Capítulo 49.

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Bajó del auto sin poder creerlo. Jenny iba a su lado junto con Melissa, las tres estaban emocionadas. Jenny y Melissa lo estaban por _____, porque sabían que este era un día especial. Caminaron bajo el sol que en San Antonio pegaba en la época de verano todos los años, ______ iba entre sus dos amigas hacia el local y aún así no podía creerlo.

  Los dos años habían pasado tan rápido que ______ no se había dado cuenta de lo esperado que este día había sido para ella durante lo largo de su vida y también de su relación con Justin. Estaba nerviosa. ¿Qué tal si no encontraba el vestido perfecto? ¿Qué tal si no encontraba el que llevaba imaginándose en su cabeza? Se sentía como en esos programas en dónde llegaban al local, con la esperanza de encontrar el vestido de sus sueños. No quería estresarse, todavía faltaban cuatro meses para que su vida cambiara completamente. Si no lo encontraba hoy, podía hacerlo la próxima semana ó podía ir a otro local. Sin embargo, ______ quería encontrarlo hoy mismo. Lo primero que quería borrar de su lista era el vestido.

  Jenny había insistido en ir ahí primero, decía que habían de todos los modelos y que estaba segura que ella podía encontrarlo ahí en un día. Aunque ______ no estuviera segura de eso. hoy no quería presionarse ni ponerse de mal humor.

  —Muéstramelo de nuevo —Jenny le dijo emocionada antes de entrar. Fue a ella quien le dio la noticia primero al día siguiente, la había buscado por todo el hospital que cuando la encontró y se lo dijo, Jenny había gritado en medio pasillo.

  Melissa también se acercó a su costado, ambas la encerraron en medio del estacionamiento, tenía calor, pero aún así paró su andar y estiró su brazo derecho. Jenny y Melissa lo admiraron con los ojos brillando de pura emoción y ______ también lo hizo, nunca dejaba de mirarlo cada vez que estaba sola. Se había convertido en una pequeña obsesión.

  Por el sol, el diamante brillaba enfrente de sus ojos. Era un anillo de compromiso muy grande, que la primera vez que lo vio cuando Justin se lo propuso, se había quedado con la boca abierta y después había llorado durante todo el pequeño discurso que le había dicho aquél 15 de Enero de ese mismo año. Ni siquiera tuvo que pensarlo, le había dicho que sí al instante.


Caminaron hacia el jardín de Justin. Le había dicho que esta vez tendrían que cenar en su casa, con la excusa de que siempre lo hacían en la de ella. Sabía que era formal porque Justin se lo había dicho y sinceramente se extrañó, porque aunque ambos vivieran juntos en su casa, Justin dijo una vez que no iba a vender esa propiedad. Doblemente extraño. 

  Al momento de ver la mesa para dos en su amplio jardín, se impresionó. En el centro habían tres velas iluminando y a su alrededor, en forma de círculo, habían otras más. Se había lucido. Le encantaba.

  Lo veía pasar saliva durante toda la tranquila cena que habían compartido juntos. Se extrañaba por el nerviosismo de sus dedos mientras tomaba el tenedor, la cuchara o el cuchillo. Habían tenido ya tantas cenas así en privado, que esta actitud la estaba confundiendo.

  Fue cuando él se levantó y se puso de rodillas a su lado.

  ______ lo miró con los ojos muy abiertos. Dejó su postre a medio comer y miró impasible a Justin. Se tapó la boca para ahogar un grito de sorpresa cuando vio que de su saco negro sacaba una cajita de terciopelo color negro también.

  —______ comenzó a decirle él nervioso, te conocí cuando me trajiste las mejores galletas que he probado en toda mi vida. Entraste sin mi permiso a mi propio hogar y te comportaste como una vecina acogedora y yo como un verdadero patán ambos rieron—. Lo que quiero decir es que si tu no hubieras llegado por voluntad propia, seguramente yo nunca hubiera entablado conversación contigo sinceró. Sus ojos no se despegaban de los suyos. Fuiste insistente, testaruda y siempre me ayudaste aún cuando yo me comporté como un cabrón contigo al principio. 

The Neighbor [j.b.]Where stories live. Discover now