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Mis ojos miraban a Bella, había logrado un nuevo nacimiento, formaba parte de mi mundo, sería invencible, siempre lo fue, siempre estuvo destinada a ser única, para mí lo era... Era la mujer más maravillosa de la que pude enamorarme, sus mejillas sonrosadas eran acariciadas por las yemas de mis dedos, con delicadeza de no despertarla, la había traído a nuestra casa, su cuerpo estaba cansado, yo lo podía sentir, puesto que desde que se convirtió en sirena sentía una conección más cercana a ella, era todo perfecto; después de tanta guerra por fin podía descansar con mi amada a mi lado.
Pude observar como su aspecto ya había cambiado, su rostro estaba más pálido y sus pecas ya no se notaban tanto, como su cabello se notaba con más vida, sabía que faltaban unas horas para que despertara por lo que me separé de su delgado cuerpo al notar ya como venas en su rostro comenzaban a hacer acto de presencia, despertaría con mucha hambre y no me arriesgaría a sacarla de la casa para que se alimentará en el mar, podía ser peligroso, me temía que estaría sin ver a Charlie hasta que se pudiera controlar.
Con un último vistazo salí de la habitación para caminar hasta la sala, abajo me esperaban mis hermanas y les sonreí, ellas estaban viendo televisión junto a mi padre y Adriel, estos dos últimos se negaban a dejar la tierra, mi padre hablaba de que quería formar un colegio para nacidos de criaturas como nosotros, ya sean semi vampiro, ángeles, brujos, sirenas, ninfas o hadas protectoras, toda criatura mágica que existiera para que aprendieran a controlar sus poderes.
- Y qué piensas decir cuando un humano quiera matricular a su bestia en el internado.- Alisson le sonrió cómplice a Caín y prosiguió a contestar la pregunta de Tessa.-
- Simple, dentro del bosque a las afueras del pueblo Ariadna creara un portal donde solo podrán ingresar los pertenecientes a la escuela, ya sean los padres, profesores y mismos alumnos, ningún humano sabrá de su existencia, nosotros nos encargaremos con la misma magia de Ariadna hacer público el mensaje a cada familia con herederos mágicos, será como Hogwarts, pero real.- Me integre a la conversación interesada, sabía que mi novia traería un hijo al mundo cuando nos casaramos, mi madre me lo había dicho.
- Yo me encargaré de construir el castillo, será totalmente mágico, habrá bosques de exploración, campos de deporte, y miles de salones de clases y con habitaciones para cada especie mágica, los vampiros en un salón, las hadas y ninfas en otro, las sirenas cerca del agua, y brujas cerca de áreas verdes, cada espacio pensado en sus necesidades.- Adriel relato emocionado por la nueva idea y yo sonreí, por qué si, esto era nuevo en este mundo para todas las criaturas.
- ¿Y se puede saber cómo se les ocurrió esto?.- Me puse de pie y camine a tomar mis guantes y chaqueta de cuero.
- Papá estaba viendo Harry Potter y le surgió la idea de crear este internado mágico para aprender a controlar las habilidades de las especies.- Alisson me sonrió y aplaudió emocionada.
- Que bueno, por qué al casarme con Bella su vientre será ocupado por un bebé, sangre de ambas, regalo de Poseidón.-
Todos en la sala quedaron impresionados por la nueva información, y yo salí de casa para ir a buscar un humano, el cual sería la cena de mi novia, no sería difícil encontrarlo, pues sabía que Bella preferiría uno que estuviera manchado de pecados a uno inocente, por lo que decidí ir a las zonas más peligrosa de Portland.
Con el humano ya en el maletero de mi auto inyectado con una sustancia que lo hacía dormir por horas partí rumbo nuevamente a Forks, el hombre debía estar vivo, si las sirenas consumimos muertos su carne nos envenena y deja inconscientes por 1 mes, tiempo en el cual sentimos que nos estamos quemando el cuerpo con un ardiente fuego, por lo que necesitamos humanos vivos para extraer el alma y comer su carne si así deseamos esto último, más que nada las sirenas comen carne para mantenerse siempre jóvenes y bellas, yo no necesito hacerlo al ser híbrida.
¿Podía ser Bella también una híbrida?. Si podía, pero un vampiro original debía convertirla, en ese caso, mi padre podría hacer el trabajo al ser el primer vampiro en el mundo, solo podía convertirla cuando estuviera en su lecho de muerte, así no afectaría en su ecosistema de sirena, y la conversión sería todo un éxito, sin ningún fallo de por medio.
Aún no sabía cómo sería el embarazo de Bella, podía ser riesgoso, no sabíamos que especie llevaría en su vientre, si le haría daño o podría soportarlo. Pero teníamos una carta bajo la manga si algo malo llegaba a suceder. No perdería a mi novia, eso jamás.
Saqué al hombre, el cual perseguía a una chica con intenciones de venderla en el mercado negro, la peste como este sujeto era la que cazaba cada vez que tenía hambre, sin escorias como este hombre, el mundo podía cambiar aunque sea un poco; Deje al hombre en el suelo de la sala de estar, ya no estaban mis hermanas y padre con Adriel, quizás habían ido a ver el terreno donde harían el internado, no interesaba eso por ahora, solo quería ver a mi novia con su nuevo aspecto.
Pude sentir luego de unos minutos pasos en el piso de arriba, un corazón latiendo más lento que el de un humano común y corriente, y en unos segundos tuve a una renacida Isabella Swan frente a mi, su vestido azul transparente la hacía parecer a una misma Diosa del Olimpo, la misma afrodita debiera estar retorciéndose de envidia en estos momentos, el rostro y brazos de mi novia estaban con sus venas moradas visibles ante cualquiera, pues él hambre que tenia en estos momentos la hacía ver así, sus ojos azul eléctrico me miraban con la misma intensidad que lo hacían cuando eran de color chocolate, le sonreí a mi novia y acaricie su rostro.
- Ser sirena, te sienta de maravilla amor.- Acerque su rostro al mío y uní nuestros labios para fundirnos en un tan ansiado beso.
