Sakura:
No estaba para nada tranquila, tenía que hablar con alguien y esa persona era Tomoyo. Cuando sucedió el accidente y vino a comer con los señores Li y su esposo me dijo que cuando tuviera tiempo la llamase para poder conversar.
Termine todos los pendientes en la cocina para dirigirme al chalet donde mis hijas ya descansaban. Entré a mi habitación y busqué el teléfono personal de Tomoyo. En la segunda timbrada me contestó, como no tiene mi número grabado su voz se oyó con cierta desconfianza. Al decirle que era yo sé relajó y empecé a contarle lo que había ocurrido con esa mujer pero, lo que ella me dice me deja muy desconcertada:
—Hay un tema muy delicado con ella, por eso te pedí que cuando tengas tiempo vengas a verme.
—Para mi día libre aún faltan unos días—respondí mirando por la ventana el gran jardín de la gran mansión—¿Tan grave es?
—Solo te pido que no te confíes de ella, ignorarla es lo mejor por ahora, y lo más importante; aleja a tus hijas de ella.
Eso me hizo temblar de miedo. Colgué la llamada quedando en qué la iría a ver el día de mi descanso. En la cama daba vueltas con todo lo acontecido con ella, tiene la idea equivocada de que el señor Li tiene o siente algo por mí y no sé cómo desligarme de ese mal entendido.
Reconozco que él es muy guapo y cada vez que está cerca de mí no evitó temblar por su cercanía. Además Kurogane recién tiene poco tiempo de haberse ido y sería una falta de respeto a su memoria. Qué pensarían mis hijas de mí, en especial Kaori.
Mis ojos empiezan a cerrarse cuando el ruido de un auto me levanta, me acerqué a la ventana observando al señor Li bajando de su auto dispuesto a entrar a la casa pero en vez de eso hace algo que acelera mi corazón:
Se acercó frente a mí ventana mirándola fijamente, es como si supiera que estaba ahí a pesar de que todo está oscuro. Mi corazón no deja de latir sintiendo que voy caer de rodillas. Suspiró profundamente para luego alejarse hasta verlo que entró a la casa.
Me llevé una mano a mi pecho tratando de tranquilizarme pero era imposible. Fui a la pequeña cocina que hay en ese lugar tomando un poco de agua, es imposible que él hubiera sabido que estaba ahí. Verlo con su traje de negocios y tan guapo hizo que me sonrojara sintiendo por un momento que él y yo…
—No Sakura, eso es descabellado de pensar—susurre regresando a mi habitación—. Pero es imposible dejar de mirarlo y no sentir nada cuando me da esa bella y tierna sonrisa.
Cerré los ojos y en toda la noche sus bellos ojos ámbar estuvieron en mis sueños.
•••••
Al día siguiente estaba lista para llevar la charola de desayuno para ella cuando él ingresó a la cocina mirándome profundamente. Cada vez que hace eso me siento tan indefensa que no sé cómo huir de esos ojos. Me sonrió para luego decirme que él mismo llevará la charola.
Sentí alivio al oír eso pero luego recordé lo que me contó Tomoyo para luego comprobar algo. Me ofrecí a acompañarlo a su habitación por si se le ofrecía algo.
—Gracias Sakura—me sonrió—. No sé qué sería de mí si no estás a mi lado.
Mi maldito corazón volvió a latir sin evitarlo, solo sonreí para ir con él a la habitación de Akiho, desde ese momento pienso llamarla así en mi mente. Lamentablemente por culpa de las clases sociales es que tengo que tratarla con respeto, aunque no lo merezca.
—Buenos días Akiho—saludo el señor Li entrando con la charola, oírla chillar por su presencia me hizo querer vomitar en su cara—. Cómo te sientes.
—Viéndote a mi lado mucho mejor—sonrió la muy cínica que al verme ingresar borró la sonrisa pasando a una mirada de enojo—. Pensé que habías venido tú solo Xiao-Lang.
—Buenos días señorita, estoy aquí para servirle—salude con una sonrisa brillante pero es tan lista que se ha dado cuenta de que no estoy ahí porque de verdad la deseo asistir—. El señor Li confía en mí y en su pronta recuperación.
La sonrisa rígida que me da me está dando ganas de carcajearme, veo al señor Li que sonríe y ella al verlo cambia su semblante.
Es una doble cara y tan cínica.
—Espero que estés lista para recibir a la enfermera que el hospital enviará para ti—comentó el señor Li dándole una taza con leche—. No sabía que habías pedido una enfermera de confianza de ese lugar.
—No quise darte molestias, además el médico que me atendió ha sido muy amable conmigo—sonrió, el ambiente me ponía incómoda y el momento de retirarme había llegado—. Estaré bien, lo prometo, quiero volver a la oficina pronto.
—Tienes que estar muy bien recuperada para eso—menciono el señor Li que este día está impecable con un traje de color azul marino y corbata personalizada—. Debo irme, Sakura, ayuda a la enfermera en todo por favor. Sé que lo harás muy bien.
Me miró a los ojos tan profundamente que me quedé viéndolo como una idiota, hasta que el carraspeo incómodo de ella nos regreso a la realidad. Solo con verla de reojo vi su furia a punto de estallar.
Hice una reverencia retirándome de ahí, por ahora solo voy a estar lo necesario cerca de ella en especial cuando él esté aquí. Empezaba a prepararme para la discusión verbal que tendría con ella más tarde.
—Sakura—gire mis talones para verlo cada vez más atrayente—. Te vuelvo a recalcar que no asistas a Akiho si no lo deseas. Pídele a Wei que lo haga.
—No tengo problema, señor Li—respondí con una tierna sonrisa—. Hablaré con la enfermera y nos pondremos de acuerdo sobre el caso de la señorita.
—Es una buena idea—ambos sonreímos—. Vendré a comer pero, ni una sola palabra a Akiho.
Me guiñó un ojo saliendo de la casa y dejándome con una sonrisa tonta. Ese día me iba a esmerar con la comida por él y para él.
•••••
Shaoran:
Salí de casa con la mirada de Sakura, siento que a pesar de todo ella es la fuerza que necesito para soportar todo lo relacionado con Akiho. Tenía que hablar con el médico que está viendo su caso y seguir con el proceso de recuperación.
Es tan extraño que no quiera que me encargue de eso, incluso me sorprendió cuando me dijo que había pedido una enfermera recomendada por él. Llegué a la empresa con los ánimos más levantados, contaré las horas para volver a casa y estar al lado de la mujer que me tiene loco para disfrutar su comida que tanto me gusta.
En la noche anterior la reunión con Tse fue muy provechosa y unimos una alianza poderosa, ahora solo tenemos que esperar a que se establezca en este país. Mi idea es proporcionarle una oficina en este lugar y trabajar en equipo junto con Eriol. Se pondrá feliz cuando lo sepa.
Llegué a la empresa y solo con ingresar sentí algo extraño en el ambiente. Los empleados me ven y comienzan a escucharse murmullos, giré para verlos con la mirada muy seria, rápidamente todos volvieron a sus obligaciones pero la sensación es incómoda.
En el último piso donde están las oficinas principales, mi secretaria me reverencia caminando detrás de mí. Los documentos que le pedí están listos y solo es cuestión de firmarlos. Antes de hacerlo la veo nerviosa y algo rara.
—¿Sucede algo?—pregunte poniéndola peor—. La siento tensa y con esa actitud no puede trabajar.
—Disculpe señor Li pero es que todos en la empresa se han enterado de lo que ha ocurrido con la señorita Shinomoto y bueno…
—Tarde o temprano se iban a enterar—minimize—. Pero eso no la tiene así¿Hay algo más?
—Los rumores que se oyen es que ella y usted tienen una relación—la vi con los ojos muy abiertos—. Que este accidente fue un pretexto para llevarla a vivir con usted y…
—¿De donde diablos sacan eso?—pregunté muy enojado, ella me ve muy asustada y me jalé los cabellos con fuerza por culpa de esta tontería—. Es cierto que ambos fuimos juntos a ese viaje, me sentí culpable de lo que le ha ocurrido y solo por eso está en mi casa hasta que se recupere. Desde que enviudé no ha habido ninguna mujer en mi casa y mucho menos en mi vida. Ahora vaya y divulgelo a toda la empresa—eso último lo dije con mucho sarcasmo.
Su rostro se torna rojo por culpa de la vergüenza, no soy un idiota y está mujer es una chismosa más. Lamentablemente mi secretaria está de licencia y no volverá hasta la siguiente semana, y tengo que estar soportando a esta cotilla que tengo como empleada.
Se disculpó saliendo despavorida de mi oficina, estoy enojado por toda la situación que me está dando este caso. Las palabras de mi madre me hacen replantear su idea, pero si lo hago quedaría como un desalmado. Los toques a la puerta me sacan de mi letargo, Eriol está ingresando pidiéndole con la mano que ingrese.
—Estas con una cara—se burla—¿Malas noticias?
—¿Sabías que los chismosos de la empresa están hablando tonterías?—pregunté buscando dos copas y una botella de whisky—. Creo que usaré las palabras de mi madre y sacaré a Akiho de mi casa.
