Impossible ღ [נusтιи вιeвeя&т...

Galing kay ItsGoBieber

1M 25.4K 2.8K

Higit pa

Impossible ღ [נusтιи вιeвeя&тu]
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53

Capitulo 16

16.7K 416 33
Galing kay ItsGoBieber

“Cuidado con lo que haces,”

¿A veces has dejado de hablar con una persona muy importante para ti? 

Ves a esa persona, la miras a los ojos y sientes la tristeza por dentro de ti al pensar que probablemente ya no te necesite mas. Piensas que te van a dejar, como todo el mundo que ha pasado por tu vida y luego se ha largado sin ni siquiera decir adiós.

Tienes miedo de pensar que se han olvidado de ti, piensas una y otra vez y otra más, preguntándote que pasará por su cabeza al mirarte a los ojos. Tienes miedo de pensar que puedes perder a esa persona, pero sobre todo, tienes miedo a que lo que piensas sea verdad y te deje sin mirar atrás.

Duele. Demasiado para soportarlo.

Sientes algo punzar en tu pecho y tienes un nudo en la garganta que apenas te deja respirar o hablar, porque sabes, que si lo haces, si abres la boca, te vas a romper en frente de todos. Y no quieres que eso pase, porque siempre te han dicho que no tienes que dejar a los demás verte llorar, porque pensaran que eres débil y sabrán la forma exacta en la que hacerte daño y dejarte mas rota de lo que estas.

Habían pasado unos días, casi una semana. El tiempo suficiente como para extrañarlo demasiado. Días, en los que cruzábamos miradas por los pasillos de los hoteles en los que estábamos alojados, de los estadios que llenábamos antes de actuar... esas miradas eran frías, de hielo. Sin sentimientos.

Me daban ganas de gritar, ir hasta donde estaba él, y decirle todo, todo lo que me pasaba por mi cabeza, mis sentimientos... que lo quería demasiado como aguantar todo esto.

Pero simplemente no podía. Estaba segura de que eso arruinaría todo.

Solo había una persona que lo sabía en el tour... Allison.

Estambul. Había sido el concierto hacía un rato y me estaba duchando en la habitación del hotel para arreglarme y irme a la cena del cumpleaños de Kenny. Estarían todos.

Suspiré, estaba tan cansada que me podría echar ahora a dormir y no despertar hasta el día siguiente. Mordí mi labio y me miré al espejo. Al menos lucía algo viva. El maquillaje tapaba mis ojeras.

Echaba de menos a Cody. Él era con el que me hablaba más cuando Justin o los demás no estaban. Me sentía mejor con él. Pero ya se había marchado del Tour. Su gira con nosotros había terminado.

La cena estaba yendo bien. Todo el mundo hablaba animadamente, Justin estaba un poco alejado de mi por suerte. Yo estaba al lado de Allison, me sentía bien, porque era la única persona que sabía lo que estaba pasando conmigo y ella me entendía.

Un camarero se acercó a la mesa, sigilosamente, aunque atrayendo algunas miradas de la mesa, que le miraron atentamente para ver que pasaba. “Señorita Smith.” Me volteé para mirarle a sus ojos azules.

“¿Si?” Sonreí mirándole, esperando su respuesta.

“Le busca alguien.” Fruncí mi ceño en el centro de mi frente.

“¿Quien?” Pregunté extrañada. Jason se quedó mirándome mientras Allison y Alfredo a mi lado seguían nuestra conversación atentamente.

“No dijo nombre. Solo dijo que estaba esperándole afuera” Se encogió de hombros.

Tragué saliva y luego lamí mis labios. “Oh, esta bien.” Me levanté de la silla bajo la mirada de algunas personas en la mesa.

“______.” Me volteé para mirar a los ojos de Justin, y poco después miré a Jason. Él era el que verdaderamente me llamaba. “¿Donde vas? ¿Todo va bien?”

Asentí con mi cabeza. “Oh, si. Alguien me busca, volveré ahora.” Sonreí tranquilizadoramente, aunque aquello me extraño demasiado.

El simplemente asintió no muy convencido y me volteé, Justin me miraba. Tensé mi mandíbula y seguí caminando con el camarero a mi lado. “Por aquí.” Asentí, saliendo de allí hacia una parte del restaurante, en la que había algo de gente. “Es esa persona.” Señaló con su dedo a una persona que estaba de espaldas con su sudadera puesta negra. Parecía un hombre, y justo cuando me fui a acercar se marchó por la puerta del restaurante sin decir nada.

“Espere!” Levanté algo mi voz, intentando alcanzarle. “Hey!” Caminé detrás de él algo rápido intentando alcanzarle, pero cuando llegué a la puerta de la calle, ya se había marchado y no había rastro de él. Me dieron escalofríos por mi espina dorsal. Había algo aquí que estaba mal y era extraño.

Entré en el restaurante, encogiéndome de hombros a la vez que miraba al chico joven de ojos azules, que había venido a buscarme para decirme que me estaban llamando. “¿Le viste la cara?”

El asintió. “Pero llevaba gafas de sol y no pude ver quien era completamente.”

“Oh. Esta bien.” Asentí. Justo segundos después de estar allí de pie todavía extrañada en cuanto a lo que había pasado, sentí mi iPhone vibrar en el bolsillo de mis jeans brillantes.

De: Desconocido

“Estabas muy cerca de mi nena, que pena que me tuviera que ir.

Mi regalo esta en la mesa de tu lado.”

Tragué saliva, sintiendo un estremecimiento por mi cuerpo. Mier*da. Era él. Había estado aquí y se había ido delante de mis narices.

Miré rápidamente a la mesa de al lado, en la barra. Había una nota, un papel doblado dos veces por la mitad. Lo cogí sobre mis manos y lo abrí. Estaba escrito a ordenador.

“Sigue mis pasos o alguien que quieres demasiado... saldrá lastimado. 

Calla tu boca perra. 

Shhhh.”

Tragué el nudo que tenía en mi garganta. Mi respiración era pesada ahora. Mi corazón parecía que se iba a salir del pecho. No, no, no. Esto no me podía estar pasando.

Mordí mi labio plegando de nuevo la nota y metiéndola a el bolsillo de mis jeans. Justo en ese preciso instante mi iPhone sonó de nuevo. Miré la pantalla. Mensaje nuevo.

De: Desconocido

“No creo que quieras que a tu estrellita le hagan daño, ¿verdad?

Cuidado con lo que haces, o Bieber saldrá mal parado.”

Abrí mis ojos completamente, como si hubiera visto algo terrorífico. Aunque para mí lo era. Esto se estaba yendo de las manos y lo peor es que nadie mas sabía lo que estaba pasando. Nadie sabía nada.

Me volteé, mirando hacia los lados para ver si alguien me estaba mirando. Estaba asustada y apostaba que en mi rostro se reflejaba el terror que sentía en ese momento. Algo dentro de mi se apretó, mi corazón se iba a salir de mi pecho. Latía demasiado fuerte y deprisa.

Me alejé de allí lo mas que pude. Pasé por un pasillo dirigiéndome a la mesa donde estábamos celebrando el cumpleaños de Kenny. Pasé en frente sin decir nada y me dirigí al baño.

Me apoyé contra el lavabo. Mis manos estaban a ambos lados del fregadero. Mi respiración iba tan deprisa que cualquiera diría que hubiera corrido una maratón entera en pocos minutos. Tragué saliva, aguantando las lágrimas que amenazaban con caer de mis ojos.

Miré al techo, subiendo mi cabeza, suspirando, intentando contener mi respiración. Pasé la mano por mi cabello echándolo hacia atrás. Notaba mi corazón latir con mucha fuerza en mi pecho. Ahogué un sollozo.

Ahora estaba completamente perdida.

Hasta de ahora no había pasado nada, pero a partir de ahora sabía que las cosas habían cambiado, justo esta noche, con ese mensaje. Él, no me hablaba, yo no le hablaba, nos venía justo para decirnos hola, adiós o respondernos delante de la gente. Todo había cambiado entre nosotros a raíz de la visita de Selena a Oslo. Ella cambió todo.

Y justo cuando estaba intentando superarlo, o al menos intentándolo, este tipo venía a joder y poner mas difíciles las cosas, si se podía.

A partir de ahora tendría que luchar por que no hicieran daño a la persona que amaba, ni siquiera el sabía mis sentimientos, lo que sentía, y no sabía que yo tenía en mis manos que le hicieran daño o no. Suena irónico, ¿no? Proteger a la persona que te esta haciendo sufrir tanto cada segundo que pasa, mientras el ni siquiera se da cuenta.

Las lágrimas eran inevitables. Mis mejillas estaban empapadas.

Tragué saliva. Mi respiración estaba calmándose. Pero odiaba estar allí metida, encerrada, me faltaba el aire, necesitaba salir fuera, necesitaba irme de aquí cuanto antes... pero no podía, no en el cumpleaños de Kenny.

Pasaron unos minutos, la puerta sonó. “_____, ¿Estas bien?” Jason dijo al otro lado de la puerta.

Me limpié rápidamente las lágrimas de mis mejillas. “Si, estoy bien.” Sonreí intentando convencerme a mí misma de que estaba bien.

“Vamos, estamos acabando de cenar y tu ni siquiera estas allí.” Podía notar su sonrisa en su rostro.

“Claro, ya voy.” Sonreí para mi misma, delante del espejo.

Cuanto dolor podía esconder una sonrisa. 

Mordí mi labio, intentando contenerme.

En el último mes, había llorado y sufrido más que en todo el tour. Maldito mes de Abril.

Me retoqué el maquillaje, y limpié los restos de lágrimas de mi rostro. Mis ojos ya no estaban tan rojos después de darme agua en mi rostro. Suspiré mirándome en el espejo y salí del baño, dirigiéndome hacia la mesa, donde la mayoría de ellos me miraron.

“¿Todo bien ____?” Alfredo preguntó mirándome curioso a los ojos.

“Si, estaba hablando con mi madre. No quería molestar.” Vaya, se me daba bien mentir. Supongo que será la costumbre.

Sonreí. “Oh, esta bien.” Dijo sonriendo. Parecía haberlo creído.

“¿Quien te vino a ver?” Jason dijo algo curioso mientras notaba algunas miradas sobre mi. Me encogí de hombros.

“Cuando llegué ya se había ido. Creo que eran fans.” Reí contenta. Allison sonrió.

“Aww, serían tímidas.” Alfredo rió divertido.

Noté la mirada de Justin sobre mi y le miré rápidamente, poco después esquivé sus ojos mieles y cogí el vaso de mi refresco para beber un trago grande. Mi corazón se paró al sentir la mirada de Justin sobre mi. ¿Que demonios iba a tener que hacer ahora?

Y lo que mas miedo me daba ... ¿Que quería de mi?

Siempre tratas de ser buena con la gente, intentas no meterte en muchos problemas, haces lo que puedes para hacer sonreir a las personas que están a tu alrededor y ¿ellos que hacen? La mayoría, Nada.

Muy pocos hacen algo por ti... solo las personas a las que les importas tratan de hacerte sonreir o hacerte feliz.

Suspiré mientras me perdía en mis pensamientos y miraba a la nada. Mi vista estaba perdida en medio de la mesa. Alfredo y Allison hablaban a mi lado sobre algo que no conseguía captar. Suspiré profundamente y fue entonces cuando noté un empujón.

“Hey! ¿Que haces?” Miré a mi costado para ver a Alfredo riendo, atrayendo la atención de toda la mesa por mi grito.

Rió divertido. Le fulminé con la mirada. “Sea lo que sea, no es gracioso.” Crucé mis brazos a través de mi pecho y suspiré.

“No se que demonios te pasa, pero estas todo el rato pensando. Era hora de que reaccionaras.” Sonrió mostrándome sus dientes blancos y sonreí sin poder evitarlo. Me daban ganas de pellizcarle las mejillas.

Negué con mi cabeza. “Eres muy raro, ¿sabías?”

Se encogió de hombros. “Viene con el paquete.” Reí divertida por su comentario.

El resto de la cena pasó tranquila. Como si nada malo me hubiera ocurrido. A veces pensaba que me deberían de dar un Oscar al mejor fingimiento de que todo iba bien. La mayoría del tiempo no era fácil esconder todo detrás de una sonrisa.

La cena acabó y me dirigí al hotel, con todos los demás, después de celebrar el cumpleaños de Kenny. Mis tacones resonaban contra el suelo del hall del gran y lujoso hotel. Caminé sin decir nada, perdida en mis pensamientos mientras mordía mi labio.

Llamé al ascensor, esperando delante de la puerta desplegable a que el sonido me dijera que ya había llegado, pero mi paciencia se estaba acabando. Crucé mis brazos, comprobando mi iPhone. No había recibido mas mensajes de aquel hombre, por llamarlo de una forma.

Suspiré y sentí unos pasos detrás de mi. Cuando me volteé me quedé sin apenas respiración. Era Justin. Rápidamente aquel mensaje me pasó por mi cabeza. “Hola.”

Agaché mi mirada hacia el suelo y luego la levanté para mirarle a los ojos. “Hola.” Hice una mueca con mis labios sin mostrar apenas una triste sonrisa. Los dos estábamos serios.

Si te estas preguntando porque nos comportamos como si fuéramos completos desconocidos... te convendrá saber que ahora no tenemos la mejor de las relaciones. Si, todo empezó en Suecia. Con la visita de Selena. Esa misma noche es como si hubiera cambiado todo. Nos comportábamos como completos desconocidos.

Caminé por la ciudad, con Bruce a mi lado. Hacía bastante frío y se notaba en mis manos. Estaban tan congeladas, que el mínimo golpe que recibiera se me caería un dedo.

No, no exagero.

Había recibido un mensaje de Alfredo diciéndome donde estaba Jason porque tenía que hablar con el sobre una cosa importante. Le había dicho a Fredo que le dijera a el para reunirme cuanto antes.

Llegué hasta el estadio en un coche negro. Mi bolso estaba en mi mano y Bruce llevaba el resto de cosas que necesitaba. Tenía que actuar esta noche. Suspiré mientras caminaba por el pasillo que daba a los backstage. Scooter estaba afuera y le saludé. Kenny estaba hablando con uno de los bailarines y riendo mientras hacían bromas. Reí al verlos, sacudiendo mi cabeza.

Sin pensarlo ni siquiera dos veces, abrí la puerta que daba al backstage de Justin.

“Jason. Te estaba buscando por todas partes, ¿Donde demonios te metis--” Me quedé completamente callada al levantar mi mirada cuando abrí la puerta y la vi a ella. Había venido. Maldita sea.

No es que la odie, no. Mas bien, no nos llevamos demasiado bien. Bueno, si, me cae mal. Y yo también a ella. Por lo menos tenemos algo en común.

Es la típica relación entre la novia de tu mejor amigo, cuando en realidad estas enamorada de él, y te mata por dentro verlos juntos, pero a la vez tienes que fingir para que nadie se de cuenta... porque tienes miedo a que el se entere y todo cambie, para mal.

Lamí mis labios sin saber muy bien que decir. “Hmm... Hola.” Hice una mueca con mi cara, intentando sonreir. Ella sonrió mostrando una falsa sonrisa, como cada vez que me veía.

“Hola _____. ¿Como estas?” Dijo con demasiada simpatía. No tragaba a las personas que intentaban aparentar algo que no existía.

Es decir... ¿En serio?

“Bien, gracias.” Me quedé callada completamente. Noté la mirada fulminante de Jason sobre mi, que me decía algo como ‘por el amor de Dios, trata de ser amable, aunque la quieras matar’. “¿Y tu?” Mostré una de las más falsas sonrisas.

“Muy bien, gracias.” Sonrió agradablemente.

Vaya, al menos ella podía fingir que me aguantaba. Cosa que yo no pude, ya que me pilló por sorpresa su visita.

Estaba sentada al lado de Justin. ¿Han vuelto? No tengo ni la menor idea. ¿Porque estaba ella allí? Todavía tenía menos idea sobre eso. Solo esperaba que no se quedara mucho tiempo, porque si no la que iba a aguantar poco todo eso, iba a ser yo.

Llevaba tan solo un par de minutos bajo el mismo techo que ellos y ya me estaba comiendo por dentro las ganas de llorar. Hablaban animadamente y solo tenías que haber visto como Justin le miraba a ella, para saber como de mier*da me hacía sentir eso.

Miré a Jason y a Alfredo en busca de respuestas. Le lancé a Jason una mirada fulminante diciéndole con mis ojos algo como ‘Gracias por avisar Jason.’

“Jason, te estaba buscando para hablar contigo.” Le miré con desgana. Sentí todas las miradas de la habitación sobre mi. No me importó ni una mier*da. A este punto ya lo que no me pasara me parecería raro. Parecía como si la mala suerte se hubiera cebado conmigo.

Asintió con su cabeza. “Claro. Nos vemos luego chicos.” Sonrió amablemente a Justin y a Selena que estaban en un sofá conversando.

Ahora entendía porque Justin se había comportado bien conmigo anteriormente. El sabía que Selena iba a venir a Suecia en los próximos días y sabía lo mal que nos llevábamos las dos. 

Ni siquiera me despedí de ellos.

Salimos del backstage y nos pusimos en el pasillo alejados de las demás personas que deambulaban por allí, impacientes por que la hora del concierto se aproximara.

“¿Que demonios te pasa _____?” Me miró acusándome con su mirada. Eso me irritó.

“¿Perdona? ¿No contestas en todo el jodido día a tus llamadas y ahora me vienes con esas?” Negué con mi cabeza, riendo sarcásticamente--típico en mi cuando quería evitar que la frase ‘vete a la mier*da’ saliera de mi boca--

Arqueó su ceja. “Estaba ocupado. ¿Acaso no puedo?” A veces pensaba que éramos un matrimonio o algo así.

Suspiré profundamente intentando controlar las ganas de gritarle en la cara que se fuera y me dejara de una buena vez en paz. “No. Hagas. Eso.” Dije pausadamente mientras le amenazaba con mi dedo índice.

“______, llevas una jodida semana que parece que odias a todo el mundo. Apenas sales de tu habitación. Te la pasas todo el día en el hotel escribiendo, hablando por teléfono... Apenas te veo cuando tienes concierto, por el amor de Dios!” Se quejó con rabia mientras lanzaba sus manos hacia el aire. Le miré atentamente a cada una de sus reacciones.

Tragué saliva. “¿Sabes que Jason?” Hice una pausa y puso atención en lo que iba a decir. “Dices conocerme mucho, pero yo que tu no diría eso porque no tienes ni idea de nada.” Abrió su boca para decir algo, pero yo me adelanté silenciándole. “Una persona se podría estar muriendo por dentro y tu estar presenciándolo, y no darte cuenta! Así que no digas que me conoces cuando realmente no tienes ni pu*ta idea de lo que esta pasando!” Grité atrayendo la atención de las personas que estaban en el pasillo. Pero a este punto no me importaba ya... eso era lo de menos. Me daba absolutamente igual.

Haría una pareja perfecta con Selena... por lo menos sabían como sacarme de quicio los dos.

¿Podría estar comportándome como una niña de cinco años? No lo niego. Pero te aseguro, que el dolor que llevaba yo por dentro, no lo suelen llevar las niñas de esa edad.

Al día siguiente se comportaba de una forma extraña y lo peor era que yo también me comportaba así. Era como si hubiera algo que me rondara por dentro y no sabía el qué. Me empezaba a angustiar.

Ese día, algo había cambiado entre nosotros.

Y no precisamente a bien. Si no a mal.

Esperamos al ascensor tranquilamente, bueno, yo me estaba muriendo por dentro. Necesitaba hablar con él, que me dijera algo, cualquier cosa, pero que me hablara. Aunque sabía en el fondo que no lo iba a hacer.

Suspiré con resignación, pasando mi mano por mi cabello. Mordiendo mi labio inferior y lamiéndolo a la vez. Tragué saliva y di un profundo suspiro mientras las puertas del ascensor se abrían a la vez que estas hacían un sonido. Entramos los dos y sentí como el ascensor subía de plantas. Miraba al suelo.

Mi rostro era incluso mas serio que antes. Me volteé hacia el, dispuesta a decirle algo, pero justo cuando abrí mi boca para decir algo, me callé y me volteé mirando de nuevo a las puertas del ascensor. Noté como el se volvía para mirarme con curiosidad. Había visto mis intenciones. Pero el ni siquiera decía nada. Estaba callado. Como si nada... como si fuéramos simplemente desconocidos.

Sentí un nudo en mi garganta.

Dolía demasiado, dolía saber que el te ignoraba mientras tenías que verlo todos los días. Dolía saber que probablemente su corazón pertenecía a otra persona que no era yo. Dolía mucho saber que lo estaba perdiendo poco a poco.

Salí del ascensor con paso rápido hacia mi habitación. Mis tacones resonaban contra el suelo del pasillo. Noté su mirada encima de mi. Tantas miradas pero ni una sola maldita palabra.

Gilipo*llas.

Cerré la puerta de mi habitación de un portazo y me tiré sobre la cama encogiéndome bajo las sábanas. No quería ver a nadie y mucho menos a él. Sentí un pinchazo profundo en mi pecho.

¿Que iba a hacer?

No One’s Point of View:

______ caminó con paso rápido hacia su habitación cerrando de un portazo mientras se intentaba desahogar por toda la rabia contenida al no surtir efecto los intentos de hablar con Justin.

Aunque se lo intentaba negar a sí misma, estaba destrozada por dentro. Todos tenemos un límite, y el suyo estaba cerca. Estaba derrumbada en su habitación, encima de la acolchada cama de su suite. Tragó saliva un par de veces intentando contener las lágrimas.

