“Que comience el juego Smith.”
Miré a mi alrededor viendo a toda la gente disfrutar. Algunos bebían, otros bailaban, el resto simplemente hablaban y se divertían. Saludé a la mayoría de la gente que estaba allí y conocía y me dirigí con Matt hacia la parte de la fiesta donde estaríamos todos los demás disfrutando.
Di un sorbo a mi bebida y miré a mi alrededor. Justin estaba con Quincy y Alfredo hablando algo separados de Matt, Bruce y de mi. Ni siquiera me importó. Scooter y Jason estaban en la barra junto con mas gente que no tenía ni idea de quienes eran, mientras hablaban animadamente.
Observé a Justin, me miró y yo esquivé su mirada. El frunció su ceño. Seguramente no sabía que me pasaba y realmente no sabría que conocía el hecho de que había estado con una chica y jugando conmigo. Apreté mi mandíbula con rabia. Lo odiaba por eso. Pero también se veía jodidamente bien con lo que llevaba puesto. No lo podía negar.
Alfredo reía divertido mientras hablaba con Quincy. “¿Estas bien?” Matt me susurró en mi oído. Yo asentí con mi cabeza. “No paras de mirar a los lados... ¿Esperas a alguien?”
Negué con mi cabeza. “No, para nada.” Hice una mueca con mis labios.
La música cambió y de repente sentí la voz de Chris Brown resonar por los altavoces. Turn up empezaba a sonar. Sonreí contenta al escuchar esa canción. Era una de mis favoritas. Se me ocurrió una idea.
No estaba Lil Twist, pero estaban Alfredo, Matt y Quincy.
Que comience el juego Smith.
“Vamos.” Le hice un gesto con mi cabeza a Matt. El se llevaba bien con Alfredo y sabía que lo iban a pasar bien juntos. Y yo también, por supuesto. Agarré su mano, pero justo cuando me iba a marchar donde estaban ellos, sentí una voz. Me volteé quedando frente a los ojos de Jason.
“Scooter y yo nos vamos, estamos cansados. No llegues tarde porque mañana hay concierto. ¿De acuerdo?” Asentí con mi cabeza mientras el gritaba por encima de la música.
“Yo también me tengo que ir, mañana sale mi vuelo temprano hacia Atlanta.” Tragó saliva haciendo que su nuez se moviera. Hice un puchero con mi boca.
“¿Porque? ¿No puedes quedarte mas?” Mi mirada era triste. Quería que se quedara.
Suspiró con resignación y negó con su cabeza. “Lo siento, me tengo que ir.” Hizo una mueca con su labio.
“Esta bien. Nos vemos pronto.” Le di un abrazo fuerte mientras me aferraba a su cuerpo fuerte y luego me dio un beso en mi mejilla.
“Nos vemos.” Lamió sus labios
“Adiós.” Saludé desde lejos a Scooter sonriente, y el me devolvió el saludo. Vi como ellos se iban entre la multitud y noté como Alfredo venía hacia mi. No paraba de sonreír y se notaba que estaba bebiendo.
Reí divertida al verle así. “¿Como lo esta pasando la chica del cumpleaños?” Dijo en mi oído. Sonreí contenta mientras sentía la mirada de Justin encima de mi.
Comienza el juego.
Me reía como si me estuvieran contando el chiste mas divertido del mundo. Lamí mis labios. “Muy bien, ¿Y el chico que no para de celebrar su cumpleaños una y otra vez?” Bromeé y noté su risa en mi oído.
Eso me hizo reír aún más todavía. Pero esta vez no fingía. Amaba la risa de Alfredo. Era contagiosa.
“Genial!” Gritó emocionado provocando que riera de nuevo. Iba demasiado contento.
Me separé de él y empezamos a bailar. Sonreíamos y nos reíamos cuando nos mirábamos a los ojos. Con Fredo era impossible, simplemente le mirabas a los ojos y te reías, era impossible acercarse a él para coquetear.
Era mas bien un amigo... uno de los mejores. Me acerqué a él y le susurré de nuevo en el oído. “Hey, tu amigo... ¿Quincy?” El asintió con su cabeza. “¿Tiene novia?” Mordí mi labio con timidez y el arqueó una ceja.
“Hmmm ... así que Quincy, ¿eh?” Me miró con picardía y me guiñó su ojo, yo solté una carcajada.
“Oh, cállate Fredo!” Le pegué un codazo y el exageró. “Es ... simplemente mono.” Me puse delante de mi mejor amigo y empecé a mirar por encima de su hombro al frente, Quincy estaba hablando animadamente con Justin y Ryan a su lado. Tragué saliva y le sonreí cuando me miró a los ojos. El hizo lo mismo.
Wow. Era muy atractivo. Ryan estaba a su lado hablando con Justin, él también era bastante guapo. Mordí mi labio mientras Alfredo hablaba conmigo y yo prestaba mi atención a Quincy. Asentía con mi cabeza mientras mi amigo me contaba algo de lo que se estaba riendo, pero ni siquiera sabía de que demonios hablaba.
“Aja.” Asentí con mi cabeza y di un sorbo de mi bebida.
“_____. ¿Me estas escuchando?” Dirigí rápidamente mi mirada hacia los ojos oscuros de mi mejor amigo y asentí.
“Si, claro.”
“¿De que hablaba?” Frunció su ceño dando un trago a su bebida.
“Oh, de... hmmm...” Me interrumpió.
“Lo que sea. Vamos a bailar.” Reí por la reacción de Fredo y nos dirigimos junto al resto de sus amigos. Caminé hacia ellos y les sonreí a todos. Ni siquiera miré a Justin, noté como este fruncía su ceño.
Me fijé en los ojos azules de Ryan y me acerqué a él. “¿Como va la fiesta?” Es decir... ¿Que demonios le voy a preguntar al mejor amigo de Justin? No se me ocurría nada y del tiempo no me apetecía hablar.
El me sonrió ampliamente y me miró a los ojos de cerca. Se acercó a mi oído para hablarme. “Esta impresionante.” Me encantaba su aroma. Lamí mis labios y le miré a los ojos.
“Me alegro.” Sonreí y poco después volví a su oído. “A tu amigo no parece gustarle mucho.” Lamí mis labios. El rió con diversión. Justin nos miraba con su ceño fruncido.
“Se le pasará, te lo aseguro.” Sonreí y tragué saliva apartándome de él. Volví junto con Fredo retrocediendo unos pasos y me sumergí en la conversación de él con Quincy.
Estaban hablando de la fiesta. Coincidí con los ojos del amigo de Fredo y me sonrió, eso me hizo ponerme nerviosa. Lamí mis labios con nerviosismo.
Me preguntó algo, me estaba hablando pero ni siquiera le entendía que demonios estaba diciendo. Me podía estar diciendo gilipo*llas y ni siquiera le escucharía. “¿Te gustó la fiesta?” Se acercó finalmente chocando con mi cuerpo. Suspiré.
Asentí con mi cabeza. “Es genial. Pero todavía no ha acabado.” Hice una mueca y el rió con diversión.
“Que puedo decir, soy el mejor en esto.” Hizo un gesto y le miré arqueando una ceja sarcasmo, pero en realidad solo estaba bromeando.
“Si, seguro.” Miré a otro lado mientras su mirada seguía sobre mi.
“Hey, es la verdad.” Se acercó mas a mi y me sonrió. Miré sus labios sintiendo las miradas de mas gente sobre nosotros. Pude notar unos ojos quemando agujeros en mi cabeza. Lamí mis labios.
“No dije que fuera mentira.” Me encogí de hombros como si fuera la cosa mas evidente del mundo. Estábamos coqueteando y eso me gustaba... además aquel chico era bastante atractivo.
Me sonrió mirando mis labios de cerca. Dio un trago a mi bebida y sentí la música en mis oídos. Era una canción conocida. En español. Pero Chris Brown estaba en ella. Era la canción que había sonado en el club de Miami. Los recuerdos de esa noche inundaron mi cabeza haciéndome estremecer.
Di un trago a mi bebida y sentí como Alfredo se dirigía hacia mi. Estábamos en un grupo formado por él mismo, Justin, Quincy y Ryan. Todos rieron al mirar sus movimientos. Negué con mi cabeza. “Pensaba que bailabas mejor.” Le dije en broma.
“Entonces, enséñame tu.” Me desafió. Si, claro. Por supuesto que le iba a enseñar.
Las miradas de los demás estaban puestas en nosotros.
Se terminó de acercar a mi y puso su mano en mi cintura mientras bajaba hacia mi cadera y yo me movía al ritmo de la música. Moví mi cabello hacia un lado, apartándolo y dejando parte de mi cuello al descubierto. Todo esto me recordaba a Miami.
Ojalá el final de la noche pudiera ser igual... sería un regalo de cumpleaños genial, por no decir, perfecto.
Hacía movimientos con mis caderas mientras su cuerpo se acercaba mas a él mío. Su mano se pasó a mi cintura. Notaba las miradas de ellos tres encima de nosotros. Eso me incomodaba algo. Cuando la canción terminó nos quedamos mirando y reímos a la vez.
Me senté sobre un sofá que había. Hacía calor y estaba cansada. Veía a todos divertirse. Saqué mi iPhone y empecé a hablar por mensajes con Miley, contándole como iba la fiesta. Estaba algo preocupada por mi estado.
Para: Miley
Lo estoy pasando genial. No he parado de bailar con Fredo y he estado hablando con Quincy. Por cierto, es muy simpático y mono.
De: Miley
Me alegro =] Tenías que haber ido a su fiesta de cumpleaños.
Para: Miley
Es tan atractivo OMG!
Lo se, pero estaba ocupada.
Sonreí al pulsar la tecla de enviar y noté como alguien se sentaba a mi lado. Me miró sonriente al sentarse. “¿Por que no bailas?” Escuché la voz de Quincy.
“Oh, estoy cansada.” Sonreí.
“¿Te estas divirtiendo?” Me miró atentamente a los ojos. Me quede enganchada en su mirada y tragué saliva. Asentí con mi cabeza.
“Si. Aunque hubiera preferido que hubieran venido mas amigos, pero esta increíble.” Hice una mueca con mis labios y bebí un sorbo de mi bebida. Me reincorporé en el sofá y sentí rápidamente su mano sobre mi espalda.
Noté un escalofrío por mi cuerpo. “Alfredo parece pasárselo muy bien.” Miramos los dos a Fredo que estaba con Justin y Ryan. Reímos los dos divertidos. Me incliné hacia el un poco, mientras me doblaba para reírme. Apoyé mi mano en su brazo y luego me reincorporé de nuevo. Era gracioso. Eso me gustaba.
“Eres muy malo, ¿lo sabías?” Miré sus ojos y luego dirigí mi vista hacia sus labios mientras hablaba. El se encogió de hombros.
“Hmm...” Dijo pensativo haciendo una mueca. “Me gusta serlo.” Solté una carcajada.
“Para por favor.” Sonreí perdiéndome en su mirada. Suspiré y metí un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras me levantaba.
“¿Donde vas?” Me preguntó curioso mientras me observaba.
“Oh, voy un momento al baño. Ya vengo.” El asintió con su cabeza y yo le mostré una sonrisa educada mientras me marchaba abriéndome paso entre tanta gente, hasta que llegué al baño. Me retoqué y poco después salí.
Sentí un brazo cogerme bruscamente y nos dirigimos por un pasillo. ¿Que si era el anónimo o alguien que quería hacerme daño? Mi respiración se enganchó en mi garganta. Solté una mueca por lo deprisa que caminábamos. “Hey!” Me quejé.
Llegamos al final de un pasillo, donde no había nadie. Alguien me volteó y me encontré con unos ojos hermosos color miel. Esos a los que tanto amaba mirar. Tragué saliva con dificultad.
“¿Que demonios estás haciendo Justin?” Le miré a sus ojos frunciendo mi ceño con enfado. ¿A que venía eso?
“Oh, no se, dímelo tu.” Me miró señalándome con sus manos. “Es decir... antes estas bien conmigo y ahora te comportas como si fueras una desconocida conmigo.”
“¿Que? Yo simplemente estoy disfrutando de mi fiesta de cumpleaños, como deberías de hacer tu.” Tragué saliva levantando mi voz enfadada.
“O también coquetear con todo que se cruza en tu camino.” Su mirada era dura. Gilipo*llas.
“¿Que?” Le dije con incredulidad. Bueno, si, quizás tenía razón, pero tan solo habían sido unas palabras. ¿Celoso?
“Primero con Alfredo, bailas con el como si...” No dijo nada más. Mejor. “Luego con Ryan y ahora con Quincy. ¿Que demonios pretendes?” Frunció su ceño de nuevo. Parecía muy enfadado. Que se joda.
Como todas las veces que dice que tan solo somos amigos y se acuesta conmigo para luego tirarse a una jodida pu*ta en Las Vegas, que posiblemente tenga mas silicona en sus tetas falsas que en una clínica de cirugía plástica.
“¿Perdona? ¿Desde cuando te importa que mier*da hago?” Alcé un poco más mi voz mientras me acercaba a él.
Sacudí su cabeza dando una carcajada sarcástica mientras pasaba su mano por su pelo. “Desde que te metes con mis jodidos amigos.”
Arqueé mi ceja con sarcasmo. “Puedo hacer lo que me de la gana Justin. Hasta que no me muestres un cartel en que se diga lo contrario, haré lo que quiera!” Le miré a sus ojos. Estaba cada vez mas y mas enfadada. “¿Porque te importa tanto?”
“Porque en esta fiesta estoy seguro de que hay paparazzis y si haces alguna maldita locura te va a perjudicar. ¿No odias los rumores? Pues empieza a no difundirlos.” Abrí mi boca, sacudí mi cabeza y le miré con incredulidad.
“Creo que eso mismo te lo deberías de aplicar a ti.” Cruce mis brazos.
“¿De que hablas?” Me miró como si estuviera hablando de la cosa mas extraña del mundo. Bufé con sarcasmo.
“Oh, vaya, ¿al parecer no has visto las noticias?” Frunció su ceño.
“¿De que demonios estas hablando _____?” Dijo entre dientes observando a su alrededor para comprobar que no había nadie allí que nos pudiera escuchar.
“Creo que se te olvido lo que me acabas de decir, en Las Vegas, cuando te fo*llaste a una pu*ta rubia y te largaste con ella hace mas de una semana. ¿Ya se te olvido?” Le miré cruzando mis brazos contra mi pecho mientras le miraba ladeando mi cabeza. Vaya, eso le cambio su expresión. Pareció sorprenderle.
“Pero...” Le interrumpí.
“Oh, por el amor de Dios Justin, deja de hacerte el tonto y asume tus errores de una jodida vez.” Me fui de allí dedicándole una última mirada llena de rabia. Caminé por aquel pasillo y tragué saliva dirigiéndome hacia la barra para pedir otra bebida. Hoy me iba a emborrachar.
“¿Que le pongo?” Una camarera rubia me habló educadamente mientras me miraba expectante. Oh no, más camareras rubias no, por favor.
“Un cubalibre de vodka, por favor.” Sonreí amablemente antes de que ella se dirigiera hacia el otro lado de la barra y vertiera el líquido en un vaso.
“Vaya, eres dura para beber.” Noté una voz conocida a mi costado. Era Quincy. Sonreí al verle.
Reí divertida bajando mi mirada hacia la barra. “Lo se.” Lamí mis labios mirándole a los suyos.
Las copas aumentaban en mi cuerpo a medida que el alcohol subía de nivel en mi sangre. Empezaba a reírme por cualquier cosa que Alfredo me decía. El también iba algo contento. Hablaba divertida con Quincy mientras notaba la atenta mirada de Justin sobre mi. El reía de vez en cuando con Ryan y otras veces bailaba a su “estilo” con ellos.
La fiesta duró hasta altas horas de la madrugada, pero yo preferí irme algo mas pronto a casa, ya que estaba en Los Ángeles y cogería un taxi para irme. Tenía al día siguiente concierto y no podía estar destrozada.
Estaba de pie con Quincy hablando mientras daba uno de los últimos sorbos a mi copa. Lamí mis labios y me volví a perder en su mirada profunda. Era realmente guapo, no lo podía negar. Reí por algo que me dijo y noté como nos íbamos acercando poco a poco.
Se acercó a mi para decirme algo en mi oído. “Eres realmente hermosa.” Hice una mueca con mi rostro y pasé mi mano por su cuello acariciándole.
Hmmm... era suave. Pero no tanto como el de Justin. Suspiré y noté como su mano iba a mi cintura. “Gracias, tu tampoco estás nada mal.” Hice un gesto con mi rostro mientras sentía su mano bajar de mi espalda acariciándola hacia mi cintura y luego a mis caderas. El rió con diversión acercando sus labios a mi oído rozando levemente mi oreja al hablar.
Sentí un escalofrío por su toque. “Gracias, pero realmente tu me superas.” Se apartó y le miré a los ojos mientras ladeaba mi cabeza hacia un lado con diversión.
Miré a mi reloj y noté que eran las cuatro y media de la mañana. Mier*da. Tenía que irme porque si se enteraba Jason de que hora era me iba a matar al día siguiente y no de manera literal. Me iba a matar de verdad.
“Me tengo que ir, es muy tarde.” El hizo una mueca.
“Entonces te acompaño.” Hmm... eso solo significaba una cosa. Sabía cuando los chicos decían “te acompaño a casa” que quería decir perfectamente.
Asentí con mi cabeza y di el último trago a mi bebida mientras me dirigía hacia Justin, Ryan y Alfredo que todavía estaban bailando. “Hey! Es tarde ya, me tengo que ir.” Alfredo hizo una mueca graciosa con sus labios.
“Oh, vamos _____.” Negué con mi cabeza mientras Alfredo intentaba convencer de que me quedara.
“Y deberíais de hacer lo mismo. Es tarde y mañana tenemos concierto.” Lamí mis labios mirándole a los tres. Justin esquivó mi mirada mirando hacia otro lado. Ryan me miró atentamente y Alfredo asintió con su cabeza.
“A mi no me mires, él es el que tiene que actuar.” Alfredo se encogió de hombros con diversión y señaló con su mano a Justin.
“Vaya, gracias por tu apoyo bro.” Justin bromeó mirando a Alfredo y yo mordí mi labio.
“Lo que sea, nos vemos mañana chicos.” Miré a todos despidiéndome de ellos. Mi cabeza daba algo de vueltas, intenté estabilizarme y sentí a Quincy acercarse a Alfredo susurrándole algo en el oído, mi amigo asintió.
“Buenas noches chicos.” Se despidió Quincy de todos mientras nos íbamos de allí. Ryan nos miró con curiosidad y Justin se sorprendió al vernos irnos los dos juntos. Yo sonreí triunfante. Smith 1 - Bieber 0.
Nos montamos en un coche mientras le decía a Bruce que se fuera a casa, era tarde y no quería que me acompañara en el trayecto. Se veía cansado. Lamí mis labios y entré en el coche en la parte trasera mientras Quincy se sentaba justo a mi lado. El coche se dirigía hacia casa.
Todo me daba vueltas. Realmente estaba algo bebida. Miré por la ventana, era de madrugada, las luces alumbraban la calle y estaba todo oscuro. No había mucho tráfico a esas horas de la noche.
Sentía el cansancio en mi cuerpo, mis piernas dolían de andar con aquellos tacones tan altos. Me lo había pasado muy bien, habían venido muchos amigos, y me había divertido como hacía tiempo que no me divertía.
Noté como se acercaba a mi mientras nos íbamos de la fiesta en aquel coche, los cristales estaban tintados. Su mano tocó mi rodilla y la acaricio notando mi piel suave bajo sus dedos, subió poco a poco por mi pierna y luego volvió a bajar acariciándola levemente. Volteé mi cabeza y le miré a los ojos, perdiéndome en ellos.
Lamí mis labios y sus ojos fueron a mi boca mientras lo hacía. Se acercó poco a poco y pasó su mano por mi nuca, debajo de mi cabello, acercándome hacia él para acortar la distancia y chocar nuestros labios. El beso fue lento pero poco a poco se profundizó haciendo que nuestras lenguas chocaran jugando.
Mi respiración era algo agitada. Noté su mano bajar por mi cadera y le dio un apretón. Me gustaba como besaba... pero anhelaba los besos de Justin y sus labios.
¿Porque demonios tenía que comparar todo con Justin?
Nos apartamos para coger aire y volvimos a besarnos esta vez mas lento que la vez anterior. Cuando nos apartamos nos quedamos mirando a los ojos y yo los cerré mientras su mano acariciaba mi mandíbula con su dedo. Tragué saliva y suspiré profundamente.
La voz del conductor me distrajo cuando el coche se detuvo minutos después. “Ya hemos llegado.” Miró por el retrovisor y yo asentí con mi cabeza. Me volteé hacia Quincy y besé sus labios de nuevo antes de bajarme del coche. Le miré justo antes de marcharme.
“Buenas noches _____.” Su voz salió del coche y yo sonreí.
“Buenas noches.” El me guiñó un ojo y le contesté para poco después cerrar la puerta y dirigirme hacia la puerta de mi casa.
Lo primero que hice al llegar fue quitarme los tacones de mis pies. Solté un gruñido de alivio y suspiré profundamente. ¿Quien inventó los tacones odiaba los pies de las mujeres o algo...?
Caminé subiendo las escaleras hasta llegar a mi habitación, me quité el maquillaje como pude, entre risas y tropezando varias veces con la puerta del baño. “Jodida puerta. ¿Quien la ha puesto ahí?” Me quejé mientras rozaba con mi dedo mi codo. Seguramente al día siguiente llevaría varios moretones.
Me quité el vestido y lo dejé encima de la cama. Me metí debajo de las sábanas y cerré mis ojos para caer profundamente dormida. Estaba completamente agotada y había sido un día muy largo.