Capítulo 34: Conversación difícil y la verdad...
♪Drivers License - Olivia Rodrigo
Carolina se subió en el auto que con anterioridad él había venido entonces supo que no era casualidad nada de lo sucedido anteriormente, ella se subió en la parte de atrás de primero para que liego el hiciera lo mismo, cuando ambos estuvieron subidos dio un asentimiento para que el escolta iniciara el recorrido hacia fuera de sea propiedad, ella toco un pequeño botón que estaba en su lado de la puerta y un vidrio comenzó a subir dándole privacidad a ambos.
--¿Cómo te sientes? -le pregunto Carolina.
Sasha trago saliva con pesadez y se volvió hacia ella quien le observaba con el entrecejo fruncido, el en ese instante sentía demasiados sentimientos y todos eran negativos ninguno era positivo, tenía miedo de que en cualquier momento llegase a quebrarse por sus sentimientos y pensamientos tan caóticos.
--No sé, cómo me siento -dijo después de unos minutos de silencio.
Carolina asintió y suspiro ella también podía sentir lo que el sentía, cerro sus ojos por unos segundos recordando la pequeña sonrisa que el le brindo antes de irse, sintió el incomodo nudo en su garganta y abrió sus ojos clavando la mirada en el vidrio polarizado.
--Entiendo el sentimiento -murmuro ella -El murió en mis manos -le comunico.
--Pero ¿Qué paso realmente? -pregunto Sasha.
Carolina se mordió los labios prolongando su respuesta.
--Duele hablar de ello -comento al final mirándolo de reojo -Su muerte, según se es porque me estaba metiéndome donde no me llamaban, pero ellos no tenían derecho de que lo atacaran en una emboscada bien planeada por el maldito ese.
--Estas diciendo que todo esto es porque decidiste meterte donde nadie te dijo que lo hicieras ¿Verdad? -pregunto irritado.
Carolina apretó sus labios en una línea y asintió, la risa sarcástica de Sasha la hizo fruncir el ceño y observarlo fijamente.
--Mi padre está muerto por tus estúpidos actos de heroína -especto con rabia en su voz.
--No quería que le pasara nada -dijo ella cuando sintió que la estaba juzgando - ¿Crees que es fácil para mi toda la situación? -le pregunto enojada.
--Por tu culpa esta como esta, maldita loca tu has provocado que lo mataran, todo es tu culpa - grito fuera de sí.
La mano de Carolina tuvo vida propia y viajo hacia la mejilla de él, la cual se voltio del golpe que le propino.
--A mi me respetas maldito imbécil -dijo ella en un grito -Cuando estés bien de tus jodidos nervios entonces hablamos como la gente civilizada, mientras tanto cállate y no digas nada -le ordeno.
El transcurso del recorrido fue en silencio de parte de Sasha quien se mantuvo con la mirada clavada en la ventanilla sin decir ninguna palabra, mientras que Carolina no dejaba de enviar mensajes a través de su móvil, hacia mueca por cada mensaje que le entraba, a la media hora después de haber salido de aquella casa entraron a otra residencial mas reconfortante que la anterior, el auto siguió su camino hasta llegar a la ultima casa del vecindario la cual era resguardada por mas de cincuenta hombres, eso el hizo fruncir el entrecejo pero no dijo nada.
Un hombre moreno alto abrió el lado de la puerta de ella cuando este se detuvo frente a las puertas de la casa, ella bajo y el la imitó segundos después observándola como ella comenzaba a subir los peldaños que había en la puerta siendo seguida por aquel hombre, por lo que el tuvo que hacer el mismo recorrido.
--¿Dónde está? -escucho Sasha que preguntaba ella.
--Se encuentra dormido señorita -respondió el hombre -Le estuvo esperando hasta medianoche, según el para desearle las buenas noches y que no se preocupara porque el señor Aizen ya estaba mejor.
Carolina detuvo sus pasos quedándose estática ahí en medio del salón, ella se dio media vuelta con los ojos abiertos y sus labios igual, aquello era una cosa extraña, pero después en sus labios comenzó a florecer una pequeña y verdadera sonrisa. Su hijo era único y no dudaba que el supiera algo.
--Cuando despierte le dices que estoy aquí -ordeno ella y el hombre asintió -Además necesito que te hagas cargo de unos detalles básicos con el cuerpo que traerán en unos minutos o en una hora como máximo, quiero que lo limpies bien que no tenga ningún rastro de sangre y después hablaremos de como procederemos -comento.
