ENTRE CUERVOS

Capítulo 35

-¡Tssk! Duele -se queja Ryder al momento en que toqué las heridas de sus alas con la crema que debía ponerse.

-Lo siento, intentaré ser más suave -respondí.

-No eres tú, ya te he dicho que son sensibles.

Aún así intenté ser más suave al momento de aplicar la crema en sus alas pero de igual forma parecían dolerle. Sus alas se contraían, él apretaba las manos y se tensaba. No me gustaba verlo así.

-No vuelvas a meterte a una casa en llamas -hablé.

-Lo haría de nuevo si existe la posibilidad de que tú estés allí.

-No seas tonto -toqué un poco más fuerte una herida haciéndolo quejarse-. Ni siquiera por mí, no lo hagas. No sabes lo dolida que me sentí cuando Asher dijo que habías muerto allí, estaba aterrada por pensar que era cierto.

Dejé a un lado la crema, porque había acabado, él se dio vuelta y me abrazó con calidez. Me reconfortaba tanto que lo hiciera... Me dejé estar y él acarició mi cabello como siempre lo hace.

-Lo siento, pero no puedo evitarlo -negué con la cabeza pero ya no dije más nada-. Vamos, es hora de dormir.

Ambos nos acostamos en la cama bajo las mantas, me acerqué a él y besé sus labios antes de acurrucarme a su lado.

-Quisiera haber podido acabar con Asher en la escuela... Tal vez todo habría terminado.

-Yo quisiera haber podido hacerlo aquella vez en la mansión, te hubiera ahorrado todo el sufrimiento luego de eso.

-Ese trato... ¿cómo puede terminar? -pregunté.

-Solo quedo yo para cumplir el trato, debo darle algo valioso.

-¿Y qué puede ser? -él no me mira, solo mantiene la mirada perdida en el techo.

-Hay dos cosas... la primera, son mis alas.

Abrí los ojos de par en par y me levanté para mirarlo mejor con sorpresa y negación. No podía hablar en serio en que le dará sus alas.

-¿Qué? Pero si tus alas son... son lo que más amas, sufriste mucho por ellas.

Negó con la cabeza y acarició mi mejilla con delicadeza.

-Lo otro eres tú... Y no estoy dispuesto a entregarte a ti por conservar mis alas, si bien mis alas son especiales para mí, tú eres lo que más amo en esta vida y seguramente en las siguientes si es que hay.

Sentí mis mejillas comenzando a sonrojarse, me volví a acostar a su lado y ocultar mi rostro en él.

-No quiero que le des tus alas. Me da igual lo demás.

-Evett...

-Encontraremos otra forma de terminar el contrato, quizás ni tú ni yo ni tu clan pueda matarlo, pero hay otras formas como la que él usó.

Ryder suspira mientras me mira antes de besar mi cabeza y acomodarnos mejor.

-Mejor durmamos ya, es tarde.

Resoplé pero le hice caso. Ambos cerramos los ojos e intentamos dormir, yo tardé bastante en hacerlo pues no podía dejar de pensar en alguna idea que nos ayude a matar a Asher sin que Ryder saliera perjudicado, pero no se me ocurría nada. Luego me dejé llevar y empecé a sobre pensar las cosas, qué pasaría si Asher ganaba, si conseguía matar a Ryder... no quería pensar más en ello.

Me removí y me di vuelta para acomodarme de nuevo, no encontraba una posición más cómoda que me ayudara a dormir. Miré por la ventana un momento, mi corazón estaba acelerado por mis pensamientos, levanté la mano hasta mi rostro y observé como temblaba levemente. La mano de Ryder sujeta la mía y me abraza hasta apegar mi espalda a su pecho, besa mi cabeza y susurra en mi oído.