Ha pasado un tiempo desde que comenzamos a vivir en este lugar, algo que me hace sentir por primera vez parte de algo y me gusta la nueva vida que estoy llevando, a pesar de que mi problema sigue siendo el mismo.
Lo he estado ignorando para evitar complicaciones con Fredrik, pero su amigo Asher es un sujeto que logra sacarme de quicio en ocasiones, para variar, sólo es irritante cuando Fredrik no está cerca, por lo que sé que sí trato de hablar sobre esto con mi amado no me creerá justamente porque su amigo es un hipócrita.
Ahora que ha llegado el invierno, no lo vemos seguido, algo que agradezco, de hecho, si fuera por mí no lo vería nunca más, ni siquiera deseo verlo a lo lejos, justamente porque él me considera un aprovechado que en realidad sólo está con su amigo por conveniencia.
He tratado de hacerle ver que eso no es verdad, que Fredrik sea o no el líder del pueblo no altera lo que siento por él, pero obviamente no me cree y ya no sé qué hacer para que me crea.
Yo adoro a Fredrik, me encanta pasar tiempo con él y consentirlo como si fuésemos una pareja de recién casados, algo que sé perfectamente que no ocurrirá, él no tiene interés en casarse y yo deseo respetar su decisión.
¿Quiero casarme? Sí, tengo enormes ganas de casarme con él, pero no deseo presionarlo ni nada por el estilo, a mí me importa más que nada estar junto a él y evidentemente, el no estar casados no cambia el hecho de que puedo consentirlo y tratarlo como si lo estuviésemos.
Él siempre está ocupado durante el día, ahora mucho más que cuando estábamos en el barco, por ello trato de darle su espacio y no agobiarlo con mis tonterías, sin embargo, una vez llega a casa me aseguro de esperarlo en la entrada de la casa para abrazarlo y besarlo como bienvenida.
Fredrik cuando habla sobre mí con otras personas suele decir que soy prácticamente su "esposa" y que le encanta tenerme a su lado. Como es de esperarse, el término "esposo" sólo puede usarlo uno de nosotros, ya que de esta forma nos diferencian a pesar de que ambos somos hombres.
Esto lo comprendí tras todos llamarme "la novia del líder" y sinceramente, ya me acostumbré a que me traten de ese modo. La mayoría es muy amable, me encanta este sitio justamente porque me tratan como si fuese un rey y adoro pasar tiempo con la gente cuando Fredrik no está.
Al principio cuando llegué, pensé que me aburriría sin él, yo creía que no tendría ninguna responsabilidad que me hiciera olvidar su existencia, sin embargo, todo el día estoy rodeado de gente y en ocasiones, cuando creo que estaré solo, aparece Eliot y cocinamos pasando una divertida tarde.
Me encanta esta vida, por fin puedo decir que tengo un hogar y lo mejor es que los habitantes de este pueblo me consideran parte de este sitio.
Hoy como hay una tormenta de nieve, las chicas que me ayudan con los temas de la casa no han venido, aunque Leo y Eliot aparecieron en mi casa ayudándome a entretener un poco mi tarde, ya que mi amado tuvo que salir a revisar algo importante.
Él dijo que no tardaría en llegar, pero igualmente me estaba aburriendo tras pasar tanto tiempo solo en esta enorme casa.
Como era medianamente tarde, Eliot y yo estábamos haciendo un postre para merendar, esto ya lo habíamos hecho antes, así que le dejaba hacerlo prácticamente solo mientras yo preparaba pan.
Una vez estuvo listo y sacamos el postre junto al pan del horno de ladrillo, lo dejamos enfriar cerca de la ventana que estaba un poco abierta y gracias a la nieve del exterior, se estaba enfriando bastante rápido.
—¿Quieren café de trigo...? —pregunté mientras poco a poco mi voz se silenciaba, ya que mis ojos miraban a través de la ventana, notando como mi amado estaba llegando y obviamente una sonrisa se formó en mis labios— un segundo— dije antes de prácticamente correr hacia la puerta en donde esperé a que la abriera para abalanzarme sobre él.
—Hola, mi vida— saludó robándome un beso.
Su abrigo estaba cubierto de nieve y sus labios se sentían fríos, por lo mismo, lo ayudé a quitárselo y me alejé con tal de colgar su abrigo cerca de la chimenea. Luego lo llevé hasta nuestra habitación y como el agua de la bañera era caliente, se dio un baño corto con tal de calentar su frío cuerpo.
Yo dejé su ropa limpia sobre la cama, avisándole que regresaría a la cocina donde los chicos me esperaban pacientemente.
—Te has convertido en toda una esposa dedicada a su marido— me molestaba Leo.
—Eso no me ofende— le dije riendo.
—Sólo te faltan los hijos— comentó Eliot.
—Yo no quiero hijos— le aseguré, sintiendo los pasos de Fredrik acercándose.
—Yo tampoco— se integró en la conversación, rodeando mi cintura en el proceso.
—Eso no le gustará a tu madre— le mencionó Leo, a lo que Fredrik soltó un suspiro cansado, evidenciando que las palabras de Leo eran verdaderas.
—¿Por qué? —preguntó Eliot, mirando a Leo, queriendo conocer más detalles, algo que yo también hice.
—Nuestro pueblo no tiene problema en aceptar este tipo de relaciones siempre y cuando no altere la procreación de niños— nos contaba Leo— igualmente, si un matrimonio de hombre y mujer no tiene hijos, ambos son libres de divorciarse con tal de buscar a alguien que si se los dé.
—Hmm...—soltó Eliot antes de sonreír de una forma casi embobada— bueno... yo sí quiero.
—Y yo...—dijo Leo, robándole un beso en los labios, mientras que Fredrik y yo simplemente nos miramos un poco incómodos por la idea de tener un niño a nuestro cuidado.
Como no quería seguir hablando de hijos, quise cambiar de tema y preparé café de trigo con tal de merendar, además deseaba probar la tarta que preparó Eliot debido al delicioso olor que desprendía.
Nosotros tenemos una buena comunicación, a Fredrik también le agradan mis amigos y los considera de la misma forma que yo, por ello, no teníamos problema en vernos seguido debido a lo cercanos que nos estábamos volviendo, además como ahora son pareja es más divertido.
Fue sorprendente oír sobre esto, aunque en realidad, no son una pareja oficialmente, técnicamente lo son, pero nunca hicieron la pregunta. Esto me lo contó Leo, él dijo "Pensaba hacerlo, quería hacerlo del modo tradicional, aunque en realidad, era bastante obvio que estábamos saliendo, así que decidí no preguntárselo" y cuando le pregunté a Eliot, él dijo "Creo que no es necesario, ambos somos fieles y supongo que eso basta para considerar a dos personas una pareja"
—¡mmmh! —soltó Leo, saboreando la tarta que Eliot había preparado—Joshua, te están superando— me dijo, haciéndome reír.
—Oh...—soltó Fredrik mirando a Eliot con sorpresa— mi amor, te ha superado.
Yo quise probarlo también, así que tomé mi trozo y le di un mordisco, sintiendo una bomba de sabores deliciosos que me hacían desear más. ¡Estaba delicioso! Algo que le daba ánimos a Eliot en el proceso, ya que todos estábamos elogiando su creación.
—Pronto el alumno superará a su maestro— decía Leo.
—Mi nuevo cocinero— agregó Fredrik.
—¡Hey! —me quejé— sólo yo puedo ser tu cocinero.
—No, mi cocinero es quien cocine mejor— me molestaba.
—Me harás sentir celoso—me quejé, haciéndolo reír.
—¿Ves? Te están quitando el puesto y a tu novio— me molestaba Leo, mientras que Eliot sólo reía o rodeaba los ojos, sin prestarles mucha atención, ya que nuestras parejas mutuamente se alineaban para molestarnos.
—Joshua, ¿y si mejor nos quedamos juntos tú y yo? —me propuso Eliot.
—Sí, suena mejor, así puedes cocinarme cuando esté cansado— le dije, alineándome con él.
Ahora nosotros los molestábamos a ellos, generando un agradable ambiente a la hora de merendar, aunque un par de horas más tarde, ellos se marcharon debido a que cada vez la tormenta se estaba volviendo peor y podría ser peligroso si se iban más tarde.
Les sugerimos que se quedaran a dormir aquí, hay muchas habitaciones en esta casa, pero ellos decidieron marcharse justamente porque tenían que encargarse de unas cosas mañana temprano.
Lo bueno es que, una vez ellos se fueron, nos encaminamos a la cama donde nos recostamos bajo las cobijas queriendo calentarnos, evitando movernos demasiado debido al frío. No quisimos encender la chimenea de la habitación, así que estábamos muy apegados, disfrutando de una dulce noche.