BROOKE.
Después de volver a clase no volví a ver a Aarón, a la salida Heather y los chicos me llevaron a la mansión actuando muy extraños.
Algunas horas más tarde estamos todos en el jardín hablando de los temas que se trataron en nuestras clases.
—¿No te parece peculiar que las rosas sean de color negro? —cuestiona la rubia señalando los rosales con una mano.
—No, mi abuela decía que las rosas negras son de buena suerte, a mí me gustan —le respondo.
—A todos nos gustan esas rosas —dice Ron muy poco convencido de sus palabras.
—Chicos, ahora vuelvo —les dice Zoe y entra a la mansión.
—Por cierto, encargamos libros
en la biblioteca, iremos por ellos. —nos explica Heather.
Minutos después Brad y Heather se alejan por el largo camino de la calle.
—Iré a buscar a Zoe, ella en una cocina no es la combinación perfecta —dice Ron un poco preocupado.
Me rio por lo bajo al verle entrar a la mansión, me siento en los escalones y miro a mi alrededor con total tranquilidad.
La brisa del viento sopla y el aire se siente frío, las hojas de los árboles se elevan en el aire y vuelven a caer una y otra vez, al mismo tiempo cae frente a mí una hoja de cuaderno, la tomo entre mis manos y formo un avión de papel con ella, lo lanzo al aire y el mismo vuela hasta aterrizar detrás de un árbol rodeado de rosas negras.
En ese mismo momento el avión de papel vuelve a elevarse en el aire y regresa a mí hasta caer frente a mis pies.
Sonrío al notar el cabello obscuro de Aarón detrás del árbol. Tomo el avión del suelo y lo lanzo en dirección a los arbustos de nuevo.
—¿Jugar a esto no te parece de niños? —me dice a la distancia mientras el avión regresa conmigo.
—Entonces deja de jugar —le digo lanzando el avión en su dirección.
—Tú deja de jugar —menciona y lanza el avión de papel hacia mí.
Comienzo a reír sin parar, no entiendo cuál es la razón, pero con Aarón me siento en mi lugar, siento que debo estar cerca de él, junto a él, ocurra lo que ocurra.
†††††
RON.
—Rosa, ¿estás aquí? —entro a la cocina y no la veo por ningún lado.
Escucho que Brooke está hablando afuera, —Entonces deja de jugar —exclama ella animada.
Apartó la cortina y miro al otro lado de la ventana, veo a Brooke sentada en las escaleras mirando hacia la nada.
—Que extraño, está hablando sola —frunzo el ceño y intento comprender qué está sucediendo, en ese momento escucho la melodía del piano en el segundo piso de la mansión.
Me alejo de la ventana y camino hacia las escaleras, continúo subiendo los escalones y al llegar arriba miro al fondo del pasillo, la puerta roja está entre abierta.
†††††
NARRADOR.
Zoe se sienta en la banca de terciopelo y contempla el antiguo piano que se encuentra frente a ella, ya no recuerda cuando fue la última vez que tocó el piano y escuchó la melodía de las teclas al sonar del viento, soplando suavemente entre las cuatro paredes de una habitación.
Ella comienza a mover sus dedos sobre las teclas de color blanco, cierra los ojos disfrutando de la sensación armoniosa que provoca el eco de la música en sus oídos.
Se encuentra concentrada en la melodía, no nota que del espejo sale una sombra obscura que emana maldad, sus ojos son rojos como las llamas del fuego y la está mirando detenidamente, aquel ser aterrador sostiene un filoso cuchillo en la mano y camina a paso lento hacia la chica rubia.
Estaba a punto de clavarle el cuchillo en el cuello, pero la puerta se abrió abruptamente y la sombra se desvaneció en el aire sin dejar rastro de su presencia.
—Ron, ¿qué diablos pasa contigo?
—¿Conmigo? Más bien qué pasa contigo, te estaba buscando abajo, me preocupé al no encontrarte, no quiero que estés sola en está casa después de lo que ocurrió con la amiga de Brooke.
—Su caída fue un accidente, Ron, deja de ser tan dramático, quieres, solo quería tocar una canción en el piano, eso es todo.