—¿No crees que estás exagerando?—suspire por su respuesta—. Ella te necesita, recuerda que por tus impulsos terminó de esa manera.
—Lo sé pero la situación a veces no me ayuda, ella está muy extraña desde que llegó a la casa, no quiere que me aleje de ella, se comporta como una niña pequeña y la relación con Sakura es…
—Creo que voy entendiendo—me recibió la copa de whisky tomando un poco—. Te preocupa más el bienestar y lo que piense Sakura, y no me lo niegues.
Cerré los ojos para calmarme, el maldito tiene la razón y no soportaría la idea de que ella se vaya de mi lado pensando en que tengo algo con Akiho cuando la realidad es que jamás podría siquiera tener algún coqueteo o flirteo de su parte.
—Odio que me sepas leer—respondí tomando un poco de whisky—. Sakura es…
—La mujer que has estado esperando—lo vi fijamente—. Te conozco Xiao-Lang y desde que la viste quedaste flechado por ella, no lo niegues y dime la verdad.
—Es cierto—solté lo que tanto he querido hacer—. Estoy profundamente enamorado de ella pero temo su rechazo.
—Solo sé tú mismo y ganatela lentamente, estoy seguro que ella te va a corresponder, solo dale un poco de tiempo, recuerda que acaba de enviudar—eso es lo que me frena en decirle todo lo que siento—. Y por favor, no seas tan…
—De acuerdo—lo corté recordando lo que ocurrió con Tse—. Cambiando de tema, ya tenemos pase directo con el mercado taiwanés.
••••••
En el instituto secundaria King's College, Jang está en clase de música, mira el piano pero la inspiración está lejos de ser obtenida. Su enojo con su padre por quitarle su auto y otras cosas que va pensando lentamente han bloqueado su mente.
Esa mañana antes de salir de casa se encontró cara a cara con Kaori y sin poder evitarlo se sonrojo demasiado, además su corazón no evitó latir por su presencia. Pasó por su lado ignorandolo por completo sintiéndose un idiota, movió la cabeza para ser otra vez el mismo muchacho grosero y malcriado, una táctica que usa para escapar de su realidad y proteger su vulnerabilidad.
Se sentó frente al teclado con las notas musicales de una pieza de Richard Clayderman, tenía que tenerlo listo para el último día de clases que sería en solo tres semanas. Siendo tan maravilloso en el piano cerrará con broche de oro la clausura del año académico.
Rozó sus dedos suspirando por todo, la presencia de Akiho tampoco le gusta en su casa, si ella no hubiese ido con su padre a ese dichoso viaje probablemente sea él quien esté en su lugar o hasta el peor de los casos, muerto y lamentando su partida. Las notas musicales comienzan a escucharse en todo el salón, cerró los ojos dejándose llevar por el dulce de la música y llevándolo a sus momentos felices en el pasado. Uno que anhela desesperadamente volver a vivir.
Unos aplausos lo sacan de su concentración dándose con la sorpresa de que Kira está ingresando con una sonrisa. Jang solo frunció el ceño para luego relajarse encima del asiento. Sabía que tenía que darle una explicación a la bella muchacha por la ausencia abrupta a su invitación.
—Eres increíble Jang—halago acercándose a él que, rápidamente se aleja de ella, no entiende porque con ella y otras chicas se comporta así—. Lo siento, no quiero incomodarte.
—¿Has venido para que te explique el porqué no fui a tu casa?—la rubia se sonrojo un poco—. Había olvidado que tenía que presentar esto—le enseña el piano—. Estuve practicando en casa, recuerda que mi padre tiene un gran piano de cola.
—Lo entiendo—sonrió de manera amistosa—. Ya que no fuiste a mi casa qué te parece si salimos los dos este fin de semana, a donde tú quieras, puede ser el cine, luego a cenar¿Qué opinas?
Jang lo piensa, es lo menos que debería hacer al haberla dejado plantada. Luego recuerda el castigo de su padre y una impotencia lo envuelve. Miró a la joven y con una sonrisa acepta la invitación, Kira siendo tan expresiva termina abrazándolo dejándolo estático y rígido. Ninguna chica lo había abrazado antes y aunque ella es hermosa no siente nada y mucho menos tiene la intención de abrazarla.
La alejó lentamente viéndola con las mejillas coloradas sintiendo incomodidad por eso. Carraspeo para cambiar el tema sentándose en la silla para seguir practicando, Kira comprendió y con una sonrisa y un guiño lo dejó solo. A pesar de ya no haber distracciones no puede tocar la pieza y lo pone furioso.
