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Los copos de nieve caían por nuestro rostro, Bella miraba fascinada todo a su al rededor

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Los copos de nieve caían por nuestro rostro, Bella miraba fascinada todo a su al rededor. Mi hermano junto a mí padre habían llegado en un yate y me entregaron las llaves mientras Bella miraba artesanías para regalarle a Jacob y Charlie; mi novia aún no sabía la razón de nuestra embarcación, tampoco sabía que los bolsos con vestimenta estaban dentro del yate y el auto se lo había llevado mi hermano. Hoy era un día especial, nos dirigimos a Forks, pero no necesariamente para dirigirnos a casa, era todo lo contrario, era hora de partir a Atlantis a través del portal donde le pedí a Bella que se casará conmigo, el problema era que no sabía cómo decirle esto a bella, pues no todos los días te daban la opción de convertirte en híbrida.

Por eso me encontraba dentro del yate mientras miraba la silueta de mi novia con una manta y taza de chocolate caliente en la punta del barco mirando el océano, se veía tan tranquila, su pequeña nariz tan respingada y roja por el frío, le hacía lucir adorable, no media la intensidad en la que estaba enamorada de ella. Isabella Swan para mi era lo más hermoso que podía tener en mi vida.

Poco a poco me fui acercando a ella hasta quedar a pocos centímetros de su cuerpo, la abrace rodeando mis brazos por su cintura y ella se acomodó haciendo que ambas quedáramos en una buena postura.

- Bella, hay algo que quiero hablar contigo.- Pude sentir como ella se tenso un poco y solté una risa.- No es nada malo amor.-

- Pensé que si, estás hablando neutro, no sé cómo tomarlo, perdón.- Ella se dio media vuelta y me miró fijamente.

- No es nada malo cariño, solo que quiero proponerte algo, y no sé cómo preguntarlo.- Lamí mis labios y los nervios ya estaban llegando de forma rápida.

- Sueltalo ya amor.- Trague saliba y asentí.

- Quiero que el día de hoy te conviertas.- Los ojos de Bella se abrieron de par en par en forma de sorpresa.

- ¿Estas segura? a que se debe este cambio tan repentino.- Bella tomo mis manos y se lamio los labios.

- A que no quiero que pases dolor en tu luna de miel, nos casamos dentro de 1 mes, y quiero que te acostumbres a tu nueva naturaleza para que no le hagas daño a Charlie o a cualquier humano de Forks. Por eso amor, te pregunto si quieres ser hibrida o solo una raza.- Bella suspiro ante mis palabras y asintió con la cabeza.

- Sabes que quiero formar una familia contigo, y si soy hibrida podre lograrlo, pero solo quiero ser sirena, se que si soy vampira no me controlare, la sed de sangre y almas o incluso carne humana, ambos deseos no me harán bien, tengo entendido que siendo sirena puedes estar en la tierra igual, solo que cada cierto tiempo te debes alimentar y estar en el agua correspondiente para ser completamente inmortal.- Sonreí y con mi mano derecha le acaricie la mejilla, la cual se encontraba helada.

- Tenemos que pasar el portal hacia Atlantis, las sirenas te darán unas algas marinas las cuales ayudaran a que respires con normalidad bajo el agua, dolerá un poco ya que te saldrán branquias a ambos lados de tu cuello.- Bella formo una mueca pero me dio una sonrisa sincera.

Estaba nerviosa, la mujer de mi vida el día de hoy pasaría a ser una sirena, solo rogaba por que saliera todo bien y no hubieran complicaciones, ya que el proceso, en si era muy costoso, y Bella pasaría un dolor insoportable, ya que la humanidad que ella tenia se dividiría en dos, cambiaria físicamente dependiendo el tipo de sirena que Poseidón junto a mi madre escogieran que fuera mas conveniente para ella.

Habían tres tipos de sirenas en el mundo; estaba la sirena de agua salada, las que eran como yo, de aspecto tenebroso y que se alimentaban de las almas de los humanos, estaban también las sirenas de agua dulce, estas eran más pacificas, su apariencia física era similar a la nuestra solo que sus ojos eran completamente blancos, residían en los ríos o lagunas junto a las ninfas del bosque, ellas se alimentaban de peces igualmente como todas y de la misma agua en la que vivían, gracias a que bebían agua ellas podían manipular este elemento a su antojo, a diferencia de nosotras, las de agua salada que solo teníamos el control mental, junto a la sanación acelerada, el cual todas las sirenas lo teníamos. Pero había otro tipo de sirenas, las sirenas duales, las cuales eran de agua salada y agua dulce, se alimentaban de carne humana, peces o almas, ellas escogían que comer y que les resultaba mas apetitoso, tenían el don de controlar el agua, junto a el control mental y sanación acelerada también, su aspecto físico era como el de una humana normal, pero sus ojos pasaban de ser a un azul eléctrico, a diferencia de las otras sirenas, y su cola cambiaba al color que ellas quisieran, en tierra tenían una velocidad parecida a la de los vampiros y podían esconderse tanto en el mar como en tierra haciéndose invisible, sinceramente estas sirenas eran de mi admiración, estaban en la cima de la torre, por sus grandes habilidades, ya que también podían vivir para siempre en tierra sin ninguna dificultad, solo consumiendo carne, peces o almas.

No sabía cual de estos tres tipos sería mi novia, pero fuera cual fuera la apoyaría siempre y estaría ahí junto a ella en cada proceso, las primeras dos semanas eran difíciles acostumbrarse, ya que tenias que pasar esas dos semanas en el agua y Atlantis para poder tener el ingreso seguro a todos los reinos, ya que serias una humana convertida. En cambio las que nacían siendo sirenas no tenían que pasar por todo el proceso que mi novia pasaría.

- Sácate la ropa amor, las sirenas llegaron, al momento que ingieras el alga marina no sentirás frio, pero si como tu cuello poco a poco se va apretando, eso te servirá para respirar bajo el agua.- Mi novia suspiro y se relajo para luego comenzar a quitarse la ropa, hasta quedar completamente desnuda junto conmigo, los pezones de sus pechos estaban erectos y me provoco chuparlos, pero no era tiempo de eso, tenía que concentrarme.

Tome la mano de mi novia y saltamos del yate para caer por completo en la profundidad del océano, a lo lejos ví como una colas se alumbraban cada vez más , eran mis amigas, cuando llegaron yo ya estaba en mi forma de sirena y Bella tomo el alga que le dió una y se la trago, pude ver como su piel se volvía mas pálida y como su ceño se fruncía por el dolor, Tome su mano y le di una sonrisa para calmarla.

Media luna | Bella SwanWhere stories live. Discover now