The Neighbor [j.b.]

Capítulo 34.

Se envolvió con la toalla al salir, secó su cabello tomándose el tiempo necesario haciendo que tuviera un poco más de volumen y ya no se viera tan sedoso y grasoso como hace unas horas. Y aunque se sintiera fresa, al momento de salir a su habitación para cambiarse por un vestido blanco, volvió a sentir el calor infernal que cada día comenzaba a hacerse más intenso. Se puso perfume, dejó sus pies descalzos y abrió las cortinas de su habitación, que desde el otro lado de la calle, ______ podía ver la casa blanca de Emily. Casi quiso ir directamente hacia allá y decirle que había cambiado de opinión, que no quería estar en su asado el sábado.

  Bajó las escaleras, gustándole que al menos sus píes sintieran algo de frescura, lo único fresco era el piso. Revisó su planta baja, deseando que Justin siguiera ahí y al ver que no lo estaba, quiso ignorar la punzada de decepción que sentía en su pecho. Entró en la cocina, sus galletas seguían en el recipiente sin comer, pudo ver la galleta que hizo sólo para Justin seguía ahí. Se había ido. _____ se preguntó, torturándose: ¿estará con Emily? No, se dijo en su mente. No tendría por que estar sacando conclusiones, puede que Justin haya ido a su casa para ducharse, como ella lo hizo. Relajó sus hombros que estaban tensos, obligándose a sí misma no enojarse con Justin. 

  Se sentó en su sala con tres galletas en un plato y quiso ver la televisión, por lo menos podría distraerse un rato mientras esperaba a que Justin regresara con ella, porque eso es lo que iba a hacer, ¿no? La casa estaba en total silencio, salvo por el programa que _____ veía en la televisión. No se dio cuenta de que las horas habían pasado y el cielo comenzaba a obscurecer, se levantó del sillón y subió hasta la habitación de Oliver, sabía que estaría dormido, sólo quería asegurarse que estuviera bien y no tuviera un problema con el tratamiento. Seguramente los analgésicos que le dieron lo tenían así. Cerró su puerta y volvió hasta el piso de abajo. Entró a la sala y recogió el plato dónde solían estar sus galletas y lo llevó a la cocina para lavarlo. Se recogió su cabello en una coleta alta y recogió el desastre que hizo por hacer las galletas.

  Al terminar, envolvió el plato dónde estaban las demás con plástico y las metió en el refrigerador, ya mañana Oliver las podría comer. Pasó el trapo una última vez por la barra y salió de la cocina. Apagó la televisión y tan pronto como lo hizo, el timbre de su hogar sonó. Casi corre hacia la puerta al escuchar e inhaló hondo antes de abrirla.

  —¿Puedo pasar? —dijo una vez que la puerta estaba totalmente abierta.

   _____ había acertado, su cabello estaba todavía húmedo y llevaba otros pantalones deportivos junto con una playera blanca en cuello V. Ella se hizo a un lado y Justin pasó hacia su hogar, quedándose a píe de la escalera mientras esperaba paciente a que ella se pusiera a su lado.

  —¿No deberías estar con Emily?

  Justin soltó un fuerte gruñido, se pasó una mano por el pelo y la perforó con la mirada. ¿Acaso estaba molesto?

  —¿Cómo pude haberle dicho que nos viéramos si estuve toda la tarde de ayer contigo?

  Se sintió estúpida. Tenía razón. Pero aún así tenía el amargo recuerdo de todas las tardes que Emily había pasado en la cochera de Justin.

  —Puede que se lo dijeras en otro momento —soltó mientras se cruzaba de brazos y tomaba una pequeña distancia de él.

  Justin la miró fulminante durante unos segundos, su cambio de humor apareció nuevamente. Sus labios se apretaron en una fina línea y de una manera desesperadamente lenta se acercó a ella. De instinto, _____ retrocedió aún con sus manos cruzadas sobre su pecho.

  —Creí que habíamos dejado ese tema atrás —siguió su camino hacia ella, hablándole en voz muy baja, casi amenazadora.

  —No me mires así —dijo ella mientras seguía caminando hacia atrás.