3 días antes...
—¡Oh! ¡Me encanta esa cara que has puesto! Nada más y nada menos que: "Oliver con el corazón roto".
Estaba allí de pie frente al Gatito Malvado. Minutos antes me mostró el Instagram de Alex Taylor...y la fotografía de él y Emi besándose y anunciando su relación a toda la ciudad. No sólo se trataba de decirme que no me quería, me lo demostraba y me lo restregaba en la cara. Creo que era mucho más enfático de lo que yo podía soportar.
—¡Bien! Espero que ya aclarado el punto que ese enano no te quiere y que tiene un nuevo novio, ahora tú mi querido Oliver y yo volveremos hacer mejores amigos con beneficios sexuales adicionales. ¿Te espero entonces en la cama?
Evans era...así. Se preguntarán por qué sigo tratándolo a pesar que él y su hermana les gustaba hacerme la vida imposible, bueno, era una de las pocas personas con las que aun podía hablar y me había tendido la mano cuando lo perdí todo...y...era lo más cercano a un amigo que tenía.
—Evans... ¿Podrías ayudarme en algo?
—¡Cualquier cosa que empiece con SE y termine con XO estoy a la orden!
—¡Quiero darle celos a Emi, digo, a Emilio!
—¿Qué? ¿Escuché mal?
—Necesito saber si es cierto que no siente nada por mí.
—¿Todavía te preguntas si él siente algo por ti? ¿No está más que claro que no le importas?
—Es que, podría estar confundido...
—¿Sabes que es lo que creo? Que nunca te quiso, tú "te enamoraste solo" de ese idiota y él vio que eras un ejecutivo de la compañía y quizás pensó que tenías dinero...y que podrías darle todo lo que quisiera.
—¿Estás diciendo que Emi estuvo conmigo sólo por interés?
—¿No es más que obvio? Le gustan los chicos guapos y con dinero, en realidad no lo culpo, también son mi tipo. En fin, se enteró que eres casado, que estás quebrado y lleno de deudas y que no tienes nada que ofrecerle...y se fue a buscar otro chico guapo y con dinero que lo consintiera. ¡Así es la vida! ¡Y tuvo suerte en encontrar a otro muy rápidamente!
¿Eso era cierto? ¿Me enamoré solo? ¿A Emi sólo le importaba eso?
—Evans...no creo que Emi sea esa clase de persona. Yo...no lo creo así, además yo le mentí y es justo que esté dolido y...él me quiere, aunque no lo reconozca nunca, en el fondo él me quiere, lo sé...
—¡Oliver! ¡Eres el hombre más inteligente y estúpido que he conocido en mi vida! Yo sólo vi a alguien que te dijo en tu cara que "No te quería y que ya estaba con una persona nueva" Pero...te ayudaré. Además... ¿Él te paseó su nuevo novio por la cara? ¿No le importaron tus sentimientos? Es hora que le demuestres que tú eres un chico que se respeta y que también puedes reemplazarlo a él fácilmente.
Al escuchar eso, algo en mi corazón se shockeó. Yo amo a Emi, pero me siento muy dolido con la forma en que me ha tratado. Además prefirió escoger a Alex y no quiso escucharme, pareciera que en verdad no le importara. Quizás me enamoré solo, entonces...si realmente me quería era hora que me lo demostrara o tendría que olvidarme de él.
Lunes...
Lo vi llegar y me le acerqué. Tenía que hablar con él, quería ver cómo reaccionaba, si al menos le dolía algo lo que le diría.
—Me gustaría decirte algo. Sólo tomará unos minutos.
Le hablé seriamente y me miró con cierta cara de confusión. Por lo menos accedió y me siguió hasta el pasillo donde están las escaleras.
—Sólo quería que supieras que no voy a molestarte más. Dejaste muy en claro que no me quieres y ahora sales con Alex Taylor. De hecho fueron muy expresivos en el instagram...
—¿Tú tienes instagram...?
—Sí, y empecé a seguirte y nunca me diste el followback.
—Es que tengo tiempo sin entrar.
—En fin, ya lo he comprendido. Yo pensaba que tú me querías y por eso insistía y todo lo demás, pero cometí errores y te engañé, eso estuvo muy mal, lo sé. Te pido disculpas por todo lo malo que te causé y espero que esa persona te haga muy feliz, porque te lo mereces.
—Oliver...
Y esa fue toda su respuesta. ¡No dijo más nada! Se me quedó mirando sorprendido y eso fue todo. No pudo ser más decepcionante que no dijera algo para evitar que me rindiera y hasta pareciera que no le importaba lo más mínimo perderme.
—Quería preguntarte si existía la posibilidad de que siguiéramos siendo amigos.
—Bueno...yo...eeeehhh...no sé...
¿Lo duda? ¿En serio? ¿Ni amigos? Definitivamente no quería saber más nada de mí...
—Supongo entonces que quizás no sea buena idea. En fin, ¡que tengas un buen día!
Entonces me retiré. Me puse en la fila para tomar el otro ascensor y así todo acababa, casi como empezó. Volvimos a ser dos extraños que esperaban su turno para subir a nuestros respectivos departamentos a trabajar.
Lunes...en la tarde.
—¿Y bien?
No podía esperar, corrí a la oficina de Evans apenas vi que Emi salió de allí. El plan era ver cómo reaccionaba al enterarse que yo tenía a alguien más interesado en mí. Evans lo confrontaría y se lo diría, haría bien su papel, lo convencería de que realmente estaba dispuesto a ayudarme a olvidarlo...y deseaba de todo corazón que esto hiciera que Emi entendiera que podía perderme y se preocupara por retenerme. Zoey me dijo que seguramente mostraría celos y era lo mínimo que esperaba.
—Le dio igual, es más ni siquiera se molestó. Cuando le dije que retomaría mi relación contigo, prácticamente sonrió y nos deseó suerte.
—¿¿¿A Emi no le importó que yo pudiera estar contigo???
—¡Para nada! Yo creo que hasta se sintió muy aliviado de saber que ya tenías a otra persona con quien distraerte, y así no lo molestarías más. Definitivamente eras como una..."molestia" para ese tipo. Ahora él queda libre de ti y seguramente se sentirá mucho mejor ¡Y hasta te tratará mejor! Estoy seguro de eso. Además ¿qué tanto podría importarle si él ya tiene a otro chico guapo, muy popular y con dinero de sobra que lo consienta? ¿No lo crees?
—¡No puedo creerlo! ¡No significo nada para él!
—Ve el lado positivo de todo: ¡No te pierdes de nada! Realmente me sorprende que te hayas enamorado de ese enano corriente, desagradable y malhablado...Me pregunto si besa a su madre con esa misma boca con la que insulta.
—¿Seguro que no le importó ni un poquito?
—¡Ya hombre! ¡Acéptalo! Ese enano no te quiere... ¡Hora de tener sexo con otro para desquitarte! ...¡Estoy disponible! Por si te interesa.
Emi...me has roto el corazón. ¿Cómo pude ser tan ciego y no darme cuenta que realmente no le importaba? Pensé que era otra clase de persona, que era alguien sincero, honesto, desinteresado...pero me equivoqué.
—Regresaré a mi oficina, tengo trabajo de sobra.
—Oliver...no dejes que esto te derrumbe. Ese tipo no vale la pena y si a él no le importas pues que tampoco te importe a ti.
Salí de allí y regresé a mi oficina. Me concentraría en mi trabajo, trataría de no pensar en él, tenía que ser fuerte y seguir adelante, hice todo lo que pude por demostrarle que lo amaba y que podía hacerlo feliz, ahora si él no me quería...no podía hacer más nada, sólo aceptarlo y seguir adelante.
—Oliver... ¿Sucede algo? —Layla me miraba fijamente.
—No, nada.
—¿Seguro? Te ves algo...
—¡Nada! ¡Estoy bien! Quizás sólo estoy algo estresado, tenemos que volver a revisar toda la cartera de inversiones del año pasado. Hay algunas cosas aquí que no me están gustando para nada, falta dinero, mucho dinero que no sé a dónde fue a parar. Por más que Contabilidad me envía los libros y todo parece en orden, los números no son los correctos.
—¡Otra vez vamos a revisar eso! ¡Oliver es la quinta vez que lo hacemos! El analista que estaba antes que tú era muy meticuloso en dejar constancia de todos sus movimientos, además no se puede realizar ningún tipo de inversión a nombre de la empresa si la junta directa en pleno no lo aprueba.
—¡Por lo mismo! Entonces tiene que ser que hay una fuga de capital no autorizada. La lógica me dice que si colocas diez huevos en una canasta debe haber "diez huevos en la canasta", no nueve...a menos que uno se haya caído o alguien lo haya tomado.
—¡Oliver! Esa es la responsabilidad del departamento de Contabilidad, no nuestra. Para eso hay auditores. Nosotros deberíamos estar planificando la salida de la compañía a la bolsa pública no estar revisando estas cosas.
—Layla, nuestro trabajo es hacer que esta compañía gane dinero, no que lo pierda, y si llega más capital y no se detecta la fuga nuestro trabajo será en vano. Así que vamos a volver a revisar de nuevo todas las inversiones que se hicieron el año pasado.
Así que puse manos a la obra y comenzamos a trabajar auditando los últimos gastos de la compañía...aunque algo empezó a fallar en mi pc: De pronto las ventanas se cerraban y no podía controlar el puntero. Reinicié la máquina y al entrar al sistema con mi usuario volvió a darme problemas. Parecía que estuviera "Poseída" o algo así.
—¿Qué pasa?
—No lo sé. Esta cosa se volvió loca. ¡Mira!
Layla se sentó en mi puesto y se echó a reír.
—Parece que tu computadora se niega a trabajar hoy... ¡Creo que no soy la única que está fastidiada de volver a auditar!
—¡No! ¡No! ¡No! ¡Necesitamos abrir esos archivos! ¡No me hagas esto computadora!
—¡Llama a Sistemas! Emilio puede subir un momento y revisarla sin problema...además, estará encantado de hacerlo. —Me dijo Layla con una sonrisa muy picara.
Emi...justo la última persona que quiero ver en este día. Tenía que ser definitivamente el Karma que no me dejaba en paz.
—¡No! No necesitamos molestar a la gente de Sistemas. Sólo volveré a reiniciar la máquina y todo se solucionará.
Y así hice. Pero al ingresar de nuevo al sistema volvió a enloquecer. Era muy extraño, realmente no sé si era un virus o un Poltergeist lo que invadió mi computador.
—Oli...llama a Emilio.
—No, no voy a llamarlo. Ves aquí está el archivo, lo pude abrir...y ay podemos empezar a... ¡SANTA VIRGEN DE LA CACHUCHA! ¡LO BORRÉ! ¡Y NO QUERÍA BORRARLO!
—¡Oh! ¡Ahora supongo que perdimos todas las notas y revisiones que estaban en él! ¿Correcto?
—¡No! ¡No! ¡No! ¡Esto no puede ser! ¡Tenemos que recuperar este archivo! Lo restauraré de la "papelera de reciclaje" y listo... ¿DÓNDE ESTÁ LA PAPELERA DE RECICLAJE? ¡No la veo!
—¡Oliver llama a Sistemas ya! Yo regresaré a mi oficina a terminar de revisar lo de las nuevas regulaciones financieras a las que tenemos que someternos. Recuerda que tienes que hacer también el análisis de riesgo de la propuesta de fusión que tenemos con la gente de Stanford.
—¡Tengo todo eso casi listo! ¡Pero está aquí! ¡En esta maquina infernal!
Layla se fue y no me quedaba otra opción...tuve que llamar a Sistemas:
—Hola...Bob. Tengo un problema con mi ordenador, creo que alguien tiene que revisarlo.
—¡Es el virus de...de...el "Crush"! Si, el "Crush"... ¡Es terrible! Hemos tenido varias máquinas infectadas hoy. Pero, tranquilo, Emi subirá ahora y te ayudará.