—Pues debiste pedirme que te acompañará, ¿acaso no escuchaste lo que Heather dijo está mañana? Debemos estar todos juntos, el plan es sacar a nuestra amiga de aquí, sabes que la mansión está maldita.
—Ron, yo no creo que Brooke se vaya de aquí, ella ya se habría marchado si algo tenebroso ocurriera en la mansión, lo sabes.
—¿Y si ella aún no lo sabe?
—¿Saber qué?
—Que quizá el fantasma del que ella habla no es lo que aparenta ser, es peligroso y debemos advertirle.
—Ok, Ron, ver tantas películas de ciencia ficción te está atrofiando las neuronas, estás enloqueciendo.
Ella empuja a Ron y sale de la habitación algo confundida, no es posible que ahora Ron crea que lo que ha dicho Brooke es verdad.
—La vi afuera, hablando con él, con Aarón.
—Aarón Dallas murió hace veinte años.
—O tal vez nunca lo hizo, los que fueron sus amigos dijeron que simplemente desapareció —repite él con firmeza.
—Esto es estúpido, ese chico no puede estar vivo.
—Estoy de acuerdo contigo, pero ahora sospecho que alguien inventó la historia de su muerte para ocultar la verdadera razón por la que nadie lo volvió a encontrar.
—¿Me estás diciendo que los abuelos de Brooke tuvieron algo que ver en esto?
—No precisamente, pero ellos ocultaban algo, todo el pueblo lo pensaba.
—¿Le diremos esto a Brooke?
—Por ahora no, creo que conocemos a alguien que nos puede contestar algunas preguntas.
—¿Enserio? ¿A quién?
—¿Recuerdas a la maestra de natación?
—¿La maestra Bethany?
—Sí, ella fue cercana a Aarón, los últimos que estuvieron con él aquella noche fueron sus amigos y Bethany.
—¿Era ella? Quiero decir... la novia que quedó devastada cuando las autoridades lo dieron por muerto... ¿Crees que nos cuente algo?
—Eso espero.
—¿Por qué hablan entre susurros?
Ambos voltean y encuentran a Brooke mirándolos con duda, a dos metros de distancia.
†††††
BROOKE.
—¿Alguno de los dos va a contestarme? —replico con los brazos cruzados sobre mi pecho.
—Sí, le decía a Ron que mañana deberíamos ir a la clase de natación.
—¿Natación?
—Sí, acaban de informar que después de clases los alumnos pueden acudir a clases de natación.
—Ya entiendo, yo iré con ustedes.
—No —grita Zoe alarmada, causando que me sobresalte—. No deberías perder tu tiempo libre acompañándonos, sería mejor que no vayas.
—Ambos están actuando muy extraños —les digo con mirada confusa, entrecerrando mis ojos—. Tienen razón, mejor estudiaré en la biblioteca hasta tarde.
—Sí, es lo mejor —me dice Ron sonriendo, simulando tranquilidad.
—Vine a decirles que los chicos ya están abajo, vamos a ver una película.
—Oh claro, ya íbamos a bajar —responde Zoe y rodea mis hombros.
Los tres bajamos a la sala, en el trascurso de la tarde vemos un par de películas, cuando anochece ellos se van a su casa y yo después de despedirme vuelvo a la sala y me quedo dormida en el sillón.
†††††
AARÓN.
En la madrugada contemplo a la pelirroja dormida en uno de los sillones, su cabello rojizo cubre gran parte de su rostro, noto ruborizadas sus mejillas a causa del frío, no sé en que momento me pierdo mirando sus labios entre abiertos, lucen de un color rojo muy peculiar. Sonrío bajo la obscuridad y avanzo hacia ella en silencio, me inclino a acariciar su cabello sedoso y después coloco mi palma en su mejilla, acariciándola con delicadeza.
—Eres tan pura, Brooke, por qué no te marchaste antes, ahora no podré dejarte ir.
Estar tan cerca de ella es la sensación más cercana a respirar, Brooke me hace sentir vivo al solo mirarme, al tenerla cerca me siento humano.
Su presencia aquí es la única razón por la que he detenido mis planes, pero en mi cabeza aún resuena esa voz que desea venganza, esa voz que a cada minuto se vuelve más poderosa en mi interior.
—Ayúdame a sanar, Brooke, por favor, ayúdame.
