Estoy emocionado, nuevamente estoy siendo un tripulante dentro del barco y mi responsabilidad es cocinar, aunque a diferencia de las anteriores veces, ahora es menos caótico y ninguno tiene previsto pelear ni atacar ningún barco.
Fredrik está siendo el mejor novio del mundo, me trata con cariño y me habla sobre las tradiciones de su pueblo para que me vaya familiarizando con todos los temas de la boda, aunque mencionó también que las bodas normalmente se celebran en otoño y aún faltan varios meses para eso.
Esta será la primera boda que se realizará en primavera, por lo que la gente le pide a los Dioses que la aprueben. Se supone que si el día de la boda hay tormenta entonces no podemos casarnos, ya que esa es la señal de los Dioses para decirnos que lo desaprueban, sin embargo, si el clima es idóneo, entonces podemos seguir adelante.
En mi pueblo, las bodas eran en primavera o en verano, la fiesta duraba a lo mucho un día, lo que consiguió sorprender a mi prometido cuándo se lo contaba, ya que aquí, ¡dura una semana!
Creí que Fredrik estaba jugando cuándo me lo dijo, incluso me reí diciendo que no era tan ingenuo como para creerle, pero resultó ser cierto.
De cierta forma, por eso hacemos este viaje, mantener a tanta gente entretenida durante una semana es complicado, además necesitamos muchas cosas que es más rápido conseguirlo en otra ciudad.
Durante este viaje, he estado intentando seducirlo y midiendo el límite de su autocontrol, lo que es curioso, ya que no me ha tocado, ni siquiera cuando me ha visto desnudo sobre la cama.
Parece estar convencido de que logrará soportar esto, pero no perderé mis esperanzas tan rápido, de hecho, como tenemos tiempo libre, me aseguraré de seducirlo hasta que no pueda rechazarme.
...Narra Eliot...
Todo lo relacionado con la boda estaba siendo una bonita manera de pasar el tiempo durante estos días, se supone que el viaje de nuestros amigos no tomará más de una semana, por lo mismo, como hoy se cumple el sexto día desde su partida, la mayoría se sentía emocionado por el futuro regreso de todos.
Leo y yo teníamos varios arreglos preparados para el gran día, nos logramos organizar bastante bien dentro de este último tiempo, olvidando incluso los lujuriosos momentos que antiguamente teníamos como método de entretención.
La gente del pueblo se mantenía animada, todos parecían entusiasmados por la gran boda que se celebraría dentro de 8 días.
Sólo faltan ocho días para que me pueda casar con Leo, estoy bastante nervioso y un poco estresado por la situación que ahora mismo hemos tenido que asumir.
A lo largo de mi vida, he aprendido que cuando todo parece perfecto, hay alguien que aparece para arruinarlo y esta vez, Leo y yo no podemos hacer nada para impedirlo.
Literalmente ayer la madre de Fredrik ha hecho aparición en el pueblo y ha modificado la mayoría de nuestras elecciones, sin siquiera molestarse en preguntarnos. Esta es una boda donde compartiremos nuestras tradiciones, Joshua, Fredrik, Leo y yo, estamos totalmente de acuerdos con los temas relacionados a la decoración, todos tenemos la misma idea y eso nos ha ayudado a avanzar progresivamente, pero la madre del líder no está de acuerdo con nuestras elecciones.
Se suponía que Leo y yo estábamos a cargo de la decoración hasta que nuestros amigos aparecieran, concordando en que juntaríamos un poco de cada cultura en nuestra boda.
Las bodas de mi anterior pueblo, eran exóticas y con cierto toque lujurioso, por ello, Joshua y yo estábamos de acuerdo en usar un atuendo más revelador.
Por otro lado, en su cultura, las chicas llevaban un ramo de rosas que lo sostenían durante la ceremonia, algo que nuevamente deseábamos usar.
Sin embargo, en la cultura de nuestros prometidos, la situación es diferente, de hecho, se supone que debemos utilizar un atuendo blanco más conservador, además la madre de Fredrik nos está obligando a conseguir accesorios de los Dioses, aun sabiendo que su hijo no es creyente y que no desea seguir fielmente las tradiciones.
