Capítulo 47.

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Se levantó de la silla con decisión e ignoró a Justin diciendo su nombre, demandando que le explicara el por qué de su pánico. Giró la cabeza antes de llegar a Kevin, mirando hacia Oliver que ignoraba la presencia de su verdadero padre. 

  Sin esperar que Kevin le dijera algo o la saludara, _____ lo tomó del codo y lo arrastró hasta el interior de su hogar. Respiró unos segundos cuando llegaron a la sala, estaba acalorada por estar tanto tiempo fuera que se abanicó con sus propias manos. Le gusto ver que Kevin se veía incómodo también, pero era una fachada, él era el maestro de la manipulación. No volvería a caer.

  —¿Qué demonios estás haciendo aquí? —fue ella la primera en preguntar. Ocultó su enojo con varias respiraciones.

  Kevin apretó más la caja de regalo que tenía entre sus manos.

  —Tu padre me invitó.

  —¿Qué? —cuestionó impresionada.

  —Tu padre me invitó. Es mi hijo también, _____.

  Ella soltó una risa completamente falsa. Ahora sí que estaba enojada.

  —No, no lo es. Eres su padre, pero no su papá, Kevin. ¡Yo lo crié sola! ¡Fui yo quien se despertó de madrugada cada vez que él lloraba! ¡Fui yo quien se mató trabajando para llegar hasta aquí! ¡Estuve en sus peores resfriados! ¡Me levantaba con ojeras por calmar sus llantos! ¿Y tú? ¡¿Dónde estabas tú?! —al momento de inhalar hondo, fue cuando notó sus mejillas empapadas por las lágrimas y su garganta ardía por los gritos. Para cuando volvió a hablar, su voz sonaba en un murmuro—: Tenía tanto miedo en el parto, estaba sola. Yo quería que tú estuvieras ahí, conmigo. Durante 9 meses te esperé, Kevin. Lo he criado bastante bien como para que llegues e intentes cambiar, no lo lograrás. Gané el juicio y tienes que aceptarlo.

  Kevin la observó en silencio. El pecho de ella subía y bajaba a causa de la agitación de su voz. Se impresionó a sí misma al decir la verdad por fin. ¿Dónde estaba Justin? Lo necesitaba. Él lograba calmarla.

  —Tú no lo has criado, ha sido André —repuso sin ninguna pizca de compasión en su voz—. Eres directora de un hospital, ganaste el juicio, si, pero eso no repara todas las horas que dedicas más en tu trabajo que en criar a Oliver.

  Las fosas nasales de _____ se inflaron de puro enojo. Todo por lo que había trabajado, las horas extra estudiando hasta la madrugada, como había días en que su única comida era el café, en cómo Oliver se quedaba dormido entre sus brazos mientras estudiaba, Kevin no tenía ni idea. Nadie nunca entenderá el esfuerzo que puso para salir adelante sola, ni tampoco el esfuerzo de su padre por cuidar a un niño todos los días cuando él tampoco estaba bien de salud. André había sido su apoyo, _____ no quería pensar qué hubiera sido si su padre no la hubiera apoyado como lo hizo y lo ha hecho hasta el día de hoy.

  El único esfuerzo que Kevin ha hecho en toda su vida fue recoger sus cosas y largarse.

  —Maldito hijo de...

  Se abalanzó hacia él. Quería darle golpes, sacar su furia y descargarla con Kevin. Sintió un fuerte jalón detrás de ella y con los ojos llenos de lágrimas y seguramente rojos, miró a Justin desesperada. Forcejó contra sus brazos.

  —¡Suéltame, Justin! —pataleó con fuerza.

  —¡Basta, _____!

  Ella negó la cabeza con aspecto derrotado. Se había quebrado. Dejó de forcejear con Justin y sus brazos la estrecharon con fuerza, pegándola a su pecho lo mas que pudo. Todo esto había sido mucho. Kevin...

  Kevin.

  _____ levantó la mirada hacia él y de nuevo el enojo floreció.

  —¡Tú no tienes ningún derecho de decirme cómo criarlo! ¡Trabajo tanto para darle lo mejor! Algo que tú, nunca hubieras hecho. Sin mi padre no hubiera podido, André no es un cobarde que empaca sus cosas y sale corriendo. ¡Lo mejor que has hecho en tu vida fue largarte!

The Neighbor [j.b.]Where stories live. Discover now