—¡No! ¡No! No quiero que suba él... ¿No puede venir otro de ustedes?
—Eeeeehhh no...Oye somos pocos aquí abajo, ¡no te pongas exigente ahora! Si no lo quieres a él entonces trabaja con el teléfono.
—Bueno, supongo que no tengo opción.
¡Emi subiría! Y yo no quería verlo...además estar con él era muy tentador, ¡pero no! No le demostraría ni un ápice de cariño, ¡no más!
Al cabo de unos minutos escuché la puerta, era él.
—¡Sistemas!
—¡Pasa, está abierta!
—¡Hola Oli! ¿Le pasa algo a tu máquina?
Y allí llegaba él, con una gran sonrisa. Supongo que feliz de que ya yo no trataría de conquistarlo...o quizás burlándose de mí... ¡Quién sabe!
—No sé qué le ocurre a mi ordenador, luego que accedo al sistema, enloquece. Disculpa si te molesté en tus cosas pero necesito continuar con mi trabajo, de otro modo no hubiera llamado a tu departamento.
—No, Oli tranquilo, es mi trabajo...y para mí no hay problema subir y venir a ayudarte...siempre que quieras puedo ayudarte.
—En realidad hubiera preferido que viniera otra persona, lo menos que quiero es molestarte.
—¡Ya te dije que no hay problema! A ver... ¿Qué tiene tu ordenador?
Yo estaba sentado en mi escritorio e iba a mostrarle en el monitor lo que sucedía cuando entraba al sistema, pero Emi me sorprendió, estaba detrás de mí y se inclinó casi abrazándome. De hecho estaba tan cerca que no podía voltear a verlo sin rozar con su cara. Simplemente me quedé mirando hacía la pantalla.
—Yo...esteeee...bueno...verás que la pc enloqueció y hasta borré un archivo importante sin querer y necesito recuperarlo.
—Tranquilo Oli... ¡Yo lo solucionaré!
Esto me lo dijo muy...pegadito a mi oído y yo...no podía sentirlo así tan cerca...
—¡Creo que trabajarás mejor si te sientas aquí y yo me levanto!
Traté de levantarme...pero Emi me sentó de nuevo.
—¡No! ¡Quédate allí sentado! Necesito que me digas cual es el archivo que borraste y así también puedo enseñarte como recuperar archivos eliminados que no están en la "Papelera de reciclaje".
Y volvió a montárseme encima. No entendía esta "proximidad" tan rara de Emi, estaba allí con su mejilla pegada a la mía y me hacía sentir muy incómodo porque se supone no quiere tener nada conmigo y ahora...
—¡Siéntate mejor! Yo puedo ver desde aquí y señalarte el archivo que borré.
Me levanté y lo empujé sin querer hacía el escritorio. Estaba haciendo un esfuerzo enorme por controlarme y no acosarlo. No sé por qué lo hacía pero no podía caer de nuevo en eso, Emi ya me dijo que no me quería y fue muy claro y enfático en decirme que lo dejara en paz.
—Bien, quédate allí sentado. Echa la silla para atrás un poco y yo puedo trabajar aquí...inclinado.
¡Oh Mi Dios! Emi se inclinó frente a mí y casi me pone el trasero en la cara... ¡La piel se me puso de gallina! Me tuve que poner de pie antes de que me provocara una erección.
—¡No! Yo...me puedo levantar y tú te sientas...Me quedaré aquí de pie detrás de ti y puedo ver la pantalla mejor desde aquí arriba.
—No voy a tomar asiento, trabajo todo el día sentado, me quedaré así...
¡Y fue peor! Pegó su trasero de mí...entrepierna. Yo sólo veía ese lindo, redondo y repingadito culito frente a mí y era tan irresistible. Mantenía las manos en alto porque si las bajaba seguro terminaría poniéndolas sobre sus caderas. Era como un adorable gatito juguetón frente a mí que me tentaba, y cada vez era más difícil resistirme.
—¿Será este el archivo que borraste por accidente, Oli?
—¿Archivo? ¿Cuál archivo?
No podía quitar la mirada de esa espalda y ese lindo trasero frente a mí...hasta que la puerta se abrió...
—¡Vaya! ¡Vaya! ¿Problemas con la pc?
El gatito malvado hacía su entrada. Me miró con enojo y yo sólo me aparte de Emi y me moví lejos del escritorio.
—Mi ordenador tuvo un problema y llamé a Sistemas...
—¿En serio? Bueno supongo que el chico sabe lo que tiene qué hacer y no necesita que estés aquí parado estorbándole.
—De hecho necesito que Oli esté aquí para que me indique cuáles son los archivos que necesita recuperar.
Evans se acercó a Emi...y realmente quería salir corriendo de allí.
—¿Cómo le llamaste? Debiste haber leído el Manual de procedimientos y conducta de esta empresa al ingresar. La manera correcta de referirte a un ejecutivo es "Licenciado", o, en este caso "Licenciado Moore". Estas en horario laboral y dentro del edificio de la compañía así que cuida tu vocabulario.
—¿Ah sí? Pues soy Ingeniero en Sistemas y no he visto nadie que me trate con esa consideración aquí en esta empresa.
—Te sugiero hacer una carta de queja y enviarla al departamento de recursos humanos de esta empresa. Estoy seguro que tomarán en consideración eso. Mientras tanto cumpla su trabajo "Ingeniero"...que el Licenciado Moore tiene un asunto urgente que tratar en mi oficina... ¡AHORA!
Evans me jaló del brazo y me sacó de mi oficina.
—¿Se puede saber qué demonios estás haciendo con ese enano allí?
—Ya te lo dije...estaba ayudándome con mi ordenador, tiene un virus o algo y me hizo borrar sin querer un archivo que necesito. Emi sólo me ayudaba...
—¡Ah! ¿Eso era? Porque cuando entré sólo vi a ese tipo inclinado frente a ti restregando su trasero de tu pantalón. No puedo creer que te quedarás allí como un idiota cayendo en su "jueguito".
—Pero...yo...
—¡Nada, Oliver! ¿Qué no te das cuenta que sólo se burla de ti? Un día te humilla restregándote en la cara que está con otro hombre y al otro día se burla en tu cara haciéndote insinuaciones, cuando él mismo te ha dicho que no quiere saber nada de ti. ¡Por Dios, Oliver! ¡Ten algo de dignidad!
—Tienes razón. Él ya no se merece mi atención...
—Ese enano sólo se merece una sola cosa de ti: DESPRECIO.
Evans tenía razón: Ya Emi no era "Mi gatito", era el gatito de otro hombre y tenía que aceptar eso de una buena vez.
—Si necesitas usar un ordenador puedo prestarte mi laptop.
—No, gracias. Iré a tomarme un café mientras terminan de arreglar el mío.
Dejé a Evans y me dirigí al ascensor para bajar al piso del cafetín. En eso Emi venía corriendo y logró entrar antes de que se cerrara la puerta, estábamos sólo él y yo allí.
—¡Qué bueno que te encuentro! Ya solucioné el problema de tu pc y recuperé los últimos archivos eliminados, supongo que entre esos está el que quieres recuperar.
—Gracias. —Le respondí sin mucha emoción y sin querer extender la conversación.
—Oli...Necesitamos hablar. Tenías razón, si nos sentáramos seriamente como adultos a conversar y dejáramos a un lado nuestras diferencias es posible que...
—¡No vuelvas a llamarme así! ¿Acaso no entendiste lo que te dijeron? ¡Ya no somos amigos, ni somos nada! No tenemos nada más que hablar. Esto desde el principio fue una tontería sin sentido, como tú dijiste: "Nadie se enamora de alguien que apenas conoce". Eso del Amor y de las conexiones y todas esas cosas, sólo es basura. Fui un idiota idealista como siempre y me comporté como un tonto, pero ya entendí claramente el mensaje y no volveré a cometer el mismo error.
—¡Oli, no digas esas cosas! ¡Tú no eres así!