En eso la sonrisa, y mirada de Kaori hacen que su corazón empiece a latir sin evitarlo, las imágenes de lo ocurrido en su habitación más con haberla visto cerca de la piscina el día anterior hicieron que su pecho suba y baje. Además sus dedos cobraron vida para tocar la pieza más hermosa de todas.
Cuando acabó suspiro sabiendo que esa ayuda es gracias a ella pero siendo un muchacho tan cerrado en sus emociones no será fácil reconocer que ella fue la musa en ese momento tan mágico y especial.
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El timbre de la mansión ha hecho que todos detengan sus obligaciones para dar la bienvenida a una joven de unos casi treinta años, cabellos castaños oscuros, ojos color miel y bella mirada. Su ropa que consiste en un uniforme color blanco y un maletín no evita que los empleados comiencen a murmurar. Wei siendo el mayordomo de la casa le da la bienvenida a la joven que lo observa con aires de diva.
—Soy Rika Sasaki, la enfermera enviada para cuidar de la señorita Shinomoto—hablo sin saludar a nadie—. Soy una persona ocupada y es muy importante que esté con ella en este momento, la hora de limpiar su herida ha llegado.
—Bienvenida—saludo Sakura con respeto, algo que a esa mujer le falta conocer—. Soy Sakura, el señor Li no está en casa y cualquier cosa que necesites puedes acudir a mí o al señor Wei.
Rika la miró de pies a cabeza sintiendo mucha incomodidad, sonrió de manera despectiva y pasando por su lado hizo que Sakura se sienta como una tonta. Giró sus talones para encararla pero Wei la detuvo.
—Déjela señora, en este país, las personas que tienen una profesión humillan a gente como nosotros—eso a la mujer de ojos verdes la indignó muchísimo—. Por el bienestar de la señorita Akiho y por no molestar al señor Li será mejor que no le hagamos caso y solo esperar a que ella haga su trabajo.
—Si supieras que he soportado esa y muchas cosas más no me lo creerías Wei—susurro viendo cómo uno de los empleados está llevando la maleta de la mujer a su habitación correspondiente. En ese momento a Sakura se le ocurrió una idea y así darle un escarmiento a la mujer.
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Cuando Shaoran llegó a comer la mesa estaba servida y lista, preguntó por su hijo pero las clases y prácticas de música serán su pretexto para salir tarde esa semana. Al entrar al comedor se encontró con una mujer que no había visto antes, estaba media llorosa y algo herida. Eso para Shaoran fue muy extraño, estaba vestida con ropa blanca y sus cabellos estaban desordenados.
—¿Se encuentra bien?—preguntó Shaoran viéndola mejor—¿Quién es usted?
—Estoy esperando al dueño de esta casa—respondió la mujer algo altanera sin nisiquiera mirar al castaño—. Quiero quejarme enérgicamente por tener a unos empleados muy groseros y maleducados.
Eso para el castaño fue como una broma de mal gusto, ninguno de sus empleados, empezando por Wei es capaz de tratar así a alguien.
—Debe haber un error—contestó Shaoran dejando su maletín a un costado—. Vamos a tratar de solucionar esto y…
—¿Acaso usted va a solucionar esto? Exijo que la cocinera de esta casa sea echada a patadas por abusiva, y solo el dueño tiene que hacerlo—arremetió—. Imagínese que me ha obligado a tomar mi equipaje y llevarlo a mi habitación correspondiente, yo soy una mujer superior a ella y no tengo porqué bajarme a su nivel.
Shaoran estaba incrédulo, para empezar la señorita no sabe que está tratando con él que es el dueño de la casa, y dos, se le hace imposible ver a Sakura tratando mal a alguien. Aunque con lo poco que ha logrado conocerla solo significa que la mujer que está enojada y llorando se ha comportado muy mal. Y en ese momento lo pensaba averiguar.
—En está casa todos los empleados son gente decente y tratable, no por eso, están trabajando aquí—hablo el castaño con voz firme, Rika levantó la mirada a punto de gritarle pero se detuvo en seco quedando muda de la impresión, frente a ella está el hombre más guapo y sexy que haya visto en su vida, parpadeó atónita pensando que era un espejismo—. Y ahora mismo voy a averiguar qué ha pasado exactamente.
—Usted es…
—Señor Li bienvenido—Sakura lo saludo saliendo con una bandeja de comida deliciosa para él—. Ya tuvo el honor de conocer a la señorita Sasaki, enfermera de la señorita Shinomoto.
