Los pasos suenan mucho más cerca. Dejo la bolsa en uno de los bancos y me pongo en guardia. Coge lo primero que pillo. Un mortífero plumero. Venga ya, ¿Qué hace un plumero en un vestuario? Dejo mis pensamientos a un lado cuando la sombra se para enfrente de la puerta del vestuario de chicas. Da un paso hacia delante, dejado que la luz del vestuario alcance su rostro. Mis ojos se entrecierran intentando identificar al chico de pelo largo que tengo delante.
- Hola Crístal - dice sonriendo y avanzando hacia mi.
Le examino detenidamente. La verdad es que es bastante guapo. Un mechón de pelo le cae por la cara, dando a su cara un aspecto salvaje. Sus ojos de un rojo mas oscuro que los de Jude me miran con intensidad.
- ¿Quién eres?
Niega con la cabeza como si se estuviera contestando a una pregunta que él mismo se ha echo.
- Eso no tienes que saberlo todavía pequeña. Todavía es pronto - sonríe enigmáticamente.
- ¿Pronto para qué? ¿Qué quieres de mi? - digo entre dientes cansada de que la gente evite mis preguntas.
- Adios Crístal, te estaré observando de cerca - se da la vuelta y desaparece en la oscuridad. Corro hacia el pasillo y miro hacia todos los lados con el plumero todavía en la mano.
Lo suelto con fuerza y le doy una patada. ¿Por qué mi vida es tan complicada?
*Narrador en tercera persona*
El chico sale del instituto Raimon y camina por las calles de la ciudad entretenido en darle patadas a una lata. La verdad es que la chica le había impactado bastante. Le habían dicho que tenia un carácter fuerte y que podía helarte con solo una palabra, pero nadie le había avisado de lo guapa que es. Se había quedado hipnotizado en esos ojos verdes en cuanto la ha visto. Un coche se para a su lado. La ventanilla de atrás se abre dejando ver a ese hombre que ha conseguido darle tanto poder.
- ¿La has visto?
- Sí, será interesante conseguir que se rinda a nosotros - dice el chico confiado.
El hombre sonríe con esa sonrisa que provoca escalofríos a más de uno, menos a él. El mini dios no le tiene miedo.
- Espero que consigas tu misión.
Y con estas palabras, cargadas de advertencias, el coche desaparece en la bonita noche dejando al chico solo.
*Narra Crístal*
El Brain consigue predecir todos nuestros movimientos. Los chicos no pueden hacer más que defenderse y yo estoy aquí en el banquillo viendo venir el primer gol por parte de nuestros adversarios. Me convenzo de que esto es lo mejor que puedo hacer ahora. Observar el flujo del juego desde un sitio que no es el mío.
Todo el equipo está en tensión, sobretodo Axel que sus intentos por marcar son nulos. Desde ayer no hemos tenido oportunidad de hablar, y mira que el chico lo había intentado, pero si no era Mark quien lo llamaba, eran las gerentes quienes no se separaban de mi. Mi mirada se desvía a Jude que observa el partido con una sonrisa desde la grada, hasta que repara que le estoy observando y que le sonrío cínicamente. Este se mueve un poco hasta que no puedo observarle completamente y solo veo parte de su pelo. Pongo los ojos en blanco. Infantil.
El Brain marca después de haber jugado con Mark a la gallinita ciega. Aprieto los puños y muevo inquieta el pie derecho. Ahora que han conseguido el gol, quieren mantener la ventaja por encima de todo. Una estrategia muy propia de Ray Dark. Miro a Mark que está indignado por el juego del Brain. El primer tiempo se acaba y la frustración se apodera de mi.
- Tranquilas, los chicos han mejorado mucho después de haber utilizado el campo Centella - intenta convencernos Nelly.
- Si pero... - replica Silvia - han conseguido parar todas nuestras técnicas.
El equipo se mete en los vestuarios y yo les sigo como un gato sigiloso.
- Felt - dice Mark atrayendo la atención del capitán del Brain - ¿por que no habéis atacado para aumentar la ventaja? Así no se puede jugar al fútbol.
- Han sido órdenes del entrenador. Una victoria da igual que sea por un gol o por diez, hemos de reducir los riesgos hasta que acabe el partido. Nunca conseguiréis marcarme un gol, tenemos todo vuestros datos y eso os llevará a la derrota.
- ¿Ah sí? ¿Y eso como lo sabez? La suerte sonríe a los que buscan la victoria con decisión no a los que se echan atrás - dice son decisión Mark.
Sonrío, muy propio del capitán.
- Lo que no aparece en los datos no puede ocurrir - dice seguro.
- Y dale con los datos, pero ¿de verdad a ti te gusta ese fútbol?
- ¿Qué si me gusta?
- En la segunda parte os enseñaremos que es el verdadero fútbol.
Atravieso con la mirada a Felt que al sentirse observado me mira. Hace una pequeña inclinación de cabeza y yo me doy la vuelta ignorándole por completo. Alguien que se deja manipular por los demás no merece mi atención. El equipo vuelve al campo y yo le sigo. Axel se retrsa y se pone a mi altura.
- Reciben ordenes a través de esos cables que llevan en la cabeza - le digo sin dejarle hablar - tienes que romper su supertécnica.
Este asiente.
- Lo sé, pero juegan con nosotros como quieren.
Llegamos a la salida del polideportivo antes de salir Axel me coge del brazo obligándole a mirarle.
- Necesito hablar contigo. Te espero después del partido en el parque de siempre.
Sale sin dejar que le diga nada y pongo morritos. ¿Por qué nunca me dejan hablar?
Te recuerdo que tu has echo lo mismo.
Touche.
El partido comienza y los del Brain siguen con su juego. Nuestro equipo no consigue dar ni una. De pronto Mark comienza a correr hacia el campo contrario dejando a Bobby con cara tonto en frente de la portería. Mira hacia todos los lados preguntándose si eso le puede estar pasándole de verdad a él. No sé porque en ese momento me da por romper a reír. Las chicas me miran como mirarían a un loco recién salido del manicomio. Mark lanza fallando el tiro. Después de esto, el Brain va perdiendo la concentración y se abre una fisura en su juego. Gracias a esto Mark y Axel aprovechan para correr y lanzar su nueva supertécnica. Consiguen marcar y poco después Kevin y Axel marcan el que sería el gol de la victoria. Y cuando parece que todo va a acabar bien, Neil Turner intenta parar el tiro de Axel haciendo presión contra su pie. Debido a la fuerza que los dos han utilizado, caen al suelo dejándoles a los dos fuera de juego. Me levanto instintivamente e intento ir a por Axel, pero la mano de Nelly me para y niega con la cabeza. Aprieto los dientes y espero a que el partido acabe. Cuando el pitido final suena, salgo corriendo hacia él y le ayudo a ponerse en pie. Con ayuda de Kevin le llevamos hasta el banquillo donde le examino el pie. Tiene un esguince de eso estoy segura. Se lo toco un poco y e queja.
- Vaya quejica que estás echo - le reprendo con una sonrisa.
- No lo soy.
- Anda vamos que te llevemos al hospital - le ayudo a levantarse.
- Pero tenemos que hablar... yo...
Le reprendo con la mirada.
- Vale, vale - dice el chico pasando el brazo por mis hombros - pero prométeme que luego me dejarás pedirte perdón por lo de ayer, como dios manda.
Sus ojos chisporretean guardando una promesa silenciosa. Trago saliva al ver como sus pupilas se dilatan. Oh Dios míos.
*Narrador en tercera persona*
Jude mira con rabia como Axel se va haciendo un hueco en el corazón de la chica. Creía que solo le quería a él y que gracias a lo del otro día la chica volvía a estar a sus pies. Pero se equivocaba. El chico se da la vuelta y empieza a caminar hacia el lado opuesto. Bien, si quiere guerra la va a tener.
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AHHHHHHHHHH QUE YA SOMOS MIL LEIDOS. OS AMO EN SERIO, MUCHAS GRACIAS POR HACER QUE ESTA NOVELA LLEGUE TAN ALTO. Como veis esta novela esconde muchos secretos así que os propongo un juego. Quiero que intentéis dar un final a algunos de ellos. La idea más original se llevará una mini historia con cualquier personaje de Inazuma Eleven. Un besoooooo.
P.D: si pudierais pasaros por la historia de mi amiga trexpautrexpautrexpautre y ayudarla con su historia os lo agradecería.