--Así será señorita -dijo el hombre asintiendo y desapareciendo por una de las puertas que había cerca.
Carolina observo a Sasha y hizo una mueca en el rostro antes de decirle en voz baja que la siguiera, ambos caminaron hacia el despacho de ella, al cual le dio un leve empujón para que la puerta estuviera cerrada en su totalidad, ella camino hacia el mini bar que había ahí y se sirvió un trago de vodka, mientras se situaba en el balcón que se encontraba ahí, una suave brisa le hizo estremecer de pies a cabeza.
--Puedes servirte cualquier trago de los que hay en el estante -dijo Carolina en voz baja -Creo que seria recomendable y favorable para lo que escucharas -comento.
Sasha asintió con su cabeza, aunque no le viera, mientras caminaba hacía donde ella le había dicho donde se sirvió en un vaso coñac, él le dio un pequeño sorbo para después irse a situar al lado de ella, quien le observo de reojo al sentirlo cerca. Ella exhalo un suspiro entre sus labios y bebió otro trago de su copa.
--Antes de que comience a decirte todo, necesito que me respondas algo -pidió ella.
--Está bien -respondió el con entrecejo fruncido.
--¿Por qué? -pregunto ella dándose media vuelta para observarlo fijamente.
Sasha pensó en la pregunta que ella le había hecho y dejo ir el aire que contenía en sus pulmones, la pregunta que ella le había hecho lo había tensado y hacer que su cabeza comenzara a trabajar con rapidez, se llevó a sus labios el vaso dándole un trago largo a su bebida para así poder tener el valor suficiente para responder.
--Cobardía -respondió el seguro -Me acobarde al pensar que realmente me amabas o si amabas a alguien que no conocías -añadió el.
Carolina soltó una risita mientras negaba con su cabeza.
--Huiste -expreso ella en voz baja -Yo te necesitaba -dijo con resentimiento en su voz.
Y el asintió aceptando lo que decía, no tenia porque mentirle ella era feliz con Parker y si ella necesitaba saber la verdad para estar bien o para perdonarle se la diría, ya estaba resignado a verla feliz con otra persona que no fuera él.
--Si -acepto el evitando su mirada -Pero me alegra que seas feliz con Parker -reconoció.
Carolina negó con su cabeza al escucharlo que salía de los labios de él. Ella Feliz era todo, aunque tenia la felicidad corta que le proporcionaba su hijo.
--¿Con Parker? -pregunto en voz baja -Yo no estoy casada ya con él.
--¿Qué? -exclamo Sasha perplejo.
Carolina rio con cierta diversión mientras le observaba llevándose a los labios su copa para darle un sorbo a su bebida, la diversión brillaba en sus pupilas y retinas. Ella estaba disfrutando de ese momento, de verlo en ese estado de perplejidad de saber que no esperaba que ella fuera soltera, se mordió el labio después de separar la copa de sus labios.
--Siempre asumes cosas que no son verdad Alexander -le acuso ella con diversión -Pero no debería de ser así, no asumas nada de mi vida. Sasha se aclaró la garganta para asentir. Lo que ella le había dicho le causaba emoción en su torrente sanguíneo.
--¿Cómo es posible eso? -expreso el en voz alta.
Carolina elevo una de sus cejas y le sonrió con sorna.
--Eres abogado Sasha, debes de saber cuales son los procedimientos de los tramites de un divorcio -dijo ella -Además no te voy a responder a ti, estas aquí para responder tu no yo.
--Como te dije antes todo fue por cobardía, tenía miedo, pánico y jamás aparte de mi padre me decía que me quería y que me amaba, talvez mi forma de actuar fue como la de un capullo, adolescente o lo que desees llamarle, pero tenia miedo y no hay nada que justifiqué mi forma de actuar.
--Nunca pensé que llegarías hacer eso -comento ella distraída.
--No te pido que me perdones -dijo el sacando de los pensamientos en que ella se había sumergido -Soy consciente de que no me lo merezco, pero... --expreso el cortándose así mismo.
--Pero ¿qué? -pregunto ella invitándolo a seguir con lo que decía.
--No sé cómo te tomaras lo que te diga -dijo el con vergüenza en su voz.
--Habla ya -ordeno cansada de tanto rodeo por parte de él.
--No puedo -respondió -Te lo diré cuando sea el día adecuado mientras tanto no -ella sintió con desconfianza -Pero sabes que no hay día que deje de pensar en ti, te buscaba hasta en mis sueños, los primeros días me fue difícil no regresar hacia a ti y abrazarte, besarte y hacerte mía una y otra vez.
