ni siquiera contestó.

“Jason, sabes que me estas poniendo nerviosa, ¿verdad?” Lamí mis labios. Alfredo me miró con su ceño fruncido preguntándome con su mirada que pasaba, yo negué con mi cabeza.

“______, siéntate.” Tragué saliva con dificultad.

“Jason.” Mi voz era de alarma. “¿Que esta mal?”

“Tu solo siéntate _____.” Me obligó y me senté justo en frente de Alfredo mientras atraía las miradas de Justin y su amigo.

“¿Que esta mal?” Justin preguntó en voz baja dirigiéndose hacia nosotros, Alfredo se encogió de hombros.

Suspiró como si le costara lo que iba a decir. “Acabo de ver las noticias y...”

“Jason, como no sueltes lo que pasa, te juro por lo que mas quieras que voy al hotel y te--” Me interrumpió.

“Cory ha muerto.” Lo lanzó así. Sin más. Sin previo aviso. Algo dentro de mi se removió. Negué con mi cabeza en completo shock. No podía creer lo que escuchaban mis oídos.

“¿Que?” Le pregunté con incredulidad. Mi expresión había cambiado. Alfredo y los demás me miraban con preocupación. Justin tenía su ceño fruncido. “No, no no.” Negué con mi cabeza, negándome a que fuera verdad. “Eso... no puede ser. Es decir--” Me interrumpió de nuevo.

“Si, _____, es verdad. Lo acabo de ver en las noticias. Lo encontraron en su hotel de Canadá sin vida.” Tragué saliva con dificultad mirando al suelo mientras pasaba mi mano libre por mi cabello apartándolo.

“Pero como--” No supe que más decir. “Es decir, el estaba bien.”

“No lo se. Eso es todo lo que han dicho.” Suspiró. “¿Estas bien?” Preguntó con preocupación.

“No lo se, Jason. Estoy... simplemente no me lo puedo creer.” Negué con mi cabeza suspirando.

“Es normal _____. Te espero, ¿vale?” Asentí con mi cabeza.

“Si, nos vemos.” Lamí mis labios.

“Nos vemos.” Colgué la llamada y rápidamente toda la atención de la habitación de los tres chicos se puso en mi. Mordí mi labio dejando el iPhone en la mesa de al lado y puse mis codos sobre mis rodillas agachando mi cabeza para pasar mis manos por mi cabello con frustración.

Simplemente no podía ser verdad. No podía creerlo. Era tan joven... tenía mucho por delante.

“_____, ¿que esta pasando?” Alfredo hizo que levantara mi cabeza para mirarle. Ni siquiera tenía palabras para poder decir el que estaba pasando. Estaba en shock.

“Jason me acaba de llamar y...” Me interrumpí, sin saber como decirlo.

“¿Pasó algo malo?” Justin exigió alarmado al ver mi rostro de tristeza y shock. Suspiré.

“Cory Monteith ha muerto.” Le miré con tristeza en mis ojos.

“Oh Dios mío.” Alfredo se quedó sorprendido y Justin suspiró.

“Pero...” Interrumpí a Justin antes de que dijera nada.

“Lo acaban de decir en las noticias.” Lamí mis labios.

“Mier*da.” Justin respondió.

“Wow, es... no puedo creerlo.” Alfredo comentó todavía en shock.

“Ni yo... es tan... inesperado.” Negué con mi cabeza.

“Creo que deberíamos de irnos ya, es tarde.” Maejoralli comentó y Justin asintió con su cabeza.

Nos marchamos del estudio. Alfredo iba a mi lado y no parábamos de hablar de lo que había pasado, simplemente los dos estábamos en shock, ni siquiera lo podíamos creer. La noticia nos había dejado a todos impresionados. No nos lo esperábamos.

Llegamos al coche y nos sentamos. Me acomodé al lado de la ventanilla. Justin iba a mi lado y Alfredo con Maejoralli a su lado. Miraba por la ventana mientras mi vista se perdía entre las luces de las farolas que la ciudad. Tragué saliva y suspiré.

