Capítulo 28

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Creo que jamás habíamos esperado tanto a que llegara una fecha, mucho menos mi cumpleaños. No puedo recordar cuando fue la última vez que me había emocionado tanto porque ya era el día. Me levanté de la cama y fui a asearme, no veía a Ryder por ningún lado pero había hecho el desayuno y estaba en el comedor. Desayuné tranquila y disfrutando de este momento, pues Ryder sí que sabía cocinar.

-¿Está bueno? -escuché su voz tras de mí.

-Lo está, sí -respondí.

-Me alegro. Feliz cumpleaños -besó mi cabeza con ternura.

Lo vi pasar a mi lado, abrí los ojos de par en par y dejé caer mi cubierto al verlo sin remera ni pantalones... Creo que empezaba a babear un poco. Ryder se gira para dejarme ver su cuerpo bien marcado y definido. Tragué con dificultad y bebí del té sin poder despegar la mirada de su cuerpo, menos de su miembro que se marcaba por debajo de su ropa interior. Lo escuché reír.

-Acaba tu desayuno, Evett. Porque luego no podrás comer por varias horas.

Me soplé aire con la mano porque el sonrojo en mi rostro ya estaba siendo muy caliente. Suspiré y decidí acabar rápido mi desayuno para ir a asearme, debía limpiarme por todos lados por si las dudas. Al estar lista y salir del baño ya no vi a Ryder por ningún lado, hasta que me tomó por la cintura y me giró para besar mis labios con necesidad.

-¡Hm! -solté por la sorpresa.

Me tomó por las piernas y me hizo brincar hasta enredarlas en su cintura. No separamos nuestros labios ni cuando empezó a caminar para ir a la habitación, me dejó en la cama y besó mi cuello hasta morderlo ligeramente. Sus manos se colaron por debajo de la remera y empezó a levantarla hasta quitármela. Al mirarme completamente desnuda pareciera que me estaba contemplando, me hizo sentir tan bien que estuviera observándome de esa manera.

-¿Disfrutando de esto? -cuestioné.

-Como no tienes idea.

Se agachó hasta mis labios para besarme de nuevo, pero bajó a mis senos, lamió mis pezones y los metió en su boca hasta succionarlos.

-Mhm -sentía mi piel erizada por completo.

Bajó su mano y tocó mi intimidad como ayer lo había hecho, metiendo dos dedos en mí y moviéndolos de formas placenteras. Gemí sin poder controlarlo, la excitación era demasiada, quería sentirlo completamente unido a mí. Lo hice girar en la cama, para quedar sobre él besé su cuello y bajé hasta lamer su torso. Jadeó y apretó mi cintura con ambas manos.

Me erguí para llevar mis manos al collar en mi cuello, no quería que se ensuciara pero él me detuvo.

-Déjatelo, se te ve muy bien así, solo usando eso -pidió.

Le hice caso. Me dejé el collar y él lo tomó con una de sus manos para observarlo un momento, sonrió de lado y lo soltó. Se sentó mientras me sujetaba para besarme de nuevo, llevé mis manos hasta su espalda y acaricié sus alas hasta hacerlas erizar.

Comencé a sentir su miembro endurecerse y volví a hacerlo acostar mientras sonreía con picardía. Me di vuelta y me agaché hasta poder lamer su miembro por toda su longitud, lo sentí jadear, tomó mis piernas y me estiró un poco para alcanzar mi intimidad. Metí su miembro en mi boca y él metió su lengua en mí, era tan difícil concentrarme pero quería hacerlo sentir bien.

-Mhg... Evett... -lo escuché gemir.

Cuando decía mi nombre de tal forma era como si me subiera el ego, me hacía saber que lo estaba haciendo bien. Tuve que soltar su miembro y gemí con fuerza al sentir su lengua embistiéndome aún más profundo, además de su mano acariciando mi clítoris.

-Ryder... -me arqueé y jadeé.

Volví a posicionarme y meter su miembro en mi boca, succionando y lamiendolo. Pero antes de que alguno de los dos pudiera llegar al orgasmo, Ryder nos detuvo para colocarse sobre mí entre mis piernas.

-No puedo aguantar más, déjame entrar en ti como ambos queremos estar -pidió ronco y jadeando.

-Hazlo entonces -respondí.

Sonrió y posicionó su miembro en mi entrada, me sobresalté al comenzar a sentir como entraba en mí. Incliné mi cabeza hacia atrás mientras gemía y él aprovechó para besar mi cuello.

-¡Ah...!

Podía sentir como llenaba mi interior hasta lo más profundo, tocando el lugar perfecto. Era un poco incómodo, jamás había sentido algo tan grande en mi interior, pero eso solo lo hacía sentir mejor. Sin darme cuenta, había enterrado mis uñas en su espalda por no saber a qué aferrarme.

Cuando estuvo completamente dentro y yo ya me había acostumbrado, empezó a moverse en un vaivén de adentro a fuera, cada vez yendo más rápido. Golpeaba mi trasero con su pelvis haciendo que el sonido de piel contra piel se hiciera más fuerte.

-¡Ryder! ¡Mhm! Más, por favor...

Él hizo caso a mis pedidos y apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza movió sus caderas aún más rápido. Pareciera que iba a desmayarme allí mismo, lo hacía tan bien. Me sentía en las nubes cada vez que él golpeaba mi interior. No pude soportarlo por más tiempo, solté un gemido más fuerte al llegar a mi orgasmo, él se detuvo y yo traté de recuperar el aire.

-Aún no acabamos, amor...

Temblé por como me había hablado en el oído. Me dio vuelta y me hizo levantarme en mis manos y rodillas, me tomó por la cintura y empujó su miembro dentro de mí, llegando más profundo.

-¡Hmg! -mis brazos no soportaron mi peso.

Caí sobre la cama mientras Ryder mantenía mi trasero a la altura de sus caderas para golpear dentro de este con fuerza. Apreté mis manos, me sentía tan sensible ahora que ya me había corrido una vez. Él no se detuvo, ni siquiera bajó el ritmo cuando se había corrido en mi espalda. Estaba segura de que realmente nos íbamos a quedar aquí por varias horas.

ENTRE CUERVOSWhere stories live. Discover now