Capítulo 13

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Amadme, corazones míos. Ah y la canción que sale en el capítulo es Without me. De Halsey. 

Mini maratón 1/2 :D

Fruncí los labios, evitando la sonrisa en mis labios. Estaba sentada con las piernas en forma de indio frente a Iker mientras él intentaba escribir una biografía sobre algún escritor de literatura. Tenía el ceño fruncido mientras tecleaba sin parar en el ordenador con una mano. La otra acariciaba mi pie distraídamente.

Habían menos de cinco grados, por lo que llevaba una sudadera de él junto a mi jogger blanco. Iker solo iba vestido con una camiseta de algodón y el pantalón de pijama.

―¿Qué? ―preguntó, al notar mi mirada sobre él y no en mis apuntes.

―Te vez muy tierno ―susurré, sintiendo como el calor subía rápidamente a mis mejillas.

Había pasado una semana y media de lo de Daysi. Ella había intentado acercarse a mí varias veces, pero me alejaba lo suficientemente rápido como para que ni siquiera nuestra mirada coincidiera. Javier me había contado que tenía un nuevo novio que parecía pertenecer a una banda de ladrones del norte de la ciudad. Y, por el resto, con Iker habíamos estado bastante bien.

Él se había disculpado por lo de An con su padre por el móvil y le había hecho saber que desde ahora en adelante solo la vería en su casa. Nada de llevarla ni traerla. Yo le había asegurado que había sido una buena decisión y él solo había asentido con la cabeza y murmurado algo de que quería dejar la droga.

Le repetí que debía hacerlo cuando estuviera listo, y él me sonrió ligeramente, pasando su brazo por mis hombros mientras caminábamos a mi casa.

Ahora él se había ofrecido a ayudarme con los deberes de literatura a cambio de que yo le fuera a visitar a su casa. Y ahí estábamos. Yo tenía la espalda pegada a la pared de la ventana y él por el otro lado.

―Pues tu te vez muy caliente ―me sonrió, subiendo y bajando las cejas.

Carraspeé, volviendo la vista a mis apuntes. Aún no me acostumbraba a sus cumplidos cuando estábamos solos. Y más aun si eran pervertidos. Sin embargo, él rápidamente cambió de tema, dejando el ordenador de lado.

―¿Qué harás este fin de semana?

―Dormir, supongo ―me encogí de hombros, jugando distraídamente con el lápiz rosa de bolígrafo.

―¿Dormir? ¿Enserio?

―Pues sí, ¿qué tiene de malo?

―¿Aparte de todo?

Enarqué una ceja, mirándolo a los ojos finalmente.

―¿Te apetecería ir con los chicos a la casa del campo? Y bueno... conmigo ―cerró la tapa del ordenador, dejándolo de lado.

―¿C-con los chicos?

―Paul, Doll, Maggie, Dylan...

―Mhm... no lo sé... ¿e-estás seguro?

―Pues sí. O si no, no te lo preguntaría ―me sonrió de lado, subiendo un poco el elástico del jogger para acariciar mi pierna directamente.

―Y... y... ¿ellos n-no se enfadarán?

―Se joden.

―¿De verdad estás seguro? ―asintió con la cabeza, frunciendo ligeramente el ceño.

―¿No quieres ir?

―N-no... o sea... sí, obvio que sí. Pero... no sé... no quiero que te sientas incómodo o...

Iker Henterman (En edición)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin