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𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐋𝐏𝐔𝐑𝐆𝐈𝐒
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Maxine se aproximó hacia la mesa esmeralda, siendo testigo de las fervientes miradas que recibía. Su atuendo morado destacaba de entre los demás alumnos pero por alguna extraña razón, la atención no le incomodó en lo absoluto. De hecho, la princesa podía hasta disfrutar de aquellos ojos cargados de fascinación y curiosidad.
Pero no. Debía procurar mantener un perfil bajo.
—¿Quieres explicar qué demonios está pasando? —preguntó America una vez que Maxine había ocupado su lugar en la mesa. Se inclinó un poco más cerca y murmuró en su oído—. Creí que no te darían un trato distinto al de los demás, ¿acaso te crearon una Casa?
La heredera esbozó una sonrisa ante la incredulidad de America. Tomó una porción de tarta y le dio un mordiscón, sabiendo que ningún plato podría compararse como el del Palacio de Buckingham.
—Vaya, vaya, Ricki —río Maxine llevándose una porción de su comida a la boca—. Para alguien que vive soltando profecías debiste ver venir algo como esto.
America la miró extrañada —como todos los Slytherin en ese momento— y codeó a la fémina de su derecha por algo de ayuda.
Victoria se encargó de estudiar el uniforme tan peculiar que la princesa cargaba. No era muy diferente al de las otras casas al decir verdad, la túnica era igual de negra como la obsidiana, exceptuando por sus pliegues, que eran de un color morado intenso. En la punta de su corbata, un escudo con una arácnido que no supo reconocer.
—¿Qué se supone que significa todo esto? —indagó la castaña.
Maxine no podía evitar sentirse especial. La heredera de Bringstone, la heredera al trono y la mujer más poderosa que el mundo iba a atestiguar. La simple idea se escurría en su cabeza haciéndola soñar con los ojos abiertos sobre la infinidad de cosas que haría para asegurar su destino.
Pero por su puesto no podía escupir toda esa información en ese momento, no siendo que la mitad de la multitud reunida estaba pendiente a la conversación que estaban teniendo las transferidas.
—Al parecer Hogwarts fue fundada por una persona más —aclaró breve y vagamente—. El Director Dippet me aseguró que me contaría sobre Bringstone, mi casa, una vez tenga la información correcta reunida —mintió. Maxine ya sabía más que suficiente pero debía hacer que los oídos ajenos perdiesen el interés en la pequeña plática.
