Capítulo 15

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Pues nada, antes de que empecéis el capítulo, os recuerdo que Iker es bipolar e Isabella inestable. Y también que si queréis saber sobre adelantos o esas mierdas, seguidme por mi Twitter (ferndabeibi). Un beso y disfrutad el capítulo. 

°

Enredé mis dedos en el pelo suave de Iker, pasando la punta por la nuca con suavidad. Parecía que estuviera durmiendo por lo quieto que estaba, pero su dedo haciendo círculos en mi espalda me indicaba que seguía despierto y enfadado.

―¿Quieres hablar? ―le pregunté suavemente.

―No.

Me quedé en silencio, con la vista fija en la ventana. Jamás me había hablado tan secamente. Pero no parecía estar enfadado, solo había sido frío. Algo normal, ¿no? No tenía que preocuparme. Respira Isabella, respira.

Continué jugando con su pelo distraídamente, ignorando las preguntas que se instalaron en mi cabeza, exigiendo respuestas. Aunque yo sabía que las preguntas ni siquiera eran coherentes como para que tuvieran una respuesta verídica.

Cerré los ojos por unos segundos, dejando salir un pequeño suspiro. Odiaba el silencio. Y más el tenso. Casi prefería que me dijera cosas hirientes antes de que se quedara callado.

Iker alzó la cabeza, rozando su nariz con mi barbilla. Abrí los ojos, dándole una pequeña sonrisa de boca cerrada. Me miró fijamente por unos minutos, sus ojos me recorrían la cara sin dejar ni un espacio sin mirar.

―¿Quieres ver una película? ―me preguntó, acariciando mi mejilla con su mano libre.

―¿De verdad estás bien?

―No quiero hablar sobre eso ―susurró, pasando el dedo debajo de mi labio inferior.

Y lo noté.

Parecíamos una pareja de novios después de tener una discusión por una estupidez. Y no quería pensar eso. No quería hacerme expectativas falsas. Sabía cómo era Iker. Buscaba una chica, estaba con ella el suficiente tiempo como para que la chica se enamorara, follaban y se iba como si nada hubiese pasado.

Por eso ninguno de sus amigos parecía sorprendido de que yo estuviera ahí con él. Quizás esa era su manera de ligar... hacerse el enigmático y luego follárselas.

Mi mano se congeló entre su pelo al igual que el nudo en mi garganta.

Aunque luego de unos segundos continué acariciando su nuca, Iker lo notó porque me dio un beso corto en los labios que no correspondí. Frunció el ceño, colocando su mano en mi cadera.

―¿Qué pasa?

Aparté la mirada, enfocándola en la ventana. La lluvia caía como si un hubiera mañana afuera. Una farola iluminaba parte de un pequeño río. Y sin pensarlo lo dije:

―Dormiré con Dolly.

Su mano se quedó inmóvil en mi mejilla y se apartó un poco para mirarme a los ojos. Aparté mi mano de su pelo.

―¿Qué...? ¿Por qué? ¿N...?

―Quiero pensar ―susurré.

―Si quieres puedo dormir lejos de ti, no te toco o... no sé... pero quédate aquí, por favor ―lo último lo dijo tan bajo que apenas pude escucharlo.

―No... ―dejé salir una bocanada de aire, dejando salir una risita irónica.

―Puedes hablar conmigo, Bell.

―¿Así como no lo haces tú? ¿Hablo por los dos? Te cuento sobre mis pesadillas, mi inestabilidad psicológica, mi dolor, mi felicidad, sobre todo y tú... y tú no me dices nada.

Iker Henterman (En edición)Where stories live. Discover now