Narrador omnisciente.
"¡Joder, sueltame maldito marine!" Gritó la chica con desesperación mientras miraba el gas detrás de ella.
"¡Quiero vivir, ayúdame!"
"¡Me importa una mierda, yo también quiero hacerlo!" Espetó mientras usaba su habilidad en él sin piedad y este caía inconsciente. Tan pronto como se liberó del agarre miró solamente frente suyo, la puerta estaba por cerrarse y había marines bloqueando el espacio restante para evitar que Tashigi saliera por el resto de G-5.
Sus nakamas, quienes se dieron cuenta de inmediato de su ausencia gracias a Zoro, gritaban ansiosos su nombre con miradas nerviosas.
Ella era atlética, sí, podía correr y esquivar obstáculos rápidamente, pero tampoco era un superhéroe y aquella perdida de tiempo le estaba costando su vida. No era mucha distancia, pero la puerta enfrente cerraba a paso continuo y fue cuando vio que su cuerpo no cabría por la abertura que dejó de correr.
Ya no eran los miembros de la marine frente a la puerta, eran sus nakamas los que estaban siendo detenidos para intentar rescatarla.
Ella buscó algo en sus bolsillos y sonrió, pero esta sonrisa se desvaneció cuando vió la cara de dolor en el peliverde mientras extendía su brazo. "¡No destruyan la puerta!" Gritó ella por último.
Las puertas cerraron. El espacio pareció silencioso por un momento, pero los lloriqueos de Tashigi por sus compañeros lo rompió. Los mugiwara se quedaron viendo la pared ahora cerrada y lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Nami.
"¿Ella de verdad-?"
"No." Espetó Zoro alzando la voz. "Ella estará bien, no morirá tan fácilmente."
Sanji asintió de acuerdo mientras que los otros comenzaban a estar de acuerdo con él. No era falsa esperanza, era confianza genuina en ella y en qué se las arreglaría de algún modo.
"Tienes razón, ella sonrió con confianza cuando dijo aquello. Seguro ya está buscando una forma de salir."
Todos, aún con nervios en ellos, continuaron con su camino montados en la espalda de Barbamarrón, quien no estaba muy contento con la situación.
De un momento a otro Sanji saltó y corrió en la dirección en la que venían, estaban por detenerlo pensando que iría a destruir la puerta, pero negó con la cabeza. "¡Confío en Umiko-chan! ¡En esta ocasión me necesita otra señorita!"
Poco después de separarse, el pitido que anunciaba el cierre de otra puerta comenzó a sonar. "Justo cómo pensamos, planeaban hacerlo otra vez. Probablemente ya se haya abierto la puerta contraria."
"¡En ese caso Sanji fue directo al gas! ¡Ah! ¡¿Será que Umiko podrá regresar con nosotros?!"
Los mugiwara siguieron su camino con más ánimos, incluso con un dragón haciendo desastre a sus alrededores, esperando que lo mejor de la situación resultara.
"¡Hey, ese es Chopper en su modo monstruo! " Justo después de esas palabras el médico cambió a su estado normal y fue aplastado por los niños que estaba intentando ayudar, siendo levantado por Nami. Les explicó la situación y estos corrieron tras los menores, al menos hasta que estos se detuvieron al ver a Monet.
Por su lado, Sanji y los miembros de G-5 iban por las escaleras del edificio B, pero comenzaron a tomar otro camino tan pronto vieron que había huecos en las paredes y el gas estaba entrando. "¡No hay ni un maldito momento de descanso!" Reclamó Sanji, harto de no poder descansar de las amenazas.
Mientras que todos los mugiwara tenían sus propios problemas, Luffy se encontraba atascado en lo profundo de un contenedor de chatarra y basura, Law y Smoker peleaban contra Vergo, y de Umiko no se sabía nada.
El grupo de Sanji por fin alcanzó al resto, quienes estaban peleando con Monet.
"¡Es un logia, dejenmelo a mi!" Ordenó Zoro.
"¿Por qué no nos ayudaste cuando estabas siendo atacados por esa mujer pájaro?" Cuestionó el marine al cocinero.
"¡No esperen que los ayude siempre! ¡Yo no lastimo mujeres!"
"¿Incluso si vas a morir?"
"¡Escojo la muerte!" Espetó el rubio, seguro de su respuesta.
"Hah... Incluso si es la misma tripulación, al contrario de ti, el cazador de piratas cortará todo sin piedad. ¿No es así? Tiene una mirada aterradora."
