Noah llevaba más de 10 minutos en el baño, los nervios de Oliver estaban a punto de colapsar.
“Bebé, si no abres la puerta en enseguida la voy a tirar”
Noah seguía abrazando el inodoro mientras seguía vomitando en forma excesiva.
“!Te lo juro! ¡Voy a romper la puerta!”
Después de un rato la puerta finalmente se abrió.
La cara de Noah era tan blanca como un papel, realmente tenía un pésimo semblante.
Últimamente se había sentido mal, un tanto mareado y con náuseas.
“Cariño, creo que debemos ver un medico, has estado vomitando desde ayer”
Noah se recostó un momento en el sillón de la sala.
“No es nada, creo que todo el estrés de juicio se está manifestando ahora”
Noah no quería incomodar a Oliver, pero podía sentir sus sentimientos y su incomodidad desde que su madre volvió.
Su enlace era tan fuerte que ambos podían sentir sus emociones y el cuerpo de Noah aún se está acostumbrando a todo eso.
“Tranquilo, estoy bien… hoy no quiero salir de casa.. hoy tendremos visitas”
Oliver lo miró con una mueca de incertidumbre. Noah no es una persona muy sociable, ambos prefieren pasar el tiempo juntos a tener reuniones sociales.
“Oliver… quiero que me escuches atentamente y júrame que no te vas a enojar”
Ahora sí que había despertado toda su curiosidad.
“¿Que estás tratando de hacer, pequeño gatito?”
Lo comenzó a abrazar y a darle besos en la mejillas
“Tu madre vendrá hoy”
De pronto los besos se detuvieron y Oliver se cambió de Sillón.
“ Dijiste que no te enojarías”
“ jamás te prometí nada”
Noah se puso de pie y se sentó en la piensas de Oliver.
“Cariño, no te pongas así, no te estoy pidiendo que la perdones… solo habla con ella… por favor… si.. di que si”
Noah comenzó a besar dulcemente los labios de su marido con cara de bebé.
“Estas haciendo esto propósito ¿Verdad? De pronto me llamas Cariño y luego te comportas lindo”
Noah seguía haciendo caritas tiernas y besando su marido como un dulce gatito.
“Realmente eres mi debilidad… de todas formas obtendré mi venganza después ”
(…)
Noah miraba de costado a costado la habitación, en un extremo estaba Oliver y al otro lado se encontraba Emma, sin duda eran madre e hijo, muy parecidos y orgullosos.
“No necesitas informarme sobre lo que hizo mi padre, Owen ya me puso al corriente. La verdad no sé que más tienes que decir”
Antes de que comenzara cualquier confrontación Noah decidió salir de aquel campo minado.
“ Oliver, me prometiste que escucharías…”
(Silencio macabro)
“Saldré con Maya a comprar ropa para el bebé… espero que cumplas tu promesa”
(Mirada macabra)
Si algo temía el gran Oliver Dunne era a esa mirada de enojo de Noah, luego del portazo que dio no se atrevió a contradecirlo.
“No es eso precisamente de lo que quiero hablar… más bien quiero hablar de cosas antiguas”
“ Como tú abandono por ejemplo”
Las palabras de Oliver se encajaban siempre en el corazón de Emma pero ella siempre disimuló el dolor muy bien.
“ Ese tema ya no tiene vuelta atrás, se que no estoy en posición de ser perdonada, más bien está historia es mucha más vieja, pero es necesario que lo sepas…
Edward Dunne no es tu padre”