--Pero no lo hiciste Sasha y no te lo digo en forma de un reclamo, aprendí durante este tiempo que un amor no se exige ser correspondido, ni se obliga a que se quede contigo -dijo ella.
Ha Sasha escuchar aquello no le gusto, porque el todavía sentía el mismo sentimiento de hace años, su corazón latía con rapidez cuando pensaba en ella, todavía soñaba con una familia a su lado, con hijos de ambos que les dijeran padres a ellos dos, soltó el aire de sus pulmones y la detallo.
--Además también te he ocultado cosas -añadió ella.
--¿Cómo cuáles? -le pregunto Sasha.
--Tu hijo -dijo ella.
Sasha detuvo su mano en el aire al escucharle aquello de su mano resbalo el vaso que tenia se estrelló contra el piso haciéndose añicos, el olor a coñac hizo que Carolina arrugara la nariz por el fuerte olor que desprendía. Sasha por su parte le observa atónico por la información que ella soltó sin ningún tipo de anestesia.
--¿UN HIJO? -exclamo en un chillido.
Carolina asintió observándolo con diversión, su grito había salido todo menos masculino y las ganas de carcajearse le amenazaban por salir de sus labios por los cuales tuvo que apretar para no reírse de él.
--NO TE RIAS -grito el, ese momento su voz había mejorado y ya no era afeminada -DEBIAS DECIRMELO CUANSO LO SUPISTE -exclamo el fuera de si -Quiere decir que lo procreamos en Las Bahamas -dijo en voz baja.
Carolina frunció el ceño cuando el dijo aquello, que ella recordara en Las Bahamas solo fue un simple beso el que se dieron y después él se fue o prácticamente lo corrió de ahí, dejo su copa en el balcón y se acerco a el quien divagaba fuera de si diciendo palabras y frases sin sentido ella apoyo su mano en el hombro de el haciéndole pegar un brinco y observarla con los ojos abiertos.
--Dijiste en Las Bahamas -dijo Carolina y este asintió -Pero que yo recuerde ahí no paso mas de un beso Alexander -recalco ella y el perdió todo el color de su rostro --¿Qué quieres decir que fue en Las Bahamas? -le pregunto seria.
Sasha negó con su cabeza era la primera vez que no sabia que decir ante la situación que estaba viviendo o experimentando, se aparto de la mano de ella que de repente sentía que le estaba quemando su tacto, se froto el rostro con las manos.
--Yo no sé qué decir -respondió en un murmullo.
--No te me hagas el desentendido, porque sabes muy bien que eso conmigo no va así que dime en estos instantes a que se debe esa mierda que dijiste -ordeno con voz sombría.
Sasha asintió y trago saliva debía de contarle la verdad, esa que solo su padre sabio y que se lo había mantenido siempre oculto, además de que se lo había llevado a la tumba. Apoyo sus manos en la baranda del balcón respirando hondo antes de decir todo lo que no deseaba que ella supiera, pero el grito de una pequeña voz y pequeños pasos corriendo le impidió decir aquello por ese momento.
--MADRE -exclamo Malcom abriendo la puerta.
Sasha lo detallo en el momento que el pequeño de solo cuatro años corrió hacía Carolina quien se agacho a abrazarlo, no importándole que estuviera manchada de sangre. En ese momento el corazón de el dejó de latir por milésimas de segundos al ver aquel cuadro, sus ojos se llenaron de lágrimas.
--Mi amor -dijo Carolina dándole besos en el cabello azabache -Espero que te hayas portado bien con Arnold ¿Eh? -comento ella, sacándole una sonrisa al pequeño.
Sasha trago saliva cuando sintió que ese nudo en su garganta tan incomodo, la piel del niño era clara como la del, el cabello era igual y sus ojos, esos ojos que le observaron a través del hombro de su madre le hizo sudar frio y sentir como su respiración se trababa en su tranquea.
--¿Quién es este señor madre? -pregunto en alemán el pequeño niño.
Carolina sonrió con ternura al ver celoso a su hijo, pero ella le acaricio el rostro para que enfocara su mirada en ella y lo logró, tras darle un beso en la frente y despeinarle el cabello expresó:
--Ve a esperar a tu padrino y a tus tíos afuera -le pidió -Después te diré quien es el señor que está aquí -le prometió, Malcom asintió y tras darle una mirada a Sasha se marchó de ahí con el mentón en alto y dejando la puerta abierta arrancándole una risa a Carolina.