Cuando te dan una noticia, tan mala, que no te esperas. La primera reacción es negarla. Te niegas a creer que algo malo le haya pasado a una persona que apreciabas mucho, como me ocurría con Cory. Le había conocido dos veces y había sido tan amable conmigo. Era divertido y no paraba de sonreir. Lo admiraba porque tenía muchísimo talento y veía algunos capítulos de Glee por él. Era mi actor favorito, cabe decir.

Simplemente era increíble que una persona tan buena como él se hubiera ido tan pronto, con tanta vida por delante y sueños por cumplir. Pero por desgracia, las personas buenas se van pronto.

Notaba de fondo la conversación de Maejoralli y Alfredo, hablaban de algo que no conseguía distinguir. Sentí una voz a mi lado y volví mi cabeza todavía algo aturdida por lo que acababa de pasar.

Que te digan que ha muerto una persona a la que admirabas y habías conocido, era una de las peores cosas que te podía pasar en la vida.

“______.” La voz de Justin me hizo bajar de mis pensamientos para aterrizar en aquel coche que nos dirigía hacia el hotel de Cleveland. Era plena noche y hacía algo de calor.

“Si.” Le miré con seriedad a los ojos.

“¿Estas bien?” Preguntó con preocupación en su tono de voz.

Asentí con mi cabeza. “Si.” Intenté esbozar una pequeña sonrisa para tranquilizarle, pero no funcionó con él.

Suspiró con profundidad e iba a decir algo cuando Maejoralli le preguntó algo. Me miró por última vez y volví mi rostro a la vez que él. Apoyé mi mano en mi mejilla mirando la calle y poco después noté como el coche paraba en frente del hotel. Sin decir nada bajé de allí lo antes posible. Quería hablar con Jason y que me contara lo que había pasado.

Esperé el ascensor y los chicos me alcanzaron. El silencio inundó el ascensor y justo poco después llegamos a la planta. Me dirigí sin decir apenas nada hacia la habitación de Jason, allí estaba Bruce. Justin y los demás entraron detrás de mi para saber que había pasado.

“______.” Me dijo dirigiéndose hacia mi, me abrazó. Le correspondí el abrazo, por mi parte frío. Simplemente quería que me dijera algo y ya. “¿Como estas?” Me dijo mientras me sentaba en frente de él.

“Di lo que ha pasado por favor.” Suspiré esquivando su pregunta. Empezó a decir todo... absolutamente todo con detalles. Escuchaba atentamente la noticia sin saber que hacer. Mi rostro estaba serio y ponía atención a cada una de las cosas que decía.

Los chicos comentaban lo sorprendidos que estaban y yo ni siquiera dije nada. Todavía estaba en shock, hacía apenas media hora que había recibido la noticia, era normal. La mirada de Jason se fijó sobre mi mientras los chicos se despedían. “Buenas noches.” Alfredo abrió la puerta para irse. Justin me miró por última vez y se marchó.

“Buenas noches chicos.” Jason y Bruce dijeron. Todavía estaba sentada con mi mirada fija en el suelo. “Hey, _____.” Levanté mi mirada para coincidir con sus ojos. “Dime al menos si estas bien.”

Me encogí de hombros. “No lo se Jason. Es simplemente...” Negué con mi cabeza. Ni siquiera las lágrimas me salían de mis ojos. “no lo se. Todo es tan repentino y malo que me cuesta creerlo.” Lamí mis labios.

“Es normal, es decir... nadie lo esperaba. Pero estas cosas pasan y simplemente no podemos hacer nada para evitarlo.” Me miró a los ojos y yo asentí con mi cabeza pasando mi mano por mi cabello.

“Estas en shock _____. Es normal que estés así.” Bruce se acercó a mi y poco después me levanté. Simplemente quería irme a la cama y dormir, llorar o lo que fuera que quisiera.

“Si necesitas algo...” Asentí con mi cabeza sabiendo su frase. Jason suspiró y Bruce y yo nos marchamos de allí. Me despedí de él y me dirigí hacia mi habitación. Justo antes de llegar a la puerta de mi suite sentí pasos a mi espalda. Era Justin.

Venía en dirección a su habitación. Seguramente se habría ido con Alfredo o su amigo a sus habitación y regresaba a la suya.

