Paige:
—¡Es aquí, detente!.—Le grito a mi cita. Maximiliano frena y caigo hacia adelante, en el asiento de copiloto.
Me llevo una mano a la frente.
—¿Señorita Paige, está bien?
—Paige.—Le corrijo.—Y sí, estoy bien.—Eso creo.
Me siento correctamente y llevo la mano al seguro de mi lado.
—Espera, Paige.—La mano de mi cita se cierra alrededor de mi muñeca, el me suelta enseguida.—Lo lamento, pero...—Intenta asomarse por la ventana de mi lado, inclinándose un poco.—No estoy seguro que a tus padres les guste que yo te traiga aquí.
Miro a ambos lados y sonrio.—Ellos no están aquí ahora ¿No?
—Paige, no puedo dejar que entres a ese lugar sola, confían en mí.
—Entonces ven.—Tiro de su brazo con una sonrisa.
Bajo del coche y él se apresura en seguirme.
—¿Estas segura que puedo dejar el coche en este lugar? No se ve muy seguro.
—Claro que si.—Respondo y me acerco a Brook, el de seguridad.—Brook..
—Paige..—Me mira con asombro.—Todd estaba buscándote... ¿Te das cuenta que subes a pelear en cinco minutos?
—Si, la hora me aviso.—Respondo, Maximiliano se detiene a mi lado.—El es mi invitado esta noche.. ¿Podrías cuidar su coche?
—Paige..—Maximiliano intenta hablar, se acerca a mi.—¿Estas segura?
—Si, solo cállate y entrégale las llaves a Brook.—Menciono con una sonrisa, Brook extiende la mano hacia Max.
Max pasa saliva inseguro, ruedo los ojos, le quito la llave y se la entrego.
—Es un coche caro y aun no termino de pagarlo, agradecería...
—¡Vámonos, es tarde!.—Tiro del brazo de mi invitado y ambos ingresamos al local. Se escuchan los gritos sobre la música electrónica y puedo ver al presentador arriba del escenario.
Debajo del ring a la izquierda se encuentra mi contrincante, Eris, como la diosa del conflicto y la disputa, es el mejor nombre que se pudo buscar la quita novios de Helena Robles, la actual novia de mi ex pareja.
Aunque tampoco sé si llamarlo ex paraje a alguien con quien no dure ni dos semanas y por mucho que lo detesto, me alegra que papá no lo conociera.
Los ojos de Gleen se posan sobre mí y sonríe arrogante, orgulloso de su novia, quien según él va a darme una paliza esta noche y se aseguró de recordármelo las semanas anteriores.
—¿Qué haces con un vestido puesto? .—Todd hace su aparición frente a mí, tiene una carpeta con la lista de los peleadores esta noche.—¿Subirás al ring así?
—Claro que no.
Todd pone los ojos en mi acompañante.
—¿Y el niño bonito de traje quién es?.—Suelta burlón y le pregunta de frente a Max.—¿Eres abogado?
—Contador.—Aclara Maximiliano.
—¿Por qué trajiste un contador a la pelea?.—Suelta Todd. —Espera un momento, niña.. Estoy pagándote bien, si tienes dudas.
Ruedo los ojos.
—Si dudara hubiera traído un abogado.—Suelto y miro a Max.—Él es mi cita esta noche.
—¿Sales con un contador?
—¡Dios mío... ¿Dónde debo estar, Todd?
—¡Es verdad!.—Todd alza la voz.—Ven conmigo.
Me sujeta de la muñeca y Max de la otra, me vuelvo hacia mi cita.
—¿A dónde vas? No puedo dejarte irte sola...
—No puedes acompañarme a los camerinos.—Respondo, me vuelvo hacia Todd.—Todd, consíguele un lugar.
—Claro, yo me ocupo de el.—Me señala.—Tu ve a cambiarte, tenemos un minuto.
Mierda.
—¡Ve, Paige!
Lo miro por última vez y nuevamente me parece adorable su rostro de preocupación, o tal vez es miedo por lo que mi padre pueda hacerle si no llego sana a casa.
Aun así no deja de parecerme adorable su preocupación por mí, aunque ahora debo prepararme para la pelea.
Maximiliano:
Van a matarme.
Si el padre de la señorita Paige descubre que permití que su hija viniera a un lugar de peleas clandestinas, en definitiva mi cadáver aparecerá en el fondo del mar o como desee acabar conmigo.
Tomo un respiro profundo e intento asomar mi cabeza por arriba del público que rodea el ring, con la esperanza de ver a Paige volviendo aquí, pero ella no sale.
Y en primer lugar.. ¿Qué hacemos aquí?
¿Paige saldrá de anfitriona o algo así? Creo que el vestido que llevaba le sentaba muy bien para anfitriona.
¿Cuál era la necesidad de cambiarse?
O tal vez es de las chicas que caminan por el ring levantando los carteles con el número de round.
Mierda, eso sería mucho peor, el señor King se enojara mucho más y conociendo como es mi género masculino, estoy seguro que tomaran capturas del momento.
Dios no.
Me llevo una mano al pecho. Estoy muerto, definitivamente estoy muerto.
—¡BIENVENIDOS ESTA NOCHE AL ENFRENTAMIENTO DEL SIGLO!
Ya empezó.
¿Dónde está Paige?
Las luces se mueven sobre el escenario, hasta enfocar al hombre de pie, quien lleva el micrófono en la mano y ropa de réferi encima.
La multitud en el local grita, uno que otro me empuja.
¿Cómo puede gustar este tipo de deporte sangriento?
—¡En la esquina izquierda tenemos a nuestra diosa del olimpo, Helena "Eris" Robles!.—Grita y los aplausos siguen.
La mujer sube al escenario, con un top color rosa igual que el de sus guantes y unos short negros a la cadera, también lleva protector en la boca.
—¡Eris, Eris, Eris!.—Gritan los individuos del lugar.
La llamada Eris se acerca al poste izquierdo y se sube sobre las cuerdas, apoyándose en ellas, levanta ambas manos, con los guantes cubriendo sus puños, mientras alienta a sus seguidores.
—¡Eris, Eris, Eris!
—¡Y en la otra esquina..!—Grita el presentador, giro mi rostro.
Pero.. ¿Qué demonios?
—¡Paige "Dinamita Roja"!
Pero si es obvio que es ella.
—¡Dinamita roja, Dinamita Roja, Dinamita roja!.—Los gritos se levanta.—¡Dinamita Roja!
Paige hace su aparición y aunque para todo el mundo, se encuentre oculta detrás de un antifaz, para mi es obvio que es ella.
Sus ojos azules son intensos como ningún otro, claro que es ella.
Lleva menos ropa, unos short oscuros y un top azul, el cual tiene una gran distancia de ese abdomen...
Joder, ese abdomen.
Los ojos se me abren, mientras me pierdo en su figura.
—¿Sorprendido?.—Olvidaba que Todd está a mi lado y con una sonrisa.—Ella es nuestra mejor boxeadora.
¿Paige es una boxeadora?
—¡A ver! ¡¿Quién más desea apostar?!.—Suelta detrás de mí, más de un apostador levanta sus billetes y mis ojos regresan al escenario.
—¡Boxeadoras, ya conocen las reglas, quiero una pelea limpia!
¿Por qué siento que esas dos no se llevan bien.
—¡Choquen sus guantes, boxeadoras!.—Habla fuerte el presentador. —¡Cada una en su esquina!
Ambas mujeres se apartan y se ponen en posición.
—¡QUE EMPIECE LA PELEA!
Y empieza, con un golpe directo en la cara de Paige a su contrincante.
Mierda.
Pero... ¿Qué es esto?
Paige:
Es difícil de ignorar los golpes en la cara, aunque Helena Robles golpee como nenita.
—¡¿Es todo lo que tienes, perra?!
¿Perra, yo?
Perra ella.
Me abalanzo hacia ella, dos golpes directos a la mandíbula y una a la costilla, Eris me golpea en el estómago y todo mi cuerpo la abraza, evitando recibir golpes.
Tengo que apartarme de ella.
—¡Suéltame!.—Se queja.
—Es lo que más deseo.—Digo asqueada.
Me empuja y caigo contra la el cuadrilátero, escucho gritos de preocupación y las palabras del presentador.
—¡LA DINAMITA ROJA HA CAIDO!
Joder...
Intento levantar mi cuerpo lleno de sudor y cierro los puños dentro del guante, esto es lo que me gano por no haber entrenado durante todo el día y todo sería más sencillo si no tuviera que ocultar esto.
—¡Uno, Dos, Tres!.—Escucho el conteo.
No he asistido a ninguna pelea de papá, pero aunque tuviera la prohibición de hacerlo, eso no evito que el televisor me enseñara cada una de sus peleas y por eso sé que no debo levantarme tan rápido.
Respira...—A mi mente viene las imágenes de sus peleas, cuando papá cae, su entrenador lo hace quedarse sobre el cuadrilátero hasta que los números se acerquen al conteo final.
Solo respira, Paige, respira.
—¡Seis, siete!
—¡LEVANTATE, DINAMITA ROJA!
¿Maximiliano?
Levanto la cabeza, mis ojos se encuentran con su rostro eufórico, las manos de Max están alrededor de su cara, mientras el no deja de gritar por mí.
—¡TU PUEDES, DINAMITA ROJAAAAA!
No puedo creerlo.
—¡Ocho, Nue...
Me levanto y los gritos se escuchan.
—¡LA DINAMITA ROJA ESTA DE REGRESO!.—Grita el réferi.
Coloco los puños delante de mí y escupo la sangre que tengo en la boca. Eris me observa sin creerlo, mientras la multitud dentro del local corea mi apodo.
—¡Ven aquí, perra!.—Le digo con una sonrisa.
Esta irritada y se deja llevar por el enojo, ella viene directo hacia mí y esquivo un golpe poniendo el brazo firme, mi hombro recibe el golpe y mi puño contrario va directo contra su cara.
Helena "Eris" Robles no lo ve venir, sus ojos se levanta y cae contra el cuadrilátero.
—¡Una, dos.. tres...—El conteo continua, levanto ambas manos victoriosa .—¡Ocho, nuevo!
Eris intenta levantarse, pero falla aunque pudo haberlo conseguido si el golpe que le di en la cara no hubiera sido tan fuerte como para caer su cabeza contra el suelo.
—¡Diez...! ¡INVICTA! ¡LA GANADORA ES PAIGE "DINAMITA ROJAAAAAAAAAAAA!
Esto es lo que soy
Y esto es lo que amo.
Yo sobre el Ring y ser boxeadora.
Amo ser "La Dinamita Roja".
La emoción de la pelea contagio a Max *--*
¿Cómo están pasando este San Valentin junto a Paige?
Seguimos con este especial.
>>Yiemir.