Capítulo 19.

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Con la cajuela abierta, _____ miraba con el ceño fruncido aquél ramo. ¿Cómo demonios lo metería? No se le ocurría ninguna idea. Trató de cargarlo de varias formas posibles, pero simplemente el peso era demasiado para ella. Si Jenny la hubiera acompañado, seguramente ambas hubieran podido cargarlo y meterlo. No hablaba con ningún hombre que también vivía por ahí, así que no les quiso preguntar.

Con el único que hablaba era con Justin.

Una sonrisita apareció en su rostro al recordar a su vecino. Miró hacia atrás, su BMW no estaba en su lugar habitual, así que ella supo que había salido. Bien, porque no quería que él viera como ella se debatía con aquél ramo. Se acercó con un último intento de poder sacarlo al menos de su cajuela, plantó los pies con fuerza y dobló las rodillas mientras rodeaba lo mas que podía el ramo. Inspiró hondo y trató de levantarlo. Soltó un grito de frustración al ver que no podía, pesaba demasiado y estaba segura que si lo intentaba una vez más, se lastimaría la espalda.

  —¿Te gustaron? —_____ pegó un saltito al escuchar la voz de Justin detrás suyo.

  No había escuchado su llegada. Ella dirigió una mirada a las rosas y luego a él, para después sonreírle complacida y feliz.

  —¿Puedes ayudarme? —preguntó—. Llevo aquí mas de media hora tratando de encontrar una forma de meterlas.

  Justin asintió con su media sonrisa y se acercó a ____.

  —Muy bien. Tú por abajo y yo por arriba. ¿Está bien? —le dijo y ____ asintió con los labios apretados.

  Tomó por debajo las rosas. Justin contó hasta tres y las levantaron. Los brazos de ____ temblaban ante el peso, pero no lo quiso demostrar aunque tal vez Justin lo había notado. Entraron y ella indicó dónde ponerlas: en la esquina de la sala, alado de la ventana que daba hacia su jardín. Las depositaron en el suelo y ____ soltó un suspiro.

  Se quedaron en silencio y ____ comenzó a sentirse ansiosa. Había pasado tiempo desde la última vez que mantuvieron una conversación larga o de que habían estado solos. Después de la aparición de Shay, _____ se había alejado de él y ahora que lo tenía de nuevo en el interior de su hogar, en dónde pasaron la mayoría de los días hablando, en esta ocasión, ella no sabia como empezar. Inhaló y el aroma de la rosas le llegó al instante.

  —Me encantaron. Es lo mejor que alguien ha hecho por mí.

  Justin le dio una media sonrisa mientras veía como su vecina miraba las rosas con sus ojos verdes brillando.

  —_____ —comenzó a decir lo que tenía planeado desde hace días—. Entre Shay y yo nunca hubo nada.

  Ella lo miró.

  ¿Por qué me estás diciendo eso?

  —Porque yo quiero ser ese hombre, _____ -empezó, dando un paso hacia ella y le tomó ambas manos—. Ese hombre honesto, que te quiera, aceptarte como eres, a ti y a Oliver, y puedes estar segura que todo el tiempo te haré perder la cabeza.

  ____ abrió los ojos, claramente sorprendida a que él recordara lo que ella le había dicho aquél día que pasaron juntos en la alberca.

  —¿Cómo? —susurró, sintiendo como el calor se expandía por su cuerpo al igual que las lágrimas.

  —Te amo, _____. Que Dios me ayude, pero en verdad lo hago.

  Ella bajó la cabeza, sintiéndose completamente feliz. Luego la oferta de Washington vino a su mente. ¿Cómo irse? ¿Cómo alejarse del hombre que también amaba? No podía.

  —Di algo —insistió—. Por favor.

  —Yo también te amo, Justin. 

  Justin le secó con el pulgar las lágrimas que salían por su rostro. La miró con el ceño fruncido. ¿Por qué se le veía tan triste? A pesar de aquello, él se sintió el hombre más afortunado del mundo.

  —Entonces, ¿por qué lloras?

  —Me han ofrecido un trabajo —Justin abrió la boca para felicitarla, pero ella lo calló levantando la mano—. En Washington.

  Él se quedó callado. Ella no podía irse. No podía alejarse de él. No después de lo que acababa de decirle.

  —¿Te iras? —tomó entre sus manos su rostro y la obligó a mirarlo—. ______, contéstame, ¿te irás?

  Ella soltó el aire por los dientes mientras negaba con la cabeza con los ojos cerrados. Justin inspiró hondo y presionó con fuerza sus labios con los de ella. ____ sintió la desesperación de él mientras la besaba, cerró los puños en torno de su camisa, sintiendo la suave tela de ésta. Lo besó con todo el aire que le quedaba dentro de ella, sintiendo como su boca exploraba la suya con insistencia. Se separó con los ojos brillando, sus ojos mieles miraban los verdes de ella con adoración.

  —Bien. No pienso dejar que te vayas.

  —Me alegro —lo acercó a ella para besarlo de nuevo. Quería sentirlo para siempre.

The Neighbor [j.b.]Where stories live. Discover now