"Sorprendentemente tiene su lado suave, pero es el tipo de hombre que terminará el trabajo de una manera u otra. Así que dejen que él se encargue. ¡Tampoco se preocupen por Tashigi-chan, así que salvemos a esos mocosos para ser halagados por las señoritas!"
Quedándose atrás se encontraban los mencionados, pero en lugar de pelear con la mujer ave, estos discutían entre si.
"¡Piensas que las mujeres somos débiles, por eso peleas de manera descuidada!"
"¡¿Huh?! ¡Yo nunca peleo descuidadamente! ¡Y para tu información, conozco a mujeres muy fuertes, maldita fraude!"
Él tomó asiento y dejó que la marine se encargará de todo, tal como ella quería demostrar.
"Mi trabajo es evitar que persiga a mis nakamas, así que estará bien si solo protejo este pasillo."
Tashigi peleaba, pero realmente no podía contra Monet, menos aún cuando esta mordió su hombro. Zoro sonrió ante la escena y actuó, cortando la mejilla del ave. Con una mirada fría, le habló a la mujer de tipo logia. "Tan pronto como viste que no eras suficiente contra mi debiste de huir. Claro que hay cosas que prefiero no cortar, pero dime, ¿Alguna vez te has encontrado con un animal salvaje que estás segura no morderá a nadie? Porque yo no."
Al finalizar sus palabras cortó a la mujer a la mitad sin usar haki, por lo que está seguía viva. Sin embargo, el temor que sentía al ver la diferencia de poder entre ella y su contrario no le permitía controlar a gusto su cuerpo.
"¿Están satisfechas?" Zoro se estaba retirando con calma, pero Monet aún no se rendía y estaba por atacarlo, siendo detenida por la marine, quien dió el corte final.
"¡¿Qué crees que haces?! ¡Al final no diste el golpe terminal! Tal como dije, tu crees que-."
"Te equivocas, copia. Tu eres la que fue y lo dió, así que no me reclames. Incluso si no la hubieras cortado, lo habría hecho yo."
"¡Mentiroso, vas y dices eso cuando yo ya lo hice!" Gritó acercándose de más al pirata.
"Como sea, hiciste un buen trabajo al evitar que se escapara, puedes llevarte el crédito."
Zoro tomó a su contraria y la colocó en su hombro para poder correr sin que está los retrasará por sus heridas. Ella chilló avergonzada y golpeteó al hombre que la llevaba. "¡Esto es vergonzoso!"
"¡Eso te pasa por colapsar tan de repente!"
"¡Solo estaba algo distraída! ¡Bájame tan pronto alcancemos a mis subordinados!"
"¡¿Qué sucede con tu orgullo?! ¡Mejor te tiro al suelo de una maldita vez!"
"¡Oh, ¿Esta es la famosa espada shuusui?!" Cuestionó la marine cambiando de tema al notar el arma de Zoro.
"¡No la toques y quedate quieta, maníaca!"
"Hey hey." Llamó una tercera voz frente a ellos, cosa que los hizo detenerse. "Veo que te diviertes, marimo. Y tú, ¿Por qué te sonrojas al ser cargada, nunca te ha tocado un hombre?"
"¡Tu! ¡No puede ser, yo te vi junto a mis subordinados detrás de la puerta!" Tashigi miró a la mujer frente a ellos incrédula.
"¿De verdad me viste siendo congelada?"
El peliverde soltó a la chica en su hombro, dejándola caer sin cuidado mientras se acercaba a su nakama analizando su estado de pies a cabeza. "Sabía que saldrías de ahí intacta." Dijo él, orgulloso y con una sonrisa.
Para sorpresa del hombre, su contraria lo miraba seriamente y sin decir palabra alguna, cosa extraña siendo que era muy cariñosa y ruidosa. Para su propia molestia, la chica no pudo mantenerse seria mucho tiempo tan pronto recordó la cara del espadachín. Él sabía que Umiko estaba molesta con él, pero ella amaba las reuniones.
Chasqueó la lengua y sonrió levemente. "Claro que lo haría, ¿Acaso no sabes quién soy? Cómo sea, será mejor que nos vayamos, estoy viendo a lo lejos el gas y no quiero pasar por lo de hace rato de nuevo."
Antes de que Zoro tomara nuevamente a la marine, Kokai se atravesó entre ellos y cargo en su espalda a la chica como si pesara lo que una pluma. "¿Qué? ¿Te molesta que te cargue yo, Tashigi?"
La marine entendió lo que insinuaba y negó con la cabeza, no quería ser la enemiga personal de un mugiwara, tal vez solo una enemiga normal.