La Híbrida

By Aitor8998

20.5K 647 149

Esta historia es una de las más obvias de todas... Trata de una niña híbrida entre vampiro (por el lado del p... More

Borrador Original.
Capítulo 1 - Introducción.
Capítulo 2 - Mudanza y bienvenida.
Capítulo 3 - El secreto de Víctor.
Capítulo 4 - Sueño extraño y feria.
Capítulo 5 - Secreto revelado.
Capítulo 6 - La fiesta de Perla.
Capítulo 7 - Cumpleaños.
Capítulo 8 - Secretos y más secretos.
Capítulo 9 - Charlas.
Capítulo 10 - Propuesta.
Capítulo 11 - Dolor.
Capítulo 12 - Charla con mamá.
Capítulo 13 - Ritual de conexión.
Capítulo 14 - Nuevas amistades.
Capítulo 15 - Gordolobo y verbena.
Capítulo 16 - Las nuevas amenazas.
Capítulo 17 - Misión suicida.
Capítulo 18 - Día siguiente.
Capítulo 19 - Teorías y nueva experiencia.
Capítulo 20 - Vestido.
Capítulo 21 - El viaje.
Capítulo 22 - Nuevos contactos.
Capítulo 23 - Sirenas en problemas.
Capítulo 24 - Sirenas.
Capítulo 25 - Concurso.
Capítulo 26 - Preparativos finales.
Capítulo 27 - Ceremonia.
Capítulo 28 - Cariño y protección.
Capítulo 29 - Nueva misión.
Capítulo 30 - Futuro.
Capítulo 31 - Primera mordida.
Aviso que avisa el avisador a los avisados.
Capítulo XXXII.
Capítulo XXXIII.
Capítulo XXXIV.
Capítulo XXXV.
Capítulo XXXVI.
Capítulo XXXVII.
Capítulo XXXVIII.
Capítulo XXXIX.
Capítulo XL.
Capítulo XLI.
Capítulo XLII.
Capítulo XLIII.
Capítulo XLIV.
Capítulo XLV.
Capítulo XLVI.
Capítulo XLVII.
Capítulo XLVIII.
Capítulo XLIX.
Capítulo L.
Capítulo LI.
Capítulo LII.
Capítulo LIII.
Capítulo LIV.
Capítulo LV.
Capítulo LVI.
Capítulo LVII.
Capítulo LVIII.
Capítulo LIX.
Capítulo LXI.
Capítulo LXII.
Capítulo LXIII.
Capítulo LXIX.
Capítulo LXX.
Capítulo LXXI.
Capítulo LXXII.
Capítulo LXXIII.
Capítulo LXXIV.
Capítulo LXXV.
Capítulo LXXVI.
Capítulo LXXVII.
Capítulo LXXIII.
Capítulo LXXIX.
Capítulo LXXX.
Capítulo LXXXI.
Capítulo LXXXII.
Capítulo LXXXIII.
Capítulo LXXXIV.
Capítulo LXXXV.
Capítulo LXXXVI.
Capítulo LXXXVII.
Capítulo LXXXIII.
Capítulo XIC.
Capítulo XC.
Capítulo XCI.
Capítulo XCII.
Capítulo XCIII.

Capítulo LX.

16 0 1
By Aitor8998

-¿Por qué tengo que hacer esto?- preguntó Emilia, mientras un cachorro le mastica el pelo-. Ni siquiera soy su tía.

-A ustedes nomás se les ocurre querer venir a visitarme mientras hago de niñera y acceden a hacerlo también- reí, meciendo en brazos al pequeño lobo bebé.

-Lo se, pero, no sabíamos que era complicado- Manuela suspiró, sin saber qué hacer con el lobo bebé que llora y se remueve en sus brazos-. ¿Qué le hago?

-Pásamelo- pedí, dejando al bebé dormido en el almohadón que está entre mis piernas para tomar al cochorro, abrazándole-. Debes ser un buen niño, ¿si?- el pequeño me miró-. Entiendo que estés nervioso por olores nuevos pero no puedes ser malo con quienes son distintos.

Él refunfuñó pero asintió, apegándose a mi pecho, quedándose calmadito.

-Buen chico- acaricié su espalda y el bebé recién nacido empezó a llorar.

Un olor fétido atacó mis fosas nasales.

-Alguien aquí necesita un cambio de pañales- informé en voz alta y una nodriza se llevó al más pequeño, bañando el lugar en perfume-. Uff, si que estuvo fuerte.

-Isa, te necesitamos aquí fuera- me avisó alguien desde la puerta.

-Ya voy- avisé y miré al cachorro que cargo en brazos-. Ve a jugar, ¿si? Pórtate bien.

Le dejé en el suelo, le di un besito en la frente y me levanté, acercándome a Emilia y el otro pequeño.

-¿Por qué no vas a jugar?- le propuse y se levantó de un salto, saliendo corriendo junto al otro.

-Si que está difícil- suspiró cansada Emilia.

Manuela la ayudó a levantarse del suelo.

-¿Por qué no van a comer algo en la cafetería? Así descansan un poco- propuse.

-¿Y tú? Ven con nosotras, tu también trabajaste duro- habló Emilia.

-Iré a ver qué sucede fuera y regreso. Vayan yendo y pidan algo por mi.

Ni bien cruzamos el umbral de la puerta, sentí gran tensión en todos. Los murmullos dieron a entender perfectamente la presencia que siento; hay un vampiro cerca de nuestras tierras.

Sonreí de manera tranquila y caminé hacia donde siento la presencia. Allí está mi padre junto a un vampiro que no conozco; mi madre también está presente y la tensión es mayor.

Me quedé algo lejos, sin interponerme para que el desconocido no me vea o estaré en problemas cuando nos veamos en el reino. 

-Señor, ya le dijimos que no pueda estar en esta zona- indicó mi madre, de forma seria pero amable.

-¿Por qué no? ¿Acaso soy discriminado aquí?- preguntó el desconocido, enojado.

-Ya le explicamos; hay niños pequeños y no es un buen lugar para otros seres, sin importar la especie- habló mi padre.

Nuestras miradas chocaron por un instante; él negó con la cabeza y me alejé, encontrándome con varios chusmeando.

-Es solo otro ser que no es de la manada, no es un show de circo o algo así- les hablé, viendo como me miran como si les estuviera regañando-. Vuelvan a sus actividades, no hay nada que ver aquí.

-¡Bella!- escuché el grito de mi padre es el idioma vampírico.

Me giré. El vampiro está a pocos metros de un muchacho que parece paralizado. Corrí, estirando mi mano.

Impacté contra su garganta y apreté; veo sus colmillos sobresalir con la clara intensión de morderme. Su mano apretó mi brazo, clavándome sus garras. Tiré de él y le di un rodillazo, inclinándole lo suficiente para dejarlo en el suelo. Tomé sus brazos hacia atrás, inmovilizándole. Ahí el chico reaccionó y se fue corriendo.

-Lo siento querida, yo me encargo- mi padre se acercó, sin su chaqueta.

Le tomó del cuello y lo noqueó girando su cabeza. Esto claramente no le mató aunque a un mortal si que lo haría.

-Me lo llevaré para continuar con los procesos legales correspondientes- informó de manera cortés-. Cuida de tu madre; le di unas gotas de mi sangre. Espero que tenga un buen día.

Me alejé un poco y tomó al ser, subiéndolo sobre su hombro. Nos acercamos a mamá y él le tendió la mano para ayudarla a levantarse; se despidieron y papá se fue.

-¿Estás bien?- tomé las manos de mamá entre las mías.

-Solo fue un rasguño tonto- le restó importancia.

-Muéstrame- pedí.

Corrió la chaqueta de mi padre que lleva puesta ella, enseñando una pequeña marca de uñas que ya está sanando en su pecho.

-No es nada- se acomodó la prenda y asentí-. Ve con tus amigas, yo me encargo del papeleo.

-Está bien. Llámame si me necesitas.

Volví corriendo con mis amigas, sentándome en la silla que me guardaron.

-¿Qué pasó allá?- me preguntó Emilia.

-Nada raro- sonreí tranquila.