Me resulta inevitable colocar mis manos sobre las suyas y al sentir el calor que emana de su cuerpo regresa la tranquilidad a mí, vuelvo a sentir que estoy vivo, que respiro y mi corazón comienza a latir de nuevo, aunque eso nunca podrá suceder.
†††††
NARRADOR.
Dos semanas después todo transcurre con normalidad, la universidad, las pláticas de Aarón y la pelirroja, las reuniones de amigos y fiestas en Stonehenge.
No fue hasta el día Jueves que comenzaron a suceder extraños sucesos.
—Hey Zoe, espérame —grita Ron corriendo en dirección a su amiga.
—Voy a clase de química —le dice ella cortante.
—Esto es más importante, la maestra Bethany acaba de volver de su viaje, hoy debemos preguntarle.
—Ok, nos vemos a la salida.
—Vale, no tardes demasiado, sabes que odio esperar.
—No tardaré nada, lo prometo señor desesperado —ella besa la mejilla de su amigo y se aleja corriendo a su salón de clases.
Y tal como ella dijo, a la hora de la salida ambos están esperando el momento indicado para acercarse a la maestra y preguntarle lo que necesitan saber.
Caminan hacia ella, están nerviosos, muy nerviosos en realidad.
—Hola, maestra Bethany —la saluda Zoe amablemente.
La maestra voltea a verlos con seriedad, —Hola jóvenes, ¿Se les ofrece algo? La clase de natación comenzará enseguida.
—No vinimos a la clase, quizá en otro momento estaría bien, pero ahora mismo solo necesitamos respuestas.
—¿Acerca de qué? Si no les incómoda la pregunta.
—Usted conoció a Aarón Dallas, fue su compañero en está universidad, ¿verdad? —menciona Ron nervioso.
—Por supuesto que lo conocí, Aarón fue un chico muy importante en mi vida —responde ella acomodando su cabello detrás de su oreja, ¿acaso el tema le incomodaba más a ella que a ellos?
—Bien, el punto es que necesitamos saber qué ocurrió esa noche, la última noche que lo vieron usted y sus amigos —dice Zoe.
—La última noche... no pasaron demasiadas cosas, fue una noche de fiesta entre jóvenes, alcohol y descontrol.
—¿Puede contarnos los detalles? Solo si está dispuesta, si no es así la entenderemos.
—Está bien, les contaré lo que ocurrió.
Ella se desata el cabello dejando a la luz del sol sus sedosas ondas rubias que rebasan algunos centímetros debajo de sus hombros.
—Chicos descansen diez minutos —les dice a los alumnos que están en clase de natación y voltea a verlos de nuevo—. Bien, tomen asiento —los tres se sientan en una banca de madera—. No fue la mejor noche de nuestras vidas, Aarón fue el primero en darse cuenta de ello, ese chico bebió demasiado aquel día, aún recuerdo su voz y la inmensa luz que transmitían sus ojos celestes cuando me miraba, era mi novio y lo amaba. Faltaban dos días para graduarnos de la Universidad, festejamos como locos gritando en las calles de Stonehenge, Aarón siempre fue el alma de la fiesta, todos lo idolatraban, y esa noche, puedo asegurar que fue feliz, brilló como nunca antes.
Flashback 19 años antes
10 de Junio 2001
Los cinco amigos suben las escaleras bromeando unos con otros, desde niños han sido inseparables y lo siguen siendo, Justin camina a un lado de Cameron, quien empuja a Aarón en broma juntándolo más con su novia, Bethany, y finalmente a lado de ella está Carlo mirando a su alrededor con seriedad.
—Chicos, les he dicho que no viniéramos aquí, es la casa del estúpido de Logan.
—Tranquila, preciosa, tienes a tu novio y a tres amigos que no permitirán que se acerque a ti de nuevo —le dice Justin totalmente despreocupado.
—La última vez Aarón casi lo mata a golpes —les recuerda Carlo con preocupación.
—Ese imbécil me vale un cuerno, dejen de hablar del tema, saben que lo odio y escuchar su maldito nombre me pone de mal humor, además, me vale una mierda lo que piense de mí, que se joda.
—Aarón tus padres dijeron que...
—Beth, no más drama, ok, vinimos a disfrutar no a discutir.