—Y lo he hecho en malas condiciones—completo por ella dejando a Rika roja de la vergüenza y de no saber cómo justificarse delante de un espécimen como lo es Shaoran—. Quiero oír lo que ha sucedido Sakura.
—Yo puedo explicarlo todo, señor Li—habló primero la mujer tratando de persuadirlo como lo hace con todos los hombres que no se han rendido ante ella—. Soy la enviada para asistir a la señorita Shinomoto por parte del doctor Fu, llegué con los ánimos de trabajar pero…
—¿De verdad lo hizo con esas intenciones?—pregunto Sakura poniendo la bandeja de comida en la mesa, todo bajo la mirada de Shaoran que la observa como idiota—. Llegó como dueña y señora de la casa, no contestó los saludos y para colmo insultó a los empleados diciéndoles gente inferior.
Shaoran en ese momento miró a Rika con los ojos muy enojados, la mujer sintiendo su furia intentó huir pero él es más rápido evitando que se aleje agarrando su mano con fuerza.
—Que tipo de trabajadores tiene el hospital más prestigioso de Hong Kong que de educación no tienen absolutamente nada—susurró Shaoran furioso—. A mi gente nadie la trata mal y mucho menos una desconocida.
—Señor yo, yo…
—En este momento me dará el número de teléfono de su jefe inmediato para darle las quejas de la clase de empleados que tiene—amenazó—¡Wei!
El anciano ingresó al comedor y viendo a Shaoran lastimando a Rika sabía que estaba muy enojado. Le hizo una reverencia para oír lo que tenía que hacer.
En ese momento Akiho salió en su silla de ruedas con el apoyo de una de las empleadas con los ojos llorosos y llenos de súplica. Sakura la miró y tuvo un mal presentimiento.
—Xiao-Lang por favor no la eches ni la reportes con el doctor Fu—el castaño la miró con el ceño fruncido—. Todo fue un malentendido, la señorita Sasaki solo tuvo un problema de nervios al verse en una casa tan lujosa. Es la primera vez que está en un lugar como este, tu empleada lo tomó a mal.
Sakura solo se mordió los labios para no gritarle lo bruja que se ve al ser tan cínica, Shaoran está en espera de que ella diga algo y no haber quedado en ridículo pero…
—Lo siento señor Li, solo quise ser justa con el trato a los empleados, se supone que la señorita Sasaki es una más al servicio de alguien como la señorita Shinomoto. Si me excedí discúlpeme—el castaño estaba en una encrucijada, ver a Akiho abogando por la enfermera que está llorando y con el rostro arrepentido es por un lado y por el otro está la mujer que lo tiene de un hilo siendo justa y equitativa para con los empleados exigiendo sus derechos—. Si usted me va a despedir yo…
—No Sakura, eso no—soltó a Rika que lo miró como estúpida pero que ni siquiera él la miró—. Si ha sido como lo dices Akiho entonces se le dará una oportunidad a la señorita Sasaki, pero si me entero de algo más o yo mismo lo compruebo se va de mi casa¿Quedó claro?
La joven bajó la cabeza con su orgullo herido jurando que no se va a quedar así lo que por culpa de Sakura acaba de pasar.
—Le juro que no tendrá queja de mi, señor Li—habló dócilmente la mujer—. Si me lo permite llevaré a la señorita Shinomoto a su aseo de herida.
—Antes que se retire¿No cree que le falta algo?—el ambiente se puso tenso otra vez, Akiho pálida por qué pensó que lo dejaría pasar, Wei y Sakura incrédulos así como el resto de empleados y Rika tenía el rostro hecho un poema.
—Tiene razón—respondió con tanto odio en su ser que ya empieza a maquinar qué hacer con cada uno para vengarse, empezando por Sakura—. Les pido una gran disculpa, no soy así en realidad, solo me puse nerviosa.
Bajó la cabeza en señal de disculpa y solo la mayoría asintió retirándose a sus obligaciones, Shaoran empezaba a estar enojado porque su almuerzo se echó a perder pero para su fortuna, Sakura guardó un plato extra y caliente. Sabía de antemano que algo así pasaría.
—Xiao-Lang yo…
—Ve a descansar Akiho, te veré más tarde—con esa orden la mujer de ojos azules se fue a su habitación furiosa y llena de odio hacia Sakura, por su culpa el castaño no le hace el más mínimo caso.
Estando en la habitación Akiho miró furiosa a Rika que solo se sienta mirándola retadoramente. La primera no es tonta y conoce muy bien el historial de hombres que tiene la castaña. La sonrisa de burla de Rika pone en aprietos a Akiho que se ha dado cuenta de que…
Está fingiendo su estado de salud