Cap. 22

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Llego a casa de Juden a las 20:00h. La verdad es que es una hora temprana para cenar pero sé que si voy a casa me voy a encontrar a mi tía con las víboras de sus amigas jugando al poquer y fumando. Sí, eso es lo que tengo que aguantar una vez al mes, o dos como mucho. Muchas veces he pensado en meterla un balonazo y llevarla a la Luna, pero estoy segura de que me la devolverían en menos de un minuto, asi que no hago esfuerzos. Llamo al timbre y me arreguño más en mi abrigo. Se notan los días de primavera, pero por la noche sigue haciendo fresco. El mayordomo de la familia me abre.

- Señorita Crístal, la estábamos esperando - dice haciéndose a un lado para que pueda pasar.

- Gracias Jhon, me alegro de verle. ¿Cómo esta su hija? Me dijo Jude que estaba mala.

- Mejor, solo era un catarro, ya sabes con el cambio de tiempo uno se constipa fácilmente.

 Asiento y le entrego el abrigo con una sonrisa.

- Me alegro.

- El señorito Sharp la está esperando en su habitación - dice despareciendo por la cocina.

Suelto una risa nerviosa. Me le estoy imaginando con un tridente en la mano y unos cuernos en la cabeza. Sí cuando Jude se enfada es mejor traerte la biblia y una cruz porque se convierte en el mismísimo demonio. Subo las escaleras y sin llamar abro la puerta. Me le encuentro sentado en el sillón con la camisa medio abierta y los pantalones desabrochados. Intento no mirarle mucho, pero es que mis ojos no queiren obedecer mis órdenes.

- Hola Jude - cierro la puerta detrás de mi y me apoyo en ella. Mejor mantenerme alejada por ahora.

- Te esperaba más tarde - dice levantadose y abrochándose todo lo que tenía desabrochado.

Nooo, no te abroches por favor....

Eres una desesperada, ¿Lo sabías?

Se acerca a mi me coge de la mano y me lleva hasta el sillón. Me da un beso muy cerca del cuello, y sé por qué lo hace.

- Si te lo estás preguntando, no, no soy lesbiana me siguen gustando los hombres.

Pone los ojos en blanco.

- Se que me has mentido y que estabas con Axel, te he visto irte con él después del partido - dice borde.

- Oh, perdón su señoría por preocuparme por un amigo y llevarle al hospital en vez de que él se fuera por su cuenta.

- No me molesta eso, me molesta que me mintieras.

- Y que te digo, ¿a no mira que estoy con Axel? ¿Para que te de la vena sobreprotectora? No, gracias - apoyo la espalda en el reposabrazos del sillón y le miro desafiante - además, que mas te da a ti, como si ya me le he tirado.

Me mira con la boca abierta. Sí, no le tengo acostumbrado a que hable así.

- No te lo has tirado - dice sonriendo - no me puedes mentir, a mi no. Sobre todo porque no te puedes olvidar de mi. Conozco tu cuerpo, en estos momentos estas deseando tenerme encima de ti.

Ahora la que abro la boca soy yo.

- ¿Quién eres tú y que has echo con Jude? - digo intentando no parecer alterada.

La puerta se abre y me sobresalto. La cabeza del padre de Jude se asoma por ella.

- ¿Dónde esta mi sobrina favorita? - dice abriendo los brazos.

- Tito Sharp - digo con voz de niña pequeña abrazandole.

Sí nuestra amistad llegó a tanto, que nos tratamos como si fueramos familia de verdad. Jude se levanta también a saludar a su padre y El señor Sharp desaparece de la habtación.

- Bien, ¿por donde íbamos?

- Por lo idiota que eres.

- Og, no te soporto.

- Ni yo soporto que intentes joder al Raimon, pero mira me aguanto.

- Eso es otra cosa - dice volviéndose a sentar.

- ¿Ah, sí? Pues nada a partir de ahora pondré a disposición de todo el mundo los datos de la Royal Academi - me siento yo también pero con una sonrisa de autosuficiencia.  

Jude gira la cabeza cual niña del exorcista y me mira penetrantemente.

- No sois los únicos que sabéis jugar sucio - le susurro en el oído - de distintas maneras hablando.

Sin darme tiempo a reaccionar, Jude me coge en volandas y me poya contra la pared de s habitación. Enrollo las piernas en su cintura para no caer.

- Soy inmune a ti - susurra en mi oído - pero tu también lo eres a mi. ¿Quieres que lo comprobemos?

Aprieta más su cadera contra la mía y hace un círculo. Suelto el aire que he contenido y dejo caer la cabeza en su hombro. Vuelve a hacer el movimiento que no tardo en acompañar. Es entonces cuando me doy cuenta de que estoy jugando a dos bandos y que me estoy comportando como una puta. Es verdad, Jude tiene razón, soy inmune a él, pero también lo soy a Axel. Jude ataca mi cuello, dejado besos y mordidas en él.

- No, Jude para por favor - digo completamente ida.

Jude para y me mira. Su preocupación salta a la vista.

- No... No se que me pasa... Estoy echa un lío - escondo la cabeza en su cuello consternada.

Jude me lleva hasta el sofá y me deja despacio.

- Sé que tienes algo con Axel - dice triste - os he visto como os miráis. Pero igual que se que él va a luchar por ti, yo también lo haré. Al fin y al cabo, no somos tan diferentes.

Me tapo la cara con las manos, intentado que no vea que en cualquier momento puede que me eche a llorar, porque las reinas no lloran. Las reinas son fuertes, personas que pueden con todo.

- Anda ven aquí - dice atrayéndome a sus brazos.

***

- Bueno ¿Qué tal en el Raimon? - dice el señor Sharp.

- Muy bien la verdad, son maravillosos todos y les he cogido mucho aprecio - digo con una sonrisa tensa. Por favor que no lo pregunte, que no lo pregunte...

- Y ¿cuáles fueron tus motivos para irte de la Royal?

Mierda, ¿por que todo tiene que salir a la inversa?

- Sí, bueno... Es que descubrí que mi padre había ido al Raimon y que tenía la esperanza de que algún día seguiría sus pasos, así que en cuanto lo descubrí tuve el impulso por ir - toma relato inventado.

Perdóname papá, pero es necesario ya lo sabes.

- Bueno pues si es por honrar la memoria de tu padre me parece bien.

La conversación se acaba ahí dando lugar a otros temas.

***

Llego a casa, después de escapar de las manos de Jude, literalmente hablando. Quería que me quedara a dormir porque argumentaba que me podía violar alguien. Si, pues como no me viole el perro de la vecina que se pasa el día copulando almohadas, me parece que nadie más puede. En realidad, me he querido ir porque no soy tan fuerte como aparento, no con él, así que por ahora prefiero mantener la mente fría. Abro la puerta sin hacer ruido, ya que la serpiente y sus secuaces estarán durmiendo la mona rodeadas de botellas, y luego ¿a quién le toca limpiar todo? A mi claro. La muy zorra les da el día libre al servicio para que nadie sepa que pasa en la casa, así mi tío puede seguir creyendo sus artimañas y yo quedar como la mala de la película. Voy a la cocina y abro la nevera y cojo el zumo. Al cerrarla miro el papel que hay cogido con un imán.

Recogida de resultados de electrocardiograma.

La fecha indica que mañana tengo que volver al hospital. Por favor, que no sea nada.

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Y aquí está el siguiente capítulo, espero que os guste. Decirme si le falta algo a la novela o si tengo que mejorar la escritura o las faltas de ortografía. Besoooos.



Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora