"¿Qué fue lo que hiciste?"
La imponente figura de Oliver apareció en el umbral de la puerta.
Emmett se encontraba cabizbajo sentado en el sillón, mientras todas las empleadas corrían por toda la casa desconcertadas sin saber que hacer.
Noah se encontraba en su alcoba encerrado y tirando todo.
“Lo siento papá, pero debía decirlo”
Oliver soltó un gran suspiro y se dejó caer en el sillón.
“Maldición Emmett, te dije que yo lo haría”
La hermosa carita de Emmett entristeció, los bellos ojos grises comenzaron a volverse cristalinos.
La gran debilidad de Oliver siempre fueron las lágrimas de Noah, pero ahora tampoco podía soportar ver llorar a alguno de sus hijos. Extendió los brazos y rodeo al muchacho y le besó la frente.
“¡Ahhh! Esta bien, yo hablaré con él ahora, pero tienes que entender que será muy difícil convencerlo de dejarte ir”
Habían pasado 10 años desde la adopción y aquel pequeño se había convertido en un hermoso jovencito. Desde ese día se habían convertido en familia.
“ Lo sé papá, pero realmente quiero estudiar en el extranjero”
Desde que los niños llegaron a sus vidas, todo su mundo cambio, habían formado una familia y Noah se había vuelto particularmente aprensivo con ellos, y cuando Emmett le comento que quería irse por unos años a estudiar al extranjero no lo tomó para nada bien.
“¡Oliver Dunne! ¿Tu sabías de todo esto?”
La puerta se abrió estrepitosamente, los ojos de lince de Noah ya lo habían matado de mil formas muy dolorosas.
“ ca… cariño, mira… lo que sucede…”
Antes de poder terminar la oración uno de los floreros de la sala voló por encima de la cabeza de Oliver.
“¿Estás de acuerdo con que nuestro hijo se mude lejos de su familia? ¿Qué tienes en la cabeza?”
El florero se rompió en mil pedazos.
“Emmett ¿puedes salir a dar un paseo? Papá y mamá necesitan hablar”
Emmett solo asintió con la cabeza y salió en silencio.
El muchacho sentía un pesar en su corazón, amaba mucho a Noah y lo menos quería hacer es causarle dolor a alguno de sus padres, pero en su corazón guardaba muchas inseguridades. Sus padres eran grandes personas, alpha y omega dominantes, brillantes y exitosos, él era un simple beta sin nada especial.
Emmett quería estudiar y esforzarse mucho en volverse en una persona digna de sus padres.
Se tendió en el pasto intentando resolver en su cabeza todo este alboroto. El jardín de su casa es particularmente grande y lleno de todo tipo de flores, pero su lugar preferido siempre fue un pequeño bosque de naranjos, amaba tenderse a dormir bajo el olor a azahar, Había escuchado muchas veces a su padre que el olor de la feromona de Noah era como el olor de esas flores.
En medio de su sueño sintió coquillas en los labios y un suave olor a limón, aquello lo hizo despertar de inmediato.
Cuando abrió los ojos, unos hermosos ojos celestes claros como el agua lo miraban.
No era la primera vez que esto ocurría.
“Mierda Dominick ¿Cuándo dejaras de hacer eso?”
“creo que nunca, ¿Cómo podría no besar a mi esposa?”
“ … otra vez con eso”
Dominick había crecido tanto como Emmett y aunque era tres años menor tenían la misma altura.
“Ya suéltame bestia”
Dominick se encontraba encima de Emmett y le tenía aprisionadas las muñecas.
“ Espera ¿Pudiste sentirlas?”
Emmett arrugó las cejas como no entendiendo.
“Mis feromonas, me he manifestado”
“Maldición ¿Cuántas veces te lo he dicho? soy beta y no puedo oler las feromonas”
El muchacho soltó suavemente las muñecas de Emmett y se tendió en el pasto junto a él.
“Soy dominante, guardaba la esperanza que pudieras sentir un poco mi olor”
La cara de decepción de muchacho le partió el corazón a Emmett, amaba mucho a su primo, aunque aveces lo agobiaba besándolo y persiguiendo llamándolo esposa, sentía cierta debilidad al verlo triste.
Extendió la mano y comenzó a acariciar el suave cabello de chico, quién volteó la cabeza y beso dulcemente su mano.
“Me gustas”
Las palabras de Dominick se clavaron en el corazón de Emmett, siempre se lo decía, pero antes sonaba más bien como admiración, ahora su corazón vibró por completo.
“Deja de decir eso, somos primos”
Los ojos de Dominick se clavaron los de Emmett.
“De verdad, me gustas”
Luego avanzo lentamente y beso nuevamente a Emmett.
Dominick besaba a Emmett cada vez que tenía oportunidad, pero este fue distinto, Emmett jamás le había respondido.
Esta vez Dominick lo besó con pasión, el cuerpo de Emmett se estremeció de tal forma que respondió al beso de manera instintiva.
“Esto no esta bien”
La súplica de Emmett fue ignorada y el beso prosiguió, Dominick lo abrazó tan fuerte que le fue imposible alejarlo.
“Me gustas… lo entiendes ahora”
Emmett entendía a la perfección sus palabras, pero hoy resonaban tan profundas que comenzó a sentir mucho miedo, desi no detenía esto ahora, este sentimiento comenzaría a crecer irremediablemente.
Extendió los brazos y apretó al muchacho en su pecho.
La escena fue interrumpida por la dulce voz de la pequeña Hope.
“Emmett, papá Noah quiere verte… hermano… ¿Qué le hiciste a papá?”
Emmett dio la vuelta y le dio un gran abrazo a Dominick.
El hermoso muchacho respondió con una gran sonrisa sin sospechar que pasarían muchos años antes de volver a ver aquellos ojos grises.
***********Fin***********
Ahora sí termina esta historia… bueno casi 😊
Las historia de Emmett y Dominick continúan en la siguiente novela
“Atrapar a la mariposa”