—Solo intento cuidarte.
—Sé cuidarme solo, déjame disfrutar de la noche —aparta su mano de los hombros de la joven y se acerca a Cameron disgustado—. Por está mierda te sugiero que no tengas novia jamás, las relaciones son una porquería.
—Aarón, baja la voz, no querrás que Beth te escuche.
—¡Joder, que carácter! Se supone que eres mi mejor amigo y la defiendes a ella.
—Aarón, desde que son pareja la tratas como si no te interesará estar a su lado.
—Claro que me interesa, pero a mí nadie me controla y mucho menos una chica.
—Esa chica ha sido tu amiga desde hace años, ¿acaso ya lo olvidaste?
—No lo olvidé, solamente finjo que no importa.
—Aarón... —le dice el castaño con advertencia.
—Mierda, vas a continuar el resto de la noche con esa cara, quédate cerca de Beth, yo iré por un par de tragos —exclama Aarón perdiéndose entre los invitados de la fiesta.
—Ha ido por cervezas de nuevo, ¿no? —le pregunta Beth a Cameron pasándose las manos por el rostro, cansada de que esa situación se repita cada vez que salen de fiesta juntos—. Desde hace una semana actúa demasiado extraño, se la pasa bebiendo alcohol y ni siquiera me escucha, no entiendo qué demonios le pasa.
—Tranquila Beth, a nuestra edad es normal que no paremos de beber —admite Justin bebiendo vino en una copa de vidrio.
—Todos son iguales —menciona Beth cruzando los brazos sobre su pecho, molesta.
—No todos, recuerda que a mí tampoco me gusta el alcohol —confiesa Cameron alzando los hombros y deteniéndose a su lado.
—Cierto —responde Beth sin voltear a verlo.
—Aarón te quiere Beth, no debes dudar que así es —le dice con sinceridad mirándola de perfil.
—Pues últimamente es un idiota cuando está conmigo, a veces no lo soporto.
—Dale tiempo, aún no se acostumbra a esto, nunca había tenido una novia, solo relaciones pasajeras, aún no sabe lo que significa amar.
—¿Y tú lo sabes, Cam? —pregunta ella fijando sus ojos verdosos en los de él.
—Tampoco lo sé, quizás Justin y Carlo sean expertos en el tema.
—Ese par no saben una mierda, lo sabes tú y lo saben todos.
—Eres una señorita, no debes decir mierda, no se escucha bien que lo digas.
—¡Que mierda, lo que me faltaba! Cameron, el chico perfecto acaba de decir mierda por primera vez.
—¿Qué te hace pensar que es la primera vez? —inquiere él inclinándose hacia ella, a escasos centímetros de su rostro.
—Mierda, sabes defenderte, ahora dime, ¿qué otras cosas te apetece hacer por primera vez? —pregunta ella mirando al chico fijamente y retándolo a responder.
—Pues... —el castaño se aproxima a su rostro.
Beth contiene la respiración, —¿Qué haces Cam?
Él no responde, solo se aparta y vuelve su mirada a Justin y Carlo, quienes están bebiendo cerveza y conversando con un par de gemelas castañas.
—Beth, te estaba esperando... —Aarón se detiene a lado suyo y rodea su cintura con delicadeza—. Vamos a bailar —le susurra el peligro al oído—. o hagamos algo más... —murmura con voz ronca y provocativa acariciándole el cabello.
—Aarón, no hagas eso, todos nos están viendo —menciona Beth sonrojada, con el pulso acelerado.
—Voy a beber algo de refresco —les dice Cameron cortante y se aleja hacia un largo pasillo hasta perderse entre los invitados.
Ahora ambos se encuentran en la pista, solos, no hay nadie más, la música y las luces reflejan sus sombras apenas visibles en la oscuridad.
—Te deseo Beth, quiero estar contigo y yo sé que tú también quieres estar conmigo.
—Así es guapo, pero estamos en una fiesta, ¿Lo olvidaste?
—Vamos entonces a mi casa, viajemos al paraíso o traspasemos las barreras del infierno mismo.
—No podemos dejarlos —ella señala a sus amigos.
—¿Enserio te preocupas por ellos ahora? Eres MI novia y solo debes pensar en mí, no querrás que me ponga celoso.
