Shaoran:
Esto no me lo esperaba, para empezar, Jang desde hace mucho tiempo no se acercaba a mi habitación a pesar de cualquier cosa, segundo veo la forma en cómo mira a Sakura y no me gusta. Ella baja la cabeza muy avergonzada y no entiendo porqué lo hace, no hemos estado haciendo nada malo.
—¿Que está sucediendo aquí?—preguntó Jang muy enojado.
—Joven yo…
—Sakura me trajo un té para quitarme está resaca que tengo encima—interrumpí abruptamente, la está incomodando y no puedo permitirlo—. Muchas gracias Sakura, puedes retirarte.
Nos hizo una reverencia saliendo de la habitación muy mortificada. Los ojos azules de mi hijo se clavan en los míos como cristales de hielo. Un hielo tan frío que ya estoy acostumbrado, está con ropa cómoda, creo que solo ha venido para pedirme dinero.
—Eres tan sinvergüenza padre—fruncí el ceño—. ¿No te das cuenta que esa mujer solo busca tu posición, cierto? Pero claro, que se puede esperar de alguien que está desesperado por un poco de atención poniendo sus ojos en la primera chacha que se le presenta.
—No me faltes el respeto Jang, soy tu padre—respondí indignado, el malestar ya va pasando y me voy sintiendo mejor—. La señora Sakura fue muy amable anoche y el día de hoy me entregó un té que me está aliviando mucho. Respetala.
—¡No pienso respetar a una cualquiera que se quiere meter a tu cama para obtener tus favores!—un sonido sordo fue lo único que se oyó en la habitación, parpadee para darme cuenta que había golpeado a mi hijo, sus ojos azules me miran con tanto rencor, pasé saliva y bajando la mano intenté pedirle disculpas pero se alejó de mí con furia y enojo—¡Esto no te lo voy a perdonar jamás!
Salió de mi habitación cerrando la puerta con fuerza, a pesar de llamarlo no volvió a verme. Me jalé los cabellos con fuerza por mi mal proceder, no es dable mi justificación pero no podía permitir que insulte a Sakura de esa manera. No entiendo porque piensa eso de ella.
Salí de mi habitación para buscarlo pero Wei me detiene diciéndome algo que me dejó en shock y creo que después de esto Sakura querrá irse de mi casa.
••••••
Sakura:
Baje a la cocina con los ojos húmedos, el joven Li me tiene mucho recelo y no tiene justificación para estar así conmigo. En la cocina están unas empleadas y Wei que al verme se preocupa acercándose a ver qué sucedía. De reojo miré a las empleadas porque no quería ni necesitaba chismes de mi persona.
—Déjennos solos por favor—pidió él muy amablemente a las jóvenes, después de estar solos le conté lo que pasó, le juré que entre el señor Li no ha pasado absolutamente nada y no pasará jamás, él solo sonrió dándome ánimos—. Disculpe al joven señora, desde que perdió a su madre se ha sentido así con todos a su alrededor, en especial con su padre.
—Es que en sus ojos vi el odio que destila hacia mi persona Wei—confesé angustiada—. Lo mejor será que me vaya y así evitar problemas.
—Sería un gran favor si lo hace—la voz del joven Li irrumpió la cocina, lo miré fijamente pero él me miró con desprecio—. Mujeres como usted solo buscan a alguien como mi padre¿Cree que alguien tan poca cosa como usted estará alguna vez al lado de mi padre? Bajese de su nube señora, él jamás estará con usted y me voy a encargar de eso.
—Joven—advirtió Wei—. No seas grosero, la señora solo está atendiendo a su padre.
—¿Y por eso tiene que estar encerrada en su habitación con él?—eso me puso roja de la vergüenza—. Mujeres así no valen la pena, solo sirven para un rato y luego se las desecha. Fin.
Giró sus pasos dejándome como la peor de las mujeres, me disculpé con Wei saliendo por el camino de piedra para encerrarme en el espacio que el señor Li amablemente nos ha cedido. En la habitación donde descanso solté mi impotencia y frustración. En Japón pasé muchas humillaciones pero la del joven Li es la peor de todas. Creo que ha sido una muy mala idea venir a esta casa, tomaré mis cosas, a mis hijas y me iré. Solo me duele dejar al señor Li a lado de alguien tan grosero como su hijo.
—¿Mamá?—la voz de mi hija me apresura a limpiarme el rostro—¿Aún estás aquí? Pensé que ya estabas en la casa grande.
—Solo vine por algo que se me olvidó hija—mentí simulando buscar algo en mi habitación—. Kaori, he decidido que nos iremos de aquí.
—¿Qué?—preguntó mi hija conmocionada—¿Pero por qué?
—Ha sido una mala idea llegar a esta casa y estuve analizando la situación, puedo buscar otro lugar y…
—¿Mamá te volviste loca? En donde buscarás otro trabajo, recuerda que están muy escasos y para nosotras es mucho peor por ser extranjeras—suspire pesadamente, ella tiene razón pero no quiero seguir incomodando al joven Li, además no se me olvida los roces que tiene con ella y puede querer tomar venganza—¿Ha sucedido algo para que tomes esa decisión tan drástica?
—Bueno yo…
—No voy a permitir que te vayas—giramos hacia la entrada de la casa y el señor Li está con el ceño fruncido, mi corazón latió al verlo ahí tan imponente y atractivo, lentamente se acercó sin dejar de mirarme—. Ya sé lo que ha sucedido con mi hijo, te ruego que lo ignores por completo pero no te vayas por favor. Además te pido una disculpa a nombre suyo.
—Asi que fue ese gandalla—habló Kaori abriendo mis ojos por la forma en cómo ella se expresa del joven Li—. Por favor señor Li, no me quiero ir¿Puede convencer a mi madre para quedarnos? Tengo algo que hacer.
—Kaori a donde…
—Por supuesto—finalizó él dejándonos a solas, su mirada me desarma y me deja sin aliento—¿Cómo puedo convencerte para que te quedes?
—Señor Li yo agradezco su infinita ayuda para con nosotras pero lo mejor será que nos vayamos y así evitar problemas, usted con su hijo deben sentarse a conversar y limar asperezas. No es fácil para un adolescente afrontar todos los problemas y necesidades emocionales que tiene, acérquese a él y nunca baje los brazos. Tenga mucha paciencia y comprensión, así como amor para él.
Sus ojos ámbar están brillando, creo que he llegado a su corazón, al menos me siento muy bien al hacer esto, el joven Li está encerrado en el pequeño niño que perdió a su madre y no sabe cómo crecer. Y no lo culpo por su manera de ser hacia mí y con todas las mujeres que están cerca de su padre, teme que su madre sea reemplazada.
—Prometo hacerlo—levantó la mano sin dejar de mirarme—. Ahora prométeme que no te irás de mi casa y de mi lado.
Eso lo sentí tan íntimo, parpadee confundida y es que mi hija tiene razón al decirme que es una locura el que deje este trabajo cuando está escaso encontrar uno. Además el señor Li está siendo muy bueno con nosotros. Suspiré profundamente y con una sonrisa decidí quedarme.
Tuve la sensación de que quiso abrazarme pero se contuvo. Mi corazón está sin dejar de latir y no puedo permitir que siga ocurriendo. El joven Li tiene razón al decirme que soy poca cosa para su padre, además acabo de perder a mi esposo como para estar pensando en otro hombre, y no es un hombre cualquiera.
—Te espero en el comedor—asentí mirándolo, lo vi irse sin darme cuenta de que veía su ancha espalda y su cabello color chocolate. Suspiré profundamente, tenía que mantener mi distancia con él ¿pero cómo hacerlo si convivimos en el mismo lugar?
••••••
Shaoran estaba furioso con su hijo por la manera en que había insultado y vejado a Sakura. Wei le contó cómo se ensañó con ella en la cocina orillandola a marcharse de la casa. Desesperado fue hacia el chalet y al ingresar la escuchó decirle a su hija que se iban de ahí. Escucho un poco más y sin poder evitarlo ingresó pidiéndole que se quede.
Afortunadamente logró convencerla y en parte se siente aliviado pero Jang no se librará de un buen escarmiento. Cuando está por subir las escaleras y dirigirse a verlo su móvil interrumpe sus pasos. Sin ver el identificador de llamadas contestó lamentándose al instante por no haberlo visto.
—Buenos días Akiho—saludo con cortesía—¿Cómo amaneciste?
—Fatal—respondió agarrandose la cabeza por el dolor—. Me gustaría que vinieras a verme Xiao-Lang, me siento muy mal.
—Lo siento Akiho pero así como estás tú también lo estoy yo—mintió mirando las escaleras, además ese día no pensaba irse a ningún lado. Quería estar al lado de su diosa de ojos verdes—. Tómate un analgésico y descansa. Recuerda que mañana tenemos una reunión importante en la empresa.
—Es verdad, la reunión con los alemanes—concluyó la mujer—. Entonces hasta mañana Xiao-Lang.
—Descansa Akiho—respondió.
—Te mando un beso.
Shaoran parpadeo confundido, colgó la llamada procesando lo que le ha dicho la mujer de ojos azules, reconoce que lo ha sorprendido pero nada más. Nunca ha visto a Akiho con otros ojos más que no sean como los de la prima de Akane. Estaba muy seguro de que jamás podría tener un sentimiento amoroso por ella.
Pasos acercándose lo sacan de sus pensamientos y al ver a su hijo el ceño fruncido volvió a aparecer. El jovencito estaba muy enojado y no es para menos, su desayuno se acaba de echar a perder por culpa de Kaori. Su batido de proteínas y carbohidratos después de ejercitarse sabía horrible y sin saber que la adolescente lo hizo el propósito para vengarse por lo que le hizo a su madre, estalló su ira contra una de las empleadas de la casa cuando le llevó el batido a su habitación.
—Necesitamos hablar—ordenó Shaoran—. Vamos a tu habitación o a la mía.
El joven pasó de largo sin mirar a su padre haciendo que se enoje y esté a punto de perder la paciencia pero recordó las palabras de Sakura y se tranquilizó. Fue tras él llegando hacia la terraza que está al extremo izquierdo de la casa. Shaoran observa a su hijo que es idéntico a él en el físico pero tan diferentes en los temperamentos. Jang se cruzó de brazos en espera de que él hablara primero. Shaoran suspiró profundamente invitándolo a sentarse, algo que a Jang lo confundió al principio para luego sentarse frente a él.
—Antes que nada necesito saber por qué fuiste a mi habitación a buscarme—fue directo—. Desde hace mucho tiempo no ibas a tocarme la puerta.
—Mmm era eso—minimizó el muchacho bostezando por el aburrimiento—. Solo necesito tu autorización para el viaje de fin de año, es uno que todo el salón acordó hacer.
—¿Y porqué no me lo dijiste antes?—preguntó herido—. Soy tu padre Jang¿Todo el tiempo me vas a estar ignorando?
—Tus negocios y tus mujeres son más importantes que yo—arremetió con resentimiento—¿Que esperabas?
—Puedo hacer un espacio para ti en mi agenda diaria hijo—eso removió algo en el interior de Jang que lo sigue mirando sin ninguna expresión—. Eres mi hijo, lo único que me queda y lo que más amo en este mundo. Por favor Jang, quiero que seamos amigos como antes, cuéntame cómo te sientes, tus cosas, clases y problemas.
—No necesito nada de ti, ya me acostumbré a estar solo desde que murió mi madre—eso destruyó a Shaoran—¿Firmarás o no?
—Al menos tengo derecho a saber a dónde y cuánto tiempo durará ese viaje—pidió ocultando su dolor de padre.
—En la documentación de permiso está todo lo que deseas saber—concluyó—. Te lo dejo.
—¿A dónde vas?—preguntó levantándose de su asiento.
—Quedé con mis amigos para salir a comer—respondió como si nada—. No sé a qué hora volverá.
Salió de ahí directo a la gran sala donde vio a Kaori a punto de limpiar la sala. Jang la vio con los ojos entrecerrados, por un momento se le pasó por la mente que ella tuvo que ver con lo que pasó con su batido y si es así entonces que se atenga a las consecuencias. Los pasos de Shaoran hacen que gire molesto.
—La señora Sakura y sus hijas se quedan—advirtió Shaoran sin expresión—. Te sugiero que si no la soportas trata de mantenerte alejado de ellas.
—Vete al diablo—fue lo último que dijo el jovencito saliendo furioso de ahí. Shaoran observó por la ventana de cristal a su hijo subiendo a su auto y salió furioso de la casa. Se preocupa por su integridad y manejar a esa velocidad podría causar un accidente o él mismo terminar lastimado. Llamó a unos hombres de su confianza pidiendo con seriedad que cuiden a su hijo sin que se de cuenta.