Por otro lado. Justin estaba todavía parado en la puerta de su habitación, la miraba sin saber muy bien que hacer. Quería salir de dudas, había algo dentro de él que le estaba comiendo. No soportaba dudar. Tenía nervios, no lo podía ocultar.

Él si que recordaba la noche de Suecia. Mas bien, recordaba alguna parte de la noche. Porque había bebido bastante para intentar divertirse. Suspiró y se sentó sobre el lado de su cama. Sus zapatos estaban en el suelo y sus rodillas separadas mientras sus codos estaban posados en ellas. Pasó sus manos por su pelo soltando un profundo suspiro y unió sus manos, mirando a la nada.

Su mirada estaba perdida, al igual que sus pensamientos.

No pudo mas y salió de la habitación con rapidez. Iba a salir de dudas, y lo iba a hacer ahora. No podía soportar mas un minuto sin saber exactamente con detalles lo que había pasado en aquel pasillo. Todo parecía ser un sueño para él.

Se dirigió hacia las habitaciones de los bailarines. Johnny. Uno de los bailarines que había estado en la fiesta. Él era el que había entrado sin querer en el pasillo en el mismo instante en el que él parecía recordar que se estaba besando con ______.

Tragó saliva duramente y llamó a la puerta don sus nudillos. Sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Se remangó la sudadera que llevaba, poniendo sus mangas hasta sus codos. Lamió sus labios como cada vez que estaba nervioso.

Los lamió de nuevo y se escucharon unas risas detrás de la puerta. Esta se abrió a los pocos segundos. El rostro de Justin era serio y el de Johnny al verle era de sorpresa. Sabía que no se lo esperaba allí, en su puerta.

“Hey Justin.” Dijo sonriente intentando ocultar su sorpresa de verlo allí a esas horas.

“Hey.” Justin tragó saliva con dificultad y pasó su mano por su nuca, no sabiendo como empezar la conversación. “Hmmm...” Se detuvo. “¿Podría hablar contigo un momento?”

Johnny le miró atentamente a sus ojos mientras asentía con su cabeza. “Si, claro.” Sonrió y salió de su habitación, quedándose en el pasillo alejado de la puerta que conducía dentro de su cuarto. Justin suspiró.

“Verás. Tu estuviste en la fiesta de Suecia, ¿cierto?” Johnny le miraba atentamente a los ojos. El asintió.

“Si, claro.” Lamió sus labios.

“¿Entraste en el pasillo por el que entramos al pub cuando... uhm... yo estaba con _____ allí?” No le salían exactamente las palabras y no entendía la razón. Suspiró mirándole a sus ojos oscuros y el le miró con sinceridad en sus ojos.

Puso una mano en el hombro de Justin. “Man, os vi, juntos.” Le dijo mirando a los ojos mieles de Justin. Fue directo al grano. El se sorprendió mientras sentía algo dentro de él estremecerse. Era verdad. Algo dentro de él le decía que no se equivocaba, pero quería asegurarse.

Justin tragó saliva mirando a Johnny a los ojos con mirada perdida. Aunque lo sospechaba no se lo podía creer. Es decir, el estaba algo tocado por el alcohol.

“Tranquilo, no diré nada.” Sonrió tranquilizadoramente y una parte de Justin se calmó y agradeció la complicidad de su compañero de Tour. Asintió con su cabeza.

“¿Nos viste besarnos?” Justin miró a los ojos de Johnny y este asintió soltando una pequeña sonrisa. El rostro de Justin era serio en ese momento.

“Si, os vi. Y cuando entré os apartasteis y os largasteis de allí.” Justin asintió de nuevo con su cabeza suspirando y miró a Johnny de nuevo a los ojos.

“Gracias man. No estaba seguro de lo que había pasado.”

“No importa.” Sonrió con complicidad, al pensar que quería decir Justin con eso. Era normal. Estaba algo tocado por las cervezas que se había bebido en el pub mientras DJ Tay James ponía música y ______ había bebido demasiado alcohol como para recordar algo de la noche en Suecia.

Justin caminó por el pasillo para llegar a su habitación. Suspiró abriendo la puerta y se sentó de nuevo en la cama. Todo era verdad. Al fin había salido de dudas. Y por lo que parecía ______ no se acordaba de nada de aquella noche. Porque estaba muy borracha.

¿Que se suponía que tenía que hacer ahora él?

Desde que apareció de nuevo Selena en Suecia, desde que su amiga y él se habían besado en aquella fiesta... todo había cambiado para ellos. Y no sabían que probablemente nada volvería a ser como antes. Por mucho que quisieran arreglarlo.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa