Pasaron semanas después del accidente de Víctor, semanas donde me dedique a cuidarlo con amor y hacer mi mejor esfuerzo como enfermera.
Hoy por fin le daban de alta, íbamos a ir todos a la clínica a esperar su salida.
Estábamos en la sala de espera, Alma estaba firmando la orden de salida mientras yo seguía impaciente, habíamos llegado muy temprano y nada que salían con mi chico.
- iré por un café - dice Yesica que al parecer esta igual de impaciente que yo - quieres uno? Me pregunta antes se retirarse
- yo voy contigo - me levanto y caminamos juntas hasta una maquina que había en el piso, servimos nuestros vasos, y nos volvimos a sentar en las incomodas sillas.
Muchas personas entraban y salían, una y otra vez haciendo que la espera se vuelva mas intensa e inquietante para mi, algunos pacientes ya salían por el gran pasillo acompañados de sus familiares y mi chico aun no se alcanzaba a divisar.
- dentro de poco tiempo sale, estan arreglando algunas cosas de su receta - Dice alma sentándose al lado de nosotras.
Minutos mas tarde aparece Víctor en una silla de rueda acompañado de uno de los enfermeros de turno, sus ojos solo tratan de buscar los míos, su intento es exitoso, porque en cuestión de minutos ya noto ver ese brillo que hace que mi corazón palpite mas rápido de lo normal, no lo había notado pero su barba habia crecido, sus brazos estaban un poco mas gruesos, su tono de piel estaba mas claro ya que los rayos del sol no lo han tocado desde hace varios dias.
Me acerco hasta él para darle un cálido beso.
- ya estarás en tu casa - pronuncio sobre ellos.
- yo conduciré - dice el padre de Víctor cuando ya estábamos en el estacionamiento, Víctor se levanta y camina hasta el auto, el enfermero se perdió de nuestras vista con la silla de ruedas.
A Víctor lo acomodamos adelante para que fuera conversando con su padre, mientras que Yesica, su madre y yo íbamos en el asiento de atrás.
Después de un largo viaje hacia el edificio donde reside Víctor por fin llegamos, el señor Jorge nos saludo con su típica sonrisa y actitud carismática que lo caracteriza, subimos al ascensor y Víctor coloca su mirada sobre mi con una sonrisa pícara que hiciera que recordara cuantas veces subimos por este medio hasta su apartamento, cuantas veces me había dejado inmóvil entre su cuerpo y el espejo del ascensor, antes de salir me guiña un ojo mientras que yo a la vez le devuelvo el gesto.
Cuando entramos al apartamento, acomodamos las cosas en sus respectivos lugares, Alma se encargo de pegar la receta que le había mandado el medico en la puerta del refrigerador para que por nada del mundo se le olvidara a su hijo tomárselas a las horas correspondientes.
- Almorzamos ya? - Pregunta Alma desde la barra de la cocina. La señora que ayudaba con los deberes de la casa ya tenia preparado el almuerzo.
- Si- respondimos todos a el unisono, al parecer nuestros estómagos estaban conectados y rugían al mismo tiempo.
El almuerzo fue tranquilo no paramos de hablar de las recomendaciones del Doctor, de los cuidados que debia tener Victor, poco tiempo despues del almuerzo su familia decidio marcharse, y aqui estabamos de nuevo el y yo solos, compartiendo el espacio entre dos personas que se aman.
Nuestros labios jugaban una y otra vez, ya se movían por inercia, estaban tan desenfrenados, teníamos tantos besos acumulados nuestras manos se entrelazaban se tocaban con mucha delicadeza.
Nos separamos por falta de aire, pero sus menos volvieron a coger las mías para atraerme a su cuerpo pero esta vez mordisqueaba mis labios una y otros vez.
- Aush - digo bajito.
- Eso me hacia falta - su sonrisa estaba de oreja a oreja como se notaba que disfrutaba cada uno de esos mordiscos que dejaba en mis labios.
- te quedaras esta noche conmigo? Decía a mitad de cada beso.
