Capítulo 33

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Nos escondimos tras un pasillo al ver a unos cuantos esbirros buscando más alumnos. Les hice una seña a Brittany y los demás para que se mantuvieran escondidos y yo salí a enfrentarlos. Apuñalé por la espalda a uno y luego me agaché para esquivar a otro, salté para levantarme y corté su pecho. Busqué al último pero este me aprisionó por detrás, forcejeé y pateé una pared para darme impulso a la vez que golpeaba su cabeza con la mía y así soltarme. Agarré de nuevo la espada que había soltado y lo apuñalé en la garganta.

Me levanté agitada mientras los demás me miraban sorprendidos o traumatizados, cualquiera de los dos.

-Bien, hay que ir... -me detuve al escuchar un grito de horror que conocía, maldije por lo bajo-. Brittany, el área de abajo está libre, llévate a los demás y salgan de aquí.

-¿Qué harás? -preguntó.

-Debo salvar a una zorra.

-¡Ese lenguaje! -me regaña.

-Lo siento, lo siento. Digo... debo salvar a una zuripanta -me fulmina y yo resoplé-. Bien, es Karla. Pero ya, pónganse a salvo.

-Cuídate.

Asentí en respuesta, ella se lleva a los demás y yo corrí escaleras arriba hasta el tejado. Al abrir la puerta la vi tratando de alejarse de unos esbirros que jugaban con ella como si supieran que era ella quien debían torturar. La sujetaron desde atrás y amenazaron su cuello con sus garras y una sonrisa enorme.

-Después de todo... debo ayudarte.

Corté la cabeza del que estaba en frente y apuñalé el rostro del que estaba atrás de ella. Karla cayó al suelo aterrorizada y temblando, yo la miré cruzándo mis brazos.

-E..Evett... Eres tú... -sollozó-. ¡Lo siento! ¡En serio lo siento! Por favor, perdóname.

-No, no lo haré.

Me mira sorprendida pero entonces suelta un grito de terror cuando un esbirro más apareció y la arrastró hasta el borde del tejado, ella se sujetó como pudo hasta que sus uñas esculpidas estuvieron por soltarse.

-¡Evett! ¡Ayúdame, por favor!

-Tsk, deja de gritar... -corté las manos del esbirro y agarré a Karla hasta tirarla de nuevo sobre el tejado-. No te perdonaré por lo que has hecho, ni porque fuiste mi mejor amiga.

Ella sollozaba en el suelo, derramando lágrimas que no me importaban. Me agaché frente a ella y apoyé mi mano en su hombro.

-Pero no puedo dejarte morir aquí. No soy tan mierda como tú -escuché un aleteo atrás de mí y yo me levanté- ¿Podrías llevarla abajo? Aún me quedan clases por revisar.

-Está bien, pero ten cuidado.

-Lo tendré.

Ryder carga a Karla en brazos, ella se lo queda mirando mientras aún solloza un poco. Yo me acerqué a ella.

-Este cuervo ya tiene una humana, ni siquiera lo pienses, Karla. Es mío.

Ella se sonroja y aparta la mirada, mientras que Ryder se ríe y me mira arqueando una ceja.

-¿En serio? -preguntó.

-Tú dijiste lo mismo, solo te la estoy devolviendo.

-Te sienta bien los celos, te hace más sexy.

Me guiña un ojo y se va volando con Karla. Resoplé negando con la cabeza y decidida a acabar de revisar esas clases.

-Sabía que ibas a venir aquí.

Antes de que pudiera siguiera darme la vuelta sentí un golpe en la espalda que me hizo salir del tejado y golpearme contra un árbol hasta caer de este, llevándome varias ramas conmigo y terminar en el suelo. Tosí en mi mano notando la sangre en la palma, me sentía horrible después de todos esos golpes... ¿me había roto algo? Seguro que sí.

-¡Hm!

Rodé en mi lugar alejándome de Asher quien se acerca a mí con una gran sonrisa.

-¡Evett! -Ryder me ve, aún con Karla en brazos.

-No puedo creer que después de todo lo que te han hecho, decides salvarlos, a gente que no vale la pena salvar. ¿Te crees una santa?

-Cállate... Nunca entenderás porqué hago esto, pero está bien. No tienes que hacerlo.

-Tienes razón, tampoco me importa.

Recibí un golpe en el rostro que me hizo rodar por el suelo y escupir una gran cantidad de sangre. Me sentía mareada.

-¡Evett! -vi a Brittany con su esposo y la policía rodeando la escuela, incluso habían sacerdotes. Son idiotas... ninguno de ellos podrás contra Asher y sus esbirros.

Escuché el quejido de Karla cuando Ryder la dejó caer y tomó una espada para acercarse a Asher, pero yo levanté la mano gritando que no lo hiciera.

-¡Ryder, no! ¡Si lo matas morirás también!

Asher ríe a carcajadas mientras me agarra por el cabello y me levanta del suelo. Me toma por el cuello, amenazando con desgarrar mi garganta con sus garras.

-¡Vamos, Ryder! ¡¿Qué harás ahora?! ¿Matarme? ¡Hazlo! Así no podrás ver cuando mis esbirros jueguen todo lo que quieran con tu linda y preciada humana.

-¡Nhg! -la sangre en mi cuello comenzó a derramarse.

-O quizás la mate primero, ¿quién sabe? -se acercó a mi oreja y tentó a Ryder al lamer mi piel-. Sabe tan bien...

Apreté los dientes y cerré los ojos con fuerza mientras trataba de pensar en algo. Miré de reojo la daga en mi cintura, por debajo de mi remera, recordando cuando Ryder me la dio al venir aquí. Pero al parecer Asher la había notado, al igual que notó mis intenciones de agarrarla, pues me estiró más del cabello y rasgó más la piel de mi cuello.

-¡Agh!

-Yo no lo haría si fuera tú... -susurró en mi oreja-. Sabes algo gracioso, Ryder no sabe sobre las letras pequeñas del contrato que firmó... Es cierto que no podemos matarnos mutuamente pero... nadie que esté relacionado con él podrá matarme, pues también lo matarán a él.

Abrí los ojos de par en par mientras Asher reía a carcajadas. Ryder nos mira impotente y sin saber que hacer, mientras que yo comenzaba a sentirme derrotada... ¿Esto era un callejón sin salida? ¿Qué puedo hacer?

Escuchamos un disparo, Asher deja de reír y suelta mi cuello para sujetar la bala que iba directo a su cabeza, obviamente no le hizo daño y miró al policía que había disparado.

-Qué patético. Sus armas no funcionan conmigo.

Lanzó de regreso la bala y mató a aquel policía. El sargento dio la orden de fuego y varios de ellos dispararon, solté un quejido cuando un par de balas razón mi piel.

-¡Basta! ¡¿Qué no ven que pueden matarla?! -grita Ryder furioso.

-¡Deténganse! -pide Brittany.

-¡Así son los humanos! ¡No les importa perder a alguien que no conocen! -Asher me coloca en frente de los policías-. Solo es un daño colateral, ¿no es así?

-Quizás para ellos yo sea eso -comenté-. Pero para mí eso ha sido una buena distracción.

Agarré la daga y me giré de golpe hasta clavarla en su hombro. Asher cae al suelo y yo sobre él, amenazando su cuello con la daga.

-Ahora. Ordena a tu gente que se vayan -exigí.

-¿En serio vas a hacerlo? ¿No te importa que tu querido cuervo muera porque tú así lo haz querido? -me mira de reojo y sonríe antes de tomar mi mano y hacerse un corte en el cuello-. Si es así, termina con esto...

ENTRE CUERVOSWhere stories live. Discover now