--Es igual a mí de pequeño -exclamo Sasha impresionado observando la puerta. Pero Carolina no sonreía, al contrario, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados, mientras lo miraba fijamente.
--Dime ya eso de Las Bahamas -exigió ella, Sasha trago saliva y asintió de acuerdo con ello. No podía seguir ocultándolo y tras respirar hondo se acerco a ella a paso lento, cuando estuvo frente de ella a una distancia considerable se aclaro la garganta para que su voz saliera lo más firme que pudiera.
--De causalidad tu llegaste a visitar un club llamado ¿El Paraíso? -le pregunto y Carolina asintió confundida -Yo también pertenezco a ese sector exclusivo de ese club desde hace mas de diez años solo tenia diecinueve cuando me hice socio y cliente recurrente.
--¿Pero que tiene que ver eso conmigo? -pregunto ella.
--Todo Carolina, tiene que ver todo -añadió el -El día en quete vi, te juro que jamás en mi vida, ninguna mujer me llamaba la atención como lo hiciste tú, esa falda que cubría tu cuerpo dejando poco a la imaginación de los que te vieron fue impresionante. Verte siendo una dominante en ese cuarto fue mucho mejor, que me amarraras en la cama mientras tu te masturbabas fue como ver un ser del cielo frente a mí, pero no que te marcharas y me dejaras ahí solo fue el peor castigo que pude recibir.
--¿Qué? -dijo ella con la boca abierta, recordando lo que él decía.
--Después pasaron los días y se volvió una rutina donde todos los fines de semanas nos veíamos y ambos alcanzábamos momentos placenteros, fue cuando decide ingresar a los datos de los clientes buscando tu rostro entre ellos hasta que di con el color de tus ojos y me enamoré, me dejaste hechizado con tu afiche -dijo de corrido.
--Eso quiere decir ¿Qué siempre has sabido quien era yo? -exclamo Carolina en voz baja y Sasha asintió.
--Como también es verdad que en Las Bahamas fuiste mía una y otra vez, gemías mi nombre sin descontrol alguno esa noche me sentí el hombre mas feliz de saber que fuiste conmigo con quien te corrías seguido, pero cuando te marchaste al amanecer me dolió y me dejo un gran vacío en mi corazón, pero te dejé ir me prometí dejarte ser feliz, que hicieras tu familia y entonces llego el día en te vi y escuché en Alemania.
>>Me dolió saber de tu hijo, pero en mi mente llego esa noche en donde ningunos de los dos se cuidó, pero también vino consigo el dolor que al final si te perdí y me habías superado, me hice una fama en el mundo de la droga y del trafico soy conocido como EL REY, mis armas son de un calibre demasiado peligroso y que pueden dañar desde un largo alcance de medio kilómetro.
>>No me arrepiento, pero tu llamada no me gusto creía que seria una broma de mi padre, pero no fue así. En el trayecto hacia Estados Unidos se me hizo eterno y descubrir que no era broma lo de él, que era la puta verdad me esta matando y que me dijeras que tengo un hijo es una sensación extraña, pero me gusta, me gusta saber que una parte de mi vivió dentro de ti durante nueve meses, aunque me haya perdido ese momento donde pudiera sentir las pataditas de el en tu vientre.
>>Ahora estoy aquí viéndote y puedo asegurar que el sentimiento que sentía por ti hace años sigue latiendo con el mismo impune que hoy y todavía con mucha mas fuerza. Que mi corazón se detuvo cuando te vi en aquella casa, que muero por besarte, que estoy deseoso de muchas cosas pero que estaba vez quiero actuar de buena manera y no cagarla como muchos dicen.
>>Te amo Carolina y la ilusión de saber que del amor que me tuviste hace años trajo consigo a un hijo me hace amarte más y que a pesar de todo mi padre de alguna u otra manera nos hace reunirnos a ambos. Aunque no esté el con nosotros me hace saber que el verdaderamente estará presente en nuestras vidas de forma espiritual.
****
Un mini maratón para vosotros por esperar tanto tiempo.
Espero que les guste y que comenten mucho, muchísimo porque eso me inspira a seguir, además de saber sus reacciones al leerlo.
Ahora nos leemos pronto y gracias por seguir conmigo aquí en esta travesía, para no hacerles largo el cuento, me despido de vosotrxs.
Redes Sociales:
Facebook: Jorleny P. Flores (pagina)
Instagram: Jorleny P. Escritrora