El trayecto es de lo más tranquilo y silencioso.
No es un silencio cómodo, pero tampoco llega a ser incómodo del todo; simplemente cada uno está a su rollo. Supongo que al menos la música de la radio relaja un poco el ambiente tan silencioso que hay. Aunque mi mente no para de pensar en la reunión y en la gente que va a haber, eso me tiene algo nerviosa.
No puedo creer que esté metida otra vez en esto ni que vaya a estar otra maldita vez rodeada de mafiosos, y que esos mafiosos, me quieran conocer. Todo esto me parece muy surrealista.
Estoy tan concentrada en mis pensamientos, que cuando noto la mano de Grayson encima de mi muslo, me sobresalto.
Miro hacia su mano tatuada encima de mi desnudo muslo, después la desvío hacia él, quien conduce tranquilo y con la mirada puesta hacia la carretera. Tiene el ceño ligeramente fruncido, y la mano izquierda encima del volante de una manera demasiado sexy. Espera, ¿he dicho sexy? No sé por qué me está atrayendo tanto verlo así, pero sí, está cañón conduciendo.
¿Por qué no puedo quitar su mano de mi pierna?
Una parte de mí quiere que lo haga, pero a otra parte de mí no le molesta.
Suspiro hondo y en uno de los semáforos él detiene el coche, y entonces me mira. Le aguanto la mirada por unos segundos y con vergüenza retiro la mirada hacia delante, evitando la suya. Después la bajo hacia su mano la cual sigue ahí, en mi pierna, pero ahora está moviéndola suavemente de arriba a abajo. Y unospequeños escalofríos aparecen en mi cuerpo.
Él parece notarlo o intuirlo, porque le veo de reojo cómo asoma por sus labios una sonrisa malévola y pícara.
Quita su mano de repente de mi pierna, pero tras pasarla por su cabello, vuelve a ponerla sobre mi muslo, le da un leve apretón y la quita para ponerla al volante; quito la mirada de él y miro de nuevo por la ventanilla.
Por una parte, agradezco que haya apartado su mano. Pero por otro lado, me gustaba notar su tacto sobre mi piel. Sophie, ¿qué estás diciendo? ¿Te estás escuchando?
Evito seguir pensando en él y en lo que acaba de pasar.
Al llegar al lugar, Grayson baja del coche y me pide que espere. Rodea el coche llegando a mi puerta y para mi sorpresa, abre la puerta y se queda aún lado de esta.
Desabrocho el cinturón y salgo, él tiene una mano tendida para que la tome y eso hago.
¿A qué viene esta actitud tan caballerosa de su parte? ¿Estarán viéndonos y por eso está actuando así para que piensen que somos una pareja de verdad?
No lo sé, pero todo esto es raro y nuevo.
Andamos hacia el restaurante, uno bastante lujoso y caro al que nunca en hubiera podido venir ni trabajando tres años seguidos.
Un hombre de aspecto amable y algo mayor nos sonríe y nos pregunta si tenemos reserva.
—¿Nombre y apellidos?
–dice mirándonos a cada uno.
Grayson frunce el ceño levemente, como si le hubiera molestado que le preguntara su nombre y apellido. Clava la mirada en el señor, una mirada tan seria e intimidante que hasta a mí me ha puesto incómoda.
El señor traga saliva y dirige su mirada hacia las hojas que tiene enfrente de él, evitando la mirada fija de Grayson.
A cualquiera le daría respeto las miradas que da Grayson, son demasiado intimidantes, fijas y serias.
—Grayson Crawford.
–responde después de quince largos segundos en silencio.
Miro la pequeña placa dorada reluciente del traje del señor donde pone su nombre: Charl, quien busca en las hojas el nombre de Grayson, y al encontrarlo, sonríe y da un toque con su dedo índice en la hoja.
—Muy bien. Seguidme.
Charl nos lleva hacia un lugar donde las vistas son realmente increíbles y muy bonitas; dan a toda la ciudad de Nueva York –bueno, parte de ella– y desde aquí la ciudad parece incluso pequeña.
Llegamos hacia una larga mesa donde entran como ocho personas más o menos; los asientos aún están vacíos, aún no han llegado por el momento, así que no sé que personas serán.
Ambos nos sentamos en la mesa, con Grayson se a un lado mio.
Un camarero se acerca a nosotros, es joven, de ojos azules y pelo negro, tiene un block de notas y un bolígrafo en su mano. Nos mira a ambos, aunque su mirada se clava en mi más tiempo de lo esperado.
—¿Qué van a pedir?
El camarero, llamado 'Eric' –lo sé porque lo tiene en la pequeña placa de su uniforme– me sonríe de manera amable. Después mira a Grayson, quién como no, tiene el ceño fruncido mientras le mira descaradamente con esa mirada tan fija e intimidante de siempre.
Grayson desvía su mirada de odio de inmediato hacia mí y mirándome fijamente a los ojos me toma de la mano.
—¿Qué vas a pedir, mi amor?
«Mi amor»
Me ha llamado mi amor. Otra vez.
Aunque antes por mensaje lo dijo de broma, ahora es para espantar al camarero. Sé que lo hace para fastidiarle y hacerle creer que soy su novia y que así no intente hablarme o intente otra cosa.
No voy a mentir y decir que escucharle decirle "mi amor" con esa voz tan ronca y profunda no me transmite nada, porque sería mentir. He sentido un escalofrío pasar por mi estómago. Aunque sé que lo está diciendo de forma fingida.
Murmuro en voz bajita: 'Lo que tu pidas' y Grayson me aprieta la mano levemente mientras me sonríe –una sonrisa de labios apretados y que dura tres segundos–. Miro al camarero, quién mira a su alrededor algo incómodo.
Al escuchar la voz de Grayson, Eric nos vuelve a mirar y clava la mirada en Grayson.
—Esto de aquí, para los dos.
–dice apuntando a la carta mientras que el camarero mira hacia esta y lo apunta en el block.
Grayson me sonríe y con su pulgar acaricia el dorso de mi mano. Todavía tenemos las manos entrelazadas, y se siente muy raro estar así de juntos.
Además, es un acto bastante tierno para esperarlo de alguien como él. Está haciendo el mejor papel de su vida y me lo estoy creyendo hasta yo, podría ser actor sin problema.
Cuando el camarero apunta las cosas, se da media vuelta y se va. Grayson me suelta la mano de golpe y se coloca el cuello de la camisa bien. Mira hacia los lados algo incómodo, cuando una voz femenina y bastante aguda suena detrás nuestro y este se gira hacia esa voz.
—Grayson, ¿eres tú? Madre mía, ¡cuánto tiempo!
Me giro hacia la chica y frente a nosotros aparece una chica morena, de ojos verdes, y un cuerpo de modelo de victoria secret.
Viene hacia nosotros sonriente, una sonrisa espectacular. Se para justo delante de Grayson y se inclina hacia él para darle un beso en la mejilla, el cual dura más de lo habitual.
Tiene puesto un vestido blanco demasiado apretado al cuerpo y con un gran escote dejando ver casi todo sus pechos.
Quito la mirada de ellos y la centro en el cristal que hay frente a nosotros por el cual se ve toda la ciudad de Nueva York.
—Hola, Melannie. ¿Qué haces aquí?
—He venido con unas amigas. No me esperaba volver a verte después de habernos visto hace una semana atrás. ¡Qué casualidad!
Sé que con ese: "Después de habernos visto hace una semana" se refiere a que se acostaron y sé que lo ha dicho con un tono peculiar para que yo lo tenga en cuenta. Pero en realidad me da igual. Él y yo no somos nada a fin de cuentas.
—Oh... vaya, perdón, no sabía que estabas con alguien.
–dice con una preocupación demasiado fingida y desviando su mirada hacia mí.
—Es una amiga.
–responde él.
Miro hacia ella por unos segundos en los que le sonrío de una manera fingida y después devuelvo la mirada hacia las vistas de enfrente. Ellos siguen con su conversación.
No les estoy mirando, pero estoy atenta a todo lo que dicen.
No estoy celosa porque no somos nada, pero es de muy mala educación zorrear con alguien que tú estas viendo que está acompañado de alguien. Pero a ella parece no importarle en lo absoluto.
—Podríamos quedar otro día, ¿no te parece?
–pregunta ella con una voz seductora.
—Esta misma noche si te viene bien.
Menudo cabrón.
Con todas y cada una de las letras. ¿Si va a quedar con ella para que me hace venir aquí?
—Me parece perfecto. Después te escribo, ¿vale?
La tal 'Melannie' se acerca a él y le susurra algo en su oído, algo que no llego a escuchar pero que hace que Grayson asienta con la cabeza y la mire con una mirada devoradora. Qué asco. Seguro que le ha dicho alguna guarrada.
Cuando las pisadas de sus tacones se escuchan marcharse, me miro. Grayson está sirviéndose vino en la copa y cuando nota que le miro, me sonríe de lado, una sonrisa chulesca y egocéntrica.
No sé por qué me da tanta rabia esta situación, pero me siento usada y como una muñeca a la que a él cuando le da la gana, juega con ella.
Agarro el bolso de mano que está encima de la mesa y me levanto de la silla. Le digo que voy al baño, pero en realidad es para marcharme. No me apetece estar aquí y no quiero seguir obedeciéndole como una imbécil.
Paso entre la gente mientras intento huir lo más rápido posible del restaurante.
Saco el móvil como puedo y busco el número de Zac. Es el único que se me ocurre que puede venir a por mi.
Pasan los tres tonos y no coge la llamada, y como no, sale la voz robótica de siempre: 'Este móvil no se encuentra disponible o está fuera de cobertura. Llame en otro momento'.
Vuelvo a darle a llamar, pero la misma voz aparece.
De repente, una mano me agarra del brazo y me gira hacia atrás; Grayson está delante mio y parece que molesto. Su ceño está fruncido y está cruzado de brazos.
—¿Por qué te has ido? ¿No ibas al baño? Porque cojones me mientes.
–pregunta serio.
—No quiero seguir aquí.
—¿Es por Melannie?
No respondo.
Grayson frunce el ceño aún más mientras me observa fijamente con esas miradas que suele dar cuando algo no le ha gustado o quiere intimidar a alguien.
—No me mires así, no me das ningún miedo. Y no es por ella. Aunque veo que has quedado luego, ¿no? Pues ve ahora con ella. Seguro que estará encantada.
Grayson me mira con el ceño fruncido en todo momento y se da la vuelta andando hacia la dirección de donde hemos aparcado antes el coche.
¿A qué viene eso? ¿Por qué se va así y se va a por el coche? ¿No va a quedarse a su "reunión" con sus colegas?
No entiendo nada. Pero estoy harta de él y de sus cambios radicales, de su maldita bipolaridad o lo que sea que le pase cuando actúa de esta manera que nadie entiende.
¡Holaaa! ♡
En un día más!! :)
Oh oh....
Parece que hay problemas entre esos dos... ¿que pasará?
¡Nos leemos, muuy pronto!
❤❤❤❤
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(Solo tengo Instagram)
Capítulo editado y modificado.