—¿Estás seguro que no puedes cuidarlo, papá?
Hace unos momentos, su padre le había llamado, diciendo que no podía cuidar a Oliver porque tenía una consulta con el doctor.
—Lo siento, ____ —dijo por el teléfono, con una nota de disculpa en su voz—. Pero esto lo tengo apuntado desde hace meses.
—Si, si —asintió afuera de su hogar—. Descuida, encontraré a alguien.
—Puedo cambiar la fecha... —dijo indeciso.
Pero ____ no quería que su padre hiciera aquello, ya era bastante con que cuidara a Oliver todos los días y ella no quería alejarlo de sus responsabilidades. ____ siempre iba a ser muy cuidadosa con la salud de su padre, ya que después de que su madre murió, su padre estuvo a punto de entrar en depresión. Pero al momento de ver a Oliver recién nacido, ____ supo que tenia otro motivo por el que vivir.
—No, papá. Ya me dirás que te dijo el doctor, ¿está bien? —pateó una piedra—. Llámame para cualquier cosa, ¿si?
Escuchó como su padre suspiraba y ____ supo que aquello era lo que él quería escuchar. Lo conocía bastante bien.
—Si, gracias hija, nos vemos el fin de semana.
—Nos vemos papá. Te quiero —colgó mientras se llevaba una mano a la frente. ¿Ahora qué iba a hacer?
Sin embargo, Justin no había podido evitar escuchar la conversación de su vecina. La había visto desde la distancia en su auto, había ido al supermercado.
—Yo puedo cuidarlo.
Su voz la hizo sobresaltar. Ella se giró y lo vio, estaba en medio de la calle con una bolsa de compras en la mano.
—No es necesario, gracias —le contestó, sintiendo como las lagrimas querían salir. Maldita sea, pensó.
—Insisto. No tengo nada que hacer hoy.
A _____ le disgustó la manera en la que le hablaba, como si no la conociera, como si nunca hubieran salido y pasado las tardes más maravillosas que ella ha tenido en su vida. Él le hablaba como si fuera su vecina, solo eso.
—De acuerdo —accedió a regañadientes—. Ahora vuelvo.
Y aunque en verdad estuviera agradecida que fuera Justin quien lo cuidara, no pudo evitar sentir la soledad que llevaba sintiendo desde que se alejó de él. Con Oliver en sus brazos caminó hacia el hogar de su vecino y tocó la puerta. Oliver se revolvió en los brazos de ella en cuánto Justin apareció en el umbral. ____ lo soltó y se lo dio. Quiso reír al ver el trabajo que le costaba el saber como cargar a un niño, ya había olvidado la imagen de ellos dos juntos.
—Se duerme rápido. Nada de azúcar ni sal —ordenó mientras veía como Oliver se acomodaba en los brazos de Justin. Las lagrimas demandaban con salir de nuevo y _____ se mordió la lengua para pararlas. Ella en verdad se había enamorado de su vecino.
—Entiendo —la miró y ____ vio como él quería decir algo mas, sin embargo, nada salió de sus labios.
—Vendré en la noche. En verdad, gracias.
Sus ojos verdes se clavaron en él mientras veía como su vecina se subía a su Range Rover y se alejaba.