- tendrás que convencerme
- con que si? Pregunta animado y ágilmente se coloca sobre mi y empezó a dejar un camino de besos húmedos desde mis labios hasta mi ombligo.
- te quedaras? Me mira fijamente esperando mi respuesta.
- Aun no me convences -
Sus manos empezaron a dejar caricias por todos mis muslos, pasaron por debajo de mi blusa a dejar pequeñas huellas en mi abdomen y en la parte superior de mis pechos, sus manos eran tan cálidas, su cuerpo me transmitía tanta seguridad que nunca quería alejarme de él.
- ¿y ahora?
- me quedare esta noche contigo - le digo e inmediatamente se deja caer sobre mi cuerpo para seguir dándome besos.
- Tengo que ir por ropa a mi casa - le digo mientras estoy recostada sobre su pecho.
- Esta bien, no tardes tanto si? - Suplica.
- no lo haré - le doy un corto beso, antes de que pueda levantarme de la cama, me agarra fuertemente por el brazo e impide mi movimiento
- no tardes, te necesito aqui conmigo-
- no lo haré -
Después de un aburrido viaje desde el apartamento de Victor hasta mi casa, por fin e llegado, busco mis llaves en el bolso,abro la puerta y adentro estan mis padres conversando de algo, les doy un beso en la mejilla y decido subir hasta mi habitación, antes de hacerlo mi padre interrumpe mi acción.
- Sarah por favor ven, necesito hablar contigo - sus palabra son como un baldado de agua helada, estaba esquivando tanto este momento, esas tres palabras "necesito hablar contigo" nunca me han gustado y en este caso mi odio hacia ellas eran el doble.
Mi madre al escuchar lo que había dicho mi padre se retira del lugar yo trató de preguntarle con la mirada a que se debía su charla, pero ella solamente se encoge de hombros y se retira de la habitación, sabia perfectamente que era lo que pasaba, o lo que iba a pasar pero prefería respetar el espacio de conversación entre mi padre y yo.
Me senté a su lado, en el gran sofá que teníamos en el lobby.
- Sarah, sabes que yo nunca te e prohibido nada, siempre tienes mi confianza y mi apoyo incondicional.
- Si - Digo. Sabia que después de todos esos halagos siempre venía un PERO.
- pero - Hay estaba pensé - no estoy de acuerdo con tu relación con ese hombre, es alguien que te duplica la edad.
- padre pero yo lo - me interrumpe haciendo stop con su mano - dejame terminar por favor.
Yo asenti con la cabeza y podría jurar que mis ojos ya estaban cristalizados.
- no se si lo amas, me imaginó que si, pero ya te vi sufrir una vez por él y no me gusto para nada, si decides seguir con él , ese es tu problema pero ya sabes que conmigo no cuentas.
- puedo retirarme - El dice que si con un movimiento lento en su cabeza y yo subo corriendo hasta a mi habitación a llorar, no pretendía que mi padre me hiciera una fiesta por tener de novio a Víctor, pero tampoco pensaba que lo iba a tomar tan mal, y mucho menos a darme la espalda de la manera en que lo hizo.
- Supongo que ya hablaste con él - pregunta mi madre desde la puerta de mi habitación.
- dejame sola por favor -
Ella solo decide retirase sin decir ninguna palabra, me conoce perfectamente bien y sabe que necesitaba mi espacio.
Marco a el teléfono celular de Víctor y después de dos piticos escucho su voz que hace que mis lágrimas salgan sin control.
- que te pasa mi amor estas bien?
Tengo el llanto ahogado y mis palabras parece como si se me hubieran olvidado.
- Sarah hablame - insiste al no escucharme decir ninguna palabra.
-aqui estoy
- que tienes?
- hable con mi padre
- que te dijo Sarah?
- me dio la espalda
- si quieres voy ahora mismo hablar con él.
- no lo hagas por favor, no podre ir esta noche a tu casa.
- no te preocupes preciosa te entiendo, te amo
- te amo bebe
- todo estará bien.
Eso era lo que yo quería escuchar de sus labios, que todo iba a estar bien.
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