— ¿Me van a decir que carajos sucede si o no? —Alessandro miraba a Emma y a Jasón—
Emma suspiro y miro a Jasón como tomando valor
— Mira primero debes calmarte. Jace unos días Sara descubrió que su amiga Camila, es la nueva esposa de Dominic Johnson, el papa de Anthony. Escuchó sin querer una conversación, entre ella y sus hijos, que vienen siendo nada más y nada menos, que Dominic y Henry, los familiares de los niños que rescatamos — de esa manera le fue contando a Alessandro todo cuanto sabían. Cuando estaban por contar lo del mensaje recibido el timbre de la puerta sonó, y entró apresurado Brock.
— Sara fue secuestrada, Charles, la entregó, acabado de recibir esto — le dijo entregándole su móvil a Alex. Emma vio como el rostro de su amigo palidecía, miró a los tres y su rostro empezó a tornarse rojo de la furia.
— ¿Cuándo consideraron que era momento para contármelo? Maldición Emma no solo eres mi amiga, llevas mi sangre ¿Por qué me lo ocultaste? — dijo caminando de manera amenazante hacia su hermana, Jasón y Brock se interpusieron. No porque Emma necesitara ayuda, no era el momento. Además, que la mujer no se quedaría de brazos cruzados. Era calmada, pero si llegaba a verse amenazada, devolvía el golpe, sin importar nada.
— ¿Parece que no conocieras lo testaruda que es tu mujer? Se negó a contártelo, por eso ha estado en casa todo este tiempo. Queríamos dar con el paradero del infeliz, y si ella salió fue porque algo debió suceder. Conocía más que nadie los riesgos. — Emma hizo una pausa. — no es el momento de explicarte nada, es hora de actuar, y no me quedaré de brazos cruzados esperando que ese maldito llame. Las primeras horas son decisiva para liberarla. — dijo en tono amargo, mientras entraba a su habitación para salir minutos después. Al salir no vio a Alex ni a Jasón por ningún lado, miró a Brock interrogante.
— Alex se fue a hablar con Camila y Jasón decidió acompañarlo. Por como esta, es capaz de retorcerle el cuello a la mujer. La hemos seguido por días y no ha tenido encuentros con nadie. Si tiene contactos con ese hombre es por teléfono, en persona no se han visto.
De pronto su móvil que se encontraba en la mesa de centro empezó a vibrar, Brock miro la pantalla era Sara.
— Debes hacerla hablar, pregunta cualquier cosa, así ella sabrá que sabemos su situación y podrá actuar más relajada — contestó y puso el altavoz.
— ¡Hola Sara!, ¿Hiciste las compras que te pedí?, las del viaje — Emma miró a su acompañante y este le hizo señal que siguiera hablando. Su intento de seguir fue interrumpido por la voz de la mujer.
— Necesito, hablar contigo, sobre una sorpresa que le quiero dar a Alex, pero no quiero que Jasón se entere. Sabes cómo es, no puede guardar secretos, y de ser posible sin Brock — miró a su amigo escribir algo en su celular y mostrárselo.
— Claro no hay problema, pero ¿Estas bien? Te noto extraña ¿Discutiste, con Alex otra vez?
— No. Solo quiero tener un detalle con él, y sabes que ese asunto del viaje me tiene nerviosa.
Brock asintió, lo vio levantarse del mueble y llamar por teléfono a alguien, seguidamente colgó y se sentó al lado de ella.
— ¡Ok!, nos vemos ahora rizos, mándame la ubicación — colgó la llamada y se levantó.
— Será mejor que no vayamos. Esperemos a Jasón acá, no te pondré en riesgo. No saldrás a verte con ella, y me importa una mierda lo que Alessandro diga, no irás, y sola menos.
Emma cerró los ojos mientras apretaba el puño. Coincidía con Brock en que ir sola era un riesgo, pero estaba de por medio la vida de la esposa de su amigo o hermano. Aún le era difícil asimilar que eran familia, les
llevaría mucho tiempo aceptarlo.
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— No irá no me importa que sea tu esposa, o que sea escoltada o su ropa blindada. Emma no irá y me parece increíble que le pidas algo así ¿Estás dispuesto a sacrificar a tu única hermana para liberar a tu esposa? — Alex caminaba desesperado de un lado a otro mientras escuchaba los reproches de Jasón. Su amigo tenía razón, no quería perder a su esposa, pero tampoco quería poner en riesgo a su hermana, no ahora que la había encontrado. — esperemos a la policía, Brock está con ellos y nos someteremos a lo que ellos digan. Ya llamé a mi abuelo está al tanto de todo.
— ¿Exactamente para que es importante Epson en estos momentos? — le gritó enojado
— Mira hermano, sé que estas Estresado, y solo por eso te dejaré pasar esa pataleta. Mi familia se encargará de la prensa, ya mi padre y el viejo están al tanto de todo. Te recuerdo lo que nos dijo esa mujer, tu esposa debe disparar a Emma, en el lugar donde la cite. Grabaran el supuesto asesinato, para luego enviártelo a ti, según Anthony el plan perfecto. Emma muere, tú te separas de tu esposa y yo quedó solo y sufriendo. Pero primero me guindan de las pelotas antes que dejar a mi mujer sola con la tuya y armada.
— ¿Y CREES QUE, PARA MI ES FÁCIL ¿CREES QUE ESTOY FELIZ POR TENER QUE ELEGIR ENTRE MI HERMANA Y MI ESPOSA?
— Pues si es difícil, lo disimulas muy bien. Iré con ella, buscare un taxi o un Huber, pero seré el chófer de mi mujer no planeo dejarla sola.
— ¿Quieren callarse? Iré no hay discusión, solo espero que tu mujer tenga buena puntería. Te lo advierto, solo tendrá una oportunidad, no le daré más. Puede ser tu esposa o mi supuesta cuñada, pero no le daré oportunidad a un segundo disparo. Luego de esto no quiero volver a verlos, a ninguno de ustedes dos, se alejarán de mi....
— Emma.... por favor no puedes hacer eso, soy tu hermano — hablo a manera de súplica.
La vio sonreír irónicamente, mientras se acercaba a Jasón que milagrosamente estaba en silencio. Se acercó a él y este la acuno mientras le susurraba al oído.
— Debe haber otra manera preciosa por favor solo esperemos a Brock. No quiero que te pase algo más, no lo soportaré.
Alex se sentó en el sillón mientras se llevaba las manos a su cabeza. Estaba derrotado, todo era su culpa, la mujer que amaba estaba en riesgo y su hermana también.
— Hablo en serio, te ayudaré con esto, luego iremos Jasón y yo al aniversario de tus padres. Después de eso, no quiero ningún contacto con ustedes. He vivido 28 años de mi vida sin una familia real. En lo que a mí respecta, cualquiera de ustedes podría ser el responsable de mi secuestro y nada me garantiza que al cambiar de apellido intenten hacerme daño a mi o a Jasón, así que les pediré que acepten mi decisión.
— Nosotros te hemos buscado por años Fiorella, debes saberlo...
— Y bastante que buscaron. — en eso su móvil sonó y le llegó el mensaje con la ubicación. Le pasó el teléfono Jasón y este llamó a Brock. En pocos minutos un grupo de policía de civil estaba en el lugar, a ella le habían puesto chaleco debajo de su traje.
Llevaba micrófono en su oreja y un policía la llevaría en un taxi que pediría en la calle, eso por si estaba siendo vigilada. Miró a su prometido que solo veía por la ventana del apartamento con Andrómeda a sus pies.
Sabía que estaba preocupado por ella, pero todo saldría bien. Después de esto se alejaría de los D'angelo, le entregaría la dirección a Samantha, buscaría otro empleo o formaría una empresa, lo que fuera, pero lejos de todos.
Solo Jasón y ella, se acercó a él y lo abrazo por detrás. Sintió su cuerpo tenso, giró su enorme cuerpo y se abrazó a ella, puso su cabeza en su cuello mientras lo sentía temblar levemente. Apretó los ojos intentado contener el llanto, pero fue imposible, su voz sonó rota cuando habló.
— Todo saldrá bien, sobre lo que dije hace unas horas es cierto. Cuando lleguemos a Italia entregaré a Samantha la empresa. No sé cómo harán ustedes dos, pero ya no quiero vínculos. Quiero y deseo formar un hogar tranquilo, y si para eso debo alejarme de ellos lo haré. Mi familia no vivirá ante la amenaza latente que cualquiera de los que amo sufra. Alex puso en la balanza a mí y a su esposa y la escogió a ella. Él tiene sus prioridades y yo las mías. — le dijo al tiempo que se alejaba un poco de él y lo miraba a los ojos, pasó sus manos por la mejilla y lo vio pegar su mejilla a su mano. De pronto lo vio sonreír y frunció las cejas.
— Acabas de decir ¿Los que amo? — hizo una mueca y puso los ojos en blanco. Todo un discurso y a él solo se fijó en eso. Sonrió mientras acercó su cuerpo al de él, estaba por responder cuando una voz hablo detrás. Indicándole que debían partir, le dio un leve beso en los labios.
— Tenemos una conversación pendiente.
— Iré en uno de los carros detrás con Brock. Si todo va bien, la prensa dirá que fuiste gravemente herida. Debes permanecer en el suelo, cuando escuches la señal te sueltas el chaleco. Te dolerá el impacto, pero debes quedarte quieta en el suelo. Iré por ti en cuanto el carro arranque.
Asintió mientras se separaba lentamente, lo vio como intentaba retenerla, pero el hombre volvió a hablar nuevamente.
— Debemos partir señor, no se preocupe estará en buenas manos. Nadie quiere de enemigo a su abuelo, ya nos advirtió que no quería ni un solo cabello en mal lugar de su "nieta. — Jasón sonrió ante ese hecho, su abuelo no conocía a su futura esposa y ya la había adoptado como su nieta. Le dio un último beso a Emma y la vio partir.
Caminar firme y espalda recta, ojalá el tuviera su seguridad. Tendrían que hablar sobre lo de retirarse. En el fondo él también quería una vida más tranquila. La entendía, y debían conseguir un sitio adecuado para vivir, el apartamento era acogedor pero pequeño para ellos tres. Decidió, que era hora de buscar un hogar, pero primero debía traerla de vuelta.
— Vamos avanzando Frederick — la voz de Brock lo hizo salir de sus pensamientos — y quita esa cara hombre, que esto no es un funeral. Veras como todo saldrá bien.
Emma
Un taxi paró, dudó un poco, dio varios pasos hacia atrás y de mantuvo alerta.
— vamos "preciosa" tenemos un sitio que visitar — dijo tarareando, y supo que era el correcto. Entró el vehículo y miro por el espejo al hombre — ¿Dónde la llevo ricura? — le mostró el móvil y al hombre. Y este vio el móvil sin dejar de morder la paja que tenía en sus bocas asintió — usted manda — dijo mientras arrancaba — ¿Quiere música? Eso relaja. Se ve tensa, será mejor que se relaje un poco, suelte los hombros y respire profundo. Su prometido le dijo ¿Qué hacer? — el hombre no la miraba tenía la vista fija en la calle, Emma imaginaba que era por si lo estaban siguiendo.
— Si, que el disparo no me dañaría, pero si golpearía. Que me quedara quieta, esperara la orden y luego me soltara el chaleco para que pudiera respirar mejor. — El hombre asintió.
— Tiene sus ventajas, que su Prometido hiciera parte de la Marina. Uno de los mejores hombres por lo que se. Una lástima que se retirara. Saldrá del lugar en camilla, debe seguir quieta hasta que esté dentro de la ambulancia. Luego de eso será mujer libre. Nos toca luego esperar que su amiga les llame para triangular la llamada. — escuchó las instrucciones en silencio, tomando atenta nota de todo cuando el agente le decía. — estamos por llegar, será mejor dejar la cháchara para una cita. — le dijo y esta vez Emma alzó la vista para verlo por el espejo, tenía ojos y cabellos oscuros, como la noche, su tez Blanca contrastaba con su melena negra. Le recordó a Omán su hermano y no pudo más sino sonreír ante la osadía del hombre.
— Ya puedo morir en paz. Emma Bradford me acaba de obsequiar una sonrisa, será mejor que el Mayor Frederick no se entere o me declaré hombre muerto — lo vio frenar Emma le dio un billete y se bajó del vehículo.
— Guarde el cambio.
— Que tengas buen día preciosa — le dijo mientras arrancaba.
Miró el sitio en sus mejores años, debió ser la capilla de un colegio estaba abandonada. Encontró una enorme puerta entreabierta y separó en frente de ella. Miró por detrás hacía la calle y no vio nada, ningún carro.
Alzó la vista hacia los viejos edificios tampoco vio nada, dio un largo suspiro, mientras colocaba la palma abierta en la enorme puerta de madera y empujaba. Su corazón empezó a latir rápidamente, algo iba mal ahí, lo sabía. Pero siguió caminando a paso decidido empezó a entrar al lugar. Cuando sintió en su micrófono una voz.
— Con cuidado preciosa. Necesito que mire muy bien a su alrededor, por donde puedes correr. Los mejores lugares donde esconderte, estamos a solo dos minutos de ti. Por lo que solo debes ponerte en buen resguardo — dio un largo suspiro y cruzó la enorme edificación. Se encontró con lo que parecía una enorme cancha. A lo lejos pudo verla, estaba sentada con el arma en la mano. La vio alzar la vista y sus miradas se encontraron.
— Esto está muy retirado para una sorpresa, ricitos ¿Qué estás tramando esta vez? — intentó hablarle a Sara y mirar a todos lados.
— ¿Llegaste sola? — fue la respuesta de ella
— Si, como me lo indicaste ¿Quieres dejar el misterio, y decirme que diablos te sucede?
— Lo siento Emma, pero no tengo opción — dijo sacando un arma, y apuntando en la cabeza — Emma alzó los brazos y la miró a los ojos, estaba asustada, sin embargo, vio que su pulso no temblaba.
— ¿Tienes o Debes rizos?
— ¿Quieres dejar de hablar?
La vio cerrar los ojos y dispararle. Al sentir el ruido, lo que cruzó por su mente fue, que si hoy sería el día de morir no le había dicho a Jasón que lo amaba y lamento eso. El golpe en su pecho hizo que su cuerpo se echara hacia atrás y cayó de rodillas pudo jurar que escuchó un clic de otro disparo, pero tenía sus dudas. Se tiró al suelo como le habían indicado, intentado recobrar la respiración. En cuestión de minutos alguien le tocaba el hombro. Rodó su cuerpo abrió los ojos y se encontró con un par de ojos verdes mirándola preocupados. Lo vio soltarle la chaqueta y desprender el chaleco, enseguida pudo recuperar el aire. Mientras le abrazó fuerte.
— Te amo — logró decirle cuando al fin recupero la voz.
— Dios Emma mira el momento en que me dices eso — le dijo reprochándole.
— Hubiera muerto sin decírtelo, no quería cometer otra vez ese error — guardo silencio abruptamente.
Jasón notó el cambio en su mujer y la miro, la camilla llegaba mientras veía a Emma que había permanecido en silencio. La colocaron en la camilla y alzaron. Seis hombres rodearon a Jasón y al este alzar los ojos de su mujer pudo, ver seis pares de ojos oscuros mirándolos con simpatía, eran sus "queridos" cuñados.
— Llegan tarde....
— Estábamos ocupados. Encontrando a los 3 hombres que estaban apostados alrededor del lugar.
— ¿No corre Emma peligro afuera?
— Ninguno, le dije que éramos buenos. El resto le corresponde a su familia, aunque ya la prensa está afuera.
— Ella estaba bien, pero de repente algo cambió — lo decía mientras avanzaba con la camilla y los seis hombres caminaban en torno a él haciendo un muro humano alrededor de ellos dos, Omat el mayor habló.
— La chica le disparó, en el fondo ella guardaba esperanza que le pidiera ayuda. Siempre hay otras opciones, a veces no la vemos por qué el miedo nos invade. Emma sabe actuar en tiempos difíciles, fuimos entrenados por mi padre para ello. Estará bien, lo tiene a usted para ello.
Al llegar a la ambulancia los seis hombres se dispersaron no permitiendo el absceso a la prensa hacia él, era algo que agradecía. Sabía que al pedir ayuda a su abuelo había hecho un pacto con el diablo. La vida de ellos dos ya no sería la misma, pensaba mientras ingresaba con Emma a la ambulancia. Le tomó la mano y la hizo sentar, se agarró su cuello mientras respiraba con dificultad.
— Ella me disparo, J lo hizo — apretó sus manos a su cintura y la atrajo hacia él.
— No tenía opción cariño.
— Siempre hay otra opción J y disparó dos veces.
— Estamos por llegar será mejor que busquen sus puestos — le dijo el supuesto paramédico.
Horas después esperaban que Sara saliera de cirugía. Le habían disparado en tres oportunidades, vio a su amigo caminar como león enjaulado, se veía desesperado. Apretó con más fuerza la cintura de Emma atrayéndola hacia él, no habían hablado ninguno.
Emma guardaba la distancia de su hermano y él no quería intervenir, sus cuñados estaban al rededor del pasillo hablando con Brock, pero no quitaban la vista de su hermana.
— Iré al lavado — se levantó con ella y ella le puso las manos en los pectorales, tomo sus manos y la miró a los ojos — estaré bien tu quédate aquí — dudo un poco mientras la veía alejarse. Su hermano el mayor caminar a pocos pasos de ella pasó por delante de él y le habló.
— No te preocupes nosotros la cuidaremos — detrás del mayor otros dos lo seguían. Debería empezar a Distinguirlos, después de todo eran familia de sangre o no Emma los veía como su familia.
Emma
Camino por el pasillo y encontró los baños y entró. Abrió la llave y se echó agua en la cara mientras veía su rostro en el espejo. No sabía porque le afectaba el que Sara Hubiera disparado, pero lo hacía, era algo difícil de explicar.
— Dios estas bien, no sabes cómo me preocupé cuando vi la noticia — su cuerpo se tensó al escuchar la voz de Nick. Estaba agotada física y moralmente, había escogido un mal momento pensó.
— Gracias por preocuparte por mi Nick. En serio, te agradezco, pero no es el momento.
— Solo quiero hablar contigo Emma, que sepas mi parte de la historia. No quiero otra cosa, sé que en cuanto sepas como ocurrió todo cambiaras de opinión.
Se acercó a ella y Emma giró su cuerpo, tal vez si lo dejaba hablar él se daría cuenta que no lo quería y se alejaría. Ignorarlo no había dado resultado, así que debía cambiar de táctica. Se cruzó de brazos y lo miró fijamente.
— Te busqué por todos lados hasta fui donde Antwan me dijo que te habías casado.
— Lo sé, ve al grano Nick
La miro con rostro apenado y sus ojos avellanos que en otros tiempos le gustaban hoy ya no le parecía tan atractivos. En su mente llegó unos ojos verdes de mirada pícara. El recuerdo de sus manos en su piel desnuda, cerró los ojos intentando concentrarse en lo que Nick decía.
— Fue un error de una noche, ella salió embarazada y como pensaba que ya lo estabas... Wanda era una buena mujer me amaba o eso pensaba, así que nos comprometimos...
Dejo de escuchar el resto solo tenía en su mente a Jasón, y el hecho que no la había tocado más desde esa vez. Sí bien era cierto que desde entonces dormían juntos nada mas eso hacían dormir.
Se alejó de Nick y avanzo hacia la puerta.
— ¿Lo amas verdad? — de repente se abalanzó sobre ella y la acorraló en la pared. Intentó quitárselo de encima, pero no podía. Sintió como restregaba su erección en su entrepierna y entró en pánico. Inmovilizó una de sus manos y su boca se apoderó de la de ella, decidió no luchar y se quedó inmóvil con su otra mano detrás de su espalda. Alguien entró al baño, y los separaron, eran sus tres hermanos mayores.
— ¿Quiénes son ustedes? ¿Los perros guardianes de Frederick?
— Te estabas demorando, decidimos entrar a ver qué sucedía — dijo su Omat ignorando a Nick — tu Prometido está preocupado por ti. La chica ya salina de la cirugía, estará en coma inducido por unos días. Ve con Jasón nosotros tenemos algo que hablar con este hombre a solas. — Miro a sus tres hermanos y luego a Nick.
— Sin violencia Omat, no hay necesidad. Recuerda que, estamos lejos de casa y que sus esposas y mis sobrinos les esperan.
— No te preocupes nos Comportamos, ahora ve que te espera afuera.
Emma salió del lugar y en el pasillo vio venir a Jasón al verla camino a paso apresurado hacía ella.
— ¿Qué sucedió?
— Nick, otra vez...
— ¿Te hizo algo? — dijo intentando caminar hacia los lavados.
— Solo confirmo lo que ya sabía — dijo de forma distraída — que Te Amo y no hay nadie que pueda hacer cambiar eso. — Lo sintió soltar el aire, y acercarla a él.
— Yo también Te Amo cariño. Más de lo que alcanzas a imaginar, pero solo saber que volvió a tocarte — lo vio apretar el puño dar media vuelta. — Tomó una de sus manos y lo detuvo.
— Mis hermanos hablaran con él, déjalo Nick. Después del día de hoy le quedó claro que no tiene oportunidad.
— Eso espero Emma, estoy siendo paciente, pero este hombre está poniendo a prueba mi paciencia.