—¡Licenciado Oliver Moore! ¡Mantenga el trato profesional! Aunque sería mucho mejor si no vuelve a dirigirme la palabra.
Y cuando el ascensor marcó el piso 4 y se abrieron sus puertas salí de allí. Era el final de todo.
—¿Oliver? ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías de lo más entretenido en tu oficina...
Layla se sorprendió de verme llegar, me senté a la mesa con ella.
—Sólo bajé a comprar un café mientras solucionaban lo de mi ordenador.
—Pero yo pensé que aprovecharías el tiempo allá con Emi...tú me entiendes ¿no?
—Layla...Emi...digo, Emilio y yo, ya no tenemos nada. Sólo somos dos personas que laboramos en la misma compañía.
—¡Espera! ¿Pero qué pasó? Pensé que ya habías resuelto las cosas con Emi.
—No...y creo que fue mejor así. Él ya tiene a otra persona y yo...aprendí unas cuantas lecciones nuevas sobre la vida y el amor. Espero encontrar algún día alguien que me quiera tal como soy y que no le importe si no me he podido divorciar, si no soy rico o si me gustan los hombres y las mujere...y si esa persona es vegana y le gusta el pop, será mucho mejor.
—En serio lo siento mucho, Oli.
—Mejor subamos a trabajar.
—¿No ibas a pedir un café?
—Ya se me quitaron las ganas.
Así que Layla y yo subimos de nuevo a trabajar. El ordenador funcionaba perfectamente y allí estaba el archivo que había eliminado, así que estuvimos nuevamente auditando hasta la hora de salida.
—¿Vas a quedarte trabajando hasta tarde? —Layla me preguntó antes de salir.
—No, me iré en unos minutos. Sólo echaré un vistazo más y me retiraré.
—Oli...espero que estés bien y que pronto encuentres esa persona que te quiera.
—Gracias, Layla, yo también lo espero.
Y me dejó solo. Me sentía terriblemente mal, tenía una extraña mezcla de sentimientos en mi corazón: Me sentía herido, traicionado, rechazado, humillado...Emi me usó de trapeador y creo que una cosa de esas tenía más autoestima que yo en ese momento. Y en ese momento vi mi BB-8 que estaba junto al retrato de mi hermana, Emi me lo obsequió aquella vez que fui a entregarle la invitación de la fiesta...ese día que no pude seguir ocultando lo que sentía por él.
—¿Todavía trabajando?
Evans entró y se sentó sobre mi escritorio. Me miró con una gran sonrisa.
—Ya me voy, definitivamente no quiero estar más aquí.
—Pensé que sería buena idea que saliéramos a beber un rato...y quizás luego hacer otras cosas más interesantes.
—No, paso. Sólo quiero irme a mi casa a descansar.
—¡Oh por Dios! ¡Oliver Moore! ¡Mírate! Necesitas "beber algo" urgentemente. ¡Tu cara lo pide a gritos!
—Bueno quizás un par de tragos no creo que caigan mal...
Me dejé convencer por Evans y salimos del trabajo rumbo a un local nocturno cercano. Era un sitio bastante agradable ideal para beber y conversar sin tener mucha gente encima ni ruido excesivo. Nos acercamos a la barra y él pidió un par de Martinis para empezar la noche.
—¡No lo puedo creer! ¡Pero qué pequeño es el mundo! Mira a tu derecha, a las tres en punto...
Cuando Evans dijo eso temía que vería algo que no me iba a gustar...y así fue: ¡Tenían que estar aquí! ¡No había otro sitio nocturno a donde pudieran ir a beber! Pues ya me estaba hartando de ver a Emi feliz con su nuevo noviecito y mientras tanto yo haciendo el papel de idiota. ¡Pues no más! Cuando Emi se percató que nosotros estábamos aquí, tomé a Evans de la corbata y lo acerqué hacía mí, le di el beso más ardiente y apasionado que le di alguien alguna vez en la vida. Ahora me aseguraré que entienda que no se juega con los sentimientos de un Escorpio, ¡el signo más apasionado y vengativo de todo el zodíaco!
CONTINUARÁ...