-¿Por qué hay sangre en la mesa?- preguntó Manuela, señalando el mantel manchado.

Miré, notando que todo viene de mi mano pero no tengo heridas. La sangre parece caer de más arriba pero no siento dolor.

Levanté la manga, notando varios agujeros de las uñas. Está sangrando sin más, pero no lo siento.

-¿De qué color están mis ojos?- pregunté.

-Normales- indicó Manuela.

-¡Isa! Te está sangrando tu brazo- me informó con gran pánico el mesero.

-Estaré bien. Iré a la enfermería- avisé, levantándome de manera tranquila.

Tomé una servilleta para limpiar el rastro de sangre y apoyar el pañuelo sobre la herida, viendo como se mancha de a poco. Salí acompañada de mis amigas, quienes tienen una notoria preocupación.

Fuimos a mi casa; no hay nadie ahora mismo. Me quité la remera, quedando en corpiño solamente.

-¿No deberías de estar curada ya?- preguntó Emilia.

Busqué el botiquín de emergencias, tomando gasas y cinta para cubrir la herida sin que tenga que sostenerlo yo misma. Incluso con esta nueva venda, se está manchando con rapidez por lo que quité las gasas y no me quedó otra que sostenerlo manualmente, cambiando una y otra vez cada vez que esos vendajes pasan de blanco a rojo absoluto.

Sentí mi brazo adormilado. Me cuesta mover la mano.

-¿Alguna puede llamar a mi madre? Mi celular está sin contraseña- indiqué, sacando el celular de mi bolsillo, dándoselo a Manuela para volver a cubrir la herida.

Escuché un pitido suave.

-Ya atendió- indicó Manuela-. ¿Qué le digo?

Mi cabeza pesa un poco y la sangre está saliendo incluso por encima del vendaje.

-Que llame a papá; voy a requerir ayuda de la reserva- hablé.

-Dice que en la heladera, abriendo la puerta hay una reserva- avisó Manuela.

-Voy- indicó Emilia, levantándose de su lugar.

Siento mi energía irse. Cerré mis ojos, intentando calmarme. Entre el pitido y que ya no siento mi brazo, esto va de mal en peor. Siento que el aire se me acaba; entreabrí mi boca para respirar.

-Bella, estás enseñando colmillos- habló Manuela-. Tu mamá viene en camino.

Me recosté en el suelo, levantando mis piernas sobre la silla. Siento la sangre salir y salir, Manuela me va pasando nuevos vendajes.

-Traje una bolsa de sangre, ¿qué la hago?- me preguntó Emilia.

Levanté mi mano útil y me dio la bolsa. Sin siquiera limpiarla como haría normalmente, lo mordí, absorbiendo con rapidez.

Esto bajó la rapidez del sangrado pero el pitido es mayor, sumándole un terrible dolor de cabeza.

-Llamen a refuerzos y no permitan que nadie que no sea mis padres pase- hablé-. Solo ellos, nadie más.

-Está bien, tranquilízate- Emilia me sonrió apenas.

-Nos quedamos sin gasas- avisó Manuela.

-Pásame mi remera- pedí-. No puedo permitir que cualquiera de los licántropos vea mi sangre porque va a sentir el aroma anormal.

El dolor de cabeza fue peor. Manuela me alcanzó mi remera y la presioné contra la herida.

-¿Hay más bolsas de sangre?- pregunté.

-Era la única- avisó Emilia-. Pero puedo darte mi sangre.

-No adoptes un pollito si luego lo vas a hacer a la parrilla- indiqué-. A los amigos no se los ve como comida.

-¿Víctor no es como tu comida?- preguntó Emilia.

-No, es mi pareja y que cada tanto me de su sangre es distinto. Solo tomo de bolsas o de voluntarios; de lo contrario es delito- apreté mis ojos, sintiéndome morir.

-Aquí estoy- escuché a mi madre pero ni siquiera quiero abrir mis ojos-. Muerde aquí; estaré bien.

Abrí apenas un ojo; su preocupación es más que notoria. Ella se arrodilló a mi lado, apoyando mi cabeza sobre su pierna; presionó su brazo contra mi boca, pero me negué.