—En absoluto, cariño, aunque a veces me gusta que defiendas lo que te pertenece.
—¿Y tú me perteneces? —pregunta él con voz ronca.
—Aarón, deja de hablar así, me derrites el corazón.
—Y tú acércate más a mí, porque joder... eres tan hermosa, voy a comerte en cualquier momento.
—Será mejor que lo olvidemos por hoy.
—No lo creo —exclama él besando su mejilla y descendiendo por su cuello.
—Joder Aarón, ¿qué haces?
—Chicos, Carlo está muy alcoholizado, no podrá seguir en pie, será mejor que lo llevemos a casa —les dice Justin interrumpiendo su conversación—. ¿Qué hacían?
—Nada, idiota, vamos por él, tu auto está afuera, llevémoslo a su casa y después volvemos —exclama Aarón irritado por su repentina aparición.
—Está bien —responde Justin y señala la mesa de bebidas—. Él está allá.
—Vamos por él entonces.
Los tres caminan hacia Carlo, quien sigue bebiendo cerveza o quizás Vodka por el color de la bebida, Beth rodea los ojos, no es posible que en menos de media hora haya sucedido algo así.
—Deja de tomar esa porquería —dice ella arrebatándole la botella de la mano.
—Si hermano, dijiste que no tomarías demasiado, se lo prometiste a Devora —le recuerda Justin fastidiado.
—Solo una copa más, déjenme tranquilo quieren —les dice él arrastrando sus palabras.
—Amigo, ya fue suficiente —repite Aarón pasando su mano sobre su largo cabello negro, lo hace siempre que está nervioso.
—Aarón tiene razón, deberíamos irnos —dice Cameron apareciendo delante de ellos por arte de magia.
—Son tan molestos —balbucea Carlo—. Bien, vamos, antes de que me arrepienta.
Todos suspiran aliviados, Justin y Aarón lo ayudan a mantenerse en pie hasta llegar al auto.
—¿Quién conducirá? —pregunta Beth algo nerviosa.
—Yo lo haré, soy el único aquí que no ha bebido alcohol —responde Cameron.
—Estupendo Cam, tu conduces —menciona Aarón lanzando las llaves en el aire.
Cameron las toma sin problema y entra al auto, los demás suben a Carlo al auto, después Justin y Beth suben junto con él en la parte de atrás y Aarón se sienta en el lugar del copiloto mirando hacia la nada.
—¿Qué ves allí? —le pregunta Cameron confundido.
—Nada, no veía nada.
—Ok.
Cameron enciende el motor del auto y salen del estacionamiento los cinco juntos.
Fin del flashback
—En ese momento noté a Aarón perdido, parecía mirar algo a través de la ventana. Nadie dijo nada en el camino, todos volvimos a casa y después no volvimos a verlo, él simplemente desapareció —termina por decir y ellos se miran entre sí sin comprender nada.
—¿Segura que volvieron a sus casas? ¿No pasó nada extraño antes de eso?
—No, eso fue todo, pensamos que llegaría a la graduación, pero no apareció, no quedó ningún rastro de él —un par de lágrimas resbalan bajo sus párpados.
—No queríamos incomodarla, disculpe nuestras preguntas, solo queríamos saberlo porque nuestra amiga piensa que...
—Chicos, deberían irse, es tarde —les dice la maestra repentinamente.
—Pero...
—Ya les dije lo que sé, Aarón es parte de mi pasado y cualquier dato relacionado a él me lastima, por favor, dejemos el tema.
—Ok, lamentamos la molestia —se disculpa Zoe apenada.
—No fue nada, ahora vayanse.
Ellos se alejan aún confundidos por su extraña actitud e incomodidad.
—Oculta algo, nos oculta una parte de la verdad.
—Lo noté, pero ahora qué hacemos, nos contó demasiado, pero de esa verdad no obtuvimos nada.
—Quizá si dijo algo, Aarón miraba por la ventana todo el tiempo, ¿No te parece extraño?
—Ron, específicate.
—Es clara la razón por la que Brooke lo ve, su desaparición debe tener relación con la mansión. Zoe, creo que Aarón Dallas no murió y también creo que quiere obtener algo de Brooke, debemos salvarla antes de que sea tarde.