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Lo primero que veo al abrir mis ojos son la espala desnuda de Bella, es tan pálida, y hace notar más sus lunares, llevo mi mano a acariciar su espalda y ella se estremece pero no despierta, su respiración es calmada y pausada, cada que la miro me ...

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Lo primero que veo al abrir mis ojos son la espala desnuda de Bella, es tan pálida, y hace notar más sus lunares, llevo mi mano a acariciar su espalda y ella se estremece pero no despierta, su respiración es calmada y pausada, cada que la miro me dan ganas de abrazarla a más no poder, mi pecho se infla de amor por ella, puedo decir con certeza de que estoy completamente enamorada de Isabella Swan. Incluso a ojos cerrados podría cometer cualquier acto de locura solo si ella me lo pidiese; Isabella me tenia a sus pies y no se daba cuenta del poder que tenía sobre mi.

Me levante con cuidado y me vestí con una blusa larga que había en el closet, supuse que era de mi hermano, no me era problema andar desnuda por la cabaña pero como se decía, las paredes tenían oídos y ojos. Baje las escaleras sin hacer ruido, eran las 7 de la mañana, Bella no tardaría en despertar, por lo que haría un intento de desayuno, vamos, que yo no sabía ni freír un huevo, prácticamente me alimentaba las mayoría de las veces de personas, la comida humana no era una una necesidad para mi.

Comencé sacando pan para armar un sándwich, eso si lo podía hacer, y exprimí unas naranjas para el jugo, lo puse en una bandeja y se lo lleve con cuidado a la habitación, ella aún dormía, por lo que dejé la bandeja en la mesita de noche que estaba al lado de la cama y comencé a despertarla dándole suaves besos por toda su cara mientras acariciaba su cabello, me aleje un poco para admirarla y pude ver como sus ojos se abrían poco a poco y me regalaba una sonrisa.

- Buenos días hermosa.- Bese de manera corta sus labios y ella me sonrió.

- Buenos días amor, ¿Dormiste bien?.- Yo le sonreí de manera pervertida y ella soltó una carcajada.

- No dormí mucho gracias a cierta mujer candente a mi lado, pero si tuve una buena noche.- Me pare de la cama y le entregue la bandeja con el desayuno, Bella abrió los ojos sorprendida y soltó una risa pequeña.

- ¿Tu preparando comida? esto es totalmente nuevo señorita.- Mi novia le dio un mordisco al emparedado y sonrió al instante para beber un poco de jugo.- Esta delicioso.-

- Lo que sea por ti, así que no se me sorprenda cariño, en la tarde iremos a las montañas, dicen que el atardecer de Alaska desde ahí se ve hermoso.- Ella me sonrió y asintió, estaba en parte nerviosa por lo que le diría, quizás era muy pronto, pero quería que todo fuera ahora.

- Esta bien, termino de desayunar y vamos a recorrer la ciudad, nos quedan solo dos días aquí y no la he conocido.- Yo camine al closet y saque ropa interior y vestuario cómodo para vestirme después de la ducha.

- Escoge ropa abrigadora, el invierno esta por llegar en unos días y la nevada se acerca.- Ella asintió y yo bese sus labios, luego me metí al baño para ducharme.

La música en el auto sonaba con tranquilidad, la mano de Bella afirmaba la mía que estaba en su pierna, los árboles a nuestro lado eran altos y daban la tranquilidad de un bosque pacífico, solo quedaban unos cuantos minutos para poder llegar a la ciudad, el día en si estaba nublado por lo que Bella iba abrigada, yo por mi parte solo llevaba mis vaqueros junto a unas botas, una blusa blanca y mi característica chaqueta de cuero.
La idea que teníamos para el día era almorzar en algún restaurante y visitar algunos lugares turísticos, nada fuera de lo normal; Lo que me ponía nerviosa de sobremanera era lo que hablaría luego con mi novia, pues su respuesta me daba nervios, fuera cual fuera, esto sería un gran cambio para nosotras, para todos en realidad.

En los años que llevábamos juntas habíamos sobrepasado cualquier obstáculo que se nos ponía enfrente, y la verdad no eran obstáculos que cualquier pareja tendría, mi mundo no era mundano, y Bella había sabido acostumbrarse a él y formar parte de mi mundo tan sobrenatural, junto a Bella había aprendido varias cosas, pude tener más paciencia, aprendí a amar, y cuidar, ella era todo para mi y aquello me llenaba de alegría, ya que tenía a la mujer más hermosa a mi lado, y no pensaba soltarla jamás.

Si me hubieran dicho hace un siglo atrás que mi compañera sería una humana, me hubiera reído en sus caras, aclarando que eso era una vil broma, los humanos nunca fueron de mi agrado, junto a Isabella aprendí a comprenderlos, ella me había invitado a conocer su mundo, y no era tan malo como antes lo veía, agradecía a todo por poner a Isabella Swan en mi camino, ella había llegado a alegrar mis días, y apagar todo el fuego que sentía en mi interior, fuego que representaba a la venganza y rabia. Ella para mí simbolizaba a la más bella de las Diosas, y joder es qué hasta Afrodita se sentiría ofendida por mis pensamientos, para mi, Isabella era la más bella de todas las mujeres; y pretendía que fuera así por mucho tiempo.

Amaba a esta humana, la amaba más que a mis propios planes, la amaba tal como el maldito sol amo a la luna, mi amor por ella era puro, lleno de pasión y protección, la cual gozaba cada día que pasaba con ella.

Por eso, este día nublado la oveja ahora sería un León.

Media luna | Bella SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora