Paige:
—Boxeas...—Pronuncia mamá sin creerlo. Me ha llevado con ella a una esquina, en la pared decorada con cortinas azules detrás de nosotras.
Y lo suficiente lejos de papá , en un lugar donde el ruido de la música y el del publico no irrumpa nuestra charla.
Asiento con la cabeza.
Mamá se voltea y lleva la mano derecha a su frente, mientras la otra la apoya sobre su vientre, como si sintiera cansancio o dolor.
—¿Mamá... estas..?
Ella se gira otra vez en mi dirección y pasa la mirada por mi cuerpo, mis short negro y mi top rojo con la palabra Dinamita en letras blancas, también observa mis brazos, mis labios como si buscara alguna marca de daño en mí, pero estoy bien.
Mamá finalmente me observa las dos trenzas que me hice para subir al ring.
—Paige... ¿Por qué yo no sabia de esto?
La vista me arde, me muerdo los labios.
—Eres mi hija... ¿Cómo no pude verlo?
—No es tu culpa. —Le interrumpo y encojo los hombros. —Soy buena fingiendo, mamá.
La observo pasar saliva. —¿Por qué no me lo dijiste?. —Las preguntas continúan. —¿Has podido decirme que tendrías sexo con tu novio y no esto? ¿Y Max...? ¿Metiste a Max en esto?
Mamá debe sentirse confundida, le tengo confianza en algunas cosas y detesto que crea que fue por falta de confianza la razón por la que se lo oculte, cuando en realidad he tenido miedo de esto.
De que me mire con el corazón roto.
—Max me ha apoyado desde el primer momento.—Aclaro.
Ella se me queda viendo y yo me le acerco.
—El ballet es tu vida.
Mamá abre los ojos.
—Y yo veía como tu mirada se emocionaba al verme bailar... No he visto ese brillo sin que se trate del ballet, de nosotros o de papá.
—Paige...
—No quería desaparecerlo. La chispa. —Digo recordando las palabras del abuelo. —Mamá, lo siento, ahora sé que debí decírtelo antes... pero amo el box.. —Trato de aguantarme las lágrimas. —Lo amo más que el ballet.
—¿Y el ballet? . —Interroga algo preocupada. —¿Paige..el ballet...? . —Se detiene al verme negar y veo ese corazón roto.
Mamá aprieta su vientre y sus ojos se llenan de lágrimas.
—Mamá... Lamento decepcionarte...
—Estoy decepcionada. —Me interrumpe y me duele el pecho. —De convertirte en esto, de darle la poca confianza de que me cuentes estas cosas importantes en tu vida, estoy decepcionada de quien te volví y quien he sido yo de madre...
—No...—Niego con la cabeza. —No ha sido por miedo a que me quitaras esto... o el no tenerte confianza.. —Aprieto duro mis labios y lo suelto. —Yo no quería ser un fracaso para ti...
—Paige, tu nunca serás un fracaso para mí. —Me corrige, logrando que las lágrimas caigan por mis mejillas. —Eres una victoria desde el momento en que supe que te tenia dentro de mí.
—Mamá...
Ella se aprieta la panza. —Te amo.. Amo a cada uno de ustedes sin importar lo que hubieran elegido y hubiera preferido que me contaras esto...
Bajo la mirada.
—Te he llevado a seguir un camino que no es tuyo, te he obligado a ser alguien que no eres.... Porque no pude ver que era lo que amabas. —Pone la mirada en mis manos maltratadas por la pelea y sin los guantes.
Ella sonríe levemente y pone la mirada en el sitio de jueces, donde se encuentra papá.
—Eres como él. —Aparta los ojos. —No como yo.
—También me parezco a ti.
Tengo sus ojos, su cabello. Físicamente soy como mamá.
Ella me toma de las manos.—Entre el ballet y el box, era fácil adivinar... Yo he estado tan cegada.
—Ahora lo sabes.
Trago saliva.
—Y me gusto. —Pronuncio, mamá abre los ojos. —Me gusto ser Myrtha, me gusto bailar, pero.... —Bajo los ojos a mis manos y cierro los puños. —Esto es lo que amo, mamá.
Mamá se muerde los labios y me atrae hacia ella, sus brazos me rodean y su barriga me aplasta, pero se siente más como un abrazo de mi hermanita.
Mamá se aparta limpiando los ojos con uno de sus nudillos.
—Y esto... —Pregunta confusa. —¿"Dinamita Roja"?
—¿No te gusta?
—No es eso, es muy original.
No, ni tanto.
Sonrio, pero la suya se pierde.
—Tu padre está aquí.
Trago duro y asiento con la cabeza. —Ese es el plan.
Los ojos de mamá se abren llenos de sorpresa.
—Paige.
—Si llego a la final... incluso si pierdo y lo que haya avanzado, le mostrare a papá que soy yo.
—Cariño... no.. no creo.. —Ella intenta pararme.
—¡RING NUMERO 8, DINAMITA ROJA VR LA HIENA!
Es mi turno.
Mamá me toma del brazo. —Paige, mírame... no tienes que hacer esto. —Me pide. —Háblalo con King, pero...
—¡PRIMERA LLAMADA PARA LA DINAMITA ROJA!
Giro la cabeza.
—No lo hagas, Paige. —Me pide. Noto la preocupación en su voz. —Se cómo es tu padre... Si lo hablas con el.
—¿Y esperar que huya apenas escuche la palabra "Box" salir de mis labios?. —Le pregunto y mamá me suelta. —Ni siquiera me deja ir a su gimnasio, ni asistir a sus peleas, ni a ti... ¿Cómo puedo esperar que escuche, mamá?
Mamá pasa saliva. —Tu padre no actúa de esa manera porque le guste, Paige.
No comprendo lo que busca decirme, entonces vuelve haber una segunda llamada para la DINAMITA ROJA.
Y es mi señal para acabar con la conversación, me coloco el antifaz otra vez, mientras escucho a mamá suplicándome que no siga.
—Paige, por favor...
—Tengo que hacerlo, mamá. —Niego. —Es la única manera en que el podrá mirar. La única forma.
Mamá no insiste y yo regreso junto a mi equipo cuando mencionan mi nombre por tercera vez.
(***)
—¿Todo bien?. —Pregunta Max, Todd le avisa al réferi que ya llegué, quien hace una señal para que suba al cuadrilátero.
Asiento con la cabeza. —Todo bien, Max.
Me ayuda a colocarme los guantes uno por uno, hasta ajustarlo.
—¿Cómo lo sientes?. —Pregunta esta vez.
Asiento con la cabeza. —Perfecto.
—Paige. —Escucho la voz de Todd.
Max y yo nos giramos hacia el cuadrilátero, asiento con la cabeza y le doy una última mirada a mi novio.
Dex, quien está en la esquina, me abre las cuerdas del ring para poder subir. Me agacho y me paro en la esquina.
Hay más personas observándonos, ahora que ya hay descalificados y también los interesados en nuestras primeras peleas, se acercan al ring y espero que al ver el cumulo de gente en esta área, papá pongo los ojos en este cuadrilátero.
El árbitro hace una señal a mí y a LA HIENA, ambas nos acercamos a él, pero mantenemos la distancia mientras nos dice las reglas y quizás es algo cansada oírlas, pero es mejor que cada boxeador las tenga presentes ante cualquier eventualidad.
—Quiero una pelea limpia. —Indica el réferi. —El primero en caer pierde ¿Entendido?
Asiento con la cabeza al igual que mi contrincante.
—Ahora, choquen puños.
Lo hacemos, cada una sabe el procedimiento yéndose a su esquina, el réferi se retira y la campana que anuncia la pelea en nuestro cuadrilátero suena.
—¡Empiecen!
(***)
—¡Abuelo!. —Grito al verlo llegar y voy hacia el, rodeándolo con un abrazo, de que no es de dar abrazos, pero me alegra que a pesar de sus gustos este aquí.
—No puede ser, de verdad es cierto. —Dice la abuela.
Me aparto del abuelo y pongo los ojos en ella.
—Me obligo a traerla. —Dice el abuelo.
—¿Papá? .. —Escucho detrás de mí, ella se acerca a nosotros. —¿Qué?¿Qué estás haciendo aquí?. —Pregunta con mucha sorpresa.
Mamá ha permanecido a mi lado desde que se enteró que soy la dinamita roja y solo ha ido al lado de papá algunas veces durante el día, para evitar sospechas.
—Papá... estas aquí. —Ella luce confusa.
—Yo lo invite. —Me vuelvo hacia mamá y sus ojos me observan sorprendido, enseguida me giro hacia el abuelo. —Pero no creí que vendría.
El abuelo hace un gesto incómodo y yo lo abrazo de nuevo.
—El ganador es "BAZOOKA". —Anuncian a mi compañero.
—¿BAZOOKA?. —Repite el abuelo, burlándose. —Hasta "KING" es más original.
Mamá lo observa con sorpresa y nerviosa, dice. —Sí, creo que tienes razón.
Sonrio.
—¡RIING NUMERO 8, DINAMITA ROJA VS LA DIVA!
Es mi turno.
Sonrio y me vuelvo hacia mamá, ella sigue en desacuerdo, pero me permite continuar.
—Ya regreso.
—¡Tu puedes, Paige!. —Grita la abuela detrás de mi, cuando inicio mi camino al ring.
Y escuchando como aclaman mi apodo junto a publico que he ganado durante cada asalto en el ring hasta ahora, subo al escenario con el antifaz puesto y lo primero que hago es poner los ojos en la mesa de jurados, quienes ahora están observándome.
Incluido papá.
Sonrio y me acerco al réferi.
—Una pelea limpia. —Termina junto a las reglas.
Nos retiramos a cada esquina y la pelea comienza.
Mira, papá
Solo obsérvame.
El siguiente bonus lo narra King.
>>Yiemir