Katsuki había estado hace cinco minutos en la habitación, pero Shoto había cambiado la bendita contraseña y no podía concentrarse en pensar la nueva contraseña porque todo el Pack de Shoto /menos Iida/ estaba tecleando contraseñas y su instinto le gritaba que golpeara al tonto de Izuku solo para desquitarse.
Si la puerta se abría en sus manos definitivamente iba a tirarlo escaleras abajo apenas se descuidase.
-Déjame probar.-Katsuki mueve al peliverde. Teclea las fechas importantes, cuando iniciaron el trato, el día que le trajo el primer regalo, el día que Denki los atrapó... el cumpleaños de Akihiro.
Bingo.
La puerta se abre y Katsuki le echa una mirada al lugar, que es suficiente para saber que nadie debería estar ahí, por lo que cierra la puerta.
-Katsuki, estamos preocupados, por favor, ¡déjanos pasar!.- Tsuyu le pide agarrándose de su brazo. -Le hemos dado tiempo, pero esto no es...
-Estás loca si crees que te voy a dejar entrar a la habitación donde mi omega está anidando.-Dice el alfa, claramente el instinto, tomándose la atribución de negarles el paso.-ninguno de ustedes malparidos puede entrar.
Katsuki simplemente se apoya en la puerta ante la mirada Incrédula de todos.
Shouto debía estar realmente estresado como para anidar de la nada, porque incluso en otras situaciones (que a Katsuki le parecían peores) el omega había pasado el mal rato con un té.
-Nosotras tenemos derecho a estar con él, en especial si está tan sensible.
Tsuyu no tiene malas intenciones, Katsuki lo sabe. Pero no puede dejar de sentirse molesto, porque Shouto había sido 'desplazado' de su pack. Ni siquiera los había visto preguntarle como estaba en los últimos cinco meses.
-Nisiquiera le han hablado en los últimos cinco meses.-Dice Denki, claramente verbalizando sus pensamientos.
-Porque él lo pidió. -Iida llega en el ascensor con un montón de mantas y ropa en las manos. -Nosotros le dimos el espacio que él nos pidió, y vamos a seguir respetándolo.
Dice, ante el puchero del par de omegas, que seguramente querían hacer una pila.
-Me falta algo de Denki.-Comentá revisando el teléfono
-Shouto, ¡puedes tener mi alma si quieres!-Dice quitándose la polera, Katsuki estira los brazos a las prendas que trae el presidente.
-¿Ya se van?.-Katsuki sabía que apenas abriera la puerta entrarían todos detrás de él, así que espero pacientemente a que se suban todos al ascensor y menos la otra pareja que se metió al cuarto de Sero, antes de volver a poner el código y entrar lentamente.
Nunca había visto a nadie anidar, solo a Denki; pero no contaba por qué Denki siempre mantenía el nido acomodado en la habitación. Sabía que lo hacían para autorregularse, eso no quitaba el sentimiento de felicidad que le recorría el cuerpo de saber que Shouto lo quería solo a él adentro...
-Tardaste...- Bosteza el omega acomodándose para recibir las prendas. - La clave no era tan complicada.
-Estaban todos afuera.-Comenta breve, observando como el omega acomoda las prendas a medida que las saca de la torre en las manos de Bakugo, mirando lo suave del nido, como los dedos de Shoto doblan con gentileza las esquinas y acomodan. Cuando ya queda solo una, Katsuki se levanta del suelo mirando al omega a los ojos, que pestañea lentamente.
-Quédate.- Shouto le jala de la mano, y Katsuki se deja hacer. Suave, Suave, Suave. Sus instintos estaban descontrolandose. Todo lo que Shoto tenía en su nido era demasiado suave.-Eres la única persona que ha visto esto, así que si le cuentas a alguien tendré que matarte.
Oh.
Porque Shoto siempre escogía palabras que Lo mandaban al lado más primitivo de su mente. Quería hacerlo suyo. Este sería un buen lugar para eso.
- Estás muy callado - canturrea Shoto.-¿Soy muy pesado?
-Está bien, no te preocupes por tonterías.-Dice, acariciándole la nuca, impregnándolo al recorrer los Suaves hebras de su cabello.
Shouto estaba ronroneando, no era un sonido fuerte, era bastante silencioso, pero la vibración, si lo era, llegaba a absolutamente todos los recovecos de su corazón y Katsuki en realidad se da cuenta de que no le importaba morir de bolas azules si podía tener a Shouto así de cerca.
-Eres tan valiente.-Murmura el alfa, acariciando su espalda delicadamente. -Creo que perdió como tres dientes.
-Espero que le quede alguna cicatriz.-Dice el omega, acomodándose en su pecho.-¿Por qué eres ridículamente cómodo? Podría dormir aquí todo el día.
- ¿Quieres dormir?.- consulta, llenando su mano con la jugosa piel del trasero del omega y amasarla.
-¿Q-que?-Consulta el omega, y Katsuki lo mira con diversión para volverlo a hacer.-Mierda Katsuki...
- Es injusto que seas asi de bonito.- El omega esconde su cara en el pecho del alfa, retorciéndose bajo su agarre, el corazón dando martillazos en su pecho cada vez que el alfa ejerce un poco de presión entre ellos, El cuerpo cosquilleandole.
Katsuki sabe bastante de autocontrol, pero Shoto sacaba ese lado suyo que lo único que desea es destrozarlo; Follarlo hasta que no pueda pensar y termine babeando las almohadas, hasta que lo único que recuerde sea su nombre. Devastarlo hasta el punto en que Shouto este tan marcado que nadie se atreva a dudar que el omega es suyo.
Que nadie vuelva a tocarlo.
Pero sabe que es un montón, y Shoto seguramente lo golpearía, si intentase algo como eso.
Se recompone, cambiando la dirección de sus caricias.
-Relájate.- Comenta, mientras sus manos comienzan a subir, apretando los nudos de tensión en los músculos del omega, por haber peleado con el imbécil de Sen minutos antes.
Estaba preocupado, Shoto tenía parte de su mejilla morada y aunque Sen (definitivamente) se había llevado la peor parte, a Shoto le habían dado una suspensión gratis.
Sabía que no podía cuidarlo todo el tiempo, pero los ataques se habían reducido bastante desde que habían empezado a salir públicamente juntos y él había bajado la guardia, creyendo que no habría nadie tan tonto para atacarlo.
Si Shouto se enteraba del que ya no estaba en peligro de boda, querría acabar el trato... eso lo pondría en peligro. Tenía que decirle, pero no ahora.
Shoto hace un ruidito de exasperacion para soltar una risa más como un soplido cuando sus dedos se recargan en la glándula de aroma, parte del líquido oleoso quedo en sus dedos que Katsuki no puede evitar llevarse a la boca.-Eres un maldito peligro.
El alfa se ríe, volviendo a la base de la cola agarrandola con cuidado, masajeandola y sintiendo al omega temblar.-¿Ya lo intentaste?
Shoto hace un ruido afirmativo.-No pude hacerlo por mucho tiempo, dolio como el infierno.
Podría confesarse aquí, pero Kirishima tenía razón. Para Shoto el tema de los sentimientos verbales era muy importante. Si le decía en un momento tan vulnerable Shoto creería que es su forma de meterse entre sus piernas; y aunque el deseo fuese fuerte, debería esperar a salir de la burbuja de intimidad que habían creado.
-¿Por que me estás mirando asi?-Estaban muy cerca, Si shoto dejase de pestañear, podría contar sus pestañas.
-Nunca te había visto tan cerca...-Una mentira y una verdad.-Eres precioso, casi irreal.
-Pudrete.
-¿Por? solo remarcando hechos.
-No puedo pensar si me hablas así. -Dice, escondiendo su sonrrojo.
-Es una pena que no pueda decirte lo hermoso que eres, lo bonitas que son tus pestañas, como ambos colores de tus ojos llaman tanta mi aten--
-Oh, callate.
-El Street review dice que hay un lago a treinta minutos, podriamos ir a darnos un chapuzon.-Denki propone, sentado en la segunda corrida de asientos del auto (nuevo) de Katsuki.
El alfa sigue conduciendo con tranquilidad, sus dedos acomodados en la pierna de Shouto que está envuelto en una manta durmiendo. Kirishima y Mina mirando las imágenes que Denki les muestra.
Iban camino al campamento de descanso, Aizawa los estaba esperando allá, junto a Sero e Iida que debían dividir las cabañas.
Cuando llegaron empezaron a desempacar con total tranquilidad, Katsuki agarrando los bolsos de Shoto y suyos en una mano para tirarle las llaves a Kirishima.
-Ya llegamos princesa.-Katsuki abre la puerta con la mano libre, mirando como Shoto se restriega los ojos.-¿Sigues cansado bebé? Tu alfa resuelve.
En un segundo Katsuki tiene a Shouto riendose encima de su hombro, cargando las cosas y al omega como si no pesara absolutamente nada.
Suave suave suave