Si él se da cuenta de que está siendo vigilado es capaz de irse de la casa o hacer algo peor. Miró a Kairo limpiando la sala como una mujer mayor, para ser una niña es muy aplicada y responsable con las capacidades que posee. Sonrió porque alguna vez quiso tener una hija pero lamentablemente con la muerte prematura de su esposa ese deseo no se concretó. La puerta se abrió revelando a Sakura y su corazón comenzó a latir con fuerza. No puede controlar sus sentimientos y su corazón cada vez que la ve.
Madre e hija están concentradas haciendo sus quehaceres y Shaoran subió las escaleras para llegar a su habitación y así esperar hasta que su corazón se calme ante ese remolino de sensaciones y emociones que Sakura le causa.
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En la mansión Hiragizawa, Tomoyo ha recibido una llamada de una de las madres de las compañeras de clase de Shen, según la mujer, su hijo se comportó de una manera muy grosera en la fiesta de cumpleaños de su hija Azumi. Algo que a la mujer le sorprendió mucho, conoce a su hijo y es imposible que haya hecho o dicho algo grosero como lo está calificando la mujer.
—Me sorprende mucho lo que me dice, señora Haruki—respondió Tomoyo—. Hablaré con mi hijo para saber el fondo de las cosas.
En ese momento Shen está bajando las escaleras con ropa casual y despreocupado como lo es su padre. Oyó que su madre está conversando con la señora Haruki frunciendo el ceño. No es tonto para no darse cuenta de que esa mujer está despotricando contra él por haber llevado a Kaori a la fiesta la noche anterior. Decidió esperar a que su madre termine de hablar para dar sus descargos.
—Gracias pero no necesito consejos de cómo criar a mis hijos señora—respondió de la manera más amable posible—. Así como me está dando consejos apliquelos con su hija. Que tenga un buen día.
Colgó de manera molesta por culpa de esa mujer que ha malogrado su día con su impertinencia. Tomoyo sabía de antemano que su hijo llevaría a Kaori a la fiesta y conociendo a esa bola de gente que por tener dinero tienen que pasar por encima de los que no lo tienen lo más probable es que su hijo no se haya quedado callado por defender a la jovencita.
—Mamá—Tomoyo giró viendo a su primogénito entrar a la sala donde está su madre tan hermosa.
—Cariño—saludó su madre con un beso—¿Oíste todo?
—Un poco—confesó el guapo muchacho—. Solo defendí a Kaori de todos y lo hice diplomáticamente.
—Y te creo cariño—respondió con una sonrisa su madre—. Lamentablemente esa gente es así y no se puede hacer nada para ignorarlos. Pero no pienso prohibirte que dejes de ser amigo de Kaori. Además su mamá también es mi amiga.
—No pensaba hacerlo madre, ella es muy importante y especial para mí—oír eso para Tomoyo fue una gran alegría—. Estaba pensando en invitarla a comer a la casa hoy¿Que dices?
—Me parece magnífico cariño—aplaudió—. Llamaré a Sakura para que vengan juntas, quiero verla y que me cuente cómo le va en la mansión de Xiao-Lang.
Shen estuvo de acuerdo, después de pedir una comida deliciosa y especial para ese día se comunicó con Sakura aceptando encantada la invitación. Dejaría todo listo en la casa de Shaoran y así tomar a sus hijas e ir a la mansión de Tomoyo. Además podría ver a su madre un momento.
Eriol bajó las escaleras y al oír el plan de su esposa estuvo de acuerdo, además ideó el plan de invitar a Shaoran y así unirlos. Eso para Tomoyo era excelente, quería que el amigo de su esposo esté alejado de Akiho, esa mujer está en la empresa y en el país con el único fin de conquistarlo y ser la señora Li.
Quedó con Leran en reunirse en su casa para conversar sobre ese tema ya que a ella tampoco le cae en gracia esa mujer para su hijo. Las dos mujeres están más que convencidas de que la mujer ideal para Shaoran es Sakura. La ventaja es que a él le agrada mucho.
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—Entiendo, entonces irás a casa de Tomoyo—respondió decepcionado Shaoran al oír el permiso que Sakura le está pidiendo.
—Sí señor—respondió un poco complicada—. Dejaré todo listo y…
—Descuida comeré fuera—eso desinfló a Sakura que se sintió mal por él—. Jang llegará tarde y estás en tu derecho de disfrutar con tus hijas este día. Es domingo.
—Prometo no volver tarde—respondió la mujer, hizo una reverencia saliendo del despacho de Shaoran. El susodicho suspiro sin ánimos de nada.
Agarró su móvil para buscar un lugar donde hacer una reservación para almorzar cuando Eriol lo sorprende con una llamada. Parpadeó atónito respondiendo al instante y al oír su invitación para almorzar en su casa su sonrisa se ensanchó junto con su corazón.
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Jang está con algunos amigos de la institución en un centro comercial muy concurrido en ese lugar. Estuvo pensando en llamar a Shen pero su molestia con él por haber llevado a Kaori a la fiesta la noche anterior hicieron que desista en hacerlo.
Entraron a un lugar donde venden comida para llevar y así reunirse en casa de Ruy, el muchacho de ojos verdes y piel oscura que intentó persuadir a Shen de no irse de la fiesta. Subieron a sus autos y enrumbaron hacia la parte exclusiva de Hong Kong donde gente adinerada vive. El gran estacionamiento que posee la casa es capaz de albergar a más de diez autos.
Cada uno dejó su auto y saliendo de ahí ingresaron a la parte de la casa donde hay una gran piscina y junto con ellos infinidad de tragos y bebidas alcohólicas. Los cinco muchachos que observan todo el lugar se sientan en unos pufs cómodos olvidando todo y a punto de divertirse.
—Adelante tomen todo lo que quieran—invito Ryu—. Mis padres están en un viaje de negocios y no volverán dentro de una semana.
—Oye podríamos invitar a algunas chicas del instituto¿que dices?—preguntó uno animado viendo los tragos—. Podríamos pasarlo bien, hacer que ellas se sientan bien.
Ryu sabe muy bien de qué está hablando ese chico y sonríe complacido por la sugerencia. Jang siendo inocente en esas cosas no le dio la debida importancia, además si salió de casa era porque no quiso estar cerca de su padre. Recordó que Ryu le había dado su número telefónico y ahí estaba.
—Oye Li—llamó su atención el moreno—. Apuesto a que harías de todo con Shamada.
—¿Qué dices?—preguntó Jang confundido—. No entiendo de qué hablas.
—Vamos sabes a qué me refiero—Jang seguía sin entender—. Kira está enamorada de ti, podrías aprovechar en cogertela un día, podemos ayudarte con eso.
—¡¿Están locos?!—grito exaltado entiendo a lo que se referían esos muchachos, su rostro por culpa de la vergüenza se tornó rojo—¡Jamás haría eso!
—No sabes lo que te pierdes entonces—le aseguró Ruy—. Las chicas lo disfrutan y vaya que nosotros también.
—Oye y la chica que trajo Hiragizawa anoche—habló otro muchacho llamando la atención de Jang—. A pesar de ser una muerta de hambre no se puede negar lo hermosa que es.
—Definitivamente está hecha para una buena cogida—eso enfureció a Jang empujando a Ruy con todas sus fuerzas—¡Oye que sucede Li!
—¡Cállate!—gritó furioso—¡No te metas con ella!
—¡Porqué!—exigió saber el muchacho enojado también. En eso cayó en cuenta de algo muy interesante—¡No me digas que te gusta!
—¡Suficiente Ryu!—se exaltó más el muchacho de ojos azules—¡No me importa que haces con otras chicas pero con ella no se te ocurra tocarla porque yo mismo te mato!
—Oye relájate Li—pidió otro muchacho con un trago en mano—. Mejor porque mejor no te olvidas de todo lo que te agobia relajándote con esto.
Jang vio que en su mano tenía una pastilla de color celeste, el ingenuo muchacho lo observó con detenimiento. Pero no sabía para qué servía.
—¿Qué es esto?—preguntó frunciendo el ceño.
—Te encantará—respondió el muchacho con los ojos rojos y el olor a trago en su aliento—. Se llama la pastilla de la felicidad.
El muchacho estaba muy confundido, esa palabra no la sentía desde que su madre se había ido de ese mundo y su padre lo dejó solo y abandonado por culpa de eso. Lentamente agarró la pastilla y mirando en paralelo a todos pasó saliva.
Quería ser feliz por un momento, quería olvidar sus problemas con su padre e imaginar que su madre estaba con él abrazándolo como solía hacerlo de pequeño. Lentamente se llevó la pastilla a la boca, no sabe qué pasará después pero al menos es lo que desea hacer en ese momento.
Y si lo hace no habrá marcha atrás después.