“Mátalos con amabilidad.”
Hacía tanto calor que no tenía ganas ni siquiera de salir afuera. Se estaba tan bien en aquel asiento del coche que me había traído al restaurante. Suspiré dándole gracias al conductor y diciéndole que le llamaría mas tarde.
Abrí la puerta y salí rápidamente de allí. Suerte que llevaba un vestido corto, si no me hubiera asfixiado. Lamí mis labios y colgué mi bolso a un lado de mi hombro caminando hacia la entrada del restaurante. Había paparazzis. Mier*da. No me gustaba eso.
“Señorita Smith.” Sonreí al amable camarero que estaba en la entrada de aquel lujoso lugar, esperando a los clientes. “Pase por aquí por favor.” Asentí con mi cabeza.
“Gracias.” Hice una mueca con mis labios mientras me conducía aquel hombre hacia mi asiento. La mesa estaba algo apartada, así que no mucha gente nos vería. Estaba ansiosa por saludar a Miley y abrazarle.
Me senté y agradecí a aquel camarero amable por su cordialidad. Esperé en mi asiento a que Miley se dignara a aparecer. Odiaba esperar y ella lo sabía perfectamente.
“Lo siento por la tardanza.” Levanté mi rostro de mi iPhone y sonreí contenta. Me levanté rápidamente de mi asiento y me abalancé sobre ella riendo alegremente. Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuerpo.
“Por ser tu no te mataré.” Dije bromeando en su oído, su pecho retumbó por su risa. Me encantaba como se reía.
“Vaya, me siento halagada.” Se sentó haciendo un gesto con sus manos. “Por cierto, lo hiciste genial. Felicidades.” Me guiñó su ojo mientras reía de nuevo.
“Deberías sentirte así.” Bromeé y ella rodó sus ojos con diversión, sabía que lo hacía en broma. “Y gracias!” Me encogí de hombros haciendo una mueca. “¿Que puedo decir? Tu “Go ______” me dio fuerzas.” Sonreí alzando mis cejas.
“¿Acaso lo dudabas Smith?” Tocó su pecho con su mano bromeando.
“La verdad... no.” Reímos.
Poco después pedimos algo de cenar y nuestras bebidas. Comimos haciendo bromas y divirtiéndonos a la vez que repasábamos lo que había pasado durante estos últimos meses en el Tour.
“Oh Dios mío. No puedo creerlo.” Negó con su cabeza con resignación.
“Lo mismo digo.” Suspiré llevándome a mi boca el baso lleno de refresco que tenía en frente. Miré a mi alrededor rápidamente comprobando que nadie nos estaba escuchando. “Simplemente... es superior a mi. Es decir... ¿En serio pretendes ignorarme durante las últimas semanas y luego venir a mi habitación a preguntarme que esta mal conmigo?” Solté un quejido. “No lo entiendo, en serio.”
“Y yo menos. Pero quizás estaba agobiado o simplemente no se dio cuenta.”
Arqueé mi ceja coincidiendo con sus ojos claros completamente azules. “Miley... no intentes defenderlo.” Mordí mi labio molesta.
“Solo decía. Cabe esa posibilidad.” Sacudí mi cabeza.
“Lo que sea.” Agité mi mano con desdén.
“Y... ¿Que tienes planeado hacer las próximas semanas?” Me preguntó con curiosidad intentando cambiar de tema, porque ella sabía perfectamente al mirar mis ojos, que no estaba de humor como para hablar de Justin.
“Oh, tengo que acabar de estudiar. Es mi último año, haré los finales y me iré de vacaciones.” Sonreí. “En una semana volveré a Los Ángeles y me iré a Miami. Por cierto, te podrías venir.” Le miré esperando su respuesta, expectante.
“Me encantaría, pero tengo que promocionar el disco. Ya sabes, dentro de poco saco mi nuevo single.” Dijo contenta a la vez que alzaba su voz.
“¿Que?” Contesté sin poder creerlo. “No!” Comenté contenta. “No sabía que ibas a sacarlo tan pronto!” Ella rió.
“Pues ya lo sabes.” Se encogió de hombros. “Estoy impaciente por saber que piensan los fans y la gente de ello.”
“Estoy segura que va a arrasar Miley.” Mostré mis dientes en una amplia sonrisa. “¿No lo podré escuchar antes?” Hice un puchero con mi labio.
Ella rió echando hacia atrás su cabeza. Su risa me hacía reír a carcajadas.
“Como sigas riendo de esa forma, sabes que me va a doler el estómago por días, ¿cierto? Porque no puedo evitar reír cuando te escucho.” Ella rió mas fuerte por mi comentario. “Miley, no es gracioso.”
“Vale, vale. Esta bien. Cuando regreses a Los Ángeles lo escucharás.” Asentí con mi cabeza contenta.
“Estoy segura de que me va a encantar.” Mordí mi labio con emoción.
Di un sorbo a mi refresco, terminándolo y Miley miró su reloj. “Es tarde, tengo que irme. Mi avión sale en un rato.” Asentí con mi cabeza haciendo un puchero con mi labio.
“¿No te puedes quedar?” Le pregunté.
Ella negó con su cabeza. “Me gustaría, pero no.” Suspiró con resignación. “Nos veremos dentro de una semana, ______, tranquila.” Sonrió.
“Esta bien.” Nos levantamos de la mesa después de pagar y nos dirigimos hacia la salida del restaurante. Había paparazzis en la entrada.
“¿No se pueden buscar otro entretenimiento?” Miley se quejó en voz baja, mientras caminábamos hacia su coche y nos detuvimos antes de que yo me metiera en el mío.
Nos dimos un abrazo mientras los flashes nos cegaban. Odiaba eso. “Tranquila. Confía en el karma.” Le susurré en su oído y ella rió. “Nos vemos en una semana.” Sonreí.
“Suerte en tus finales nena!” Gritó mientras se marchaba y yo le grité respondiéndole.
“Gracias Miley!” Me dirigí hacia el coche a la vez que un guardaespaldas me intentaba hacer paso entre el mar de cámaras y paparazzi que me rodeaban. Realmente podrían llegar a ser un dolor de muelas.
“Hey, hey! ______!” Sentí la voz de un paparazzi cercano mientras caminaba hacia el coche que me esperaba. “¿Es cierto que no hablas a Justin?
-¿Como es tu relación con Miley?
-¿Para quien era la canción?
-______. ¿Como es tu relación con Justin?
-¿Que te pareció la actuación de Justin?
-¿Viste a Selena?
Me daban ganas de voltearme, romper una cámara y gritarles que se fueran a la mier*da, porque me estaban poniendo nerviosa, aunque no lo hice. Suspiré profundamente y justo al abrir la puerta para meterme, volví mi rostro hacia los paparazzis y dije entre dientes. “Sois un jodido dolor en el cu*lo.” Cerré con fuerza sin mirar atrás y el coche arrancó poco después.
Suspiré aliviada y me dirigí hacia el hotel para recoger mis cosas y marcharme de Las Vegas en un vuelo.
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Era 2 de Junio. Había pasado mas de una semana desde la gala de los Billboards. Ni siquiera había hablado de nuevo con Justin. Mis exámenes estaban acabados y las notas habían ido mas o menos bien. Había acabado mis estudios y me había graduado.
Acababa de volver a Los Ángeles, ya tenía mis maleta empacada completamente con todo lo que iba a necesitar para viajar a Miami. Me iría con mi mejor amiga Lily y Matt. Hacía mucho que no los veía. Suspiré mientras observaba toda mi habitación alrededor.
Hacía unos minutos que había venido de casa de Miley. Las canciones eran increíbles y el single aun lo era más. Me había despedido de ella deseándole suerte en su promoción. El avión salía en una hora y media mas o menos. Mis amigos me esperarían allí.
Bruce me acompañaría al aeropuerto y durante las vacaciones para asegurarse de que todo estaba bien. Saqué mis maleta afuera y caminé hacia el coche donde me esperaba Bruce sentado. Le saludé y le di un abrazo para después marcharnos hacia el aeropuerto.
El viaje duró unas cuantas horas, simplemente me dediqué a escuchar música y a pensar en que haría esas vacaciones. Tenía planeado, descansar, salir de fiesta con mis amigos, olvidar todo, y divertirme. Tenía la sensación de que me iba a sorprender, pero no entendía porque.
El avión aterrizó a primera hora del mediodía en el aeropuerto de Miami y nos dirigimos hacia el hotel que había escogido.
Entré a mi suite y me quedé impresionada mirándola. Observé todos los detalles de aquel lugar. Era impresionante y sobre todo, muy bonita y espaciosa. Dejé mis cosas sobre un lado de la gran habitación y entré en la ducha para luego ponerme un bikini. Lily me acababa de mandar un mensaje diciéndome que estaban en la piscina del hotel esperándome. Había comido en mi habitación viendo las vistas que daba la enorme terraza.
El aire ondeaba mi cabello. Salí al exterior de la gran terraza y observé los alrededores. Estaba algo alta, y me daba un poco de vértigo--eso era típico en mi-- pero simplemente no me importó. Eran unas vistas maravillosas. El pelo largo rozaba mi piel descubierta. Llevaba un bikini en color morado oscuro, resaltando mi moreno. Sonreí. Me gustaba como me quedaba.
Tragué saliva y lamí mis labios al sentir como alguien me llamaba a mi iPhone. Era Bruce.
“Bruce!” Dije contenta alzando mi voz para que me escuchara.
“Hey, ¿Como estas?”
“Bien. Pero hace mucho calor.” Hice una mueca con mis labios y el rió por mi tono de voz.
“Es normal _____, estas en Miami.” Rió de nuevo.
“¿Todo bien?” Pregunté intentando saber la razón por la que me llamaba.
“Si, te llamaba para decirte que os reservé asientos en primera fila para el partido de mañana, de Miami Heat. Es una de las finales y se que siempre has querido ir a una.” Abrí mi boca sorprendida. El había hecho... ¿Que?! No me ponía a saltar porque estaba segura de que me caería... dado a mi suerte últimamente.
“¿Que?! Oh dios mío Bruce!” Grité, mi voz se pudo escuchar por todos los rincones del hotel e hizo eco en el aire.
“Vale, ¿Estas gritando de alegría o porque me quieres matar?” Podía notar la preocupación en su voz.
Reí a carcajadas. “No! Bruce, eso es genial! Oh Dios.” El rió al notar la emoción en mi voz
“Me alegro. Nos vemos luego ______.” Sonreí.
“Gracias Bruce.”
“No tienes que darlas.” Colgué la llamada con una sonrisa en mi rostro y me dirigí hacia la piscina. Cogí unos shorts y me los puse, junto con una camiseta de tirantes. Me calcé y cogí una pequeña bolsa de tela donde metí mi iPhone, crema y algunas cosas más que podría necesitar.
Me metí en el ascensor y bajé con unas gafas de sol sobre mi rostro. Me dirigí hacia la piscina. Cuando entre en aquel lugar, me quedé sorprendida, todo era impresionante y muy grande. Suspiré y me quedé algo parada intentando buscar con la mirada a Lily y Matt. Los encontré tumbados sobre unas tumbonas encima de sus toallas. Matt estaba jugando con su iPhone --como siempre-- y Lily leía.
Sonreí y me dirigí hacia ellos, con paso apresurado, al llegar a su altura les miré. Ni siquiera se dieron cuenta por lo concentrados que parecían estar en lo que estaban haciendo.
“Vaya, ¿No me vais a hacer caso ahora después de tanto tiempo?” Me crucé de brazos delante de las dos tumbonas y alzaron sus rostro para mirarme. Matt se quitó sus gafas y Lily dejó de cualquier manera su libro a su lado. Se abalanzaron los dos hacia mi para abrazarme. Yo reí divertida saludándoles.
“_____!” Lily chilló tan alto que toda la piscina la pudo escuchar.
“Shhh Lily, te van a oír!” Le dije en su oído.
“Oh cállate, me da igual.” Me renegó con su tono de voz. Matt y yo reímos mientras nos dábamos un abrazo.
“Os eché de menos.” Les miré mientras dejaba mis cosas sobre una tumbona en medio de los dos. Ellos hicieron un ‘awww’ y yo rodé mis ojos. Odiaba cuando hacían eso. Rieron.
Me levanté de mi asiento y me empecé a quitar la camiseta y luego los shorts cortos, dejándolos dentro de mi bolsa. Lily arqueó su ceja mirando hacia su derecha. Fruncí mi ceño. “¿Que pasa?”
“Mira quien ha venido.” Seguí la mirada de Lily hacia el bar que había al lado de la piscina. Estaba a unos metros, no muy alejado de donde estábamos nosotros. Me quedé muda al ver los ojos de Justin mirarme fijamente. Tragué saliva. Mi boca se estaba secando.
Mier*da.
Lamí mis labios y agaché mi mirada tímidamente. Estaba con dos hombres más y un chico a su lado. Miré a Lily con una mirada como si le pidiera explicaciones de aquello.
Ella se encogió de hombros.
“No me mires así ______. Me acabo de enterar ahora, como tú.” Suspiré con resignación y me senté sobre la tumbona para después tumbarme sobre ella.
“Lo que sea.” Agité mi mano con desdén, mientras ponía mis gafas de sol sobre mi rostro y suspiraba levemente.
Era de tarde, ni siquiera sabía que hora era, pero empezaba a tener sed, mucha. Había estado hablando con Lily y Matt toda la tarde. Ella se había ido al agua y yo me había quedado hablando por mensajes con Miley por mi iPhone. Al día siguiente salía su nuevo single después de mucho tiempo y estaba nerviosa por ello.
Suspiré levantándome de mi tumbona y avisándole a Matt que iba a por una bebida al bar que estaba cerca. El simplemente asintió con su cabeza y yo me dirigí hacia aquel lugar. El viento agitaba mi pelo despeinándolo, por lo que lo eché hacia un lado para que no se moviera tanto. Me molestaba que pasara eso y me ponía nerviosa.
Mas nerviosa de lo que estaba. Aunque pareciera imposible estar mas nerviosa.
Lo estaba.
Suspiré mientras me acercaba a aquel lugar. Había gente en la piscina y Lily estaba en el borde apoyada con sus codos echando su cabeza hacia atrás a la vez que sentía el aire chocar contra su cara.
Mordí mi labio entrando en aquel lugar y llegué hacia una silla alta, me senté en ella y rápidamente un camarero me atendió sonriente. “¿Que desea señorita?” Dijo algo sorprendido al verme quien era.
“Una limonada, por favor.” El asintió cortésmente y se dirigió por la barra hacia un lugar para coger un vaso grande y vertió en el cubitos.
Lamí mis labios mirando de reojo a mi lado. Mier*da. Maldije en voz baja al notar que no solo estaba Justin, si no que también estaba Lil Twist y Za con algunas personas más. Fruncí mi ceño suspirando profundamente y cerrando mis ojos. Apoyé mi mano sobre mi frente frotándola con frustración.
Esto no era bueno... nada bueno.
Sentía nervios en mi interior.
Era inevitable.
Es como una de esas veces en las que ves a gente que no te agrada, pero sientes la necesidad de acercarte a ellos en un momento para saludarles y no quedar como una borde. Esta era una de esas veces... Pero también podría hacer lo mismo él, ¿No?
¿Porque demonios era yo siempre la que tenía que ceder? Estaba cansada y harta ya de ser la típica chica “amable” que hace las cosas para no dar de que hablar.
Estaba muy cansada.
______, vas a hacer esto.
No les muestres a los demás lo débil que eres en realidad. Al fin y al cabo esta vida se trata de las apariencias que das.
Da igual lo que seas en realidad, la gente te va a juzgar siempre por lo que ve. Si les gustas y les caes bien, te vas a besar el cu*lo todas las veces que puedan--y más si eres famosa-- En cambio, si les caes mal y no les gustas, te van a hacer la vida tan imposible, que vas a desear no haberte cruzado en sus caminos.
Quité mis gafas de Ray Ban, sintiendo sus miradas sobre mi. Les miré, primero a Lil Za, luego a Lil Twist, a una persona más que estaba con ellos y finalmente a Justin. Tragué saliva y lamí mis labios suspirando.
“Hola.” Sonreí, ya que estaban justo a mi lado.
Recuerda _____, siempre hay que ser amable. Ellos son los que van a quedar mal.
Al fin y al cabo, todo el mundo queda, como lo que es.
Como decía Justin... mátalos con amabilidad.
“Hola.” El sonrió mirándome a los ojos, pude notar la mirada de sus amigos sobre mi. Me incomodó, pero les ignoré. “Que coincidencia.”
“Lo se.” Asentí con mi cabeza mostrándome sorprendida. Debería de dejar mi sarcasmo por un día... pero siendo sincera, no lo iba a hacer.
“¿Cuando viniste?” Justin y sus intentos de llevar una conversación.
“Hm, vine hoy por la mañana. ¿Tu?” Le pregunté deseando que el camarero se diera ya prisa con la maldita limonada. ¿Que hacían, exprimir los limones?
“Oh, yo también vine hoy.” Sonrió, se notaba que le estaba costando mantener la conversación. Ya teníamos algo más en común.
“Aquí tiene señorita.” Puso la limonada delante de mi el camarero, estaba sonriente y me miró a los ojos.
“Muchas gracias.” Sonreí amablemente, devolviéndole su sonrisa. No pagué, ya que todos lo que los clientes del hotel tomaban se iba directa a la cuenta que luego tendrían que pagar.
Miré la limonada en el vaso, intentando apartar la mirada de Justin de mi, y por supuesto, la de sus amigos. Me estaban empezando a poner nerviosa. El líquido dentro del vaso estaba frío, se podía ver por las gotitas de agua que estaban por fuera del vaso. Me encantaba eso.
“Disfruta de tus vacaciones Justin.” El asintió con su cabeza intentando esbozar una sonrisa.
“Tu también ______” Dijo mientras bajaba de mi asiento.
“Lo haré.” Sonreí falsamente. Y sin mas me fui de allí, no sin antes decirle a sus amigos, los que conocía, un simple ‘hola chicos’ que ellos contestaron amablemente.
Me largué de allí, notando las miradas de todos ellos sobre mi. Eso me incomodaba.
Solo necesitaba olvidarme de todo y darme un baño en la piscina.
“Hey! ¿Iremos a la fiesta de esta noche?” Matt preguntó mientras yo me sentaba en la tumbona y daba un sorbo a mi pajita, sintiendo el líquido frío bajar por mi garganta. Lo agradecí. Hacía demasiado calor.
“Hm, claro.” Sonreí mirando al grupo de Justin desde mi asiento. “Necesito divertirme.” Mi mirada estaba fija en ellos. Miré a Justin dar un trago de su bebida y comentar algo con sus amigos. Cogí la pajita entre mis labios y di otro trago de mi bebida.
“Realmente lo necesito.”