“______.” Su voz me hizo estremecer. Levanté mi mirada para coincidir con sus ojos mieles claros y lamí mis labios mientras se terminaba de acercar para quedar justo en frente de mi. Jugué con la tarjeta de la suite en mis manos.

“Si.” Esperé a que respondiera.

“¿Como estas?” Me preguntó y me interrumpió antes de que tuviera la oportunidad de contestar. “Y no me digas que bien porque se perfectamente que no lo estas aunque lo niegues.” Miré al suelo y suspiré.

“Simplemente no... no se como me siento.” Exploté, diciendo como me sentía bajo su atenta mirada de preocupación. “Todo esto es tan repentino, confuso y malo que ni siquiera se como debo sentirme al respecto.” Mi voz se quebró sintiendo como mi labio temblaba. El nudo en mi garganta aumentó.

“Acabo de enterarme que una de las personas a las que mas admiraba ha muerto y estoy en shock. No se como me siento ni como demonios me debo de sentir.” Dije con rabia en mis palabras mientras contenía un sollozo poniendo mi mano en mi boca volviendo mi cabeza para que no me viera de esa forma.

“Hey.” Sentí su voz susurrar mientras se acercaba a mi para darme la vuelta suavemente y mirarme a los ojos al levantar mi barbilla con su dedo. “Es normal que te sientas así, yo también me sentiría de esta forma.” Me miró a los ojos llorosos mientras mordía mi labio para contener un sollozo. Tapé mi cara con mis manos y me rompí completamente, en trozos. Pero intentaba contenerme para no hacer ruido y que Jason no saliera al pasillo.

Sin decir nada, me atrajo a sus brazos mientras con su mano acariciaba mi pelo suavemente a un ritmo tranquilizador y sollozaba esta vez en su cuerpo. Era algo mas alto que yo. “Shhh. Tranquila.” Susurraba para calmarme, pero tenerlo a mi lado protegiéndome entre sus brazos solo hizo que me rompiera mas.

Me apretó con sus brazos con mas fuerza y plantó un beso en mi cabeza. Pasaron unos segundos en los que yo simplemente estaba en sus brazos, a un lado del pasillo, justo al lado de la puerta de mi habitación mientras lloraba. Se apartó un poco y me miró a los ojos apartando las lágrimas con sus dedos. Odiaba que me viera de esa forma. Seguramente estaba tan jodidamente horrible que asustaba.

Ahora si que comprendía el presentimiento malo. Esto era lo que pasaba.

“¿Esa es la tarjeta de la habitación?” Miró a mi mano y yo asentí limpiando con mi otra mano mi mejilla mojada por las lágrimas derramadas. La cogió y yo le dejé que abriera la puerta a mi lado. Me atrajo con su brazo sobre mis hombros hacia su cuerpo y frotó su mano en la parte de arriba de mi brazo derecho para tranquilizarme. “Vamos.” Me llevó con su brazo hacia dentro de la habitación y luego cerró la puerta detrás de él. 

Me volví para mirarle y suspiré, dejando mis cosas en la cama grande de la suite. Suspiré y miré a un punto en concreto dirigiéndome hacia la ventana para abrirla y que me diera el aire fresco en la cara. Realmente lo necesitaba. Mis fosas nasales se abrieron haciendo que el aire entrara. Cerré mis ojos abrazándome a mi misma y agradeciendo la sensación.

Sentí pasos detrás de mi. “¿Estas mejor?” Preguntó poniéndose justo detrás de mi, poniendo sus grandes manos en mis hombros y frotándolos intentando reconfortarme. Tragué saliva sintiendo su aroma invadirme y recordé las palabras exactas de Jason. Ni siquiera dije nada, simplemente me derrumbé de nuevo mientras el aire chocaba contra mi pelo largo ondeándolo. Sollocé esta vez mas notablemente y sentí el cuerpo de Justin chocar contra mi espalda mientras me abrazaba por detrás.