-Debemos detener ese sangrado. Hazlo, ¿si? Mami te cuida- habló con cariño con el tono que usaba cuando era pequeña.

Abrí mi boca y mordí. Sentir sangre calentita es delicioso, aunque no tanto como Víctor. Sentí algo duro chocar contra mis colmillos y me alejé un poco.

-No pasa nada, puedo recuperarme del hueso, tu sigue comiendo- habló mamá, acariciando mi cabeza con su mano libre-. Buena niña. Eso es.

El dolor de cabeza disminuyó junto al pitido pero aún sigo sin sentir mi brazo. Estoy lo suficientemente bien como para dejar de recibir sangre, aún quedándome en el suelo.

Tocaron la puerta y un escalofrío me recorrió. El aroma de Víctor y de papá está presente al otro lado de la puerta.

-Señorita líder y su hija, ¿están aquí?- habló mi padre.

-Pasa, pero solo tu y el chico- indicó mi madre.

-¿Sucede algo?- escuché a la mano derecha de mi madre, desde el otro lado de la puerta.

Bajé mis piernas de la silla, sentándome mejor, sin mover mi brazo.

-Te daré un resumen luego- habló mi madre.

Víctor se acercó a mi y no dudó en arrodillarse para abrazarme. Le devolví el abrazo a medias, sintiéndome algo débil.

-Hijita mía, ven acá- mi padre se acercó a mi, sin el saco de su traje, desprendiéndose la manga de su camisa-. Ese idiota confesó; en otros reinos llegó la noticia de nuestra paz y mandaron a un idiota a corromper esa calma, haciendo que un vampiro sea el culpable para que se forme el caos. En sus uñas tenía un componente letal para licántropos; los científicos en un testeo rápido descubrieron algo raro que están investigando, pero mientras debemos mantenerte lo más sana posible.

-Eres mitad vampiro, ¿con tomar sangre no estaría mejor?- preguntó Manuela, juntando cabos.

-Se requiere más que una bolsa de donación para sanar algo tan fuerte- indicó mi padre, sentándose frente a mi, estirando su mano-. Toma algo de mi sangre y luego te daré unas bolsas con rh nulo que ayuda a apurar la curación.

-¿No le podemos dar de nuestra sangre?- preguntó Emilia.

-No es lo recomendado; no deben de criar a un pollito con amor si luego lo van a cocinar a la parrilla- habló papá-. Eso y que se va a sentir culpable.

-No negaré lo último- sonreí apenas.

Papá presionó su brazo contra mi boca y mordí, succionando lentamente para no atragantarme. La sangre de vampiro es más espesa por lo que puedo ahogarme fácilmente.

-¿Tienen agua de Mako?- preguntó mi mamá, quien ahora está recostada en el suelo boca arriba.

-Solo dos botellas acá- mencionó Emilia.

-Yo me traje dos más- avisó Víctor.

-Pásensela a Víctor; en caso de que los donativos no sean suficientes, es nuestro último recurso- indicó papá-. ¿Estás bien, querida?

-Estaré bien cuando Bella sane- indicó ella-. ¿Qué tal tu?

-Comí antes de venir, estaré bien- avisó papá y con su mano libre acarició mi cabello-. Tu continúa mi hijita; estarás bien.


(Continuará...)

Continue Reading

You'll Also Like

427K 20.7K 25
Katherin MacDulen es una nerd,pero no la típica nerd,no ella tiene su carácter y viste con estilo;Liam Curt es el dios griego que todas chicas quiere...
1.6K 223 17
Ella anhelaba tener una vida perfecta que estaba dispuesta a cumplir sea como sea, mientras que la otra chica era alguien incomprendida que solo busc...
23.3K 1.5K 41
Transcurre el siglo XVl ; época en la cual Ariadna Bvalua Lafaurie gobernará dos naciones (España e Inglaterra) sus creencias y culturas hacen que ob...
12K 710 23
que pasaría si todo lo que haz creído fuera una ilusión... Chic@s es mi primera historia así que perdonen mi falta de ortografía y que mi vocabulario...