Sé perfectamente que no tendré que soportarla cuando nuestros amigos regresen, ya que se convertirá en su problema, pero hasta entonces, Leo y yo tenemos que soportar sus contantes mandatos y fingir que estamos de acuerdo.
—El altar de los Dioses muévanlo— oí que demandaba a lo lejos—las mesas, no me gustan aquí, muévanlas hacia esa zona—añadió.
—No creo que Fredrik esté de acuerdo— comenté mientras me acercaba, tratando de impedir que los pueblerinos que nos ayudaban movieran las cosas que ya habíamos elegido previamente.
—Esto no es cosa de Fredrik, él como líder debe buscar la perfección y esperar la aprobación de los Dioses—me respondía—además estos temas son netamente de la futura esposa, ¿dónde dices que se encuentra?
—Ha ido con él—respondí.
—¿Ambos están viviendo juntos? ¿Qué hay de la tradición? —me cuestionaba, como si fuese mi culpa que estuvieran juntos.
—La tradición no impide que vivan juntos—comentó Leo, haciendo aparición detrás de mí para brindarme ayuda.
—Pero ¿cómo sabremos que están siguiendo las reglas? —lo cuestionaba.
—Hay más gente con ellos—le recordaba Leo.
—Igualmente, la futura esposa de mi hijo debería estar aquí, hay muchas cosas que debe cambiar y que no son dignas de un líder—nos decía, queriendo iniciar una nueva discusión.
Como nosotros no queríamos discutir, preferimos alejarnos sin saber que eso causaría un nuevo problema que decidimos dejar de lado, incluso le avisamos a todos que podían regresar a sus casas como un método de ignorar a dicha señora.
Era temprano, aún no anochecía y aún faltaban un par de horas, pero preferimos invertir nuestro tiempo en algo externo a la boda, incluso Leo y yo planeábamos cenar con varios de los habitantes.
Todo marchaba bien, estábamos hablando sobre la diferencia de culturas que teníamos y ellos me preguntaban sobre las bodas de mi pueblo, por lo mismo, estaba siendo el centro de atención debido a mis relatos, sin embargo, apareció la madre del líder nuevamente y la situación se volvió más tensa.
—Ya estoy cansado de esta señora— dije con frustración, detesto la forma en la que me mira.
—Tranquilo, mi amor, estoy seguro de que pronto se irá— me trataba de animar, mientras en el proceso, se acercaba a mis labios y me besaba dulcemente.
—Te amo...—susurré sobre sus labios, antes de atrapar sus labios nuevamente.
Estábamos besándonos apasionadamente, hasta que la señora comenzó a chillar que estábamos incumpliendo las reglas.
—No está prohibido besarnos— le decía Leo un poco más enfadado.
—Eso no es adecuado, no en un sitio donde estamos todos reunidos para comer— nos aseguraba indignada.
—No veo el problema— comentaron varias personas.
—Es denigrante, además hay niños, deberían cuidar de no fomentar esa clase de muestras, en ustedes no está bien— nos aseguraba, dejando ver el verdadero problema de su actitud.
—¿En nosotros? —pregunté viéndola con enfado.
—Eso no es algo que nosotros compartamos, no es digno de...
—No puede hablar por el resto— comentó uno de los pueblerinos— nosotros no estamos en contra de los Dioses y bien debe saber que los Dioses no lo desaprueban, es amor en su más grande esplendor.
—Es asqueroso— comentaba la odiosa mujer.
—¿Sabe que la futura esposa de su hijo, también es un chico? —le pregunté, fingiendo que me divertía la situación.
—Imposible, Fredrik no...
—Se llama Joshua— habló Leo— y es un chico.
No sabía que nuestras palabras las podía recibir tan mal, de hecho, se puso furiosa y se marchó expulsando humo por la cabeza, insultando a todo el mundo mientras que nosotros decidíamos continuar con nuestra armoniosa cena.
Hay pocas personas que desaprueban la unión de dos hombres dentro de este pueblo, la mayoría las considera iguales al resto de relaciones existentes, gracias a que no ven el problema de convivir con dos personas enamoradas, de hecho, ellos suelen decir "Los dioses los unieron y son ellos quienes los protegerán"
Aunque esto no quiere decir que no haya personas que lo desaprueban, hay gente que no soporta este tipo de relación y tratan de hacer lo posible para destruirlas.
Es triste, pero lastimosamente, no todos son lo suficientemente inteligentes como para ver que dos personas del mismo género pueden amarse.
A decir verdad, lo único que a la mayoría le importa es que tengan hijos.
No pude evitar regresar a casa sintiéndome desanimado, lo que obviamente llamaba la atención de mi amado, quien en cuanto tuvo oportunidad, me abrazó por la espalda dejándome caer a la cama donde yo planeaba recostarme una vez me vistiera.
Acababa de bañarme, me estaba secando el cuerpo cuando Leo me envolvió con sus cariñosos brazos y me mantenía cerca.
—¿Qué pasa? ¿Por qué estás triste? —me preguntaba dulcemente.
—Pensaba en la situación con la madre de Fredrik— le respondí— esa clase de actitudes eran habituales en mi pueblo.
—¿Tus padres eran así? —preguntó curioso.
—A mis padres sólo les importaba el dinero, ellos no dudaron en ofrecer mi inocencia a 3 desconocidos a cambio de un par de monedas, ni tampoco dudaron en aceptar 20 monedas de oro a cambio de mi libertad, ellos sólo dijeron "obedece a tus amos" antes de abandonarme en aquella casa de exóticos placeres—le respondí.
—Lo siento, no debí...
—No, está bien— lo interrumpí, girándome para ocultarme en su pecho— si no fuera por ellos, quizás me sentiría más digno de ti...
—¿De qué hablas? —me preguntó, buscando mi mirada, viéndome con el ceño fruncido.
—No lo malinterpretes, es sólo que últimamente escucho a la gente comentar sobre los novios que no necesitan ser vírgenes para casarse, aunque es más aprobado si es su futuro esposo quien...
—Eliot— me interrumpió, tomándome de las mejillas— sabes que eso no me importa.
—Sí...—susurré— lo sé... —añadí, dejando escapar un suspiro— sabes que no puedo evitarlo, yo realmente te amo y me encanta estar contigo, pero hay días donde siento que no te merezco, me siento usado y...
—Cariño, no puedo cambiar tu pasado, si fuera así, me encantaría evitar muchas cosas que han dañado tu ser, además ambos sabemos que no fuimos el primero con el que nos acostamos, sin embargo, si eres el primer hombre con el que he experimentado este tipo de sentimientos, mientras que yo soy el primer hombre que te ha amado sin importar tu pasado— me decía, creando un nudo en mi garganta.
Yo sabía que era verdad, incluso sé que soy el primer hombre con el que Leo se ha acostado y me asegura que seré el único, mientras que él es el primer hombre que me ha enseñado la diferencia entre sexo y hacer el amor, además es el primer hombre que me enseñó sobre lo placentero que es tocarnos.
De cierta forma, compartimos varias experiencias primerizas, lo que es tierno, yo deseo que él sea el primero en todas las vivencias de mi vida y quiero ser el primero en las suyas, pero hay días donde no puedo evitar pensar en cosas del pasado.
Aún me queda mucho que cambiar, no ha pasado el suficiente tiempo como para que consiga olvidar aquellas manchas que me hacen dudar de mi actual realidad. Sé que actualmente estoy bien, Leo me cuida y es evidente que me ama, pero en ocasiones, siento que todo es un sueño y que tarde o temprano despertaré en aquella horrible casa de placeres que yo consideraba asquerosos y repulsivos.
—Eliot...—me nombró con ternura, viéndome a los ojos— el pasado es algo que no puedo borrar, pero puedo asegurarte que en el futuro no permitiré que nadie te lastime.
—Mi amor...—susurré acercándome a sus labios— eres el hombre perfecto...
—Sólo lo seré, si tú estás conmigo— me aseguró, atrapando mis labios en un tono tierno y apasionado, de aquellos que no podían sobrepasarse, ya que hay una tradición que debemos cumplir y que no deseamos arruinar otra vez.
No sé cómo lo haré, sin embargo, deseo olvidar todas mis vivencias pasadas como un método de abandonar estas inseguridades que me atormentan, debería estar feliz, pronto me casaré con el amor de mi vida y el futuro a su lado parece prometedor.