Sentí sus brazos rodear mi cintura y su cuerpo chocar contra el mío mientras las lágrimas caían por mis mejillas sin control. Estaba rota. Lamí mis labios y tragué saliva con dificultad ahogando un sollozo. Llevé mis manos a mi rostro y lloré mas fuertemente, escuchando las palabras de Jason reproducirse una y otra vez en mi cabeza. “Shhh.” Besó mi hombro descubierto y sentí el aire chocar contra mis mejillas mojadas cuando aparté mis manos de mi rostro.

Me di la vuelta con cansancio y ni siquiera le miré a sus ojos, simplemente le apreté con fuerza entre mis brazos, como si tuviera miedo de perderle. No quería perderle. Quería que se quedara, quería saber que él estaba allí para mi.

Cuando estabas en shock, luego empezabas a darte cuenta de que realmente todo era verdad y te derrumbabas. No podías parar de llorar. Llorabas, llorabas y llorabas porque era lo único que sentías que querías hacer.

“Todo estará bien, cariño.” Susurró palabras tranquilizadoras en mi oído con suavidad y yo seguí sollozando en su pecho, hasta que no me quedaron mas ganas de llorar. Agarraba la camiseta de Justin entre mis manos como si me fuera la vida en ello. El simplemente se dedicaba a pasar sus manos por mi espalda y por mi pelo con delicadeza. Como si fuera frágil--en ese momento lo era-- y no quisiera romperme mas de lo que estaba.

En ese momento solo lo necesitaba a él, que me dijera que todo iba a estar bien. Que me abrazara y se quedara a mi lado.

Todo había salido. No podía aguantar mas. El accidente de Matt, los anónimos de aquel imbé*cil que no me dejaba en paz, sus amenazas y hoy la terrible noticia que había recibido hacía apenas una hora atrás.

“Ven.” Dijo todavía abrazándome, me abrazó con uno de sus brazos por mis hombros sin soltarme y yo pasé mis manos por su costado, sin querer soltarle ni un solo segundo. Le hice caso y nos dirigimos hacia la cama. “Acuéstate, estarás mejor.” Le miré sin apenas fuerzas, sentía angustia dentro de mi.

Estaba cansada por el concierto y de llorar.

“Tengo que coger mi ropa.” El asintió y me levanté de la cama para dirigirme hacia mi maleta y coger un short corto y una camiseta grande. Me dirigí hacia el baño y me cambié para después echar agua sobre mi rostro y quitar algunos restos de maquillaje que quedaban. Salí poco después del baño y vi a Justin sentado en la cama mirando a la nada.

Estaba preocupado y me sentía culpable por ello.

Me dirigí hacia él y me senté a su lado en la cama sin decir nada. Los dos estábamos en silencio. Parpadeaba como si me pesaran mis pestañas, lentamente. Cuando lloraba mucho, siempre me entraban ganas de dormir al rato. “Acuéstate, es mejor que si estas así.” Me miró a los ojos y yo me eché en la cama a su lado, el estaba sentado. Me miró atentamente, lamí mis labios y pasó su mano lentamente por mi brazo acariciándolo.

Hice un puchero con mi labio. Cogí su mano en la mía y la apreté con fuerza. “Quédate conmigo, por favor.” Dije sintiendo mi labio temblar, el asintió con su cabeza con preocupación todavía en sus ojos y se levantó de repente de la cama sin quitar su vista de encima de mis ojos. Sacó su camiseta por encima de su cabeza y la dejó a un lado de la habitación, hizo lo mismo con sus supra. Dio la vuelta a la cama y se sentó en el otro extremo para echarse en el otro lado.

“Ven aquí.” Ni siquiera hizo falta que me lo dijera dos veces, fui hacia él hasta chocar con su cuerpo y ponerme a su lado abrazándole por la cintura, el se volteó un poco y me estrechó de nuevo en sus brazos.

“No me dejes, por favor.” Sollocé. Sabía muy bien a lo que me refería con esas palabras.

“No me voy a ninguna parte.” Susurró besando de nuevo mi cabeza y suspiró apretándome contra su cuerpo para hacerme saber que lo decía en serio. “Estoy aquí.”

Tenía miedo. Aunque no se lo dije. 

Al fin y al cabo, con lo que había pasado con Cory, nos quedaba claro que todos, por muy famosos que fueran, eran humanos y sin esperarlo, podría pasar cualquier cosa que te cambiara la vida por completo.

Yo era humana, él era humano, todos lo éramos. No importa cuanto dinero, fama o pertenencias tengamos, al fin y al cabo, somos como los demás y todos hemos salido del mismo lugar.

Estamos en este mundo de paso, ni siquiera somos conscientes de lo que nos espera en nuestro camino, a lo largo de nuestra vida... no sabemos como será nuestro futuro, y por mucho que lo planees, no sabes si las cosas saldrán como esperas o totalmente diferentes.

Cualquier día podría ser el último, eso solo Dios lo sabe.

“No quiero perderte.” Susurré en su oído todavía abrazada.

“¿Por que dices eso?” Me apartó para mirarme a los ojos. Yo sabía perfectamente a lo que me refería. Tenía miedo de que... joder, ni siquiera podía pensarlo.

“No quiero que te pase nada malo, Justin.” Le miré a los ojos con sinceridad, sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas sin cesar, pero sin sollozar. El me miró a los ojos sin apartar su mirada ni un solo segundo.

“Lo dices por...” Se interrumpió cuando yo asentí con mi cabeza bajando mi mirada.

Puso su dedo en mi barbilla levantándola. “Hey, no pienses en eso... ¿vale?” Mordí mi labio clavando mis dientes en él. Asentí. “Ahora estoy aquí. Contigo.” Nuestros ojos chocaron haciendo que miles de chispas saltaran. Me estremecí. “No me voy a ninguna parte.” Me abrazó. “No me vas a perder.” Alisaba con su mano mi cabello suavemente, relajándome bajo su tacto. Sus palabras me tranquilizaron, de alguna forma.

“No te vas a librar de mi tan fácilmente.” Intento sonar divertido con su voz y sonreí levemente.

Me aparté poco después, limpiando su pecho lleno de mis lágrimas. “Lo siento.” El esbozó una pequeña sonrisa y negó con su cabeza quitándole importancia. Rodé un poco en la cama, acomodándome a su lado y el se incorporó para coger las sábanas con su mano y echarlas por encima de nuestros cuerpos.

“¿Te sientes mejor?” Me preguntó inclinándose un poco en la cama para quedar de costado y mirarme. Yo asentí haciendo una pequeña sonrisa de agradecimiento. El era tan cariñoso conmigo.

“Gracias por quedarte.” Susurré perdiéndome aturdida en sus ojos mieles.

“No importa.” Quitó importancia.

“Gracias.” Sentí las lágrimas abrumar mis ojos mientras estas caían por mis mejillas de nuevo, sin apenas hacer nada para evitarlo. Suspiré profundamente intentando tranquilizarme.

“Shhh, todo se pondrá bien.” Acarició con su pulgar mi mejilla y quitó mis lágrimas de mi rostro dejando un beso sobre mis labios. Mis ojos se iban apagando y mi cuerpo iba notando el cansancio. Su mano frotó mi espalda para reconfortarme y se inclinó para susurrar palabras tranquilizadoras y cariñosas en mi oído mientras sentía el sueño hacerse cargo de mi. “Descansa.” Escuché sus palabras.

“No me dejes.” Balbuceé poco antes de dormirme. Plantó un beso en mi frente con suavidad y sentí como se ponía sobre la cama y me acercaba a su cuerpo para que durmiera en su pecho. 

“Esta bien, cariño.” Escuché su voz ronca en un susurró. Cariño. Me había llamado cariño de nuevo. Su aliento chocaba contra mi rostro. Antes de caer en los brazos de Morfeo, una lágrima cayó sobre su pecho desnudo, después de haberse deslizado directamente desde mi ojo.

Lo amaba. Y ahora sí sabía que estaría dispuesta a hacer todo lo posible en mi poder para que nada malo le pasase. Porque no soportaría perder a una persona tan importante en mi vida como él. Simplemente no imaginaba mi vida sin Justin y no sería capaz de soportar el hecho de que algo malo le pasara... y sobre todo, sabiendo que yo podría haberlo evitado.

Justin Drew Bieber, nunca me dejes.

Continue Reading